sábado, 23 de noviembre de 2013

El modelo chileno


A las puertas del club de países desarrollados, la incógnita es
- si la presidenta que se elija mantendrá el liberalismo atenuado
El pueblo chileno ha votado presidente —casi seguro, presidenta— con mayor conciencia de éxito que en cualquier momento anterior de su historia contemporánea; o así parecía traslucirse recientemente en los telediarios en que se comentaba el índice de paro español con una cierta conmiseración no exenta de ambigüedad.
Y, contando con que el 15 de diciembre la socialista Michelle Bachelet ratifique en segunda vuelta su amplia victoria sobre la candidata de la derecha Evelyn Matthei, el interrogante para aliados y simpatizantes es
- en qué medida la nueva presidenta va a mantener
- el eficiente modelo económico chileno de liberalismo matizadamente atenuado.
Los cuatro últimos años de gobierno del centroderecha han sido
- la cuadratura de un círculo virtuoso.
- Tasa de crecimiento anual del 5,5%;
- inflación que no sobrepasa el 3%;
- 833.000 empleos creados; y
- una inversión privada del 27% del PIB en 2013.
- ¿Pueden las reformas que anuncia la líder izquierdista atentar contra
   un modelo tan ufano de sí mismo?
Es legítimo que eso se pregunten sus socios de la Alianza del Pacífico —México, Colombia, y Perú— engolosinados por una apertura a China, en la que creen como en los Reyes Magos.
Bachelet dibuja un triángulo de reformas:
- educativa, cuyo objetivo es ir hacia la gratuidad de los estudios superiores;
- tributaria, con recargo a los que más tienen, en parte para costear 
  la anterior reforma; y
- enmiendas a la Constitución para borrar lo que sobrevive de la dictadura
   militar (1973-1989),
como es el caso del sistema de elección binominal que difumina las diferencias entre primer y segundo clasificado.
Pero esa herencia se resiste a morir, porque en las legislativas celebradas junto con las presidenciales la Nueva Mayoría de la líder socialista —antes Concertación— 
- no ha alcanzado los dos tercios de escaños necesarios para 
- retoques constitucionales.
La sombra de Augusto Pinochet ha planeado sobre los comicios porque caía en plena campaña el 40 aniversario del golpe militar con que el general derrocó y provocó la muerte del presidente legítimo, el también socialista, pero no socialdemócrata, Salvador Allende.
El presidente Piñera, que aspira a recomponer la derecha, también depurando pinochetismos, perjudicó gravemente, no está claro si de forma involuntaria, a su propia candidata cuando habló de 
- “cómplices pasivos” de la dictadura, y la criticó por 
- negarse a pedir perdón por un régimen en el que su padre 
- fue miembro de una de las juntas militares de gobierno.
Mathei, elegida ya fuera de cuenta por los dos grandes partidos de la derecha, UDI y RN, solo pudo defenderse echando balones fuera: “Chile es el único país con un Gobierno no democrático —no dijo dictatorial— que puso fin a su mandato con una elección y entregó el poder en forma decente”. 
La elección fue el referéndum sobre la continuidad del régimen —tan solo sucintamente aseado— que perdieron los militares, y que dio inicio a una verdadera democratización con el primer gobierno de la Concertación en 1990.
Ante
- las expectativas sobre el modelo y
- las intenciones de Bachelet de dar un giro a la izquierda,
- el expresidente Ricardo Lagos, igualmente socialista pero 
  socialdemócrata de profesión, ha querido 
- acotar prudentemente el futuro situando al Chile de 
  la presidenta del lado de acá de la brasileña Dilma Rousseff:
- “Si en los noventa se cayó toda la estantería del socialismo real,
- en 2008 lo fue la del neoliberalismo extremo.
- No vamos a una izquierdización, sino
- a un nuevo ciclo político y económico”.
La gran expansión económica chilena, entre 1990 y 2010 bajo los Gobiernos de la Concertación, y desde marzo de este último año, con el centro-derecha,
- presenta, sin embargo, graves síntomas de desafección popular.
El domingo se celebraron los primeros comicios con sufragio no obligatorio y
- menos del 50% del censo se molestó en votar.
Pero aunque eso sea malo en términos históricos, no lo es tanto para Bachelet porque sus votos, expresión de una militancia allegada, son de su exclusiva propiedad.
Tendrá que negociar la reforma, pero no dar cuentas a los líderes de su Nueva Mayoría, que incluye DC, PS, PPD, más la adición de un Partido Comunista, que puede acabar de - coartada izquierdizante para una política cautelosa.
- Chile está a las puertas del "club de países desarrollados".
- Tiene una renta per cápita en valor real de unos 20.000 dólares,
- cuando en 1990 era de 5.000.
Pero, como dice Lagos,
- de los 18 millones de chilenos, el 80% 
- está por debajo de ese confortable umbral.
- El modelo chileno de Bachelet no lo tendrá fácil 
- para remediar tan grave disparidad
Miguel Ángel Basteiner - El País - Madrid - 21-Nov-2013


¿El fin de "modelo chileno?
El mundo ha cambiado bastante desde que Bachelet fue Presidenta.
 
Es probable que la ex Presidenta chilena Michelle Bachelet gane holgadamente la segunda vuelta electoral del 15 de diciembre, y la opinión generalizada es que
- su nueva coalición -que incluye al PC- 
- hará un mayúsculo giro hacia la izquierda.
Pero
- la opinión general puede estar equivocada.
He aquí cinco razones por las que Bachelet
- puede regresar a la Presidencia con un discurso más izquierdista, y tal vez
- con gestos de acercamiento a los gobiernos autoritarios populistas de
  - Argentina,
  - Bolivia y
  - Venezuela,
- pero sin alejarse de
- las políticas promercado de Chile o de
- su alianza económica con Perú, Colombia y México.
Primera
Bachelet ganó por casi el 47% en la primera ronda de elecciones del 17 de noviembre, menos del más del 50% que hubiera necesitado para ganar sin una segunda vuelta.
Lo que es más,
- le fue peor de lo esperado con los votantes de clase media de la capital chilena,
  Santiago, y en el norte del país.
Esto la obligará a girar hacia el centro para la segunda vuelta del 15 de diciembre, para conseguir los votos de ese sector.
De otra manera, bajo las nuevas leyes de voto no obligatorio, Bachelet corre el riesgo de
- ser elegida con el porcentaje de votos más bajo desde 1990.
Segunda
Aunque el 17 de noviembre Bachelet consiguió
- suficientes bancas en el Congreso para aprobar 
- sus reformas impositiva y educativa,
- quiere aumentar los impuestos corporativos
- usar la recaudación para financiar la educación universitaria gratuita,
- no tendrá suficientes votos para cambiar la Constitución.
Durante su campaña, planteó
- cambiar la Constitución para realizar una profunda reforma política.
Tercera
Aunque Bachelet quiere pasar a la historia como
- la Presidenta que redujo drásticamente la inequidad social en Chile, seguramente
- no querrá ser recordada como la Presidenta que echó a perder
- dos décadas de constante crecimiento económico y reducción de pobreza.
La pobreza de Chile
- ha bajado del 40% en 1990 al 14% actualmente.
A su vez, el ingreso per cápita de Chile
- ha aumentado desde alrededor de US$ 5.000 a casi US$ 20.000
durante ese mismo período, más que en cualquier otro país de la región.
Y Bachelet no querrá quedar mal en la comparación con el Mandatario saliente, Sebastián Piñera, quien dejará su cargo con
- un índice de crecimiento del 5,5% y
- un índice de inflación de 3% en este año.
Cuarta
La coalición gobernante de Bachelet estaría ideológicamente dividida entre 
- los democratacristianos y 
- el Partido Comunista, 
hecho que la obligará a mantener un delicado equilibrio para no perder a ninguno de sus principales aliados.
El Partido Comunista no formó parte de la coalición gobernante durante su primera presidencia, entre el 2006 y el 2010.
Quinta
En política exterior, el mundo ha cambiado bastante desde que Bachelet fue Jefa de Estado. 
Durante el gobierno de Bachelet, 
- los precios mundiales del petróleo alcanzaron un récord de US$ 146 el barril
- el fallecido Presidente Hugo Chávez se paseaba por el mundo regalando petrodólares 
- para comprar lealtades a su "revolución bolivariana".
Hoy, el Presidente venezolano Nicolás Maduro a duras penas puede gobernar a su país, tras haber sido proclamado Presidente en una elección dudosa y en medio de una crisis económica con una inflación de más del 50% anual y una creciente escasez de alimentos y de electricidad.
Y China
- acaba de anunciar nuevas medidas que 
- acelerarán aún más su conversión al capitalismo.
"En política exterior, el actual gobierno (de Piñera) nos ha aislado de Latinoamérica", me dijo esta semana Ricardo Solari, uno de los colaboradores más cercanos de Bachelet.
"Nuestra prioridad será
- fortalecer las relaciones con Argentina
- reanudar nuestros vínculos con el continente, 
- que son muy importantes para nosotros".
Según me explicaron otras fuentes cercanas a Bachelet,
- Chile sufre una crisis de expectativas crecientes producto de su crecimiento -
- algunos la llaman la "insatisfacción del progreso"- y
- la mejor manera de preservar "el modelo chileno" será dando 
mayores beneficios sociales a quienes menos se beneficiaron con el crecimiento del país.
Las violentas protestas estudiantiles de los últimos años reflejan esa frustración, me dijeron.
Solari, el asesor de Bachelet, coincidió en que
- "lo único que pone en riesgo el modelo chileno 
- es no hacer cambios".
 Mi opinión
Si gana, como lo sugieren las encuestas,
- Bachelet será una versión más sonriente de 
- la Presidenta de Brasil, Dilma Rousseff.
Muchos de nosotros la criticaremos porque posiblemente
- tenga gestos amistosos con dictaduras,
como cuando hizo una visita presidencial a Cuba en el 2009 e inauguró una feria del libro en un país en el que la mayoría de los libros está prohibida.
Pero, por las razones mencionadas antes,
- dudo que Bachelet acabe con el "modelo chileno".
Tal vez, tal como dice Solari,

- algunas de sus reformas serán necesarias 
- para preservar el "modelo chileno".
Andrés Oppenheimer - El Mercurio - Santiago de Chile - 23-Nov-2013

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