lunes, 12 de octubre de 2009

China busca ganar influencia en la fijación de precios de commodities

Bolsa de Futuros de Shanghai transaría sus propios contratos.
Poder del gobierno y acceso limitado a los inversionistas extranjeros serían una traba
.

Los productores de banana latinoamericanos llegaron a un acuerdo con la UE en relación a sus aranceles sobre la fruta, dijeron fuentes al tanto. Estos serían reducidos en tres fases en entre 7 a 10 años, y caerían de US$ 258 a US$ 167 por tonelada.
Los líderes chinos están preocupados de que la enorme expansión económica del país se esté convirtiendo en una excusa para que los proveedores extranjeros inflen los costos de las materias primas.

Por lo tanto, esperan usar sus tres bolsas en las que se cotizan futuros de commodities para contraatacar.
Funcionarios del gobierno dicen que China está posicionando sus mercados de futuros para que sean actores importantes en la fijación de precios para
- metales,
- energía y
- bienes agrícolas.

Al permitir que el mundo sepa en cuánto valoran sus compañías e inversionistas los bienes, China espera estar menos a la merced de los mercados en otras partes del globo.
"Es cierto que tenemos una meta a largo plazo de aumentar nuestra influencia en términos de precios, pero para hacerlo tenemos que crear condiciones y hacerlo paso a paso", dijo Jiang Yang, jefe de diseño de políticas de la industria de futuros y vicepresidente de la junta de la Comisión Reguladora de Valores de China. "Pero como dicen los occidentales: 'Roma no se construyó en un día'", agrega.

Contratos propios
El año pasado, China gastó US$ 130.000 millones en la importación de petróleo. A nivel global, el crudo es el recurso natural más negociado y China es el segundo importador después de Estados Unidos.
El contrato para el petróleo dulce ligero, que se puede refinar fácilmente, es el más negociado del mundo en la Bolsa Mercantil de Nueva York y, por lo tanto, es el mecanismo dominante para fijar el precio global.
Pero a partir del próximo año, la Bolsa de Futuros de Shanghai podría empezar a transar su propio contrato de crudo, probablemente siguiendo el modelo del contrato de referencia de Nueva York, según fuentes cercanas. Eso les daría a los chinos, por primera vez, un papel directo en la valoración del bien básico. "Estamos pensando de forma activa en el crudo ahora", dijo una persona al tanto de los planes.
El surgimiento de grandes mercados de acciones, bonos y commodities en una China comunista es una de las señales más evidentes de la acogida del sistema capitalista en las últimas décadas.
Beijing está cada vez más dispuesta a hacer sentir su influencia al proponer
- un replanteamiento del sistema cambiario global,
- de las instituciones multilaterales y
- de las negociaciones de libre comercio.
Pese al rápido avance de los mercados chinos de futuros, todavía no constituyen una amenaza inmediata para las bolsas de Nueva York, Chicago y Londres, que establecen los precios de referencia para la mayoría de las materias primas. De momento, estas bolsas en ciernes están en su mayor parte cerradas a los inversionistas extranjeros y las entidades controladas por el gobierno suelen ser sus mayores corredores, una receta que hace difícil pensar en un mercado global.
En el mejor de los casos, la aparición de grandes mercados de futuros en China podría darles a las empresas y a los especuladores del país un papel más influyente, pero no el control para determinar los costos globales en los mercados occidentales.
Beijing, sin embargo, cree que al respaldar la expansión de grandes mercados de futuros mejora la seguridad económica de China, al proclamar lo que el mayor consumidor del mundo considera un precio justo para algunos commodities.

Posibles consecuencias
Para el resto del mundo, los precios que emergen de China podrían reducir la incertidumbre sobre sus hábitos de compra, posiblemente reduciendo la volatilidad en los mercados globales.
Una lista cada vez más amplia de materias primas comerciadas en las bolsas de China incluye algunos de los bienes que esta economía importa en grandes cantidades. El país compra el
- 10% del crudo,
- 30% del cobre y
- 53% de la soja
- que se produce en el mundo, según Barclays Capital.
- Los "futuros" son Contratos negociados en una Bolsa
- que "fijan un precio" para "comprar o vender" commodities,
- con un "día, mes o año de antelación.
Los costos de los alimentos, la energía y las materias primas se determinan en bolsas de futuros, lo que afecta desde el precio de un automóvil hasta el de un menú de comida rápida.
Hace una década, los mercados de futuros de China operaban como grandes casinos dedicados a la compraventa de productos extraños, pero después de ingresar a la Organización Mundial del Comercio, en 2001, las autoridades reformaron esos mercados, y empezaron a transar bienes más ligados a la economía real, como algodón, soya y cobre.
Pese a los grandes volúmenes con que opera China, sus mercados de futuros ofrecen un acceso muy limitado a los inversionistas extranjeros. En la Bolsa de Metales de Londres, en cambio, el 95% de sus negocios provienen del exterior.
General Motors Co., Ford Motor Co. y Tyson Foods Inc. son algunas de las compañías que utilizan los contratos a futuro en EE.UU. para protegerse de de la volatilidad en los precios de las materias primas.
El lugar de ello, los jugadores de mayor peso en los mercados de futuros de China son grupos estatales, en particular el corredor de commodities Cofco Corp. y la Oficina Estatal de Reservas Materiales, el organismo del gobierno encargado de acumular inventarios.
Eso significa que, en la práctica, el gobierno es al mismo tiempo un actor en el mercado y su supervisor.

James T. Areddy - "El Mercurio" - Sgo. de Chile - 12-Oct-2009

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