Opina 
Ian Bremmer, "gurú" 
de la geopolítica.
El presidente de Eurasia 
Group cree que los problemas de hoy no tienen una solución a la vista 
debido a la falta de liderazgo 
global.
- Los jihadistas avanzan hacia Bagdad. 
- En Siria, un dictador comete todo tipo de 
atrocidades para salir ileso de la guerra civil. 
- Ucrania se hunde en un conflicto que amenaza a 
Europa. 
- El mundo emergente va de protesta en protesta. 
- El cambio climático no encuentra respuestas. 
Ian 
Bremmer no tiene dudas: "El orden mundial actual es 
bastante desolador", dijo el presidente de Eurasia 
Group, la consultora de riesgo político más importante del mundo, 
y gurú de la geopolítica.
- ¿Qué opciones tiene 
Occidente para combatir el avance jihadista en Irak? 
- ¿Lo que está pasando es consecuencia de una 
mala estrategia norteamericana?
"Desafortunadamente, Occidente se 
quedó con muy pocas opciones para combatir el avance jihadista en Irak; hay una 
severa falta de apoyo popular a cualquier intervención. 
Algunos de los avances de los 
extremistas sunitas pueden achacarse a la política norteamericana en Irak. 
Instituciones que fueron destruidas e 
inadecuadamente reconstruidas, o simplemente no reconstruidas, así como el vacío 
que provocó la retirada militar norteamericana dejaron un espacio en el que los 
milicianos pudieron expandir sus capacidades".
-La crisis de Ucrania es vista 
como otra Guerra Fría o el reflejo de un nuevo orden 
mundial. 
-¿Cree que es para tanto?
"La crisis en Ucrania constituye 
probablemente la situación geopolítica más peligrosa que hemos atravesado desde 
el 11 de septiembre (de 2001), pero decir que se trata de un nuevo orden mundial 
o incluso una Segunda Guerra Fría es una absoluta exageración. 
Así que 
- la buena noticia es que no nos encaminamos a 
una Segunda Guerra Fría. 
- La mala es que el orden mundial actual es 
bastante desolador. 
Es lo que yo llamo un 
mundo "G-0" ("Grupo de los Cero"), o sea un mundo en 
el que ningún país o grupo de países quieren o pueden asumir un liderazgo global 
y marcar la agenda internacional. 
En este escenario, los conflictos como 
el de Ucrania o Siria arderán con más fuerza, frecuencia y duración".
- ¿Cree que la de Obama es la 
estrategia adecuada para que Estados Unidos revierta el declive de su 
liderazgo?
"La política exterior, lisa y 
llanamente, no es su prioridad. En parte, eso se debe a que la opinión pública 
norteamericana está harta de involucrarse en problemas extranjeros. 
Su discurso no resuelve ni envía una 
respuesta clara a la pregunta fundamental que se hacen los aliados -y enemigos- 
de los norteamericanos: 
- ¿qué representa y qué defiende Estados Unidos? 
Responder a esa pregunta 
implicaría un compromiso y un accionar, y eso es lo que Estados Unidos no se 
puede permitir debido a impedimentos que no desaparecen: obstáculos en la 
política interna, una estructura internacional más dura y un equipo de política 
exterior más débil en este mandato".
- ¿Por qué cree que un mundo 
G-0 es peor que uno con potencias líderes?
"Hay desafíos que necesitan el apoyo 
de un grupo suficiente de superpotencias para enfrentarlos. 
Sin un liderazgo mundial coordinado es 
imposible resolver desafíos como el cambio climático, los Estados díscolos, la 
proliferación nuclear, o crisis como las de Siria o Ucrania".
- ¿China puede llenar ese 
vacío?
"No, China no está en condiciones por 
el momento. No tiene la capacidad para hacerlo. 
Es solo una superpotencia económica 
que carece de todos los otros ingredientes necesarios, como ser la habilidad 
diplomática y militar, así como de 'poder blando'. 
Incluso en lo económico, a pesar de su 
crecimiento, su ingreso per cápita sigue muy retrasado. 
Tampoco quieren ocupar ese espacio de 
poder, ya que están demasiado ocupados en mantener el crecimiento en su propio 
país".
-Brasil, Turquía y otros 
países emergentes han sido escenario de masivas protestas. 
-¿Qué tienen en común esas 
protestas?
"Después de 10 años de boom de 
crecimiento, esos países tienen ahora una clase media más amplia y sólida, y 
gobernantes de larga data. 
Esas clases medias ya no se conforman 
con un éxito económico básico, sino que tienen demandas más sofisticadas, como 
el cuidado medioambiental, la corrupción y la responsabilidad de gobierno. 
Y ahora que el crecimiento comenzó a 
desacelerarse, los gobiernos tienen menos capacidad de cumplir con las 
expectativas".
-El Papa demuestra mucho 
interés por la paz entre árabes e israelíes. 
-¿Puede conducir con éxito un proceso que 
destrabe las conversaciones?
"Francisco es, de alguna manera, una 
mejor opción que la mediación de Estados Unidos. 
Sería visto como un mediador más 
honesto e imparcial por ambas partes. 
Pero esas conversaciones seguirían 
chocando con los mismos obstáculos insalvables: simplemente no existe suficiente 
consenso entre los líderes para que se llegue a buen puerto".
- ¿Considera que es un líder 
político o un líder espiritual?
"Francisco demostró cierto liderazgo 
político, y está al frente de una institución con poder e influencia. Las 
enseñanzas y prioridades de esa institución pueden impulsar el diálogo en muchos 
países, a veces para bien y otras para mal. 
Yo diría que fue una de las sorpresas 
más positivas en el escenario del liderazgo 
internacional".
Juan Landaburu - El Mercurio - Sgo. de Chile - 22-Jun-2014 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
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