jueves, 9 de octubre de 2008

Es un tiempo de prueba para los líderes mundiales

En su columna de ayer, "El tiempo de prueba", David Brooks, columnista del New York Times, planteó que cada cierto tiempo los líderes mundiales deben mostrarse sólidos frente a un problema como la crisis actual. "En septiembre de 2001 fueron los ataques de extremistas islámicos, hoy los líderes deben resolver cómo estabilizar la economía mientras la volatilidad global fluye"."Los economistas hablan de un 'riesgo mal avaluado', o de 'falta de liquidez' en el sistema. Pero muchos de ellos son entrenados para
- minimizar las emociones,
- la psicología social y las normas morales, y
- eso produce descripciones 'menos sangrientas' e incompletas sobre lo que está pasando
.
La verdad es que la toma de decisiones es un proceso inherentemente emocional, y pasa que los operadores detrás de miles de millones de dólares se vuelven bipolares como resultado de su inseguridad"."Los banqueros centrales y los ministros de Hacienda del mundo están tratando de hacer a los operadores sentirse bien. Los ministros creen que están resolviendo el problema con nuevas políticas, pero mucho de lo que hacen es teatro político"."Vivimos en un mundo en el que miles de millones de dólares pueden moverse instantáneamente, pero están en las manos de seres humanos que son, por naturaleza, limitados en conocimiento,

¿Podremos preservar el creciente modelo?" "Hasta que este y otros problemas no sean resueltos,
- los mercados globales carecerán de confianza en los valores de los activos.
- Los banqueros se refugiarán, reticentes al préstamo.
- El rol de EE.UU. como el puerto global se verá amenazado.
- Los europeos apuntarán a la nacionalización.
- Los neomercantilistas van a llenar ese vacío.
- Esta es la prueba y el problema que consumirá al próximo presidente".

David Brooks - "El Mercurio" - Santiago de Chile - 9-Oct-2008

El derretimiento de la economía
La respuesta fácil de por qué el plan de rescate financiero no ha resultado sería: porque no ha sido implementado aún.
Su propósito era psicológico: se trataba de impulsar la confianza de que el gobierno está haciendo algo grande para limpiar las deudas tóxicas que han estado obstruyendo al sistema. Ese impulso psicológico se debiera haber producido una vez ejecutado el plan".Al parecer, nadie parece haber creído que el plan de rescate de US$ 700 mil millones haría mucha diferencia. Y el recorte de tasas de hoy (ayer) coordinado con el Banco Central Europeo y el Banco de Inglaterra puede que tampoco la haya hecho.Esta no es una crisis de liquidez. Es una crisis de confianza. Los prestamistas no confían en que los que pidan préstamos puedan pagarles de vuelta.Cada inversionista grande se está moviendo a terrenos más seguros, sosteniendo su dinero y poniéndolo debajo de un colchón global gigante.Lo que lo detonó todo fue la era en que los bancos entregaban préstamos hipotecarios a cualquiera. Pero ahora que Estados Unidos está entrando en una recesión más profunda y el desempleo está subiendo, otros malos préstamos están saliendo a la luz porque hay más gente que no puede pagar sus cuentas, lo que se traduce en más despidos, más malos préstamos y una liquidación global.La Fed u otros bancos centrales pueden regar liquidez infinita al sistema, pero el problema ya no está sólo en el lado de las provisiones, sino que está en el lado de la demanda también.Esto significa que el gobierno federal debe saltar a reanimar la economía. Es el momento
- de reconstruir nuestra alicaída infraestructura,
- de ayudar al Estado y
- a los gobiernos locales a invertir en educación.

Robert Reich - Ex secretario del Trabajo de EE.UU. - "El Mercurio" - Santiago de Chile - 9-Oct-2008

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