jueves, 19 de septiembre de 2013

El héroe de la operación "Costa Concordia"


"Hemos superado la etapa más importante, sin duda la más difícil, no teníamos un plan alternativo en caso de fracaso", dijo satisfecho Nick Sloane, el hombre que dirigió la titánica operación de enderezar el Costa Concordia, todo un reto para la ingeniería naval.


Sloane es un sudafricano, de 52 años, experto internacional en este tipo de operaciones, una suerte de salvador de barcos encallados en medio del mar.
Su trabajo consiste en salvar lo salvable de un buque, o volverlo a hacer navegar, evitando además que las aguas donde se encuentra queden contaminadas.

El martes, al finalizar la operación de rescate del Costa Concordia, Sloane fue ovacionado como un héroe.
Sloane nació en Zambia, vive en Ciudad del Cabo pero en general está fuera de su país. Durante los últimos 30 años se dedicó a rescatar navíos en todo el mundo, desde Australia hasta Papua Nueva Ghinea, de Brasil a Estados Unidos.
Su trabajo es complicado, y muy delicado. Él debe tratar de salvar lo salvable de un buque, o volverlo a hacer navegar, y al mismo tiempo debe impedir que la operación impacte en el medio ambiente. En otras palabras, evitar que las aguas donde se encuentra el buque queden contaminadas.
Entre sus operaciones más conocidas, figura la del navío "Jolly Rubino" que naufragó en 2002 frente a las costas de Sudáfrica a causa de un incendio que se produjo a bordo. Diez años después se ocupó de un gigantesco petrolero, el "Brillante Virtuoso", que fue atacado por un grupo de piratas del mar en las aguas de Yemen. Poco después fue el turno de un buque container que naufragó frente a Nueva Zelanda.
Acostumbrado a las situaciones de estrés y a las presiones, el técnico sudafricano relató a la prensa italiana las características del rescate del Costa Concordia frente a las costas de la Isla del Giglio.
"La técnica que hemos utilizado en este caso no es muy difícil, por el contrario es simple. En todo caso, el problema era la dimensión de la nave y el lugar en donde había quedado encallada. Veremos cuales serán los próximos pasos: ahora debemos evaluar los daños del crucero, calcular la resistencia del casco y luego, dentro de unos meses, alejar al buque de la Isla del Giglio".
Este martes, cuando el Costa Concordia fue enderezado, se produjo una gran alegría entre las personas reunidas en el puerto de Giglio, y cuando Sloane pisó tierra lo recibieron como a un héroe.
"Ha sido como en las montañas rusas", dijo Sloane aliviado luego de 20 largas horas de trabajo y tensión.
Al grupo de expertos en reflotamiento -informáticos e ingenieros navales que supervisaron la rotación desde una sala de control instalada sobre la barcaza flotante Pollux- se les llama "los 11 magníficos"; fueron dirigidos por la mano maestra de Sloane.
"Todo el equipo está orgulloso de haber logrado un reto así especialmente cuando muchos pensaban que era imposible", dijo Sloane abrazando a su mujer que llegó al lugar con una bandera sudafricana.
Él admitió que se jugaba su reputación en este proyecto, "el mayor desafío al que he tenido que hacer frente". dijo.
Esta operación de rescate, inédita por la dimensión y la naturaleza del barco naufragado, necesitó más de un año y medio de preparativos realizados por 500 profesionales de 26 nacionalidades.
Dirigiéndose a Italia, que según los medios se jugaba su imagen en esta operación seguida en directo por 400 periodistas del mundo, el sudafricano agradeció a los equipos locales: "Sin los astilleros y todo el equipo que se ha entregado, no estaríamos aquí hoy", dijo y estimó que "pocos países del mundo podían haber abordado un proyecto así".
Los 11 magníficos.
El grupo de expertos en reflotamiento que trabajó en el rescate está integrado por 10 hombres y una mujer cuyas nacionalidades son británica, alemana, belga e italiana. Son
- dos pilotos de robots submarinos teledirigidos,
- ingenieros (en informática, hidráulica, electrónica) y
- una arquitecta.
Desde el principio, ellos confiaron en la técnica de rotación denominada "parbuckling", jamás realizada en una nave de estas dimensiones. Durante el proceso, cada uno permaneció con los ojos puestos sobre las pantallas de la computadora donde recibían las imágenes tomadas en superficie y bajo el agua, en una habitación de siete metros y medio por seis.
El Costa Concordia había naufragado en enero de 2012 con 4.200 personas a bordo, entre pasajeros y tripulación, por una maniobra arriesgada de su capitán, Francesco Schettino. Al acercarse más de lo debido a la isla de Giglio para que los pasajeros disfrutaran del paisaje, el capitán Schettino chocó el barco contra unas rocas.
Debido al impacto, se abrió en el casco del navio una grieta de 70 metros de largo. En el siniestro murieron 32 personas y otras dos desaparecieron.
El capitán está acusado de homicidio múltiple por imprudencia, abandono de navío y daños al medio ambiente.
La operación de rescate bajo las órdenes de Sloane costó 600 millones de euros y permitió enderezar la nave. En unos meses será remolcada para su desguace.
Información - El País - Montevideo - 19-Sep-2013

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