viernes, 7 de mayo de 2010

Crisis Europea II


¡A pagar la fiesta!
- ¿Qué facilidad tienen los políticos argentinos para transformar la realidad en sus propias fantasías?
- ¿Cómo es posible que el gobierno argentino atribuya la crisis griega a las políticas del Fondo Monetario Internacional cuando el organismo ni siquiera intervino en aquel país?

- En el universo del cinismo todo es posible.

Lo cierto es que la crisis griega
- deja más que una enseñanza y
- genera gran preocupación en todo el mundo por las consecuencias que pueda acarrear.
Incluso para la Argentina que por estas horas ve cómo
- el precio de sus acciones y
- bonos soberanos
- se derrumban a pasos acelerados.

Hacia fin de año desde estas mismas líneas se anticipaba esta crisis cuando se comparaban "Dos modelos en Pugna". Más aquí en el tiempo, se insistía desde esta tribuna con el "Sindrome de Atenas".

De manera que el colapso
- no resulta ni sorpresivo y
- mucho menos inédito.

¿Qué es lo que llevó a Grecia a semejante situación?
Una combinación entre
- una economía pequeña poco competitiva,
- un estandard de vida de una población de 11 millones de habitantes más allá de sus propias posibilidades,
- financiado con
- un abultado déficit fiscal y
- una creciente deuda pública.

¿Resulta familiar, no?
Sigamos, en rigor, se trata de un multimillonario salvataje financiado por el FMI y la Unión Europea para que Grecia pueda pagar sus vencimientos de deuda en los próximos tres años.
Como contrapartida,
- el país mediterráneo deberá reducir su déficit de balance de pagos del 11 por ciento del PBI al 3 por ciento del PBI,
lo que equivale a
- aplicar un ajuste de gastos de importantes proporciones.

- Por caso, los salarios de los empleados públicos y las jubilaciones
- no sólo se reducirán en un 20 por ciento
- sino que permanecerán congelados durante los próximos 3 años y
- la edad de jubilación pasará de los actuales 57 años a los 67 años
.

En las últimas horas, el Parlamento griego aprobó el paquete de ajuste en sus cuentas fiscales, lo que provocó la reacción popular ante las drásticas medidas.Pero,
¿Cuál era la opción?
- El default y
- la salida del euro,
lo que implicaba
- una monumental devaluación y
- la vuelta al uso del dracma, una divisa de nulo valor de mercado,
al tiempo que
- la nación helena renunciaba a los beneficios de los subsidios provenientes de la Unión Europea, deteriorando aun más el nivel de vida de su población.

Como puede observarse y a diferencia
- de lo que piensan los "cráneos políticos" de la Argentina,
- no son las políticas de ajuste las que llevaron a Grecia a la crisis
- sino, precisamente, el despilfarro, el endeudamiento y vivir del ahorro ajeno
.
- Ahora, hay que pagar la fiesta...
Pero la cuestión griega roza otras aristas y se propaga por Europa. Es que
- los bancos europeos --alemanes, franceses y británicos-- tienen deuda griega por casi 190.000 millones de euros.
Portugal,
con una economía similar a la helena, presenta un panorama similar.
España enfrenta una situación que combina
- déficit fiscal y
- endeudamiento tanto del Estado como del sector privado
- que impacta sobre los bancos.
Italia
tiene un déficit de balance de pagos que supera el 11 por ciento del PBI y
Gran Bretaña, con guarismos similares y una economía poco competitiva, enfrenta elecciones cruciales.
La situación griega se cristalizó a último momento.
El oportuno llamado del presidente de los Estados Unidos a la canciller de Alemania logró motorizar el salvataje financiero, a pesar de la resistencia de Berlín, cansada de financiar el desequilibrio de otras naciones, con el ahorro de sus contribuyentes.
Angela Merckel deberá enfrentar el domingo elecciones regionales en el rico lander de Westfalia-Renania del Norte, con un pronóstico incierto.
Un default de Atenas hubiera disparado otros conflictos no deseados como
- una posible desestabilización de Chipre con repercusiones sobre el Oriente Medio.Al mismo tiempo,
- los temores de una propagación de la crisis sobre el resto del viejo continente
- desparraman zozobra entre los inversores que liquidan bonos y acciones y
- huyen hacia activos más seguros como el oro, que orilla los 1.200 dólares.
La situación de Grecia es ambivalente.
- Es el fin del comienzo porque esto recién empieza.
- Habrá que ver si Atenas puede responder a las exigencias de esta hora.
- Es también el comienzo del fin del "modelo del Estado de Bienestar",
- insostenible en el tiempo,
- para los nuevos parámetros productivos mundiales.
- Este es el gran desafío de Europa y sus repercusiones sobre el resto del mundo.
Para los "cráneos vernáculos" es también una señal firme:
- el mundo no está dispuesto a financiar más fiestas ni alucinaciones políticas...
Miguel Angel Rouco - "La Capital" - Mar del Plata - 7-May-2010


La tristeza de las naciones
Está en juego Europa y no se olvide que sin ella no somos nada.

La Gran Crisis como empiezan algunos a llamarla, está aclarando dramáticamente su perfil en estos últimos días.
Empezó en forma de tsunami financiero causado por una gigantesca mentira:
- lo que simulaban ser fabulosas inversiones y arriesgados negocios, no eran más espuma venenosa. Pura toxicidad.
Los famosos mercados habían engañado al mismísimo Adam Smith
. "No esperamos nuestra cena de la benevolencia del panadero o del carnicero: no apelamos a su misericordia, sino a su interés".
El interés –y no la buena intención– es madre de la prosperidad y el bien común, creía Smith.
Como todos los ilustrados, era un idealista de la Razón, pues, en su descripción del mercado, prescindía de los sentimientos y las pulsiones instintivas de la condición humana.
Smith tiene muy presente, sí, el estado de ánimo del pobre. La envidia o el resentimiento del humilde justifican, a su entender, que el estado destine una buena parte del presupuesto a garantizar la seguridad del propietario.
En cambio parece estar convencido de que los intereses son razonables en sí mismos. En su mente lógica, británica y desapasionada, el mercado establecería generalmente asociaciones de interés racional: así
- la ambición del carnicero con
- nuestra necesidad o apetencia de carne.
Adam Smith no parece temer a la avidez enfermiza.
Y, sin embargo, los mercados –sacralizados en las últimas décadas– han dado carta de naturaleza a sentimientos e instintos tan peligrosos como
- el resentimiento de los humildes: la posesión adictiva y la avidez compulsiva
- han fomentado el robo a escala global y
- han empujado a la transgresión de todo límite.
No podía Smith prever que la ética del interés mutaría como el peor alien.
El fundamentalismo neoliberal ha avalado la mayor peste económica de la historia.
Nadie se ha librado de este mal. La pobreza ha aumentado en el mundo espectacularmente con la crisis y está asediando la fortaleza europea.
No hay que ser partidario de las teorías conspirativas para deducir que el ataque de los mercados financieros a Grecia o España es, no solo
- un próspero negocio especulativo a costa de la deuda soberana,
- sino un ataque al Euro como moneda y a Europa como proyecto
.
Ciertamente, nuestros propios errores explican la extrema flaqueza española:
- baja productividad y
- despilfarro del dinero público.
- Lo quieran o no Zapatero y Rajoy, pendientes de sus cosas;
- lo quieran o no los sindicatos, los bancos, los gremios que influyen entre bambalinas o
- las grandes empresas que vampirizan el estado;
- lo quiera o no el actual establishment:
- hay que corregir, con rapidez, severamente nuestros errores:
- máxima austeridad pública y
- rebaja general de salarios y beneficios corporativos
.
No para obedecer a los arbitrarios y obscenos dictados neoliberales, sino
para defender el modelo social europeo.
-
Está en juego algo más que nuestras empresas y sueldos.
- Está en juego Europa.
- No se olvide que sin ella no somos nada.
Antoni Puigverd - "La Vanguardia" - Barcelona - 7-May-2010

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