lunes, 26 de octubre de 2009

La crisis alimentaria no es problema de alimentos

El científico indio MS Swaminathan, padre de la Revolución Verde en India, uno de los 20 asiáticos más influyentes del siglo XX, ahora de visita en Chile, sostiene que las tecnologías y la ciencia deben ser pro pobres, pro naciones y pro mujeres.
Deben ser accesibles a los pequeños agricultores, como forma de garantizar el alimento que el mundo necesitará en el 2050.
Biotecnología y protección de recursos son esenciales. Todo ello es la base de la revolución "Siempre Verde".


Ni la suavidad con que se expresa ni la plácida pasión que impone a sus palabras dejan entrever quién realmente es MS Swaminathan. Agrónomo, científico, humanista dice su curicculum, lleno de títulos y reconocimientos. No consigna, eso sí, que el indio que nació en 1925 es considerado uno de los 20 asiáticos más influyentes del siglo 20 y el tercero más importante de su país, después de Mahatma Gahndi y Rabindranath Tagore, según la revista Time.
Lo suyo ha sido una lucha. Contra el hambre y la pobreza. Una lucha donde la agricultura ha sido, y es, su caballo de batalla, y la tecnología una de sus principales armas.
El programa ambiental de las Naciones Unidas lo denomina el "Padre de la Econología Económica", y se le reconoce como el padre de la Revolución Verde en India, esa que hace ya casi 40 años
- evitó que cientos de miles de indios murieran de hambre,
- al estimular la introducción de semillas mejoradas de trigo y de arroz
- que elevaron en miles de toneladas el rendimiento agrícola de los productores locales.
Hoy, cuando el mundo encara aún más hambre y la acuciante necesidad de aumentar su producción de alimentos para una población que en el 2050, con más de 9 mil millones de habitantes demandará un 70% más de comida, el indio postula una nueva revolución, la siempre verde.
Ahora está en Chile, invitado por la Presidenta Michelle Bachelet. Se conocieron en Chennai, cuando la mandataria junto a la ministra de Agricultura Marigen Hornkohl visitó el centro que Swaminathan creó hace ya 20 años en esa localidad de India para unir lo mejor de la ciencia con la tecnología y hacerla accesible a todos. Lo creó con los recursos que le otorgó el Primer Premio de Alimento del Mundo.
En la visita , la ministra Hornkohl firmó un acuerdo de cooperación entre el centro MSSRF y la Fundación para la Innovación Agraria, con el objetivo de introducir la innovación agraria a través de la conectividad en áreas rurales de ambos países. Ahora Swaminathan viene a concretar cómo trabajarán en conjunto.
Aunque es suave para hablar, tiene una postura firme frente al problema del hambre y la pobreza. Y su posición puede resultar para muchos una paradoja.
Es un científico que apuesta por la biotecnología y la tecnología. Y es un conservacionista que aboga por la mantención y protección de los recursos naturales.
A pesar de tener tierras más que suficientes y condiciones climáticas para producir, en 1960 el hambre amenazaba a miles de indios. La tierra no daba lo que necesitaban para alimentarse. En ese momento, Swaminathan, asesor del ministerio de Agricultura, invitó a Norman Borlaug para que probara sus semillas de trigo en el país. Pronto se vio que rendían muchísimo más que las nativas.
El genetista indio, a pesar de haber mucha oposición, convenció a su gobierno de importar las semillas desde México, lo que implicó un salto gigantesco en la productividad local. Pronto estaba difundiendo sus avances en otros países asiáticos y africanos que vivían situaciones alimenticias complicadas.
Fue
- la introducción de biotecnología,
- la mejora de los sistemas de riego,
- la transferencia de la tecnología
precisamente a esos más pobres, los que consiguieron que en menos de 15 años los agricultores indios triplicaran su producción.
En 2008-2009 los agricultores indios produjeron 80 millones de toneladas de trigo, en 26 mil hectáreas. Antes de la revolución verde habrían necesitado 80 millones de hectárea para obtener esa cosecha.
Ya en esa época Swaminathan hacia un llamado de atención al mundo sobre el uso intensivo de la tierra sin medidas de conversión de los recursos.
Recalcaba
- la necesidad de mantener la estructura del suelo, para evitar la desertificación;
- la necesidad de sistemas de riego con adecuados drenajes como formas de mantener la productividad del mundo.

¿Crisis alimentaria?
Sin embargo, el momento actual y el que se viene es aún más complejo y acuciante. Más allá de la situación puntual de escasez global de los últimos años, el mundo tiene que encontrar cómo producir el alimento que necesitará el planeta y cómo asegurar ese abastecimiento, en condiciones de clima cada vez más difíciles.
Swaminathan está convencido en que la forma de hacerlo es a través de lo que llama "la revolución siempre verde", transfiriendo las tecnologías más modernas a los pequeños agricultores, pues son esos "la columna vertebral de un sistema de seguridad de alimentos.
De ellos proviene cerca del 80% de la producción del mundo. Por lo tanto lograr
- una alta productividad por unidad de tierra arable y
- agua de riego es esencial
- para conseguir el abastecimiento de alimentos.
Para esto los pequeños granjeros deben tener acceso
- a las tecnologías verdes,
- a la biotecnología,
- a las tecnologías de la información,
pero al mismo tiempo cultivar protegiendo sus recursos naturales.Es lo que permitirá el cambio sostenible que permitirá producir suficientes alimentos", dice.
"La ciencia y los nuevos desarrollos deben ser para los pobres, las mujeres y los países. Las mujeres son las que tienen el mayor handicap. Actualmente con el cambio climático, serán ellas que tendrán que enfrentar más problemas. Si queremos tenemos una sociedad feliz necesitamos que sea más igual" insiste.

- Si bien usted postula que las tecnologías deben ser accesibles para los pobres, buena parte de la investigación es desarrollada principalmente por las empresas privadas. ¿cómo se consigue entonces que lleguen a todos?
Las empresas privadas hacen investigación y desarrollan nuevas tecnologías, que patentan para proteger su propiedad intelectual, ya que invierten y quieren un retorno y eso está bien Pero supongamos que tienen un descubrimiento muy importante, como una semilla resistente a una determinada enfermedad. Eso tiene que estar disponible para todos los agricultores, los pobres y los ricos. Esto se llama inclusión social en el acceso a la tecnología. Es fundamental.
Puede ser que la misma empresa sea la que ayude a los agricultores más pobres, bajando los precios, por ejemplo. Hay que incentivar a las compañías a distribuir esas tecnologías entre los granjeros mas pobres, a través de la responsabilidad social empresarial. Existen formas como la Fundación Humanitaria de Suiza, que compra patentes y las pone a disposición de los países en desarrollo.

- ¿Cuál debe ser el rol del Estado en esto?
Es esencial para que los más pobres tengan acceso a esas tecnologías. Es una responsabilidad fundamental del Gobierno. Debe dar el apoyo, debe establecer ciertas formas de acceso para ellos. Pero además debe incentivar e invertir en la investigación pública. Realizar mayor inversión. La investigación pública de buen nivel debe tener más apoyo del Estado, de las universidades, de instituciones de investigación, para que esa ciencia y conocimiento llegue a los granjeros.

- Entonces el libre comercio y la seguridad alimentaria son opuestos
Absolutamente. El libre comercio, no es un comercio justo. Y si no es justo entonces no puede haber seguridad alimentaria. Insisto, la única forma de que exista un libre comercio es que vaya unido con uno justo....

- Usted sostiene que las tecnologías que no son accesibles para los pobres, no son buenas. ¿Significa que algunas, como la biotecnología y las de la información, no le sirven a ellos?
Son buenas tecnologías. Muchas son tecnologías caras, pero lo que hacen es que mejoran los cultivos, ayuda al desarrollo. Por ello también son buenas para los agricultores más pequeños. Pero tenemos que asegurarnos que llegue a los pobres. De otra forma, aumentará la división entre los más ricos y los más pobres, habrá más hambre y no habrá paz, que es lo que requiere el mundo. Las tecnologías deben transformarse en un factor de unión. Por ejemplo, el celular hoy es un factor de unión. Las tecnologías deben transformarse en "habilidades neutras" y así estar disponibles para todos.
El interés de todos debe ser tener más satisfacción social. Si hay demasiada disparidad social no es bueno para las mismas empresas, porque tendrán que gastar más y más en temas como seguridad, por ejemplo.

¿Transgenia v/s recursos naturales?
- Entre sus postulados está que hay que producir sin dañar los recursos naturales. ¿No se contrapone eso con el uso de la biotecnología?
Tenemos que usar los organismos genéticamente modificados. Son una herramienta para mejorar cosas que de otra forma no podríamos. Por ejemplo, donde vivo necesitamos variedades de trigo o arroz resistentes a la salinidad, pues estamos en zonas de tsunamis. Y esos genes están en las plantas locales, que están acostumbrados a esas aguas más saladas. Los obtenemos y los colocamos en las variedades y los agricultores dispondrán de una variedad de trigo o de arroz que sobrevive y produce bien en esas condiciones. Entonces es esencial proteger también los recursos naturales. Son ellos los que tienen las condiciones para poder mejorar lo que necesitamos. Si los destruimos no podremos avanzar.
Hay mucha falta de información respecto de los OGM. Hay muchos de ellos en la medicina y nadie dice que van a destruir el mundo. En agricultura es lo mismo. Pero tenemos que tener cuidado. No se trata de hacer todo trangénico. Hay que seleccionar cuidadosamente el problema en el que los OGM pueden efectivamente ayudarnos. Por ejemplo, en los efectos del cambio climático, sequía, inundaciones, erosión, niveles más altos del mar.
El problema con la transgenia viene no por la herramienta en sí, sino por quién controla la tecnología.
También hay miedo de pérdida de biodiversidad si se introducen OGM. Hay un proceso natural de desaparición de variedades, porque los mismos agricultores no las quieren. Pero para cada problema hay una solución. No hay que exagerar los beneficios, ni esconder los riesgos. Eso es lo que hay que hacer. Hay que tener regulaciones y mecanismos para generar conocimiento y transparencia.

- ¿Pero podemos resolver el problema de la producción de alimentos sin la biotecnología y la transgenia?
Los OGM no van a resolver la crisis alimentaria. La crisis alimentaria no tiene relación con la tecnología. Hoy en día hay muchísima comida en los mercados. Es un problema de recursos, de dinero, de distribución.
La crisis alimentaria es hambre de trabajos, hambre de participación de los pobres. El hambre de comida al interior de un hogar, es la falta de participación. Entonces tenemos que conseguir una política gubernamental para que existan más trabajos que impulsen el desarrollo económico y no un el trabajo como bendición. Sino algunos serán muy ricos y otros continuarán pobres. Esto no es bueno para la solución.

-¿Entonces la solución a la crisis alimentaria es política y no pasa por aumentar la producción?
La seguridad alimentaria tiene tres aspectos.
- Uno es la disponibilidad de comida en el mercado. Eso es producción.
- El segundo es el acceso al alimento. Esto es tener que todos tengan trabajos que permitan acceder a esa comida.
- Y finalmente está la absorción de los alimentos por el cuerpo. Muchas veces en los países en desarrollo, la gente come muchísimo, pero aún así no pueden absorberlo. Porque si las condiciones no son las adecuadas, esa comida no puede ser aprovechada como debe por el cuerpo. Significa sanidad, acceso a la salud primaria, agua limpia.
Solo tener estos tres aspectos garantizarán la seguridad alimentaria.

-Pero las proyecciones dicen que con el actual crecimiento demográfico, para el 2050 necesitaremos tener un 70% más de alimentos. ¿cómo lo conseguimos?
Se supone que para el 2050 deberíamos reducir a la mitad el hambre y los pobres que existían hace 10 años. Sin embargo, a la fecha sólo no se han reducido, sino que se han doblado. El problema hoy es por qué a pesar de todos los acuerdos entre los líderes políticos, el hambre sigue creciendo, especialmente en áreas en África y en el sur de Asia.
Ese 70% más de alimentos tendrá que ser producido de tres formas.
- Una es que aún hoy en la mayoría de los países en desarrollo hay un gran "gap" entre capacidad productiva y productividad real. Es decir lo que están obteniendo de la tierra, no es lo que ésta efectivamente puede entregar. Si ayudamos a los pequeños agricultores a producir más, los podemos ayudar a cruzar este puente de producción. Esto puede significar un incremento importante de producción en Asia y también en países de Latinoamérica y en África, todos lugares donde hay tierra para cultivar.
- El número dos es que hay grandes zonas de tierra árida o semiárida. Se requiere que tengan acceso a tecnologías para que esas áreas puedan producir. En esos lugares los suelos están hambrientos y deben ser mejorados. Son pobres en materia orgánica. Lo que debemos hacer es utilizar árboles fertilizantes.
Son árboles que pueden fijar muchísimos nutrientes en el suelo y lo hacen en plazos relativamente cortos. En tres o cuatro años de plantados están consiguiendo ya las mejoras de la tierra. Y hay que tener programas tecnológicos en esas zonas. Esto está en relación con los nuevos postulados de manejo y mitigación del cambio climático.
- El tercer aspecto es acercar las nuevas tecnologías, como las de la información, biotecnología, tecnología especial, a los pobres. Ecotecnología para los pobres. Eso significa acercar conocimientos tradicionales y las ciencias modernas, que sean amigables con el ambiente.

-¿Basta con solucionar el tema alimentario?
Tenemos por delante sólo 40 años. La población crece y necesitará no sólo alimentos, sino también agua, trabajos, casas. Entonces ¿cómo conseguimos todo esto? A través de las ecotecnologías, las que deben ser pro-pobres, pues todo lo que se haga a favor de los pobres será de beneficio para todos.
En esto las tecnologías de la información tienen un papel muy importante que jugar, especialmente entre los productores más pobres. Es lo que les permite el acceso a las tecnologías, al desarrollo y finalmente a una sociedad más feliz.

Contra el cambio climático: hay que vivir sin una gran huella ecológica
-¿Cómo conjugamos las necesidades productivas con el cambio climático?
Primero con mitigación. Tenemos que tomar las medidas para prevenir o disminuir su impacto. Tenemos que crear nuevos sistemas para esto. Luego buscar las formas de adaptación, utilizando las herramientas y las tecnologías disponibles, como la misma biotecnología, y con estrategias específicas de adaptación al alcance de todos.
Y finalmente es que tenemos que conseguir vivir en armonía con la naturaleza, tenemos que poder aplicar una huella ecológica que nos permita dimensionar cuanto recurso natural consumimos para vivir y utilizar el mínimo posible. Basta con tener lo suficiente para vivir de forma confortable.
Sin embargo, para poder producir más se requiere utilizar sistemas que no son amigables precisamente con la naturaleza, como mayor cantidad de fertilizantes o de agroquímicos. El exceso termina desgastando. Se puede producir sin excesos. Eso es lo que se busca con la Revolución Verde Permanente.
Se trata de
- agricultura integrada,
- donde se utilice un mínimo de fertilizantes,
- con manejo integrado de plagas y
- de los recursos naturales del entorno.

La Revolución Verde
Aumento de la productividad de los comodities. Implicó: aumento importante del volumen de alimentos, pero el hambre y la pobreza continúan y crecen. Ha significado cambios en la arquitectura de las plantas y en los índices de cosecha, con modificaciones fisiológicas que generan resistencias a enfermedades.

La Revolución Siempre Verde
Aumentar la productividad a permanencia sin asociación con daño ecológico.
Agricultura orgánica: cultivo sin agroquímicos (sin embargo utilizable por los menos, pues es más cara y de difíicil acceso)
Agrícultura verde: cultivos conservacionistas con manejo integrado de plagas y de los recursos naturales y un uso controlado de agroquímicos.

La organización de Swamintahan:Una red de conocimientos
La MS Swaminathan Research Foundation (MSSRF)es un Organismo No Gubernamental (ONG) que orienta su labor a la biotecnología, biodiversidad, ecotecnología y seguridad alimentaria. El énfasis de su trabajo está en la entrega de información, educación y el uso de las TICs en la población rural.
Ha desarrollado los Centros de Conocimiento de Poblados Rurales, que llevaron a la creación de una Red Rural de Conocimiento. Su objetivo es el crecimiento económico de los sectores rurales pobres utilizando la ciencia y la tecnología para un desarrollo medioambiental sustentable y económicamente equitativo.
En la visita a India, la presidenta Bachelet, la ministra Hornkohl y el directo del FIA, Rodrigo Vega, firmaron un convenio en el que ambas instituciones se comprometieron a trabajar en conjunto para cumplir esos objetivos. "Dentro de las tareas ministeriales, la conectividad ocupa un lugar prioritario.
Apuntamos a incorporar la tecnología como un motor para el fomento y desarrollo de la agricultura del país", señaló la ministra Hornkohl.

Patricia Vildósola Errázuriz - "El Mercurio" - Sgo. de Chile - 26-Oct-2009

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