sábado, 27 de julio de 2013

7-25-50

El Estado de Bienestar en la mira: el contra-ataque neoliberal
La UE representa
- el 7% de la población mundial;
- el 25% de la producción mundial; y
- el 50% del gasto social mundial
 
7-25-50. 
Tres cifras que forman una secuencia elegante y fácil de memorizar. 
- Esas tres cifras son lo que nos definen como europeos
- Sin ellas no podemos entender nuestro presente ni pensar nuestro futuro.
 
La primera nos habla de cuántos somos.
Y la verdad, no somos muchos. 
La Unión Europea representa hoy el 7% de la población mundial.
Somos algo más de 500 millones en un mundo que ha pasado la barrera de los 7.000 millones.
Y vamos a ser todavía menos pues, según las proyecciones demográficas, cuando el siglo cruce el ecuador estaremos en torno al 5%.
Para entender la diferencia de pensarnos a nosotros mismos en 2040-2050 siendo una fracción tan pequeña de la población mundial, tenemos que mirar atrás y recordar que en 1960, cuando este curioso experimento llamado integración europea se puso en marcha, la vieja Europa, aún abatida y derrotada por la guerra, representaba el 20% de la población mundial.
Pasar de un mundo en el que 
- 1 de cada 5 habitantes era europeo 
a otro en el que sólo 
- 1 de cada 20 lo será 
- obliga a una reflexión muy profunda sobre
- quiénes somos,
- qué queremos y cómo y
- con quien lo queremos conseguir.
 
La segunda cifra, 25%, habla de nuestra riqueza.
La Unión Europea es 
- la economía más grande del mundo y, 
con el 16% de las exportaciones mundiales
- la primera potencia comercial, 
- por delante de China y EE UU.
Pese a la crisis económica que atravesamos, los europeos seguimos constituyendo una enorme isla de riqueza. 
Que con 
- el 7% de la población produzcamos el 25% de la riqueza mundial habla de 
- nuestra extraordinaria capacidad productiva.
Pero también aquí nuestro futuro está en entredicho. 
Y no sólo por nuestros problemas, pues Europa está 
- estancada económicamente, 
- endeudada y 
- tiene un récord de parados (26 millones) 
sino porque los demás, fuera de Europa, 
- lo vienen haciendo mucho mejor que nosotros desde hace mucho tiempo.
Europa tiene, además
- un problema de dependencia energética muy acusado, pues 
- importa el 54% de la energía que consume, un porcentaje que llega a 
- el 85% cuando se trata del petróleo o de 
- el 62% cuando hablamos de gas.
 
La tercera cifra, 50%, es el porcentaje que supone el gasto social en Europa sobre el total del gasto social mundial.
Si Europa es una potencia mundial en algo es 
- en gasto social: destinamos prácticamente 
- el 33% de los euros que producimos,
- el 29,4% del PBI, a políticas sociales.
Esa creencia en 
- la equidad y la inclusión que articulamos en torno 
- al concepto de Estado del Bienestar es
- una parte esencial de nuestra identidad.
Pero, 
- financiar estos ideales es muy caro
- las políticas de salud, que han permitido a los europeos 
- disfrutar de una esperanza de vida récord, 
- se llevan el 11% de lo que producimos y 
- las pensiones que dignifican a nuestros mayores un 12%.
Pero aún con todo ese formidable esfuerzo, en la UE hay 
- 40 millones de personas que viven en 
- situación de extrema pobreza y exclusión social.
¿Cómo podemos sostener nuestro modelo cuando ya hay 
 - 90 millones de personas mayores de 65 años, 
 - 20 millones de los cuales tienen más de 80 años?
Por el momento, 
- por cada persona mayor de 64 años hay 4 personas en edad de trabajar. 
Sin embargo, si las cosas siguen así, en el 2060 
- habrá sólo 2 personas en edad de trabajar para sostener 
- a cada persona mayor de 65 años.
Para cambiar esa tendencia se puede fomentar la natalidad, lo que requiere 
- elevar los impuestos para financiar nuevas inversiones educativas y sanitarias 
  y costosas políticas sociales
Alternativa o complementariamente a estas políticas, se puede fomentar la inmigración, lo que también requiere, además de 
- pensar el perfil laboral y de la inmigración que se quiere atraer, 
- financiar políticas de integración, que también son costosas.
Pero las dos opciones,
- pagar más impuestos o 
- aceptar sociedades más diversas, 
- suscitan el rechazo de una parte importante de la ciudadanía.
Si queremos sostener este modelo social en un mundo globalizado donde cada vez seremos menos, más mayores y menos ricos, 
- debemos abrir un debate sobre
- cuánta armonización de políticas fiscales y sociales debemos lograr
- Del 33,8% de gasto social sobre el PIB en Francia 
- al 17% en Rumanía y de
- los 38 euros por hora donde se sitúan los costes laborales por hora-
  en Dinamarca a
- los 5 en Lituania 
- hay un abismo sobre el que debemos reflexionar.
- ¿Cuánta competencia interna necesitamos para ser competitivos hacia fuera y, 
- desde la óptica contraria, cuánta de esa competencia supone 
- tirar piedras contra nuestro propio tejado y socavar nuestro modelo 
- progresando unos a costa de otros?
El debate actual, emponzoñado por la crisis y los reproches entre unos y otros, no es el que necesitamos.

Los europeos estamos en el mismo barco, pero peleando entre nosotros nos comportamos como si lo ignoráramos.
José Ignacio Torreblanca - El País - Madrid - 27-Jul-2013

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