domingo, 9 de marzo de 2014

Cómo terminará la crisis en Ucrania


Si se quiere que este país sobreviva y prospere, no debería ser un puesto de avanzada de un lado contra el otro. Tendría que funcionar como un puente entre las partes
 
El debate público sobre Ucrania se refiere solamente a enfrentamiento. Pero
- ¿Sabemos hacia dónde vamos?
En mi vida he visto
- cuatro guerras que empezaron con gran entusiasmo y respaldo público;
- no supimos cómo terminar ninguna de ellas y de tres nos retiramos unilateralmente.
- La prueba de política es cómo termina, no cómo empieza.

Muy a menudo el tema ucraniano se plantea como una confrontación decisiva:
- si Ucrania se une al Este o a Occidente.
- Pero si se quiere que ese país sobreviva y prospere,
- no tiene que ser tampoco un puesto de avanzada de un lado contra el otro,
- sino que debería funcionar como un puente entre ellos.
Rusia tiene que aceptar que
- si introduce a la fuerza a Ucrania en un estatus de satélite, y
- con eso mueve nuevamente las fronteras de Rusia,
- condenaría a Moscú a repetir su historia de ciclos autosatisfactorios de
- presiones recíprocas con Europa y EE.UU.
Occidente tiene que entender que,
- para Rusia, Ucrania jamás puede ser un país extranjero.
- La historia rusa empezó en lo que se llamó Kievan-Rus.
- La religión rusa se difundió a partir de ahí.
- Ucrania ha sido parte de Rusia por siglos y
- sus historias estuvieron entrelazadas antes de eso.
- Algunas de las batallas más importantes para la libertad rusa,
  - a partir de la de Poltava en 1709,
- se libraron en territorio ucraniano.
- La Flota del Mar Negro -
- el medio de Rusia de proyectar su poder en el Mediterráneo-
- está estacionada por arrendamiento a largo plazo en Sebastopol, Crimea.
Incluso famosos disidentes como Aleksandr Solzhenitsyn y Joseph Brodsky insistían en que
- Ucrania era una parte integral de la historia rusa y, en realidad, de Rusia.
La Unión Europea tiene que reconocer que
- su demora burocrática y
- la subordinación del elemento estratégico a la política interior
- al negociar la relación de Ucrania con Europa contribuyeron a
- convertir una negociación en una crisis.
- La política exterior es el arte de establecer prioridades.
Los ucranianos son el elemento decisivo. Ellos viven en un país con
- una historia compleja y una composición políglota.
La parte occidental se incorporó a la Unión Soviética en 1939, cuando Stalin y Hitler se dividieron el botín.
Crimea, la que tiene el 60% de población rusa, llegó a ser parte de Ucrania solo en 1954, cuando Nikita Kruschev, ucraniano de nacimiento, la premió como parte de la celebración de los 300 años de un acuerdo ruso con los cosacos.
La parte occidental es principalmente católica; la oriental es mayoritariamente ortodoxa rusa.
El oeste habla ucraniano; el este, principalmente ruso.
Cualquier intento de un lado por dominar el otro -como ha sido el patrón- conduciría con el tiempo a una guerra civil o a una separación.
Considerar a Ucrania como
- parte de un enfrentamiento Este-Occidente arruinaría por décadas
- cualquier perspectiva de introducir a Rusia y a Occidente -especialmente Rusia y Europa-
- en un sistema internacional de cooperación.
Ucrania ha sido independiente por solo 23 años; anteriormente había estado bajo algún tipo de régimen externo desde el siglo XIV.
Lo que no tiene nada de sorprendente,
- sus líderes no han aprendido el arte de la componenda,
- incluso menos el de la perspectiva histórica.
La política de la Ucrania postindependencia claramente demuestra que
- la raíz del problema está en
- los esfuerzos de sus políticos para imponer su voluntad sobre
- las partes recalcitrantes del país,
- primero de una facción, luego de la otra.
Esa es la esencia del conflicto entre Viktor Yanukovich y su principal contendora política, Yulia Timoshenko.
Ellos representan los dos sectores del país y no han estado dispuestos a compartir el poder.
Una política estadounidense sensata hacia Ucrania buscaría
- una forma para que las dos partes del país cooperen entre ellas.
- Deberíamos buscar la reconciliación, no el dominio de una facción.
- Ni Rusia ni Occidente, y menos todas las diversas facciones en Ucrania,
- han actuado sobre la base de este principio.
- Cada uno ha empeorado la situación.
Rusia no podría imponer
- una solución militar sin aislarse en un momento en que
- varias de sus fronteras ya son inestables.
Para Occidente,
- el convertir en demonio a Vladimir Putin no es una política;
- es una excusa para la ausencia de una.
Putin debería comprender que, sean cuales fueren sus resentimientos,
- una política de imposiciones militares
- produciría otra Guerra Fría.
Por su parte, EE.UU. tiene que evitar
- tratar a Rusia como algo aberrante a la que
- hay que enseñarle pacientemente reglas de conducta establecidas por Washington.
- Putin es un serio estratega, sobre las premisas de la historia rusa.
- Entender los valores y psicología estadounidenses no es su fuerte.
- Ni tampoco entender la historia y la psicología rusas ha sido
- un punto fuerte de aquellos a cargo de las políticas en EE.UU.
Los líderes de todas las partes deberían
- volver a examinar los resultados, no competir en posiciones.
A continuación,
- mi idea de un resultado compatible con
- los valores e intereses de seguridad de todas las partes:

1- Ucrania debería tener el derecho de escoger libremente sus asociaciones económicas y políticas, lo que incluye aquellas con Europa.
2- Ucrania no debería entrar a la OTAN, una posición que adopté hace siete años, cuando surgió el tema.
3- Ucrania debería tener la libertad para crear cualquier gobierno que sea compatible con la voluntad que haya expresado su pueblo. Líderes ucranianos sensatos luego podrían optar por una política de reconciliación entre las diversas partes del país. 
Internacionalmente, deberían buscar una postura similar a la de Finlandia
Esa nación no deja ninguna duda con respecto a su fuerte independencia y coopera con Occidente en una mayoría de campos pero evita con todo cuidado la hostilidad institucional hacia Rusia.
4- El que Rusia anexe Crimea es incompatible con las normas del orden mundial existentes.
Pero debería ser posible poner la relación de Crimea con Ucrania sobre una base menos cargada
Con ese fin, Rusia podría reconocer la soberanía de Ucrania sobre Crimea
Ucrania debería reforzar la autonomía de Crimea en elecciones que se lleven a cabo en presencia de observadores internacionales. 
El proceso incluiría la eliminación de cualquier ambigüedad con respecto a
- El estatus de la Flota del Mar Negro en Sebastopol.

- Estos son principios, no prescripciones.
Las personas que conocen la región sabrán que
- no todos ellos serán aceptables para todas las partes.
- La prueba no es una satisfacción absoluta sino 
- una insatisfacción equilibrada.
- Si no se logra alguna solución sobre la base de estos elementos u 
  otros comparables,
- se va a acelerar la tendencia hacia el enfrentamiento.
- El momento para eso llegará muy pronto.
Henry A. Kissinger - The Washington Post - El Mercurio  - Sgo. de Chile - 9-Mar-2014

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