jueves, 22 de noviembre de 2012

El límite de la tolerancia


Afines del siglo XVIII

- la tolerancia quedó indisolublemente ligada a
  - la libertad y
  - la igualdad
- con la Declaración de los Derechos del Hombre y
  del Ciudadano.

Sin embargo,
- cultivada en exceso puede hacer creer
- a quien la recibe que
- el límite es el infinito.
No hay mejor ejemplo que nuestro país para calibrar lo acertado de esta advertencia de Edmund Burke:
- hemos sido tolerantes y asistido impasibles a
- la vandalización de nuestro pasado, presente
  y futuro,
- como si fuera una virtud.
Permitimos indolentes que
- tergiversen la matriz ética de la nación y
- con tilinguería creemos que
- las consecuencias no nos alcanzarán.
La ajenidad es tal que
- el "no te metás", "hacé la tuya" y "cuidá tu chacra"
- parecen haber llegado para quedarse.
Creemos que las cosas malas les suceden a otros y seguimos mirándonos el ombligo hasta que un día vamos a despertar con el ombligo bajo el agua…
Vivimos tiempos en que
- lo público se confunde con lo privado;
- el interés sectorial prevalece sobre el general;
- el antojo personal se eleva a rango de precepto;
- el fin justifica cualquier medio.
- Nos dejamos conducir por
  - soberbios y mediocres,
  - groseros y ladinos,
  - irresponsables e improvisados que
- manejan nuestros asuntos como cosa propia.
Ahora se ha corrido la voz en el vecindario que
- todo vándalo es recibido como un señor en estas
  tierras.
Tenemos dirigentes que siguen deslumbrándose con espejitos de colores y ponen sobre el escenario cualquier burda comedia, seguros que nadie les pedirá cuentas.
Hasta The Wall Street Journal
- recomienda a los nuevos conquistadores
- desembarcar en el puerto de Montevideo
- donde encontrarán "viejos chamanes" dispuestos a
- vestirse de luces para distraer con yerba encantada
- a los alicaídos ciudadanos.
Se va perfeccionando el sistema para no soltar su botín.
Ya no basta entregar
- cargos gubernamentales,
- puestos estatales, embajadas o
- licitaciones acotadas.
Ahora pagan con publicidad oficial,
- campañas costosísimas para entes monopólicos,
- espacios en canales y emisoras públicas,
- financiación de espectáculos "culturales" o deportivos,
- y todo aquello que el dinero de los contribuyentes
- pueda transformar en votos.
Escuchamos con resignación a
- funcionarios amenazarnos públicamente y sin recato;
- funcionarios inamovibles reivindicando cristalinidad
  con igual autoridad que Al Capone;
- directores de Entes haciendo política con nuestros
  dineros;
- jueces participando en actividades políticas;
- fiscales que no se abstienen de intervenir en asuntos
  que los implican;
- legisladores que votan reparaciones pecuniarias
  mientras patrocinan a los damnificados devengando
  suculentos honorarios ;
- ex ambientalistas que se pliegan a
  - la megaminería,
  - la destrucción de nuestras reservas naturales y 
  - toda actividad que dé dinero sin importar el costo.
La educación siempre ha sido
- el punto de resistencia para todo vandalismo
  organizado, por lo cual
- se alienta en Uruguay la cultura del Pan y Circo.
- Las nuevas generaciones deben ser iletradas
  para lo cual
- ya se ha ordenado bajar los estándares como forma
  de que
- los estudiantes pasen de grado más fácilmente.
- Ni las pruebas PISA se salvan, no sea cosa que
- alguien se dé cuenta que vamos en caída libre.
Los chamanes decidieron que hay que cambiar el método de medición y ahora usaremos el Ineed, para medirnos contra nosotros mismos.
- Si no reaccionamos,
- no tendremos futuro.
Mercedes Vigil - El País - Montevideo - 21-Nov-2012


1 comentario:

mercedes dijo...
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