sábado, 17 de octubre de 2009

Pobreza y analfabetismo

Una reciente investigación del Centro de Estudios Públicos sobre la situación socioeconómica de los mapuches ha confirmado la alarmante realidad social que vive esa etnia en la Región de la Araucanía.
Según el estudio,
- un 12,6% de los mapuches de esa zona es analfabeto,
- un 24% pobre o indigente,
- un 60% carece de previsión y casi
- un 30% de los empleados no tiene contratos.
- Alrededor de la mitad tiene como fuente de trabajo

- la agricultura,
- la caza, pesca o silvicultura, y
- el promedio de escolaridad es de 7,8 años.
Por cierto las estadísticas son sólo un aspecto de la precariedad y vulnerabilidad de la vida de ese grupo de la población chilena. Ellos pertenecen a uno de los sectores más frágiles del país, por lo que requieren de políticas públicas específicas.
En la Araucanía viven 250.000 mapuches, que representan el 30% del total de la población de esa etnia en Chile. Su vida rural es consecuencia de las carencias que tienen para afrontar otras actividades que requieren de mayor preparación.
Esto ha hecho que la situación de esa región se haya ido deteriorando en el tiempo.
Muchas veces, los actos de violencia en que incurren algunas comunidades en su exigencia de tierras, se escudan en esas paupérrimas condiciones de vida que no permiten visualizar un futuro promisorio.

El ministro Viera-Gallo ha sostenido que “el país debe dar respuestas innovadoras” a las demandas indígenas, pero ellas no se han producido. Por el contrario, desde el gobierno del ex Presidente Patricio Aylwin hasta hoy, se han ensayado distintas soluciones que han fracasado.
Así se ha demostrado, por ejemplo, con
- la llamada discriminación positiva para las etnias y
- la política de entrega de tierras
.
Han sido miles las hectáreas que la Conadi ha comprado para traspasar a comunidades indígenas que no han podido ser productivas.
Aunque “recuperar” tierras parece ser la prioridad de un amplio sector mapuche, desde un punto de vista de país, lo relevante es superar la pobreza.
Cualquier política que las autoridades sigan será inconducente para mejorar el nivel de vida del mapuche si no se aborda el problema socioeconómico de fondo.

Para el Estado es un deber asegurar a todos los chilenos, y por supuesto los mapuches lo son, las oportunidades que les permitan salir del subdesarrollo.
Y por eso debe buscar las condiciones que contempla la propia Constitución para que esa etnia tenga acceso a la educación y reciba también el apoyo necesario que le posibilite hacer producir la tierra que tiene en su poder.

En nuestra historia son muchos los ejemplos de miembros mapuches que se han destacado en la vida política, empresarial o social, cuando han tenido la oportunidad de acceder a la educación y a las herramientas productivas.
Editorial - "El Mercurio" - Sgo. de Chile - 16-Oct-2009

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