miércoles, 5 de enero de 2011

Comienzan en Cuba los despidos masivos

Arranca oficialmente el mayor proceso de eliminación de empleos estatales de la historia de la revolución.- El propósito es que en los próximos tres años el Estado se deshaga de 1.300.000 empleados y funcionarios, un 25 % del total.

- Desempleo o "reordenamiento laboral";
- trabajadores "disponibles" o parados...

como se le quiera llamar al proceso traumático que viene, es igual:
- para elde Raúl Castro y para los 11 millones de cubanos, llegó el día D.
Después de muchos preparativos, este martes arrancó oficialmente
- el mayor proceso de eliminación de empleos estatales de la historia de la revolución.
Ha comenzado por los ministerios de la Industria Azucarera, Agricultura, Gobierno, Construcción, Salud Pública y en el sector del Turismo, luego vendrán los demás.
- En los próximos 6 meses desaparecerán 500.000 puestos de trabajo,
primera fase de un plan para limpiar
- las "plantillas infladas" durante medio siglo de políticas igualitaristas.
El propósito es que
- en los próximos 3 años el Estado se deshaga de 1.300.000 empleados y funcionarios,

- un 25 % del total.
La reconversión es de calibre pesado, o al decir de un economista cubano,
- "digna de un ajuste del Fondo Monetario Internacional":
lo estipulado es que se compense a los trabajadores "sobrantes"
- a razón de 1 mes de salario por cada 10 años trabajados,
en algunos casos puntuales con alguna ayuda extra.
- El salario medio en Cuba es de unos 410 pesos cubanos (equivalente a 14 euros),
y aunque mucha gente no puede vivir de su sueldo llega a fin de mes gracias a lo que "resuelve" en su centro laboral.
"Es fácil de entender que salir fuera del circuito estatal representa saltar al vacío", señala un académico.
El Estado ya ha dicho que solo puede hacer una oferta de empleo, y no a todos, en sectores como el de la agricultura o la construcción. El que no acepte la propuesta ha de buscarse la vida como pueda en el sector privado o cooperativo,
- que ahora el Gobierno impulsará como alternativa al problema social que se avecina.
Según estimaciones oficiales, en 2011 se acabará definitivamente con
- 146.000 puestos de trabajo estatales y otros
- 351.000 funcionarios públicos "pasarán a otras formas de empleo independiente"
.
Se pretende que en los próximos meses 100.000 personas pasen a ejercer diferentes trabajos por cuenta y que para 2016
- el 50 % de los cubanos ya estén en el sector privado.
Algo nada sencillo y que, de lograrse, supondrá un verdadero cambio estructural -y aún más de mentalidad - en un país donde hasta ayer
- el 90 % de la economía era controlada por el Estado.
Tema peliagudo es
- cómo y quién decide que trabajadores se marchan.
Cuba es quizás el único país del mundo en el que el sindicato único - la Central de Trabajadores de Cuba (CTC) - toma partido activamente en este proceso y aconseja a la empresa que trabajadores no son "idóneos" para seguir en determinado puesto.
En cada centro laboral se ha creado una "comisión de expertos", integrada por entre cinco y siete personas, incluidas un representante de la CTC y de la administración, que hace la evaluación y propone a la dirección de la empresa u organismo la lista fatal.
La decisión que tomen estos es inapelable.
Tensiones hay y considerables. En algunos hoteles e instalaciones turísticas en donde los empleos son muy apreciados y ya han comenzado los despidos, las discusiones entre la plantilla, el sindicato y el resto de los "factores" han sido bravas, de saltar chispas.
El secretario general de la CTC, Salvador Mesa, pidió recientemente que
- las "comisiones de idoneidad" sean "verdaderos representantes de los trabajadores
- para evitar males como el favoritismo, el nepotismo, el paternalismo y la falta
de profundidad en los análisis".
El Gobierno asegura que
- nadie quedará desamparado, pero insiste en que
- no se volverá a las políticas paternalistas del pasado.

Mario Vicent - El Pais - Madrid - 5-Ene-2011

Lo peor de ambos mundos
- Raúl Castro está empeñado en construir un socialismo eficiente y productivo
capaz de generar beneficios.
Por eso acaba de despedir a medio millón de asalariados innecesarios.
El propósito es desligar del Estado al 25% de la fuerza laboral en el plazo de año y medio.
1.300.000 trabajadores serán puestos de patitas en la calle para que los absorba el todavía nonato sector micro empresarial privado.
Raúl y sus corifeos repiten que
- La Revolución no puede alimentar a un ejército de trabajadores ociosos.
- Hay que recortar subsidios y reducir prestaciones sociales.
- El general está muy confundido. No entiende nada.
Lo obnubilan su falta de experiencia en el mundo empresarial, aunada a medio siglo de jefatura autoritaria del ejército.
- La búsqueda de eficiencia y productividad son los medios
- que poseen las empresas capitalistas para competir en el mercado.
- No son fines.
No se desviven por
- ahorrar, invertir y elaborar buenos productos por amor al prójimo,
- sino por temor a que otros empresarios las desplacen del mercado.
- Sin competencia no hay desarrollo ni progreso
.
La agonía de
- producir cada vez más y mejor,
- empleando la menor cantidad posible de recursos, norma permanente de

la rigurosa economía capitalista,
- es la consecuencia de la competencia
.

- Donde no existe,
- donde prevalecen monopolios, o
- donde éstos reciben subsidios del Estado,
- las empresas privadas tienden a ser ineficientes,
- se atrasan tecnológicamente,
- también crujen bajo el peso de plantillas obesas y
- encarecen sus productos para compensar su incapacidad.


- Los fines de los empresarios son dos y están íntimamente ligados:
- ganar dinero y
- prestigio social
.
En general, a más dinero, más prestigio, y viceversa. Algunos, los menos, tienen cierto instinto filantrópico, pero esa pulsión solidaria no los hace mejores ni peores creadores de riqueza, aunque sí los convierten en seres humanos más interesantes y benévolos.
- Los fines de los comunistas son otros.
- Sus burócratas no producen porque sientan la urgencia por ganar dinero y
- adquirir prestigio que aguijonea a los individuos emprendedores,
sino,
- los mejores, unos pocos, para redimir a la humanidad, y
- los peores porque quieren medrar dentro del Partido.
Para ello
- construyen sociedades igualitarias basadas en la propiedad colectiva de los medios
de producción,
- en las que suprimen las libertades, y
- someten al conjunto de la sociedad al calvario de las "dictaduras del proletariado" administradas por fanáticos incompetentes.
La "legitimación" de ese atroz modelo
de organizar la sociedad radica en que
- les garantiza a todas las personas un salario simbólico y ciertos bienes elementales,
aunque sean escasos y malos, porque la calidad, el confort y el progreso no forman parte de los objetivos de los Estados colectivistas, como se demostró en la experiencia comunista europea o en China, mientras prevaleció el maoísmo.
Es una vidita miserable y sin esperanzas de mejora, pero
- al menos no hay que "ganársela".
- Te la imponen.
Raúl Castro, tras repetir, enfáticamente, por milésima vez, que no renuncia al socialismo, se ha acogido, sin embargo, a
- los modos capitalistas de producir bienes y servicios,
- como si en Cuba existiera un sistema de economía de mercado basado en la competencia,
lo que lo ha llevado a
- adoptar lo peor de ambos mundos:
- un socialismo sin prestaciones sociales ni subsidios, sumado a
- un capitalismo sin competencia, sin libertad para producir y sin mercado
,
vigilado de cerca por la policía política, porque no se permitirán la acumulación ni las desigualdades.
Esto es como tratar de curar un cáncer con un jarabe para la tos. La enfermedad no tiene nada que ver con el remedio.
Esta confusión
- entre medios y fines,
- entre métodos y objetivos de sistemas fundamentalmente distintos,
- no tardará en mostrar sus falencias.
Le ocurrió a Gorbachov en Rusia en la segunda mitad de los ochenta.
Trató de adaptar algunas normas capitalistas para hacer más eficiente al socialismo soviético y en pocos años descubrió que
- el engendro marxista-leninista no es reformable:
ese disparate, ese sueño de la razón, productor de monstruos, hay que demolerlo.
Dulcemente, con voladura controlada y sin degollinas, pero hay que demolerlo.
Andres Oppenheimer - El Pais - Montevideo - 9-Ene-2011

Previsible
Habrá excepciones, pero es normal que
- los gobiernos comunistas caigan por su propio peso, sin derramamientos de sangre.
- Es que se agotan.
Porque predican el marxismo leninismo,
- su base doctrinaria va contra la naturaleza del hombre en la medida que
- ven la justicia social en una igualdad utópica.
Como tienen que
- imponer un tratamiento igual a los naturalmente desiguales,
- su sustento está en la fuerza.
- Necesitan ser autoritarios, desconocer los derechos y garantías individuales
- que son la esencia de lo que despectivamente califican como "libertades burguesas".
Para imponer su autoridad, a su vez, no pueden admitir la "pluriporquería" del pluripartidismo.
Por eso silencian con cárcel y asesinatos a los disidentes.
Son
- las armas naturales que llevan a la fase de la dictadura del proletariado,
que no es otra cosa que
- una burocratización alocada, en donde
- los privilegiados son los que desbordan a los Estados que los mantienen mientras
tienen recursos.
Lógicamente llega un momento en que la presión de sus propias contradicciones los asfixia.
Esto es lo que está pasando ahora en Cuba.
De golpe y porrazo, quinientos mil funcionarios públicos irán a la calle, mientras se van concediendo setenta y cinco mil licencias laborales, para que la gente pueda abordar ese "mal necesario", que así consideran a lo que llaman el "cuentapropismo", o sea
- el vivir por su propia cuenta.
- "O rectificamos o nos hundimos",
fue la opción del confeso manotazo de ahogado de Raúl Castro.
- "Y con ello hundimos el esfuerzo de generaciones enteras".
Alude a los que
- en más de medio siglo ordeñaron y secaron a la economía destrozada del sufrido país.
- Entonces, afuera y bailando medio millón de "los esforzados".
Editorial - "El País" - Montevideo - 21-1-2011

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