viernes, 3 de diciembre de 2010

Para los académicos franceses, USA se ha vuelto un "paraíso universitario" irresistible

Una ola migratoria diferente está fluyendo entre Francia y Estados Unidos.
No son turistas ni refugiados, sino académicos.

Lo que implica el gran riesgo de una "fuga de cerebros" de esta nación europea, de acuerdo con un informe dado a conocer este mes.
El documento del Institut Montaigne, un importante grupo de investigación independiente en París, constató que los académicos representan un porcentaje mucho mayor de emigrantes galos a Estados Unidos hoy en día que hace 30 años.
Según el informe,
- entre 1971 y 1980 los académicos representaban sólo el 8% de la población que
partía a EE.UU.,
pero
- entre 1996 y 2006 representaron el 27% de ese segmento.
"El aumento de la migración científica francesa a Estados Unidos es reciente y preocupa", dice el informe, titulado
- "¿Se fueron para siempre?
- Los exiliados de la educación superior francesa en Estados Unidos".
De los
- 2.745 ciudadanos franceses que obtuvieron un doctorado en Estados Unidos de 1985 a 2008,
- el 70% acabó estableciéndose ahí, según el estudio.
"Los que se van de Francia
- son los mejores,
- los más prolíficos y
- los mejor integrados a una escala internacional",
señala el informe, el cual encuestó a cerca de 100 científicos y profesores galos que estudiaron en las principales universidades y escuelas de élite francesas, como L'École Normale Supérieure y L'École Polytechnique.

Reconocimiento
Muchos de los mejores biólogos y economistas franceses
se pueden encontrar ahora en Estados Unidos.
De acuerdo con un estudio de 2007 que llevó a cabo L'École des Mines y que observó a los 100 mejores economistas del mundo, según la cantidad de trabajos publicados desde 1990 a 2000,
- 4 de los 6 principales investigadores franceses en economía habían partido
a Estados Unidos.
"La biología y la economía no son muy reconocidas en Francia", asegura Thomas Philippon, economista galo que empezó como profesor de Finanzas en la Escuela de Negocios Stern, de la Universidad de Nueva York, en 2003.
"Pero el problema también proviene del hecho de que
- el mercado laboral francés no valora las tesis de doctorados".
El estudio del Institut Montaigne concluye que para la mayoría de los estudiantes de Economía más talentosos, los estudios en Estados Unidos son un "paso obligatorio" hacia un doctorado.
De hecho,
- dos de los economistas más conocidos de Francia son profesores en
- el Massachusetts Institute of Technology (MIT) y obtuvieron sus doctorados en ese lugar. Uno de ellos es Olivier Blanchard, que también es economista en jefe del Fondo Monetario Internacional (FMI).
La otra es Esther Duflo, quien recibió la Medalla John Bates Clark en 2010, que es uno de los premios de más prestigio en su campo. A Duflo se le otorgó la titularidad a los 29 años, lo que la convirtió en una de las profesoras más jóvenes en recibirla dentro de la universidad.

Mejores oportunidades
Hoy en día, muchos académicos franceses que trabajan en EE.UU. cuentan que su opción de dejar su país fue motivada principalmente por
- un sistema estadounidense "donde las universidades son más grandes, más ricas y
- más flexibles que en Francia", señala Philippon.
Muchos investigadores estuvieron de acuerdo en que la rigidez del sistema de educación superior francés y una falta de fondos, infraestructura y ayuda administrativa
- han impedido que los talentos científicos alcancen su pleno potencial en Francia.
Para Pierre-André Chiappori, profesor de economía en Columbia y a quien se menciona en el informe,
- el modelo estadounidense es único y sus universidades son refugios del conocimiento:
- "Si Estados Unidos atrae a algunos de los mejores científicos de Francia,
- también es verdad que muchos de ellos llegan a ser mejores en EE.UU.",
habría expresado Chiappori en el informe.
- "Mi único pesar, en ese aspecto, es que yo debería haber llegado antes".

Crisis musical
La fuga de cerebros en el mundo académico francés también ocurre en otras áreas.
El campo de la composición musical, por ejemplo, se ha visto perjudicado por la tendencia, y por eso
- hay pocos compositores,
- escasean los ofrecimientos de entrenamiento y los empleos.
"Estamos en el proceso de destruir la música contemporánea en Francia", manifiesta un compositor no identificado que se cita en el informe del Institut Montaigne.
Maia de la Baume - El Mercurio - Sgo. de Chile - 3-Dic-2010

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