lunes, 4 de febrero de 2008

Crisis global: El problema argentino es la inversión y no los precios internacionales

Los precios de las exportaciones "triplican" los valores de la crisis del 2001.
Expertos advierten que a medida que las turbulencias financieras internacionales se profundizan hay más incertidumbre. Cómo impacta en la Argentina.


La situación de la Argentina no es simétrica a la de los países avanzados. El principal factor diferenciador es que la recuperación está basada en los altos precios de alimentos y materias primas.
Como la crisis va a acentuar los problemas de financiamiento, las posibilidades de seguir aprovechando las oportunidades que brindan los altos precios de las exportaciones dependen de la posibilidad de generar un ambiente institucional más favorable para la inversión.

Contexto

La crisis financiera internacional está causando zozobra en los países desarrollados. Hasta ahora los síntomas han sido las abruptas caídas en los valores bursátiles y otros activos financieros, pero se esperan impactos importantes en la economía real de esos países en términos de mayor inflación y menor actividad económica.
Entre los países emergentes –entre los que se encuentra la Argentina–, también aparecen justificadas preocupaciones. Sin embargo, las proyecciones son menos sombrías. El factor diferenciador clave es el inédito nivel que alcanzaron los precios internacionales de alimentos y materias primas en el mercado internacional.
Esto ha impactado muy positivamente en las exportaciones argentinas constituyéndose en una fuente generadora de ingresos y crecimiento.
Para tener una idea del orden de magnitud e importancia que tiene este fenómeno resulta pertinente observar la evolución del Índice de Precios de Materias Primas que elabora el Banco Central de la República Argentina.

Se trata de un indicador que mide el promedio de los precios en dólares de las principales materias primas que exporta argentina, entre las que se destacan
- el trigo,
- el maíz,
- los productos de soja,
- la carne,
- los metales,
- el aluminio y
- el cobre.
Tomando como base diciembre de 1995 = 100 se observa que:
- En la segunda mitad de la década de los ’90 el valor promedio fue de 84.
- En la crisis de diciembre del 2001 el valor era de 66.
- En diciembre del 2007 este valor fue de 180.
Los datos señalan con claridad que las condiciones que prevalecen en los mercados de los principales bienes que exporta la Argentina son muy especiales.
En promedio, los precios de estos bienes han llegado a un nivel prácticamente 3 veces superiores a los que tuvo en la crisis. Incluso duplican a los observados en la segunda parte de la década del ‘90.
Esto sugiere que los problemas para la Argentina no se avizoran por el lado de los precios, sino por el de la inversión.

La dinámica de los precios de bienes y alimentos esta asociada fundamentalmente al desenvolvimiento económico de China e India. Por ser los países más poblados del mundo, con su crecimiento incorporan importantes segmentos de la población mundial al consumo generando así una importante demanda de alimentos y bienes.
Para la Argentina, entonces, el problema no pasa por los precios sino por la baja predisposición por parte de los inversores extranjeros y la fuga de ahorros nacionales que no hace posible sostener la expansión de la capacidad productiva consistente con elevadas tasa de crecimiento. En otras palabras, posiblemente los precios de las materias primas en los mercados internaciones se mantengan altos, pero aun así no hay garantías de mantener el crecimiento si no aumenta la disponibilidad de crédito para acelerar la inversión.
El escenario más probable para la Argentina parece ser la continuidad de elevados precios de las exportaciones, pero con un ambiente más adverso en relación a la disponibilidad de crédito. Esto implica una restricción importante, pero superable. Hasta ahora el crecimiento ha estado apoyado fundamentalmente en
- el excedente de recursos que provino de los buenos precios internacionales,
- la capacidad instalada ociosa y
- la rentabilidad que produjo la licuación de costos asociada a la devaluación.

Una parte de estos factores están agotados.
Por eso, para no perder la oportunidad que brinda el inéditamente favorable contexto internacional en materia de precios, es fundamental un ambiente más favorable para la inversión.
El principal escollo para el desarrollo del país no proviene del exterior sino de la capacidad para abordar con audacia un proceso de transformación institucional que apunte a construir reglas amigables y predecibles para la inversión.

Informe - Infobaeprofesional.com - Buenos Aires - 4-Feb-2008

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