Larry Summers gusta verse a sí mismo como "un tipo duro"- son sus propias palabras- cuando se trata de educar niños.
Como el exigente presidente de la Universidad de Harvard a comienzos de la década pasada, frecuentemente empujó a su propia facultad a ser más dura con los jóvenes.
"Me encontraba a mí mismo diciendo bastante frecuentemente cosas que la gente pensaba que son ofensivas", dijo durante una cena en el marco del Foro Económico Mundial en Davos el miércoles.
- "Yo decía: pienso que tú debes decidir
- si los logros son el camino a la autoestima o
- si la autoestima es el camino a los logros.
Pienso que ustedes muchachos piensan que
- la autoestima es el camino a los logros, y pienso que están equivocados", recordó.
Entonces Summers, que acaba de regresar a Harvard luego de dos años como el principal consejero económico del presidente Barack Obama, se encontró momentáneamente confundido cuando se le pidió que hablara durante de la cena con la profesora de la Escuela de Derecho de Yale, Amy Chua, la "Madre Tigresa", cuyas memorias sobre sus severas tácticas para criar niños generaron una discusión internacional sobre la presión para que los pequeños consigan las mejores calificaciones y logros académicos.
Sus propios hijos se quedarían sorprendidos al escucharlo, dijo Summers, pero quizás Chua está equivocada.
- "En un mundo donde las cosas que requieren disciplina y constancia son hechas
por computadoras de manera cada vez más frecuente;
- ¿Es el énfasis tradicional en la disciplina, la precisión, los desempeños exitosos y la regularidad lo que realmente queremos?", preguntó.
La creatividad, dijo, podría ser un activo todavía más valioso que los educadores y los padres deberían enfatizar.
En Harvard, dijo sarcásticamente,
- los estudiantes que logran las mejores calificaciones tienden a terminar siendo profesores
- mientras que los que obtienen notas promedio terminan siendo "ricos donantes".
- "No está totalmente claro que su veneración de los éxitos académicos tradicionales
sea adecuada", le dijo a Chua.
- "¿Cuáles han sido los estudiantes de Harvard que más han transformado al mundo en los últimos 25 años?", preguntó.
"Se puede argumentar razonablemente que fueron
- Bill Gates y Mark Zuckerberg, ninguno de los cuales se graduó", dijo.
Las exigentes "madres tigresas", agregó, quizás no apoyen mucho la idea de que sus hijos abandonen la escuela.
Hay un segundo problema, consideró.
-"Las personas viven en promedio un cuarto de su vida como jóvenes. Eso es mucho.
- Es importante que sean todo lo felices que sea posible durante esos 18 años.
- Eso también cuenta", opinó.
Chua se mostró jovial pese a su imagen de madre intransigente. Se ha visto sorprendida por la reacción a su libro "Himno de batalla de la Madre Tigresa", que, enfatizó, son recuerdos que solamente le tomaron un par de meses escribir, no un estudio profundamente investigado sobre cómo educar.
Agregó que hay gente que parece no haberse dado cuenta que la intención de algunos pasajes que a los lectores parecieron excesivos, era humorística, algo así como una auto parodia de su propio enfoque cuando sus hijas eran pequeñas. "Ciertamente nunca esperé hablar sobre mis capacidades como madre, o la falta de ellas, en el Foro Económico Mundial", dijo.
También hizo notar que cambió a medida que crecían sus hijas. "Hay un momento en mi libro en el que mi hija se rebela contra mi forma de ser madre y retrocedo porque no quiero perderla", dijo Chua.
- China también está buscando formas de introducir más creatividad a su sistema educativo,
lo que, considera, es una buena cosa.
De todas formas, se aferra a algunas ideas. Dice que es una persona muy feliz, a pesar de que fue criada de forma estricta. Ve lo mismo en estudiantes que vienen de familias donde fueron criados en forma severa.
De hecho, con toda la atención que está recibiendo en Davos, y con las muy altas ventas del libro, parecía especialmente contenta.
Jon Hisenrath - The Wall Street Journal - NYC - 29-Ene-2011
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