India tiene un pie en Occidente y otro en Asia, lo que le plantea un dilema que se remonta a la Segunda Guerra Mundial, cuando los indios, entonces parte del imperio británico, tuvieron que elegir entre unirse a los japoneses o luchar junto a los que les gobernaban colonialmente.
La respuesta fue entonces una de cal y otra de arena. Las tropas indias bajo el mando británico pelearon contra los japoneses; por el contrario, el denominado Ejército Nacional Indio se unió a los nipones.
Más de medio siglo después, los protagonistas han cambiado, pero India aún no suelta prenda.
Más de medio siglo después, los protagonistas han cambiado, pero India aún no suelta prenda.
China ha sustituido a Japón en las preocupaciones de Estados Unidos. Y los tirones que Occidente le da a India proceden de Washington.
Pero las relaciones entre las grandes potencias en suelo asiático son como la balanza europea del siglo XIX, cuando la teoría del equilibrio decía que los estados buscan maximizar su poder, aunque las alianzas impiden la hegemonía de un Estado.
Y los indios no se fían de China, pero tampoco quieren tenerla como enemigo jurado.
En el tablero asiático existen ahora tres tipos de actores.
- Primero, las grandes potencias, que son cinco: Estados Unidos, China, Japón, Rusia e India.
- Después, las potencias medianas, que no pueden imponerse pero sí inclinar la balanza, como pasa con Pakistán (en buenas relaciones con Pekín y Washington, pero adversario de Nueva Delhi), Indonesia, Corea del Sur y Vietnam.
- Y, finalmente, están los peones, como Laos, Camboya y Singapur, entre otros.
- Primero, las grandes potencias, que son cinco: Estados Unidos, China, Japón, Rusia e India.
- Después, las potencias medianas, que no pueden imponerse pero sí inclinar la balanza, como pasa con Pakistán (en buenas relaciones con Pekín y Washington, pero adversario de Nueva Delhi), Indonesia, Corea del Sur y Vietnam.
- Y, finalmente, están los peones, como Laos, Camboya y Singapur, entre otros.
- Estados Unidos es el primer actor en Asia, con alianzas (Japón y Corea del Sur) decisivas.
Pero sufre la competencia de China, cuya influencia no para de crecer, desde Corea del Norte hasta Pakistán e Irán.
Japón se refugia bajo el paraguas estadounidense.
Rusia mueve muchos hilos, como demuestra en Irán.
Y la quinta potencia, India, es cortejada por el resto.
- ¿Hacia dónde mira ahora India?
Washington la mima porque teme la hegemonía china en Asia. La prueba es el acuerdo firmado por George W. Bush para levantar el embargo de tecnología nuclear que pesa sobre India desde hace tres decenios.
Japón se refugia bajo el paraguas estadounidense.
Rusia mueve muchos hilos, como demuestra en Irán.
Y la quinta potencia, India, es cortejada por el resto.
- ¿Hacia dónde mira ahora India?
Washington la mima porque teme la hegemonía china en Asia. La prueba es el acuerdo firmado por George W. Bush para levantar el embargo de tecnología nuclear que pesa sobre India desde hace tres decenios.
El compromiso, que aún debe ser ratificado por los respectivos parlamentos, significa una recompensa para un país que construyó en secreto la bomba atómica, ha realizado cinco pruebas nucleares en ocho años y no ha firmado el tratado de No Proliferación.
- Bush quería que India fuera un socio estratégico;
- Obama también lo quiere.
Pero no sólo se trata de geopolítica. La visita de Obama a India, como el apretón de manos entre HuJintao y Sarkozy, es una prueba de cómo ha cambiado el mundo.
La India de Nehru, neutral y socializante, es historia. India tiene ahora
- una economía liberalizada, es un retrato de la globalización y crece como
La India de Nehru, neutral y socializante, es historia. India tiene ahora
- una economía liberalizada, es un retrato de la globalización y crece como
una potencia emergente.
Igual que sucede con China, cuyos contratos nucleares crearán puestos de trabajo en Francia.
En sus dos primeros años en la presidencia, Obama viajó por el mundo
- para mejorar la imagen de la superpotencia que dañó Bush;
- ahora visita a los indios en busca de contratos que creen empleos en Estados Unidos.
Igual que sucede con China, cuyos contratos nucleares crearán puestos de trabajo en Francia.
En sus dos primeros años en la presidencia, Obama viajó por el mundo
- para mejorar la imagen de la superpotencia que dañó Bush;
- ahora visita a los indios en busca de contratos que creen empleos en Estados Unidos.
Xavier Batalla - "La Vanguardia" - Barcelona - 8-Nov-2010
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