martes, 6 de julio de 2010

Regreso de los temores: entre las turbulencias y el ajuste fiscal

La coyuntura actual de las economías industrializadas hace aconsejable examinar el programa de ajuste implementado en Chile luego de la crisis de la deuda externa, de comienzos de los 80.

En las últimas semanas se ha registrado un deterioro importante en las expectativas respecto de la evolución de la economía mundial, a juzgar por el comportamiento observado por los principales mercados financieros y bursátiles.
A ello se añaden las opiniones de destacados economistas y empresarios que han advertido lo que a su juicio serían errores y descoordinaciones en cómo las principales economías del mundo están enfrentando un cuadro marcado por las presiones recesivas.
Incluso algunos -como los Premio Nobel de Economía, Paul Krugman y Joseph Stiglitz- han planteado la posibilidad de un abrupto término de la recuperación que ha registrado la economía mundial en los últimos trimestres, para dar paso
-
a una nueva crisis o
- a un prolongado período de estancamiento y presiones deflacionarias,
como
el que ha registrado la economía de Japón desde los 90.
Los focos de preocupación se concentran esencialmente
- en la debilitada situación del mercado financiero en las economías industrializadas y
- en los significativos desequilibrios fiscales que registra este mismo grupo.
Dadas las importantes interconexiones existentes entre las economías, lo que se ha identificado con la idea de
- la "globalización de los mercados",
resulta evidente que la superación del complejo cuadro actual exige de esfuerzos coordinados, coherentes con la recuperación de un crecimiento sostenido de la actividad y el empleo.
Un ejemplo distintivo de descoordinación sería el retorno a prácticas proteccionistas -como ocurrió en la Gran Depresión de los años 30-, lo que sólo complicaría el proceso de ajuste, siendo muy probable que ello exacerbe las presiones recesivas en el corto plazo.

El lado de la oferta
Un foco importante de preocupación de numerosos economistas -como Krugman y Stiglitz- se refiere a
- la implementación simultánea de ajustes fiscales en las principales economías,
- lo que estiman llevaría a un nuevo ciclo recesivo en éstas.
Sin duda, existen muchos matices y perspectivas que considerar; sin embargo, me parece que en general se omite la consideración de los aspectos microeconómicos dentro del análisis.

Esto es, el debate atraviesa, predominantemente, por
- lo que se puede hacer y lograr a través de los movimientos de la demanda agregada;
- y la oferta, ¿qué?
El tema no es menor
, considerando que

- eventuales cambios en las perspectivas de crecimiento de las economías afectadas
por la crisis
- provocarían un giro fundamental en las expectativas, y
- a través de ello, en la fluidez de los mercados.
Cabe añadir que en las economías europeas, que actualmente configuran el epicentro de los temores de un rebrote de la crisis, se ha registrado un prolongado proceso de debilitamiento de la eficiencia global, como resultado de
- la extensión sistemática de las regulaciones y
- la expansión del "Estado benefactor".
(La excepción a esta tendencia ha sido la economía de Alemania, que ha desplegado importantes esfuerzos en los últimos años con el propósito de elevar su eficiencia global.)
Sin duda, el análisis de cada fórmula propuesta para abordar este tipo de coyunturas está sujeta a debates acerca de la velocidad esperada de la respuesta de las economías y de la suficiencia o intensidad requerida en el ajuste de los instrumentos.
Además, en muchos casos la estrategia adoptada está restringida por la capacidad política de los gobiernos para hacer frente a los costos del ajuste, los que se distribuyen de un modo diferente en el tiempo dependiendo de cuál sea el plan que se adopte.
No obstante las particularidades de cada situación, parece que la coyuntura actual de las economías industrializadas, en especial de las economías de la "eurozona", hace aconsejable examinar el programa de ajuste implementado en Chile luego de la crisis de la deuda externa, de comienzos de los 80.
Para dimensionar la complejidad del cuadro macroeconómico entonces prevaleciente, cabe recordar que
- a mediados de los 80 la deuda externa total chilena alcanzó un nivel cercano al 115% del PIB,
- mientras que el déficit en la cuenta corriente de la balanza de pagos llegó a elevarse a un 10% del PIB.
En dicho contexto, la estrategia seguida se basó esencialmente en
- estimular la tasa de crecimiento del producto a través de

reformas apuntadas a ganar eficiencia,
- soluciones de mercado para el problema de la deuda externa, y
- contención del crecimiento del gasto fiscal.
Es cierto que un aspecto esencial dentro del programa de ajuste chileno fue

- un alza importante del tipo de cambio real,
- lo que es más difícil de lograr en las economías de la Zona Euro.
No obstante, no se puede desconocer que la materialización de un aumento del tipo de cambio real no sólo requiere de ajustes en la paridad nominal, sino que, además, en las condiciones de gasto de la economía, lo que exige de coherencia y disciplina en la conducción económica.
Como bien sabemos, la estrategia mencionada -que podemos calificar como un genuino episodio de "economía de la oferta"-permitió

- superar rápidamente la crisis y
- alimentó fuertes tasas de crecimiento del producto por un período prolongado.

La microeconomía importa
Algunos textos dan cuenta de un ácido debate sostenido entre el célebre economista inglés John Maynard Keynes y la también reconocida economista británica Joan Robinson, el que llevó al primero a sostener que
- la Sra. Robinson "nunca dedicó los veinte minutos necesarios para aprender microeconomía".
Muchos aspectos del debate económico asociado a la crisis actual aconsejan mirar los aspectos microeconómicos de ésta.
No obstante, es necesario considerar que la historia indica que esta tarea requiere de más de veinte minutos.

Editorial - "El Mercurio" - Sgo. de Chile - 6-Jul-2010

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