lunes, 17 de noviembre de 2008

¿Frank Delano Obama?

De repente, Reagan está out; Franklin Delano Roosevelt (FDR) está in. Pero Barack Obama debería aprender de las fallas de FDR tanto como de sus logros:
- la verdad es que el New Deal no fue tan exitoso en el corto plazo como lo fue en el largo plazo.
- Y la razón fue que las políticas económicas de Roosevelt fueron demasiado cautas.

- Con respecto a los logros a largo plazo del New Deal: las instituciones que FDR construyó han resultado ser tanto duraderas como esenciales.

¿Puede Obama alcanzar algo comparable?
Los progresistas esperan que Obama, al igual que el New Deal, responda a la actual crisis con la creación de instituciones, especialmente un sistema de salud universal, que cambien la forma de la sociedad estadounidense.

Sin embargo, el nuevo gobierno no debería emular un aspecto menos exitoso del New Deal: su respuesta inadecuada a la Gran Depresión.FDR no fue sólo reacio a perseguir una expansión fiscal extrema; se mostró ansioso de regresar a los principios presupuestarios conservadores.
Ese afán casi destruyó su legado. Después de obtener una victoria aplastante en las elecciones en 1936, Roosevelt redujo el gasto y subió los impuestos, precipitando una recaída económica y una derrota mayor en las elecciones de 1938.Esta historia ofrece lecciones importantes.

La lección política es que los pasos en falso pueden socavar rápidamente un mandato electoral.
La ciudadanía no espera resultados instantáneos del gobierno entrante, pero sí espera resultados, y la euforia demócrata será breve si no proporcionan una recuperación económica.
La lección económica es la importancia de hacer lo necesario.
Mi consejo a la gente de Obama es que piensen en cuánta ayuda creen que necesita la economía, luego agreguen un 50 por ciento.
Es mucho mejor, en una economía deprimida, equivocarse por el lado de demasiado estímulo que por el lado de muy poco.

Paul Krugman - "El Mecurio" - Santiago de Chile - 16-Nov-2008

El mercado de Obama
Los electores pueden estar muy esperanzados en la inminente presidencia de Barack Obama, pero los inversionistas no.
Ningún presidente electo de la era de la posguerra ha sido recibido con un silbido de protesta tan audible de Wall Street.
El Dow ha perdido 1.342 puntos, o casi 14%, desde la elección, con el S&P 500 y Nasdaq, alcanzando caídas similares.Mucho de esto se debe
- al despalancamiento de los hedge funds,
- así como los terribles reportes de ganancias corporativos y
- la pesimista idea de que la recesión será más profunda de lo esperado.
Tampoco queremos sacar muchas conclusiones de los movimientos del mercado a corto plazo. Pero hay pocas dudas de que
- la incertidumbre, y
- cierto temor, sobre la agenda económica de Barack Obama
está contribuyendo a esta corriente a la baja
.

La sustancia de lo que Obama ha prometido para la economía es amenazante para las acciones. Puede que los mercados estén valorizando y asumiendo ahora la amenaza de mayores impuestos, especialmente a las utilidades y dividendos.
Sume eso a las dudas acerca de las políticas demócratas sobre
- sindicatos,
- el sistema de salud y
- el comercio, y
no se sorprenda de que las acciones estén cayendo.
Los precios más bajos de las acciones
- reducen la riqueza,
- golpeando a la confianza de los consumidores y
- contribuyendo a lo que parece una huelga del consumo
.

Si Obama quiere tranquilizar a los mercados, podría anunciar que no elevará los impuestos en el futuro cercano. Contrario a los miles de millones en nuevo gasto fiscal o del dinero público para las firmas automotrices de Detroit, esta declaración de "no-alzar-impuestos" es un "estímulo" sin costo para las arcas fiscales de Estados Unidos.
En el actual mercado, no habrá muchas utilidades y pocas compañías tendrán suficientes ganancias como para pagar dividendos. En esos márgenes de cero utilidades y cero dividendos,
- ¿cuál sería el sentido de elevar los impuestos?
Lo que los mercados quieren ver de Obama es una señal de que la seriedad de la desaceleración económica lo está obligando a repensar sus políticas anticrecimiento.
Editorial - "El Mercurio" - Santiago de Chile - 16-Nov-2008

No hay comentarios: