viernes, 1 de agosto de 2008

España: Estanflación

- EL Banco de España estima que el crecimiento económico en el segundo trimestre del año ha sido del 0,1 por ciento.
- Para el Instituto Nacional de Estadística, la inflación anticipada en julio ha subido al 5,3 %.
- Eurostat dice que la tasa de desempleo es la mayor de Europa.
No se trata de previsiones de institutos de análisis -que son aún peores y avisan de que el paro llegará al 14 por ciento, cuando hace un año era sólo del 8,1 por ciento-, sino de datos oficiales. Si no es estanflación, se parece mucho.
Puede el vicepresidente Solbes jugar con las palabras, pero los hechos son tozudos y confirman un secreto a voces: la economía española se ha parado en seco.
La combinación de
- crisis inmobiliaria,
- restricción de crédito,
- choque petrolero,
- subida del euríbor e
- inflación descontrolada
ha resultado letal para una economía que vivía
- del ladrillo,
- la emigración y
- los tipos de interés negativos y
que se venía comportando como si
- los ciclos hubiesen desaparecido,
- los precios de los activos financieros e inmobiliarios sólo pudiesen subir y
- el endeudamiento exterior fuera ilimitado.
La tasa de inflación ha subido tres puntos en un año y ya no resulta noticia afirmar que es el peor dato desde la entrada de España en el euro o desde que se publica la serie armonizada europea. Es un tópico repetir que la inflación es el más injusto de los impuestos, pero es verdad, ya que castiga sobre todo a aquellos que no pueden ahorrar porque su renta disponible se dedica por entero a consumir, a los grupos sociales que no pueden defenderse en la negociación colectiva, como
- parados,
- pensionistas y
- aquellos que buscan incorporarse al mercado de trabajo -jóvenes, mujeres o emigrantes, principalmente-
que carecen de protección social efectiva, un colectivo especialmente importante en un mercado de trabajo tan segmentado y dual como el español, con un nivel de temporalidad que, aunque cayendo por el desempleo, aún supera el 30 por ciento.
Como es un impuesto injusto, y como son nefastas sus consecuencias macroeconómicas, harían bien los poderes públicos en hacer todo lo posible por evitarlo. Y eso nos lleva a la necesidad de limitar la dependencia energética con políticas efectivas y no efectistas, como las anunciadas por el ministro de Industria en sede parlamentaria;
- a evitar los mecanismos de indexación salarial, como recuerda el gobernador del Banco de España y que desoyen olímpicamente empresarios, sindicatos y Gobierno en un simulacro de diálogo social que ignora la urgente realidad;
- a profundizar en la liberalización de los mercados de bienes y servicios y
- en la promoción de la competencia en los mercados.
Unas políticas no por mil veces repetidas menos necesarias, pero que
- chocan con fuertes intereses creados,
- con grupos de poder bien establecidos y
- con afirmaciones demagógicas bien asentadas en la opinión pública, como
- el ecologismo antinuclear o
- la que enfrenta al pequeño comercio -defensa y patrimonio de nuestra identidad cultural, dicen- con las grandes superficies, o
- la que condena al intermediario como responsable último de la inflación.
Es con estas decisiones, impopulares pero necesarias, y sobre las que existe un amplísimo acuerdo técnico, con las que se mide el verdadero calibre de un gobernante. A juzgar por lo hecho hasta ahora, el Gobierno ha suspendido dramáticamente el examen en primera convocatoria y tendrá que repetir en septiembre.
Llegan las vacaciones de verano y una cierta válvula de oxígeno para el presidente Zapatero.
Aunque España ya no se cierra en agosto, lo cierto es que la España oficial se ralentiza mucho. Debería el Ejecutivo aprovechar este paréntesis para replantearse radicalmente su diagnóstico de la crisis y las medidas a adoptar. El optimismo antropológico puede haber sido un eficaz instrumento electoral, pero no es la actitud más adecuada ante la crisis más compleja de los últimos tiempos.
Sin un cambio de actitud, no sólo el otoño será preocupante, sino que la crisis será larga y la estanflación puede hacerse endémica.

Editorial - "ABC" - Madrid - 1-Ago-2008

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