viernes, 1 de agosto de 2008

Doha: Tan cerca y aun así tan lejos

Los ministros de comercio han estado demasiado cerca de lograr un acuerdo como para permitir que muera la ronda de Doha.

En un sinnúmero de exámenes, 90% es una nota excelente, que merece un premio y un apretón de manos del rector. En Ginebra esta semana sólo las notas máximas lo conseguirían y los ministros de comercio del mundo fracasaron.
- No importa que estuvieran más cerca de un acuerdo que lo que cualquiera hubiera esperado.
- No importa que estuvieran abocados a éste durante nueve días y varias noches, en la reunión ministerial más prolongada en la historia de la Organización Mundial de Comercio (OMC).
- Tampoco importa que se despidieran mostrando incredulidad, en vez de ira, recriminación y rencor, como en Cancún en 2003.Es posible expresar en forma verosímil que el colapso de otra serie de conversaciones en la Ronda de Doha, que ya se está acercando a los siete años, es de poca importancia. Aunque
- los ministros de comercio del mundo han alternado entre conversar y no conversar entre ellos sobre Doha, a pesar de todo,
- los empresarios del mundo han seguido adelante con los negocios: el crecimiento del comercio global ha sobrepasado al hasta ahora saludable ritmo del Producto Interno Bruto global.


Verosímil, pero equivocado.
Para empezar, las estimaciones a la baja de los beneficios económicos de la Ronda pasaron por alto dos cosas.
- Una es el valor de los beneficios dinámicos impredecibles de los mercados más abiertos.
- El acceso a más clientes permite que los exportadores exploten las economías de escala.
- La competencia estimula no sólo la especialización, el resultado clásico de un comercio más abierto, sino también la mayor productividad.- Lo otro es lo que se podría llamar el "valor opción" de la Ronda de Doha. La OMC habita una especie de universo paralelo en el que los países negocian
- no en cuáles serán los aranceles y subsidios,
- sino en las tasas y cantidades máximas (o "límites").
Aunque muchos países han reducido los aranceles y los subsidios agrícolas -aunque sólo, en el segundo caso, debido al alza en los precios de los alimentos- muy pocos han convertido estas reducciones en compromisos.

La obligatoriedad trabaría su habilidad para volver a la protección.
En vista de todo esto, la imposibilidad de los ministros para ponerse de acuerdo, después de haber estado tan cerca, parece insondable. Es más increíble cuando uno mira el mundo en general. La economía global se está desacelerando, quizás terriblemente: bajo tales condiciones, el proteccionismo prospera.En la OMC, hay un dicho: "nada está acordado hasta que todo está acordado". Pero todo el esfuerzo de 9 días -o 7 años- no se debería perder. Lamy debería publicar lo que se ha acordado hasta ahora. Idealmente, los ministros luego meditarían en lo que han perdido; y él podría solicitar un impulso final.Desafortunadamente parecen vanas esperanzas. Dado que
- se aproximan las elecciones estadounidenses,
- India se está preparando para las elecciones en mayo próximo y
- debe asumir una nueva Comisión Europea a fines del próximo año,
es poco probable que se pueda hacer algo antes de 2010.
Habrá un riesgo para entonces, como lo expuso una vez Peter Mandelson, comisionado de comercio de la UE, "las caravanas se habrán desplazado en distintas direcciones". El mundo tendrá que esperar por un acuerdo de Doha, si es que se logra uno.

Editorial - "El Mercurio" - Santiago de Chile - 1-Ago-2008

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