martes, 19 de junio de 2012

Los dictadores modernos invocan a la democracia

En marzo de 2011, pocas semanas después de que una multitud dejara la Plaza Tahrir, me senté con Sherif Mickawi, un ex ingeniero de la fuerza aérea egipcia convertido en activista político.
Fue uno de los jóvenes líderes que ayudaron al pueblo a unirse para derrocar al presidente Hosni Mubarak. Pero a pesar del éxito de la revolución, Mickawi estaba preocupado.

"Ahora entienden el juego", dijo restregándose las manos.
-"Cuando viene una gran tormenta,
- uno necesita apoyarse en ella.
- Cuando la tormenta pasa,
- puede volver a pararse".
Nos gusta creer que
- los regímenes autoritarios de hoy son
- los dinosaurios con reminiscencias de la Unión Soviética
  en sus últimos días o de
- una república bananera de América del Sur.
Sin duda, un puñado de dictaduras retrógradas de la vieja escuela
- ha logrado ingresar a duras penas al siglo XXI.
Son las Coreas del Norte, Turkmenistanes y Guineas Ecuatoriales del mundo. Sin embargo,
- ellas representan el pasado de la dictadura.
Hacen un pequeño esfuerzo para parecer algo distinto de lo que son. Aún son capaces de grandes crímenes, como nos recuerdan las espantosas escenas de Bashar al Assad, en Siria, pero nadie espera imitarlas.
Los dictadores más inteligentes de hoy en día, por el contrario, entienden que
- en un mundo globalizado,
- las formas más brutales de intimidación —como
  - las detenciones en masa,
  - los pelotones de fusilamiento y
  - las violentas represiones—
- son mejor reemplazadas por
- formas más sutiles de coerción.
En lugar de detener miembros de grupos de derechos humanos, Vladimir Putin, de Rusia,
- despliega recaudadores de impuestos o
- inspectores sanitarios para
- desactivar a disidentes.
En Venezuela, Hugo Chávez se asegura de que
- las leyes estén redactadas en términos generales y
- luego las utiliza como un bisturí para
- atacar a los grupos que él considera una amenaza.
En vez de disparar a todos los medios, los déspotas de estos tiempos hacen excepciones para pequeños medios —en general periódicos— que permiten un debate público limitado.
A diferencia de los hombres fuertes de Medio Oriente, los jefes del Partido Comunista de China
- imponen un límite de dos mandatos para
- sus principales líderes e invocan
- regularmente a la democracia en sus discursos.
Los líderes soviéticos solían organizar elecciones y anunciaban que habían ganado con 99% de los votos.
Hoy, los operarios del Kremlin
- dejan de llenar las urnas electorales cuando
- ya alcanzaron 70% de los votos.
Los dictadores modernos entienden que es mejor
- dar la impresión de ganar una elección reñida que
- robarla abiertamente.
Putin aprendió sobre las dictaduras presenciando el fracaso de una de ellas. Como oficial de la KGB en los años 80, fue testigo del colapso de la totalitaria Alemania Oriental.
Se vio sorprendido, recordó después, de
- lo "totalmente invasiva" que había sido la RDA.
Es así que Putin trabajó en las costuras del sistema político de Rusia,
- centralizando el poder a través de los canales que
- al menos podrían parecer democráticos.
Una vez que
- había usado las leyes electorales para
- reducir el parlamento,
- creó una organización de expertos legales, civiles y
   de medios para que
- le dieran los aportes que obtendría de una legislatura,
- pero sin el poder de voto.
"El putinismo
- te quita tus derechos políticos,
- pero no tu libertad personal",
me dijo el líder de la oposición Boris Nemtsov.
- "Uno puede viajar, emigrar, leer en Internet.
- Los comunistas bloqueaban
  - la libertad personal y
  - la libertad política.
Es por eso que
- el comunismo parece
- más estúpido que el putinismo".
Chávez ha optado por otro enfoque. Él corteja el caos. El eje de su autoritarismo siempre ha sido, paradójicamente,
- las elecciones.
Mientras los servicios del gobierno colapsan y la delincuencia se dispara, Chávez ha mantenido
- un férreo control sobre la institución electoral.
Sus ingenieros electorales son
- los mejores del mundo en manipulaciones.
En la más reciente elección legislativa, el partido de Chávez - perdió el voto popular en algunas ciudades y estados,
- pero aun así ganó 70% de los escaños.
El autoritarismo moderno es
- más duradero que el destino de un solo dictador,
- pero tiene sus vulnerabilidades.
El brillo democrático, incluso en los regímenes autoritarios más sofisticados se desgasta con el tiempo, algo que tanto Putin como Chávez están aprendiendo.
Incluso si los militares egipcios intentan preservar una versión renovada del antiguo régimen, el pueblo nunca olvidará lo que significó concentrarse en la Plaza Tahrir y votar por primera vez.
Le pregunté a un funcionario chino si había algo de lo que el partido vio en Túnez, El Cairo o Bengasi que podría ser un motivo de alarma.
Sí, me respondió. El partido
- había sobrevivido a su momento Tiananmen,
- pero pocos creen que pueda sobrevivir a otro.
"Si permiten que
- muchas personas vuelvan a una plaza pública", dijo,
- "ya habrán perdido".
Para los dictadores, el reto
- no es tener armas suficientes para
- atropellar a su gente en las calles
- sino evitar que aprendan a
- manifestarse.
William J. Dobson - The Wall Street Journal - NYC - 17-Jun-2012

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