La economía de la isla está en ruinas.
La crisis tiene al borde de la cesantía a más de un millón de cubanos que, según Raúl Castro, "inflaban las plantillas
"El Estado hace como que nos paga y nosotros hacemos como que trabajamos", la antigua frase acuñada por los burócratas soviéticos vuelve a ser una realidad hoy en Cuba, donde
- la crisis económica tiene al borde del despido a 1.300.000 trabajadores,
los mismos que el propio Raúl Castro dijo que integraban las "las plantillas infladas" de la administración.
Los rumores sobre las próximas "desvinculaciones" suenan fuerte en La Habana. Hay preocupación entre la gente, pues se estima que al menos un miembro de cada familia será afectado.
Y no lo será sólo por el salario, sino porque los trabajadores también perderán el acceso a los comedores estatales.
"Esperamos eliminar 200.000 puestos de trabajo anualmente, unos 100.000 de ellos durante el próximo año solamente en la capital", dijo esta semana a Reuters un economista militante del Partido Comunista que requirió el anonimato.
Algunas fuentes en la capital cubana señalaron a este diario que en hospitales, empresas y fábricas ya habría listas con los nombres de los despedidos, un hecho inusual en la isla comunista donde esas prácticas son atribuidas al capitalismo.
Cuando Raúl Castro se hizo cargo del poder, hace casi cuatro años, habló de cambios y de medidas que hasta el momento no se han concretado, salvo el levantamiento de algunas prohibiciones como la posibilidad de alojarse en los hoteles reservados a los turistas y la venta libre de celulares y otros artefactos.
"Raúl Castro está frenado en las medidas que él había decidido tomar. Fidel Castro ha llevado todo este tiempo el freno de las riendas de lo que se hace en el país", asegura desde La Habana la economista disidente Martha Beatriz Roque.
Los cubanos consultados esperan que Raúl Castro se pronuncie sobre cambios económicos durante las conmemoraciones del asalto al Cuartel Moncada, el 26 de julio, una de las fechas más importantes de la revolución, o en la sesión del Parlamento, el 1 de agosto.
"Ahora sería el momento (para los anuncios) porque la situación es muy crítica. Las empresas están haciendo sus programas de reducción, hay algunas que van a desaparecer completamente, otras que se van a unir, a fusionar", añade Roque.
El economista cubano radicado en Miami Eugenio Yáñez estima que los cambios se aproximan, pero duda de que sean anunciados con fanfarria.
"Lo que haga Raúl Castro en economía lo irá haciendo sin mucho anuncio: no es su estilo. A partir de agosto podrán verse cosas (normalmente en Cuba julio es un mes muy lento), pero lo que menos se verán son anuncios directos, sino que las noticias se irán filtrando a la prensa indirectamente", indica.
Mito del "pleno empleo"
Los isleños estiman que
- la cuarta parte de la fuerza laboral perderá sus trabajos.
Paradójicamente,
- uno de los pilares de la revolución fue el "pleno empleo",
por eso la cesantía se disimula con el traslado de los empleados a otros sectores como la agricultura o la construcción.
A los cesantes se les envía también a hacer cursos de superación, dice a "El Mercurio" Francisco Leblanc, doctor en Derecho de la Universidad de La Habana y director del Instituto Cubano de Estudios Sindicales Independientes (ICESI).
"Se les da el 60% del salario y aparecen como empleados. Cuando termina el curso se les vuelve a ubicar. En todo esto por lo menos pasan nueve meses, y así se baja la tensión", indica.
Según Leblanc, quien también integra el comité ejecutivo del Consejo Unitario de Trabajadores de Cuba (no reconocido por el régimen), - la situación de los trabajadores en la isla "es deplorable.
No tienen derecho a afiliarse a un sindicato independiente. La Central de Trabajadores de Cuba está unida al Estado por un cordón umbilical. Su secretario general es miembro del Partido Comunista, es parte del Consejo de Estado y diputado".
En ese contexto, conocer la realidad de los trabajadores y el desempleo es muy difícil, pues "las estadísticas aquí se alteran porque sólo las emite el Estado", añade Leblanc.
El modelo vietnamita
- Cuba no tiene recursos para pagar los créditos otorgados por China y otros países aliados.
-"Venezuela ya no puede más con Cuba, y su propia situación interna es muy complicada en política y economía.
- Raúl Castro está buscando alternativas ante la posibilidad real de que Chávez pierda al menos el monopolio del poder en la Asamblea", señala el economista Eugenio Yáñez.
Y una de esas alternativas puede ser
- el modelo vietnamita, que combina un férreo control político en manos
del Partido Comunista y las FF.AA.
- con una economía de libre mercado, casi sin regulaciones.
Al menos a Vietnam, dice Yáñez, le dio resultados y logró hasta el año 2008 crecer 8% anual por 15 años.
Erika Lüters Gamboa - "El Mercurio" - Sgo. de Chile - 24-Jul-2010
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