lunes, 17 de diciembre de 2012

Estados Unidos, deseo y realidad


De Irán dependerá que Obama siga enfangado en Oriente Próximo o se centre en el Pacífico.

- Pacífico u Oriente Próximo,
- esta es la cuestión.

Mientras el resto del mundo ha respirado aliviado y saludado con optimismo la reelección de Obama,
- se presentan dos focos geopolíticos que
- reclaman la atención de Estados Unidos.
- Uno representa el futuro y
- el otro es el pasado.
- El primero es el Pacífico, protagonista de
  una campaña electoral marcada por las referencias a
- el ascenso de China.
- El segundo es el que ha mantenido empantanado
  a Estados Unidos durante las últimas décadas:
- un Oriente Próximo
- bajo el eterno conflicto entre Israel y Palestina,
- la inestabilidad en Irak,
- la primavera árabe,
- la guerra civil Siria y
- la crisis de Irán.
Si estallara la crisis de Irán,
- el primer escenario perdería su condición
 de prioritario para la política exterior norteamericana.
Si se resolviera negociadamente,
- es el segundo escenario el que queda relegado.
La pregunta, por tanto, es
- si Estados Unidos se verá arrastrado a otra guerra
- en una región de la que ya
- no depende energéticamente.
La revolución de los hidrocarburos no convencionales, que según las predicciones
- situará a Estados Unidos como la mayor potencia
  energética del mundo,
- es un acontecimiento de enormes repercusiones
  globales.
Según un reciente informe de la Agencia Internacional de la Energía, se prevé que
- en 2020 Estados Unidos ya sea
- el mayor productor mundial
- tanto de petróleo como de gas.
La autosuficiencia energética es
- la coartada perfecta para
- retirarse progresivamente de Oriente Próximo.
- Liberado de su dependencia energética,
- el país podrá centrarse en el Pacífico.
Pese a que
- la estabilidad del precio del petróleo y
- la alianza con Israel hacen imposible
- desligarse por completo de Oriente Próximo,
- Estados Unidos tiene los ojos puestos en Asia.
Hillary Clinton ya anunció
- la reorientación estratégica de
- la política exterior americana
- hacia este continente, que
- es el escenario que
- EEUU juzga clave para el futuro.
Myanmar, Tailandia y Camboya han sido los tres primeros destinos de Obama tras su reelección.
Es una decisión que no hará especialmente feliz a China, dado que los tres son miembros de ASEAN.
- La zona experimenta un enorme crecimiento económico,
- pero las fuertes tensiones nacionalistas exigen que
- se apueste por
- crear estructuras regionales de seguridad y por
- reforzar las de integración económica.
Hay un principio que debe superarse entre Estados Unidos y China:
- la desconfianza estratégica o
-strategic distrust,
- término utilizado por Kenneth Lieberthal y Wang Jisi
- en una publicación de la Brookings Institution.
- La confianza estratégica entre
- las dos mayores potencias de este siglo
- es fundamental para el
- funcionamiento armónico
- del sistema internacional.
Un paso adelante sería
- la cooperación con Pekín para la solución de
  los problemas en Oriente Próximo,
- de donde China importará tres cuartos del petróleo
  total que consumirá en 2020.
A partir del año que viene,
- tras las elecciones israelíes de principios de 2013,
- Irán volverá ser la máxima prioridad de la agenda
  presidencial americana.
- Una intervención militar en Irán, que celebra
  elecciones en junio de 2013,
- crearía una dramática situación de inestabilidad
  regional y global.
- El mundo árabe, Rusia y China se verían obligados
  a posicionarse,
- tensándose globalmente las relaciones entre los
  distintos polos de poder y
- tensando también el Pacífico.
Pero no solo es Irán:
- la volátil situación en Oriente Próximo demanda
  más soluciones urgentes.
- Los recientes choques en Gaza ponen de relieve
  la importancia del proceso de paz.
- A su vez, la guerra civil siria involucra a un
  número creciente de actores regionales, y
- se presenta cada vez más como un ensayo de
  guerra entre
- los musulmanes suníes —representados por
- Arabia Saudí,
- las monarquías del Golfo,
- Turquía, y
- los Hermanos Musulmanes— y
- los musulmanes chiíes —
- Irán y Hezbolá—
- por la dominación regional.
- Irán intuye que Estados Unidos
- prefiere evitar
- la intervención militar.
La fatiga de más de una década de guerras con un altísimo coste económico y humano hace pensar que
- EE UU prefiere apostar
- por la vía diplomática frente
- a la de las bombas.
Una reciente encuesta del Chicago Council on Global Affairs, reseñada por Roger Cohen en The New York Times, señalaba que
- el 67% de los americanos piensan que
- la guerra de Irak no mereció la pena.
- El 69% no cree, además, que Estados Unidos
  esté más seguro frente al terrorismo
  tras la de Afganistán y
- el 71% dice que la experiencia en Irak
  demuestra que EE UU debe tener cuidado
  con cómo emplea la fuerza.
No parece, por tanto, que
- la opinión pública esté muy dispuesta a
  volver a invertir millones de dólares en
- una aventura que conduce a un callejón sin salida.
El gobierno iraní, por su parte, se encuentra
- cada vez más arrinconado por
  las sanciones económicas que
- que empiezan a causar estragos domésticos.
Ambos pueden entender que su mejor baza, hoy por hoy, es
- apostar por la negociación.
- La solución pacífica de la cuestión iraní es
- lo que facilitaría que
- Estados Unidos completara su giro asiático.
Otro conflicto en Oriente Próximo, en cambio,
- envenenaría y viciaría
- las relaciones 
- con una parte del mundo.
- Sería la peor de las opciones.

Javier Solana - ex Secretario General de la OTAN - El País - Madrid - 16-Dic-2012

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