domingo, 15 de agosto de 2010

Desgobernanza


- Unos tienen a Kant como patrón;
- otros, a Hobbes;
- los emergentes, a Mahan, y
- no pocos temen más a Malthus.


Este verano también está siendo pródigo en acontecimientos que denuncian la inexistencia de unas estructuras de gobernanza internacional.
No se trata de crear un gobierno mundial que decida sobre los asuntos internacionales. Ni las temperaturas veraniegas explicarían que alguien lo creyera posible ahora. Pero los incendios y las inundaciones de este verano, desde Rusia, donde el fuego trae una subida internacional del pan bajo el brazo, hasta Pakistán, país semifallido donde llueve sobre mojado, subrayan la racionalidad de la idea de que los gobiernos deben colaborar más entre sí.
No es fácil. Lo que facilita la desgobernanza mundial es la falta de voluntad política de los estados, empezando por los más poderosos.
Resulta difícil para una nación renunciar a su soberanía, aunque esta posibilidad sí se da en algunos barrios. Lo que ocurre es que cada barrio, o continente, sigue teniendo, pese a la globalización, su propia teología cívica, a menudo contradictoria con la de sus vecinos.
Los europeos, por ejemplo,
- han renunciado a buena parte de la soberanía nacional y
- viven en un escenario kantiano rodeado de un mundo hobessiano.
El filósofo inglés Thomas Hobbes decía que
- la situación natural de los hombres es de "guerra de todos contra todos" y
- la seguridad depende de un Estado fuerte, incluso autoritario.
- Y esto es lo que hace Vladimir Putin en Rusia
.
Immanuel Kant es el patrón laico de la Unión Europea. En sus obras, auguró una paz perpetua basada en tres patas:
- el sistema democrático,
- una hermandad de comercio –anticipo del mercado común– y
- una federación de estados similares,
tal vez un esbozo de la actual Unión Europea.
Es decir, Kant razonó la transformación de Europa en un escenario de paz.

Pero no todo el mundo es kantiano.
Estados Unidos es hobessiano, aunque no todos los estadounidenses son hobessianos. Y la prueba de esto último es que pocas veces la agenda de la Casa Blanca ha sido tan próxima a la europea como sucede ahora con la presidencia de Barack Obama.
Strobe Talbott, presidente de Brookings Institution y cercano a Obama, ha escrito que
- la integración de la humanidad es inexorable y
- hay que mejorar la gobernanza global (The great experiment, 2008).
Pero Hobbes aún pesa lo suyo.

El realismo de Maquiavelo escandalizó en Occidente, pero no descubrió nada a China, que en El arte de la guerra, de Sun Tzu, ya tenía su propia biblia realista. Y tampoco sorprendió en India.
El cristianísimo Francisco I de Francia se alió con los osmanes , enemigos de la cristiandad, para pelear contra el cristianísimo Carlos V. Pero esta conducta aparentemente escandalosa ya hacía tiempo que la había inventado Kautilya, consejero de un rey hindú que hacia el año 3000 a.C. reparó en que
- si se conoce al enemigo,
- también se conocerá al enemigo del enemigo.

Sun Tzu y Kautilya aún son leídos como si fueran Hobbes.
Pero en el actual océano Índico, probable escenario de próximas pugnas geopolíticas, los estrategas chinos e indios también se entusiasman ahora con Alfred T. Mahan, capitán estadounidense que a principios del siglo pasado escribió que
- la fuerza naval ha sido siempre el factor decisivo en las batallas globales
Y si miramos al mundo no emergente, lo que preocupa en Occidente es
- el terrorismo y
- la proliferación nuclear, aunque también
- la teoría malthusiana.
Thomas Malthus
fue descartado por determinista, pero ahora no tanto.

Al aumentar los efectos de
- el cambio climático,
- la demografía,
- las migraciones,
- las pandemias,
- el precio de los alimentos y
- las disputas por el agua y el petróleo,
la desgobernanza es ya otra amenaza global.

Xavier Batalla - "La Vanguardia" - Barcelona - 15-Ago-2010

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