domingo, 4 de septiembre de 2011

Contradicciones



Es comprensible.
Los estudiantes chilenos, y los de cualquier país, quieren buenos planes de estudio, accesibles para cualquiera con un título de secundaria, y pagados no por ellos y por sus familias, sino por el conjunto de la sociedad por medio del Estado.

Suponen, porque así se lo han asegurado los políticos, que la educación universitaria es un derecho y, por lo tanto, se trata de una responsabilidad colectiva.
Menos comprensible es la hostilidad
de estos muchachos contra las universidades privadas, especialmente las que tienen ánimo de lucro.
Muchos estudiantes chilenos
- no sólo quieren que les regalen los estudios,
- sino que se oponen a que las universidades que los educan sean empresas rentables.
- ¿Por qué?
- Porque creen que convertir la educación en una transacción comercial envilece el conocimiento.
- El razonamiento es muy curioso.
No parece cierto que las universidades privadas reduzcan la calidad de los estudios.


Tres ejemplos de los cientos que se pueden alegar:

- Harvard es la mejor universidad de EE.UU. y es privada.

- La mejor universidad de España es la de Navarra y es privada.

- La Francisco Marroquín es la mejor de Guatemala y también es privada.
Podría nombrar las 20 peores universidades de América Latina y más de la mitad son públicas.
Por otra parte,
- uno de los mayores fracasos de América Latina es, precisamente,
- el de su sistema de educación pública.
Entre las 500 universidades mejores del mundo, sólo comparece la UNAM mexicana y en el número doscientos no sé cuánto.
- ¿Qué les hace pensar a los estudiantes chilenos que volcar en las instituciones públicas a
sus compañeros mejoraría la calidad de la enseñanza?
Nadie puede dudar de la importancia de la educación superior, pero
- no creo que formar profesionales sea
- más trascendente que alimentar a la población.
En la pirámide de las necesidades que Maslow
estableció hace décadas,
- a la cabeza de todas está alimentarse.
- ¿Por qué los chilenos no plantean que la producción y suministro de alimentos sean


gratis y proporcionados por el Estado?
- ¿Y por qué no ampliamos ese modo de razonar a la vivienda?
- ¿Se quiere algo más entrañable para las personas que el hogar en el que viven?
- ¿Cómo permitir que unos mercaderes desalmados ganen dinero con algo que consagra la
Constitución cuando establece que todos tenemos derecho a una vivienda digna?
- Todo esto es un sinsentido.
En realidad, donde tendrían que poner el acento los Estados es
- en mejorar la calidad de la enseñanza primaria y secundaria.
- Es en los primeros 10 años de la vida en los que se forja el núcleo de la personalidad, y


- es en los 7 años siguientes de la adolescencia donde las personas adquieren los valores

y hábitos de comportamiento que los van a acompañar hasta la tumba.
Quienes hemos tenido el privilegio de enseñar en algunas universidades, sabemos que los estudiantes que arriban a estos altos centros de estudio
- ya vienen moldeados por la anterior experiencia docente y
- es poco lo que puede hacerse para convertirlos en profesionales excepcionales si
- no traen unos cimientos bien fundados.
- Los que llegaron con una buena base, serán notables profesionales y excelentes ciudadanos.
- Los que llegaron con grandes lagunas, dispuestos a cumplir con la ley del menor esfuerzo,
- si alcanzan a graduarse serán tramposos y mediocres.
CARLOS ALBERTO MONTANER - El País - Montevideo - 4-Aug-2011

No hay comentarios: