domingo, 14 de marzo de 2010

China: Tardará 100 años en modernizarse

Con un población de más de 1.300 millones de habitantes, su PIB per cápita se sitúa en el número 100 del planeta.
Un siglo o incluso más. Ese es el tiempo que el régimen chino calcula que tardará en modernizar este país.
En 30 años de apertura al capitalismo, la otrora China comunista ha vivido la mayor transformación de su historia y ya le disputa a Japón el puesto de segunda economía mundial. Pero, con un población de más de 1.300 millones de habitantes, su Producto Interior Bruto (PIB) per cápita (3.566 dólares / 2.951 euros) se sitúa en el número 100 del planeta a la altura de otros países en vías de desarrollo, como Albania y Jordania.
Consciente de las enormes desigualdades
que ha provocado su extraordinario crecimiento económico, Pekín ha aprobado hoy una lluvia de millones para gastos sociales en la clausura de la Asamblea Nacional Popular, la reunión anual de los cerca de 3.000 diputados que conforman el Parlamento.
Frente al neoliberalismo de Jiang Zemin, la nueva generación de gerifaltes del Partido, encabezados por el presidente, Hu Jintao, y el primer ministro, Wen Jiabao, están haciendo especial hincapié en
- las medidas sociales para paliar la enorme brecha entre ricos y pobres y
- entre las grandes ciudades y el mundo rural,
- así como entre la industrializada costa y el atrasado interior
.
Buena prueba de estas grandes diferencias es que las rentas per cápita anuales ascienden a
- 17.175 yuanes (1.850 euros) en las zonas urbanas, el triple que en las rurales, donde suman
- 5.153 yuanes (555,69 euros).
“China ha hecho grandes progresos, pero el desarrollo de Pekín y Shanghai no representa a todo el país. En pueblos situados a sólo 150 kilómetros de la capital veo una enorme brecha con las ciudades”, reconoció el primer ministro, Wen Jiabao, quien estimó que “aún se tardará cien años, o incluso más, en modernizar China”.

Gastos sociales
- Para frenar dichas desigualdades y, al mismo tiempo,
- seguir engordando una pujante clase media
cuya capacidad de consumo permita a la economía dejar de depender de las exportaciones
, Pekín aumentará los gastos en sanidad, educación, vivienda, agricultura, empleo y políticas sociales.
Mientras
- la agricultura y el campesinado recibirán 818.300 millones de yuanes (88.249 millones de euros),
- el presupuesto prevé 318.500 millones de yuanes (34.348 millones de euros) para la extensión de
- un todavía exiguo sistema de seguridad social,
- que ya cubre a 401 millones de empleados urbanos y
- tiene 830 millones de beneficiarios en su asistencia médica rural.
Pekín también destinará

- 43.300 millones de yuanes (4.669 millones de euros) a la promoción de empleo y multiplicará los créditos al consumo y las pensiones de jubilación para mejorar el nivel de vida, sobre todo en el campo.
Además, dedicará
- 63.200 millones de yuanes (6.815 millones de euros) a la construcción de 3 millones de viviendas de protección social y 2,8 millones de apartamentos para eliminar núcleos chabolistas.
El régimen también se ha propuesto dignificar las condiciones de vida de los “mingong”, los campesinos que emigran de los pueblos a las ciudades en busca de trabajo.

Con dichos traslados pierden las exiguas garantías sociales que les proporciona el “hukou” (certificado de residencia) de su localidad natal, como la atención sanitaria y la educación de sus hijos, por lo que se convierten en una especie de ciudadanos de segunda sin apenas derechos.
Dentro de sus políticas sociales, el Gobierno chino se ha propuesto reformar el sistema del “hukou” para garantizar a los emigrantes internos la sanidad y la escolarización gratuita de sus hijos.

Preocupación por la burbuja inmobiliaria
La economía y la recuperación de la crisis centraron buena parte de la multitudinaria rueda de prensa que el primer ministro ofreció tras la clausura de la Asamblea, donde respondió a preguntas de los periodistas chinos y extranjeros previamente filtradas y pactadas para evitar temas sensibles.
Wen Jiabao mostró su preocupación por
- el repunte de la inflación y
- la burbuja inmobiliaria y
volvió a vaticinar un año muy difícil, pero se mostró un firme defensor del
- “libre comercio porque fomenta el crecimiento y la armonía y

- mejora la vida de la gente”.
En plena polémica por las acusaciones de espionaje de Google y el próximo juicio de varios directivos de la empresa minera australiana Rio Tinto, el primer ministro abrió los brazos a las inversiones extranjeras “siempre que se realicen de acuerdo a la ley”.
Además, rechazó las presiones externas para apreciar la moneda nacional el yuan o “renminbi”, porque se ha revaluado un 21 por ciento – un 16 por ciento en términos reales – desde que su cotización dejó de estar fijada al dólar y pasó a regirse por una cesta de monedas extranjeras en julio de 2005.
En el plano internacional, volvió a criticar la reciente reunión entre el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, y el Dalai Lama, y pidió a Washington garantías de seguridad sobre los millones de bonos del Tesoro que conforman las reservas de divisas chinas.

PABLO M. DÍEZ - "ABC" - Madrid - 14-Mar-2010

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