jueves, 12 de marzo de 2009

Obama opta por reasignar los fondos para gastos en Defensa

Adelantos de su presupuesto militar para el 2010. El Mandatario estadounidense cortaría proyectos emblemas como el avión F-22, y un destructor de alta tecnología. Privilegiaría salud, sueldos y aumentar las tropas.

El masivo aumento en gasto militar que ocurrió en la administración de George W. Bush, justificado por los ataques del 11-S en 2001, tendrá una severa modificación bajo la actual presidencia.
Un adelanto del presupuesto en Defensa para el año 2010 reveló que el Barack Obama quiere gastar
- US$ 534 mil millones, apenas 4% más que el que propuso Bush para este año fiscal, y
- unos US$ 130 mil millones extras para financiar los conflictos en Irak y Afganistán, sumando US$ 664 mil millones.
Pero, a diferencia de los presupuestos anteriores, el dinero para ambas guerras está dentro del monto global, y no se recurrirá a fondos suplementarios de emergencia como lo hizo Bush.

Si bien la cifra es la más alta desde la Segunda Guerra Mundial, los expertos en Defensa difieren sobre qué prioridades serán las correctas, ya que Obama ha dicho que quiere deshacerse de aquellos programas de armas futurísticas que responden a necesidades "de la Guerra Fría".

Secreto total
Según medios estadounidenses, el secreto es tal en cuanto a qué financiamientos disminuirán que los miembros del Estado Mayor Conjunto firmaron acuerdos para no filtrar detalles.
La nueva perspectiva de Obama daría una alta prioridad a
- aumentar el número de tropas del Ejército y de los marines,
- continuar mejorando el servicio de salud física y mental para miembros activos y retirados,
- entregar mejores viviendas, y
- proponer un alza en los sueldos de los uniformados
.
Obama señaló que también pretende reformar cómo se adjudican las licencias para los contratistas privados, y que una revisión al sistema podría ahorrar hasta US$ 40 mil millones al año, gran parte del dinero proveniente de gastos militares.
Según autoridades del departamento de Justicia, se investiga a un alto número de personas por robo y fraude en contratos firmados para las guerras de Irak y Afganistán, donde no se cumplieron las tareas solicitadas, y miles de millones fueron gastados sin mayor fiscalización.
La industria militar está preocupada. Los primeros indicios señalan que el poderoso caza "invisible" F-22 Raptor sería una de las posibles víctimas para detener su fabricación, y un ostentoso destructor de la marina, el DDG-1000, también.
Además, se pausaría el desarrollo de sistemas de misiles que no han sido probados.
Algunos opositores a que se recorten proyectos emblemas para EE.UU. han dicho que no tiene sentido fiscal suprimir presupuestos cuando la industria necesita medidas que estimulen la economía.
Según Peter Singer, experto de la Brookings Institution, la Seguridad Nacional no es un "programa de trabajos". "Si la meta es provocar un estímulo, la historia demuestra que sólo en la II Guerra Mundial, los contratos militares han significado un impacto macroeconómico considerable".


Pérdida de empleos
Lockheed Martin ha señalado que para la construcción del F-22 trabajan unas 22 mil personas en 44 estados del país que podrían perder sus empleos."Lo que hizo Obama fue reducir el nivel de crecimiento del presupuesto (a sólo reajustar la inflación para los próximos 10 años).
El total absoluto será el más alto de la historia. Los contratistas militares no deberían tener nada por qué quejarse", agregó Philip E. Coyle, del Center for Defense Information.
Otro argumento señala que disminuir el armamento estadounidense sería visto como una evidencia de que "la retirada estadounidense ha comenzado", motivando así a potenciales adversarios como Irán y China a envalentonarse.
"Obama incluso pidió 17 mil tropas más para ser enviadas a Afganistán. No veo una 'retirada' de ninguna manera. EE.UU. estará enfocado de la misma manera en los asuntos globales, sólo que no de la forma antagónica que sucedió con Bush", aclaró Singer.

Las perspectivas de cada rama
Para el Ejército, los expertos recomiendan
- aumentar el número de fuerzas terrestres y
- mejorar la falta de equipos y suministros una vez lleguen las tropas de vuelta de Irak.

En la Fuerza Aérea, se deberían
- obviar proyectos de avanzada tecnología y
- equipar sistemas esenciales como el transporte aéreo y naves cisterna, para reabastecer a otros aparatos en vuelo.

Para la Armada, se espera que se recorten
- proyectos como el destructor DDG-1000.
- El avión Boeing P-8, con tecnología antisubmarinos, podría ser reemplazado, extendiendo la vida de otras naves como el F/A-18.

Los Marines podrían
- destinar el presupuesto del avión Osprey, también llamado el "ataúd volador" por la cantidad de accidentes y muertes durante su período de prueba,
- para comprar helicópteros H-92 y CH-53.

CARLOS SOLAR FORNAZZARI - "El Mercurio" - Santiago de Chile - 12-Mar-2009

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