domingo, 19 de septiembre de 2010

La monserga(*) del neoliberalismo

En estos días el sindicalismo uruguayo se debate entre oficialistas sistemáticos, dispuestos a sostener todo lo que haga o diga el gobierno frentista, y otros que, sintiéndose continuadores de una línea más tradicional, asumen la actitud reivindicativa que ha caracterizado siempre al Pit-Cnt.
En el fondo, se reproduce en el medio sindical la misma crisis de identidad que vive el Frente Amplio:
- sus consignas históricas han sido todas abandonadas en los hechos y,
- a falta de razones para explicar el viraje, se refugian en el recurso retórico
- de que la diferencia entre este gobierno y los de los partidos fundacionales es
- que aquellos eran "neoliberales".
Esta monserga del neoliberalismo
resulta realmente farsesca, pero a fuerza de repetirla hay muchos que de buena fe se la creen.
En su tiempo,
- "neoliberal" era invocar el equilibrio presupuestal. Se decía que las restricciones fiscales eran un compromiso del Consenso de Washington y que bastaba la justicia de un reclamo para que el mismo fuera viable y necesario. Algún desequilibrio a lo sumo podría generar algo de inflación, pero esto -decían los economistas "progresistas"- tampoco era del todo malo.
- Ni hablemos del pago de la deuda externa. Fue la consigna de las movilizaciones durante años de años y ahora a quien se le pagó puntualmente fue al Fondo Monetario Internacional, mientras se cargaban 1.500 millones de dólares más al pasivo nacional.
- Las asociaciones con capitales privadas eran malditas.
- Ni hablemos de concesiones
como el puerto o el aeropuerto.
- Hoy todo es bendito y
- se anuncia con bombos y platillos la inversión extranjera en la obra pública.
O sea que
- aquello que antes definía al "neoliberalismo", ahora cambió de signo.
Pero
- si observamos los resultados sociales, la situación es aún más reveladora.
- La masa salarial, o sea el ingreso total de los trabajadores asalariados
,

hoy "es menor a lo que era en el período 1997-2001.
Es, decir, después de los primeros cinco años de gobierno del Frente Amplio
- los trabajadores asalariados reciben una parte de la riqueza creada menor que durante el segundo gobierno de Sanguinetti.
Y de acuerdo a las proyecciones presentadas, esta situación no cambiará durante el segundo gobierno del Frente Amplio". Esto lo ha dicho el Prof. Jorge Notaro, un economista de izquierda.
Si vamos a
- la Suma de salarios con pasividades, nos encontramos con que el primer gobierno colorado la aumentó un 44,7%, con Argentina y Brasil creciendo menos que Uruguay y en medio de hiperinflaciones regionales.
El gobierno nacionalista que le siguió, vio de nuevo aumentar esos ingresos en un 25%.
Y el segundo gobierno colorado del período, mostró un avance del 10%.
El gobierno frentista pasado
, en cambio, apenas llegó a un 29,9%, cuando el crecimiento del PIB fue de 33% y Argentina -tan influyente en nuestra economía- estuvo aún por encima en su crecimiento.
Fue la primera vez que la masa de ingresos subió menos que el PBI.
Podría decirse que,

- pese a todo, la distribución de la riqueza fue algo mejor.
- Pero ocurrió lo contrario.
"La conducta de la distribución de la riqueza en los años de la actual administración" -sostuvo otro economista de izquierda, Joaquín Echevers, en 2008- "sólo estaría igualando los peores valores de los años previos a la restauración democrática".
Si miramos
- los indicadores de pobreza, la mayor caída ocurrió en el primer gobierno democrático, cuando bajó del 47% de la población al 26%.
En el gobierno del Dr. Lacalle, por cierto más liberal, igualmente bajó la pobreza a un 15,3% y allí se mantuvo en el segundo gobierno colorado.

Luego subió, obviamente, cuando la crisis del 2002, que llevó el porcentaje a un 30%.
El gobierno frentista, pese a la bonanza internacional, no pudo retornar a los niveles anteriores.
La pobreza bajó sólo a un 21% de la población, cuando el PBI subió un 33%.
Dicho de otro modo,
- en el 2009 había más pobres
- que en el año 2000, anterior a la crisis.
Los números son esos. Algunos cambian ligeramente según la metodología de cálculo empleada, pero todos terminan en conclusiones parecidas.
La pregunta es, entonces,
- ¿Dónde estaba el "neoliberalismo" de los gobiernos anteriores, que mejoraron los ingresos de asalariados y pasivos y bajaron dramáticamente el porcentaje de pobreza?
A la inversa,
- ¿Dónde está el "progresismo" de quienes, beneficiándose del mejor período de la historia en el mercado exterior y en las consiguientes recaudaciones fiscales, no han producido ningún cambio sustancial?
- El Estado uruguayo no se desmanteló
, las empresas del Estado allí siguieron, aunque algunas -por suerte- en competencia.
- Los indicadores sociales -en los que podríamos abundar- no muestran ninguna mejora especial.
- ¿De qué se habla, entonces?
- ¿Un gobierno "progresista" que casi no hizo viviendas?
- ¿Un gobierno "progresista" en que han crecido los asentamientos irregulares?
- ¿Un gobierno "progresista" que renunció a realizar más escuelas de tiempo completo, como ahora se reconoce?
Desgraciadamente, la tergiversación de la realidad es de una magnitud tal que hasta textos liceales oficializados hablan de los gobiernos "neoliberales".
El país tiene por delante una imprescindible tarea de esclarecimiento, sin la cual seguiremos viendo distorsionada la realidad.
- ¿Nunca podremos discutirlo en serio?
El paraíso no llegó con sus profetas.
- Y por eso tantos sindicalistas y militantes frentistas

- nos ofrecen el espectáculo de su desconcierto.
JULIO MARÍA SANGUINETTI - "El País" - Montevideo - 19-9-2010

(*)Monserga: Exposición o petición fastidiosa o pesada - Diccionario de la Lengua Española - R.A.E. - 20a. Edición

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