domingo, 5 de septiembre de 2010

Raíces económicas del matrimonio


El matrimonio ha sido uno de los principales métodos de administración y transmisión patrimonial.
Su función original era "la procreación" y asegurar la lógica transmisión de los bienes.

Por tanto, desde sus orígenes ha sido
- un instrumento de ordenamiento social y,
- para las clases dirigentes, un modo de perpetuar el poder mediante el establecimiento de alianzas políticas sólidas.

El binomio "amor-matrimonio" es relativamente reciente. Hasta el siglo XVIII el amor no conquistó el matrimonio.
Aún hoy se celebran en Asia y África matrimonios concertados como pactos interfamiliares, a fin de engrandecer los dominios agrícolas o los negocios familiares.

Para los defensores del matrimonio concertado (sin amor previo ) éste, llega con la convivencia.
Su argumento es que
- no debe dejarse a los volubles sentimientos humanos algo tan importante como
- la supervivencia económica de la familia o el clan.
En una reciente encuesta entre jóvenes y cultos hindúes, sólo el 15% creía firmemente en el matrimonio por amor.
La inmensa mayoría era defensora acérrima de los valores tradicionales del matrimonio concertado por las familias.

Lo realmente sorprendente es el bajo porcentaje de separaciones y divorcios en este tipo de matrimonios en la moderna India.
La relación entre matrimonio y economía viene de lejos.
En el Neolítico, las mujeres eran las que cultivaban los campos. Por ello, los futuros maridos debían compensar a la familia de la novia con una generosa dote.
Ésta era negociada a fin de resarcir económicamente la pérdida de trabajo y riqueza que representaba la mujer.
Con la aparición del arado, el peso del trabajo agrario lo llevó el hombre. Éste debía aportar al matrimonio un animal de carga, o sus propias fuerzas para poder cultivar las tierras. Como consecuencia de ello, la dote cambio de sentido.
La recibía el que proveía de los recursos, en este caso el hombre.
Otro cambio más reciente en el sentido de la dote ha ocurrido en la India actual. En este siglo XXI hay menos mujeres que hombres en edad casadera.

La escasez de mujeres -957 por cada 1000 hombres- ha cambiado el sentido de la dote, que ahora reciben los padres de la novia.

Pero, ¿cómo hemos llegado hasta aquí?
La ordenación legal del matrimonio se debió a los legisladores de la antigua Atenas.
Debido a
- el relativamente habitual secuestro de doncellas,
- la abundancia de hijos ilegítimos,
- las tensiones entre clanes por herencias y "asuntos de faldas" (recuérdese "La Ilíada")...
- se consideró matrimonio únicamente aquel convalidado por el Estado.
Esta ordenación legal del matrimonio fue
- un factor de enorme estabilidad social y política... y
- un arma "democrática" contra el poder de la aristocracia
.

Veamos en detalle este último punto. Pericles, en el 451 a.C estableció que
- un hombre no podía ser ciudadano de Atenas a menos que ambos padres también lo fueran.
El propósito de esta medida era evitar los matrimonios concertados entre la nobleza local y la extranjera, que competía por el poder con el mismo Estado.
Así un ciudadano que se uniera con una extranjera, privaba de la ciudadanía ateniense a los hijos concebidos con ella.

En la antigua Atenas también existía el divorcio. Éste era un derecho del marido únicamente.
No obstante, un marido que repudiara a su esposa debía
- retornar la dote recibida de la familia de su cónyuge
- más una indemnización en forma de un 18% de intereses.
(De nuevo la economía de por medio). Sorprende que
- la infidelidad fuera castigada con la muerte, mientras que
- la violación lo era con una simple multa al agresor
.
La razón de ello vuelve a ser económica.
- Con la infidelidad de la esposa se ponía en peligro todo el patrimonio familiar,
- al poderlo heredar un hijo ajeno.
Mientras que
- con la violación no había duda alguna de la fidelidad de la esposa.

En la antigua Roma existían dos tipos de matrimonio.
- El matrimonio común y
- el denominado "sine manus".
Éste último era un matrimonio en el que la dote que recibía la familia de la novia era sustancialmente menor, dado que
- nunca sería coheredera de los bienes del marido.
Incluso, en caso que muriera ella sin descendencia, sus bienes volvían al padre o al hermano de ésta.

- El matrimonio fue un instrumento no sólo político;
- sino social y económico del Imperio Romano.
Octavio Augusto
reglamentó el matrimonio romano
- para fomentar una verdadera política de natalidad, porque
- El Estado necesitaba soldados
.
Octavio promulgó por decreto que

- los romanos se casaran a partir de una determinada edad y
- se volvieran a casar, después de un determinado tiempo, tras haber enviudado jóvenes.
- Si no lo hacían, podían ser penalizados.
- Aquellos que no se casaban no podían heredar salvo de parientes muy cercanos.
- Los casados sin hijos debían renunciar a la mitad de la herencia.
- Y entre aquellos candidatos a puestos públicos tenían prioridad los casados
que tuvieran hijos.
- Finalmente, castigó con el destierro el adulterio femenino – no así el masculino-.
Lo que no sabía el "bueno" de Octavio, era que acabaría desterrando por ello a su hija Julia (a una isla sin hombres y sin vino) y... posteriormente, a la hija de ésta, su propia nieta.

La liberación de la mujer y la petición de igualdad de derechos estaban ya en marcha.
Bien hicieron los Cristianos del siglo X, tras aprender de los musulmanes a jugar al ajedrez,

- en cambiar la pieza del "Visir" ( primer ministro) por la de la "reina" actual
- ... Jaque ¿mate?
Josep Marti Font - "La Vanguardia" - Barcelona - 4-Ago-2010

1 comentario:

Mabel dijo...

Muy buena publicación, gracias por aportarlo a los lectores del blog.