- este estudiante de física,
- activo hacker,
- miembro adolescente de Subversivos Internacionales y
- editor de Wikileaks, la web que ha puesto en jaque a gobiernos de todo el mundo,
hubiera dicho en el Centre for Investigative Journalism Summer School:
- "No se puede publicar un documento sobre física sin los datos completos y
- los resultados experimentales y
- esto debería ser la norma en periodismo".
Ciertamente, no puedo estar más de acuerdo.
Datos completos, resultados experimentales, y cabría añadir
- fuentes fiables,
- transparencia presupuestaria,
- eso es el periodismo.
Para adquirir credibilidad
- una noticia tiene que transitar por las patas de la verdad de
- las fuentes,
- la financiación y
- la verdad del contexto.
Si ello vale, según Julian Assange, para la información científica,
- ¿por qué no vale para la información política?
Lo digo porque
- los papeles que Wikileaks "escupe" cada cierto tiempo,
- para horror de las democracias y alegría de todos los antisistema del mundo,
- incumplen todos los preceptos del famoso código deontológico.
Es decir,
- hasta incumple el axioma que él mismo reclama desde la Universidad
de Londres.
Por supuesto, Assange sabe moverse bien en el gusto por el titular escandaloso que define la sociedad del espectáculo, y
- ha hecho de internet una especie de bandera libertaria.
Pero lo cierto es que este adalid de la transparencia
- se negó a responder en televisión sobre la acusación de violación
que pesa sobre él –
y por la cual tiene una orden de captura de Interpol– y ello nos dice mucho de la viga ocular que demuestra, mientras señala acusatoriamente la paja del ojo ajeno.
Veamos sus informaciones:
- no sabemos quién las paga y le paga;
- no sabemos en qué contexto se producen;
- no controlamos la información completa,
- porque es Wikileaks quien filtra cuando quiere y lo que quiere,
de manera que se convierte
- en Dios omnipotente del periodismo.
- Él es la fuente, la verdad y la vida informativa.
- ¿Cómo podemos contrastar y contextualizar las noticias que da
- si no da nada que él no controle?
Y si tanto reclama transparencia,
- ¿por qué no publica sus fuentes de financiación?
Por supuesto,
los estados democráticos tienen muchas zonas oscuras y la política internacional no es un juego de muñecas.
Pero, con todas sus contradicciones, prefiero fiarme de
- la civilización estructurada en parlamentos, juzgados, gobiernos,
- que de la jungla de un internet donde, a menudo, reina quien más manipula.
Assange
- no es un salvador del periodismo,
- es un trilero de la información,
- un tramposo que dice buscar la transparencia de los demás,
cuando él guarda, en la más absoluta opacidad, todos sus secretos.
- ¿Son de fiar los gobiernos del mundo?
- Probablemente no.
- Pero Assange tampoco.
Cuando un tramposo intenta vender transparencia, recuerdo lo que dijo Proudhon, que
- "la demagogia es la hipocresía del progreso".
Pilar Rahola - La Vanguardia - Barcelona - 1-Dic-2010
Pilar Rahola - La Vanguardia - Barcelona - 1-Dic-2010
Nuevas dudas sobre Wikileaks
Falla el sistema de protección del departamento de Estado, pero nunca falla en Coca Cola o Citigroup.
ESTUVIERA o no en el poder, Charles de Gaulle exigía a sus colaboradores un sentido del secreto a toda prueba.
- Sin el secreto, decía, no es posible gobernar, ni en Francia ni en ningún país respetable.
El año 1939 Francia y Gran Bretaña habían declarado la guerra a Alemania. El gobierno había abandonado París.
En el aeropuerto de Burdeos, aquel joven general de dos estrellas fue a despedir a un ministro: dio de pronto un salto, apenas perceptible, y se coló en el avión, que despegaba segundos después hacia Londres.
Desde aquel rápido movimiento, de la pista al avión, de Gaulle tuvo ocasión de demostrar una vez y otra su fe en la democracia.
- Durante los 30 años que siguieron, gracias al general, los franceses pudieron sentirse orgullosos de Francia.
- De Gaulle no lo hubiera hecho sin la ayuda de ese aliado, el secreto.
De su muerte acaban de pasar 40 años: el mundo de las comunicaciones, o el mundo sin más, se ha transformado con internet, una creación de la ingeniería militar americana.
Internet hará más fácil la difusión de documentos filtrados, es decir, robados. Vidas de colaboradores locales de la ISAF, la fuerza que ocupa Afganistán, han caído desde entonces.
Nunca se sabrá si
- esos colaboradores fueron capturados, torturados y muertos por la resistencia talibán después de conocer sus identidades a través de WikiLeaks.
Dos puntos apenas analizados. Primero, el fundador de WikiLeaks, Julian Assange, 39 años, originario de Townsville, Australia, acaba de ser capturado por la policía británica al sur de Inglaterra, donde se ocultaba.
El mes pasado la policía sueca había dictado una orden de arresto para obligarle a comparecer ante un tribunal de Estocolmo, acusado de violación y otros delitos sexuales, cometidos al parecer en agosto.
De inmediato, Assange ha negado las acusaciones aludiendo al afán perseguidor de Estados Unidos contra él, tras las filtraciones de WikiLeaks sobre Irak y Afganistán.
En noviembre Interpol interpuso una alerta roja para la captura de Assange en Reino Unido, ante dos procesos incoados por dos ciudadanas suecas de 20 y 30 años, el primero por violación, el segundo por agresión.
Nunca debe mezclarse el comportamiento personal con la conducta pública.
Pero en este caso
- las posibles agresiones pueden no ser ajenas a WikiLeaks.
La pregunta planteada hoy podría despejarse mañana mismo.
Segunda duda: el Departamento de Estados acaba de mostrar su incapacidad para custodiar una información que debería permanecer secreta.
Estados Unidos es uno de los pocos países que desclasifica toda información, por lo general pasados 20 años (Freedom of Information Act, 1962).
La justicia dirá si Assange es un farsante o un héroe, aunque eso sea hoy secundario. Posiblemente sea un tipo sin escrúpulos y poco más.
Lo grave es que dispongamos hoy de 250.000 nuevos cables secretos.
- Información, repetimos, cuya custodia falla.
- Por qué falla, mientras permanecen a buen recaudo
- las fórmulas de Coca Cola,
- las cuentas del Citibank o
- los sistemas de satélites de Boeing,
- es algo hoy inexplicado.
No son fallos causados por la decadencia americana: estas son necedades en las que no debe perderse el tiempo.
- El derecho a saber —respetamos el derecho a saber también por medio de documentos robados al estado americano—
- avanza en paralelo al derecho a ocultar.
- No para siempre. Veinte años.
DARÍO VALCÁRCEL - "ABC" - Madrid - 9-12-2010
Assange y yo
Ha surgido una nueva teoría conspirativa.
La gran paradoja de las teorías conspirativas es que suelen comenzar por conspiraciones reales.
Por ejemplo, en 1903 apareció en Rusia un libro ferozmente antisemita que describía una supuesta confabulación de rabinos y judíos prominentes para destruir los fundamentos de la sociedad y conquistar el planeta.
La obra se titulaba "Los protocolos de los sabios de Sión" y en realidad era una fabricación de la "policía política rusa", encaminada a darle sustento a los pogromos y a los ataques a la izquierda antizarista, en la que figuraban algunos rusos de origen judío.
Sin embargo, había una conspiración, pero no la de los sabios de Sión, sino la urdida por la policía política rusa.
La obra era un plagio de un panfleto escrito varias décadas antes por el periodista Maurice Joly contra Napoleón III, titulado "Diálogo en los infiernos entre Maquiavelo y Montesquieu".
La policía política tomó el texto, lo adaptó a sus propósitos antisemitas, y lo puso en circulación hasta el día de hoy, dado que continúa reeditándose para consumo de un buen número de personas que viven convencidas de que detrás de cualquier suceso existe una oscura conspiración.
Pues bien, a otra escala, ahora ha vuelto a suceder lo mismo en relación con
- la prisión en Londres del señor Julian Assange.
Súbitamente, la detención del señor Assange, luego puesto en libertad bajo fianza,
- dejó de ser un extraño pleito en torno al uso de condones, y
- se convirtió en una diabólica operación de la CIA.
- ¿Quiénes lo dicen?
Lo afirman
- Israel Shamir, un judío ruso convertido al cristianismo que coincide con Ahmadineyad en desear la desaparición de Israel;
- Alexander Cockburn, el editor de Counterpunch;
- Keith Olbermann; un tal profesor
- Michael Seltzer de Oslo y otro parecido lunático de New York University llamado
- Mark Crispin Miller.
Pero esos son sólo varios nombres de los cientos que repiten la teoría.
La gran paradoja de las teorías conspirativas es que suelen comenzar por conspiraciones reales.
Por ejemplo, en 1903 apareció en Rusia un libro ferozmente antisemita que describía una supuesta confabulación de rabinos y judíos prominentes para destruir los fundamentos de la sociedad y conquistar el planeta.
La obra se titulaba "Los protocolos de los sabios de Sión" y en realidad era una fabricación de la "policía política rusa", encaminada a darle sustento a los pogromos y a los ataques a la izquierda antizarista, en la que figuraban algunos rusos de origen judío.
Sin embargo, había una conspiración, pero no la de los sabios de Sión, sino la urdida por la policía política rusa.
La obra era un plagio de un panfleto escrito varias décadas antes por el periodista Maurice Joly contra Napoleón III, titulado "Diálogo en los infiernos entre Maquiavelo y Montesquieu".
La policía política tomó el texto, lo adaptó a sus propósitos antisemitas, y lo puso en circulación hasta el día de hoy, dado que continúa reeditándose para consumo de un buen número de personas que viven convencidas de que detrás de cualquier suceso existe una oscura conspiración.
Pues bien, a otra escala, ahora ha vuelto a suceder lo mismo en relación con
- la prisión en Londres del señor Julian Assange.
Súbitamente, la detención del señor Assange, luego puesto en libertad bajo fianza,
- dejó de ser un extraño pleito en torno al uso de condones, y
- se convirtió en una diabólica operación de la CIA.
- ¿Quiénes lo dicen?
Lo afirman
- Israel Shamir, un judío ruso convertido al cristianismo que coincide con Ahmadineyad en desear la desaparición de Israel;
- Alexander Cockburn, el editor de Counterpunch;
- Keith Olbermann; un tal profesor
- Michael Seltzer de Oslo y otro parecido lunático de New York University llamado
- Mark Crispin Miller.
Pero esos son sólo varios nombres de los cientos que repiten la teoría.
¿Cómo se originó esta nueva conspiración?
Todo comenzó con
- Granma, el diario del Partido Comunista de Cuba.
En ese periódico, que es el gran vocero de la tiranía, uno de sus empleados, el francocanadiense Jean-Guy Allard, refugiado en Cuba desde hace muchos años, publicó la mentira original:
- Anna Ardin era "una cubana anticastrista" que vivía en Suecia y escribía contra la revolución en una página de Internet de otro cubano, Alexis Gainza.
- Todos estaban al servicio de la CIA porque tenían relaciones con un connotado agente de ese organismo, que era yo.
Ahí estaba la prueba de que
- Assange era víctima de una oscura trama de espías de Estados Unidos y sus aliados los exiliados cubanos.
- Anna Ardin había acusado a Assange de un delito sexual como parte de sus tareas como espía cubana de la CIA.
Todo, naturalmente,
- era falso y delirante.
Se trataba de
- la utilización estratégica de un hecho notorio (Assange y los WikiLeaks)
- para atacar a los demócratas enemigos de la dictadura cubana.
Esta era la crónica número 32 que Allard publicaba en mi contra como parte de la campaña sistemática de descrédito montada por la policía política en la Isla.
- Él era el brazo ejecutor, el peón encargado del trabajo sucio.
Si mañana se muere o se jubila, otro tomará su lugar.
En realidad
- ni Anna Ardin era cubana,
- ni Alexis Gainza recibe apoyo de Washington para sostener su página web (lo ayudan los liberales suecos),
- ni conozco a la señorita Ardin,
- ni he cruzado palabra con Assange,
- ni jamás he sido agente de la CIA ni de ningún cuerpo de inteligencia,
primero porque mi vocación no es ésa, y, segundo, porque ni siquiera podría, aunque quisiera, dado que desde hace muchas décadas
- la ley norteamericana le prohíbe a la CIA reclutar a periodistas que trabajen en medios norteamericanos y
- puedan influir en Estados Unidos, como es mi caso.
Hay varias lecciones que deben extraerse de este episodio.
La más importante es que
- no es posible tomar en serio ninguna información oficial proveniente de una dictadura, como es el caso de Granma.
La segunda, que
- antes de suscribir las teorías conspirativas,
- es necesario analizar cuidadosamente el origen de estas construcciones
- motivadas por odios políticos o por visiones ideológicas.
Cuando
- los periodistas olvidan esto último,
- acaban por traicionar a su público y por hacer el ridículo.
- Es lo que acaba de suceder.
Todo comenzó con
- Granma, el diario del Partido Comunista de Cuba.
En ese periódico, que es el gran vocero de la tiranía, uno de sus empleados, el francocanadiense Jean-Guy Allard, refugiado en Cuba desde hace muchos años, publicó la mentira original:
- Anna Ardin era "una cubana anticastrista" que vivía en Suecia y escribía contra la revolución en una página de Internet de otro cubano, Alexis Gainza.
- Todos estaban al servicio de la CIA porque tenían relaciones con un connotado agente de ese organismo, que era yo.
Ahí estaba la prueba de que
- Assange era víctima de una oscura trama de espías de Estados Unidos y sus aliados los exiliados cubanos.
- Anna Ardin había acusado a Assange de un delito sexual como parte de sus tareas como espía cubana de la CIA.
Todo, naturalmente,
- era falso y delirante.
Se trataba de
- la utilización estratégica de un hecho notorio (Assange y los WikiLeaks)
- para atacar a los demócratas enemigos de la dictadura cubana.
Esta era la crónica número 32 que Allard publicaba en mi contra como parte de la campaña sistemática de descrédito montada por la policía política en la Isla.
- Él era el brazo ejecutor, el peón encargado del trabajo sucio.
Si mañana se muere o se jubila, otro tomará su lugar.
En realidad
- ni Anna Ardin era cubana,
- ni Alexis Gainza recibe apoyo de Washington para sostener su página web (lo ayudan los liberales suecos),
- ni conozco a la señorita Ardin,
- ni he cruzado palabra con Assange,
- ni jamás he sido agente de la CIA ni de ningún cuerpo de inteligencia,
primero porque mi vocación no es ésa, y, segundo, porque ni siquiera podría, aunque quisiera, dado que desde hace muchas décadas
- la ley norteamericana le prohíbe a la CIA reclutar a periodistas que trabajen en medios norteamericanos y
- puedan influir en Estados Unidos, como es mi caso.
Hay varias lecciones que deben extraerse de este episodio.
La más importante es que
- no es posible tomar en serio ninguna información oficial proveniente de una dictadura, como es el caso de Granma.
La segunda, que
- antes de suscribir las teorías conspirativas,
- es necesario analizar cuidadosamente el origen de estas construcciones
- motivadas por odios políticos o por visiones ideológicas.
Cuando
- los periodistas olvidan esto último,
- acaban por traicionar a su público y por hacer el ridículo.
- Es lo que acaba de suceder.
Carlos Alberto Montaner - "El País" - Montevideo -19-Dic-2010
Carlos Alberto Montaner - Wikipedia
Nació en La Habana, Cuba, en 1943. Reside en Madrid desde 1971, a donde fue a realizar estudios doctorales.
Ha sido profesor universitario en diversas instituciones de América Latina y Estados Unidos.
Es doctor honoris causa en Ciencias Sociales por la Universidad Francisco Marroquín de Guatemala (2007) y por la Universidad Peruana de Ciencias Aplicadas (2004), y Profesor Visitante en la Universidad San Francisco de Quito.
En Madrid, suele dictar un curso sobre la Historia de la Libertad en la Universidad Francisco de Vitoria.
Es escritor y periodista. Varias decenas de diarios de América Latina, España y Estados Unidos recogen desde hace treinta años su columna semanal.
Ha sido calificado por la Revista ‘Poder’ como uno de los columnistas más leídos e influyentes de América Latina.
Se calcula en 6.000.000 de lectores semanales quienes tienen acceso a sus artículos.
Ha recibido numerosos premios por su labor como columnista.
Muy joven, a los 17 años, en Cuba, a principios de 1961, fue condenado a veinte años de presidio por oponerse, junto a otros estudiantes, a la "entronización de la dictadura comunista en Cuba".
A las pocas semanas pudo escapar de la cárcel y se asiló en la embajada venezolana.
En septiembre de 1961, protegido por los diplomáticos y provisto de un salvoconducto, comenzó su largo exilio.
Fundó un partido político de corte liberal. En 1970 fue viajó a Madrid para realizar estudios doctorales en la Universidad Complutense y vivió con entusiasmo la transición experimentada por su país de adopción, vinculándose desde entonces a los grupos liberales españoles.
En 1990, tras el derribo del Muro de Berlín, inspirado en esa experiencia española, creó la Unión Liberal Cubana con el objeto de propiciar en Cuba un cambio pacífico y sin revanchas como el que se había vivido en España.
Dentro de ese espíritu, en ese mismo año, convocó a Madrid a exiliados democristianos y socialdemócratas con los que constituyó la Plataforma Democrática Cubana.
Es vicepresidente de la Internacional Liberal, una federación radicada en Londres, integrada por unos setenta partidos políticos, dedicada a la defensa de los "valores democráticos" del orden mundial y la promoción de la economía capitalista.
Ha participado como observador en varias elecciones latinoamericanas y en numerosos seminarios dedicados al fortalecimiento de la democracia y a la difusión de las ideas de la libertad.
Montaner ha publicado unos veinticinco de libros. Varios han sido traducidos al inglés, al portugués, al ruso y al italiano.
Entre los más conocidos y reeditados están Viaje al corazón de Cuba, Cómo y por qué desapareció el comunismo, Libertad: la clave de la prosperidad, y las novelas Perromundo y 1898: La Trama.
Dos de sus más polémicos y divulgados ensayos son los “best-sellers” Manual del perfecto idiota latinoamericano y Fabricantes de miseria, ambos escritos con la colaboración de Plinio Apuleyo Mendoza y Álvaro Vargas Llosa.
Carlos Alberto Montaner - Wikipedia
Nació en La Habana, Cuba, en 1943. Reside en Madrid desde 1971, a donde fue a realizar estudios doctorales.
Ha sido profesor universitario en diversas instituciones de América Latina y Estados Unidos.
Es doctor honoris causa en Ciencias Sociales por la Universidad Francisco Marroquín de Guatemala (2007) y por la Universidad Peruana de Ciencias Aplicadas (2004), y Profesor Visitante en la Universidad San Francisco de Quito.
En Madrid, suele dictar un curso sobre la Historia de la Libertad en la Universidad Francisco de Vitoria.
Es escritor y periodista. Varias decenas de diarios de América Latina, España y Estados Unidos recogen desde hace treinta años su columna semanal.
Ha sido calificado por la Revista ‘Poder’ como uno de los columnistas más leídos e influyentes de América Latina.
Se calcula en 6.000.000 de lectores semanales quienes tienen acceso a sus artículos.
Ha recibido numerosos premios por su labor como columnista.
Muy joven, a los 17 años, en Cuba, a principios de 1961, fue condenado a veinte años de presidio por oponerse, junto a otros estudiantes, a la "entronización de la dictadura comunista en Cuba".
A las pocas semanas pudo escapar de la cárcel y se asiló en la embajada venezolana.
En septiembre de 1961, protegido por los diplomáticos y provisto de un salvoconducto, comenzó su largo exilio.
Fundó un partido político de corte liberal. En 1970 fue viajó a Madrid para realizar estudios doctorales en la Universidad Complutense y vivió con entusiasmo la transición experimentada por su país de adopción, vinculándose desde entonces a los grupos liberales españoles.
En 1990, tras el derribo del Muro de Berlín, inspirado en esa experiencia española, creó la Unión Liberal Cubana con el objeto de propiciar en Cuba un cambio pacífico y sin revanchas como el que se había vivido en España.
Dentro de ese espíritu, en ese mismo año, convocó a Madrid a exiliados democristianos y socialdemócratas con los que constituyó la Plataforma Democrática Cubana.
Es vicepresidente de la Internacional Liberal, una federación radicada en Londres, integrada por unos setenta partidos políticos, dedicada a la defensa de los "valores democráticos" del orden mundial y la promoción de la economía capitalista.
Ha participado como observador en varias elecciones latinoamericanas y en numerosos seminarios dedicados al fortalecimiento de la democracia y a la difusión de las ideas de la libertad.
Montaner ha publicado unos veinticinco de libros. Varios han sido traducidos al inglés, al portugués, al ruso y al italiano.
Entre los más conocidos y reeditados están Viaje al corazón de Cuba, Cómo y por qué desapareció el comunismo, Libertad: la clave de la prosperidad, y las novelas Perromundo y 1898: La Trama.
Dos de sus más polémicos y divulgados ensayos son los “best-sellers” Manual del perfecto idiota latinoamericano y Fabricantes de miseria, ambos escritos con la colaboración de Plinio Apuleyo Mendoza y Álvaro Vargas Llosa.
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