sábado, 18 de febrero de 2012

¿Llegó la hora de tirar el efectivo a la basura?

En la economía moderna no hay ateos.
Puede que alguien no tenga a Dios o a Buda en su vida, pero sí tendrá mucha fe... en el dinero.

No me refiero a la adoración del dinero en el sentido de que la codicia es algo bueno, sino a la fe en su valor. Su confianza en él depende de la de todos los demás, lo que significa que
- nuestra fe en el valor del dinero es finalmente sobre la confianza mutua, o por lo menos
- una alucinación compartida.
- El dinero en efectivo, ya sea en billetes o monedas,

- nos ayuda a mantener ese pensamiento mágico.
Es real en la medida que uno puede sostenerlo, olerlo y quiera lavarse las manos después de manipularlo. A través de su uso en forma de efectivo, llegamos a entender
- la poderosa tecnología de la civilización que representa el dinero.
Pero,

- ¿necesitamos todavía el efectivo?
En una época en la que los libros, películas y música transmutan su forma de átomos a bits, los billetes y las cada vez más costosas monedas metálicas se ven como objetos de una historia análoga.
Últimamente, pareciera que
- las únicas personas que llevan dinero en efectivo son
- los aspirantes a terroristas,
- funcionarios gubernamentales corruptos,
- narcotraficantes,
- ladrones de bancos,
- evasores de impuestos,
- falsificadores y
- jóvenes ricos que compran sus bolsitas de marihuana en la universidad.
A pesar de que

- las predicciones sobre el fin del efectivo son tan antiguas como las tarjetas de créditos,
una serie de acontecimientos conspira contra el dinero físico como nunca antes:
- la desconfianza en las monedas nacionales,
- nuevas herramientas de pago,
- la ansiedad acerca de la deuda pública,
- el triunfo de los teléfonos celulares,
- monedas alternativas innovadoras,
- las preocupaciones medioambientales y
- una creciente evidencia de que el dinero en efectivo es más perjudicial para los miles

de millones de personas que no lo tienen en abundancia.
- Cuanto más pobre sea alguien,
- mayores se vuelven los costos y riesgos de tener dinero en efectivo.
Cualquier conocido podría pedirle dinero prestado o robarle los ahorros duramente ganados. O también, un incendio o desastre natural podría terminar con sus escasas reservas de efectivo.
Y puede que tenga que viajar horas o días a zonas rurales para entregar o recibir el dinero en efectivo de un pariente.
En las grandes ciudades, el dinero, en su mayor parte, ya se ha convertido en forma de unos y ceros en alguna computadora remota. Si por casualidad necesita dinero en efectivo, puede ir al cajero automático más cercano. De lo contrario, utiliza una tarjeta de crédito o débito, o tal vez alguna nueva tecnología, como Google Wallet o PayPal Mobile.
- Mientras que nosotros podemos saltar del dinero en papel al electrónico a nuestro antojo,

- los pobres están atrapados con el efectivo.
- El problema es que nunca ha sido rentable poner sucursales bancarias en los barrios o
los pueblos donde viven los pobres.
Teniendo en cuenta que los teléfonos están en todas partes,

- la tecnología móvil se está promocionando como una solución para
- ofrecer servicios financieros a los cerca de 1.000 millones de personas en el mundo que
- ya poseen un teléfono celular, pero no una cuenta bancaria.
Los modelos varían, pero, en esencia,
- el dinero móvil es el almacenamiento electrónico o la transferencia de valores a través
del teléfono.
Para la banca móvil, la idea es hacer posible que
- casi cualquier persona abra y use una cuenta de ahorros de bajo costo y
- haga transacciones a través de una red de comerciantes asociados.
Promotores como el Banco Mundial y la Fundación Gates ya están invirtiendo fuertemente en esta área.
Otra innovación prometedora es la que tiene que ver con la NFC (por Near Field Communication), una tecnología de comunicación inalámbrica.

- Con una pequeña antena dentro de un dispositivo digital, como un teléfono móvil,
- se puede transmitir la información de pago hacia un lector o el teléfono móvil de
otra persona.
Se espera que para 2014,
- las transacciones realizadas a través de conexiones inalámbricas de teléfonos alcancen

- un total de US$1,13 billones (millones de millones) en todo el mundo.
El golpe final podría venir también de innovadores de divisas.

Las monedas alternativas son sorprendentemente comunes y van mucho más allá de los clásicos ejemplos como los billetes de Disney (utilizados en sus parques de diversiones) y las millas de aerolíneas.
Hoy en día hay versiones locales en distintos lugares de EE.UU., como Ithaca, estado de Nueva York, y BerkShare, en Massachusetts, y otras en línea, como los créditos de Facebook.
- ¿Es posible que mañana, o en cinco años, tiremos el efectivo a la basura? No.

- La actividad económica que depende de él aún es significativa.
- El efectivo es útil si su niñera no acepta PayPal o si quiere comer en un pequeño restaurante
que sólo acepta efectivo.
La idea no es hacer la vida más difícil para aquellos que dependen de transacciones modestas,

- es examinar el efectivo ya que ha pasado siglos sin ser ni siquiera blanco de críticas.
Una mirada en detalle a
- la larga historia del dinero en efectivo,
- sus costos actuales y
- la inundación de las tecnologías emergentes sugiere que
- puede que estemos al borde de una revolución monetaria.
David Wolman - The Wall Street Journal - NYC - 17-Feb-2012

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