El Fondo Monetario Internacional ha realizado recientemente nuevas proyecciones sobre la economía mundial y ha estimado que Chile crecerá a un 6 por ciento en 2011 y a un 4,5 por ciento desde 2012 en adelante.
Por cierto, las proyecciones son sólo una primera aproximación a lo que se cree que debiera ocurrir en el futuro, pero las comentadas están dando cuenta de un promedio de crecimiento sustancialmente mayor al registrado en los últimos 10 años.
Y no es impensable que el crecimiento resulte, a la postre, sustancialmente mayor,
- si se mantienen las buenas expectativas,
- si el mundo recupera su capacidad de crecimiento y, por sobre todo,
- si se realizan las reformas microeconómicas que el país necesita, incontables veces diagnosticadas hace ya bastantes años,
- y que el actual gobierno se ha manifestado decidido a impulsar.
En cualquier caso, uno de los aspectos más interesantes de las proyecciones del FMI es que ellas indican que
- el ingreso por habitante (ajustado por poder de paridad de compra ) bordearía
los 20.000 dólares en 2015,
- cifra a partir de la cual un país -según este indicador- ya se puede considerar dentro
de aquellos desarrollados.
Las proyecciones también muestran que
- Chile pasaría nuevamente a liderar el poder adquisitivo de Latinoamérica,
- situación que hace algunas décadas habría resultado impensable.
Baste recordar, por ejemplo, que en 1980 nuestro país se ubicaba séptimo en ingreso por habitante en la región, siendo superado por Brasil, México, Argentina y Venezuela, entre otros.
La comparación es especialmente relevante si se hace con Argentina, país que superaba largamente a Chile en este indicador y que,
- a causa de políticas erradas en materias económicas,
- ha visto decrecer fuertemente el bienestar relativo de sus habitantes.
El caso de Chile es el contrario:
- más de 30 años de políticas económicas adecuadas
- basadas en el mercado, la libertad y la institucionalidad
- han dado frutos y permitido no sólo mejorar sustancialmente el bienestar de sus habitantes,
- sino que también asumir un liderazgo en el continente.
En términos generales, el FMI pronostica que Latinoamérica en su conjunto -tras China e India- presentará un buen nivel de crecimiento en los próximos años.
Y, como también lo destaca ese organismo internacional, el crecimiento latinoamericano es sostenible y -con las excepciones bien conocidas- está basado en
- políticas fiscales responsables y
- un mejoramiento de los mercados financieros,
sin perjuicio de que este cuadro también esté muy influido por las ganancias derivadas de los altos precios de los commodities .
Todo lo anterior hace mirar con mejores perspectivas el futuro de un continente que a mediados del siglo pasado parecía sin un destino claro.
- El fin del proteccionismo,
- las reformas liberales,
- la consolidación democrática,
han hecho que países como Brasil, Chile, Colombia y Perú
- hayan emprendido una senda encaminada al progreso que, de mantenerse,
- seguiría rindiendo frutos en los próximos años.
Editorial - "El Mercurio" - Sgo. de Chile - 12-Oct-2010
Por cierto, las proyecciones son sólo una primera aproximación a lo que se cree que debiera ocurrir en el futuro, pero las comentadas están dando cuenta de un promedio de crecimiento sustancialmente mayor al registrado en los últimos 10 años.
Y no es impensable que el crecimiento resulte, a la postre, sustancialmente mayor,
- si se mantienen las buenas expectativas,
- si el mundo recupera su capacidad de crecimiento y, por sobre todo,
- si se realizan las reformas microeconómicas que el país necesita, incontables veces diagnosticadas hace ya bastantes años,
- y que el actual gobierno se ha manifestado decidido a impulsar.
En cualquier caso, uno de los aspectos más interesantes de las proyecciones del FMI es que ellas indican que
- el ingreso por habitante (ajustado por poder de paridad de compra ) bordearía
los 20.000 dólares en 2015,
- cifra a partir de la cual un país -según este indicador- ya se puede considerar dentro
de aquellos desarrollados.
Las proyecciones también muestran que
- Chile pasaría nuevamente a liderar el poder adquisitivo de Latinoamérica,
- situación que hace algunas décadas habría resultado impensable.
Baste recordar, por ejemplo, que en 1980 nuestro país se ubicaba séptimo en ingreso por habitante en la región, siendo superado por Brasil, México, Argentina y Venezuela, entre otros.
La comparación es especialmente relevante si se hace con Argentina, país que superaba largamente a Chile en este indicador y que,
- a causa de políticas erradas en materias económicas,
- ha visto decrecer fuertemente el bienestar relativo de sus habitantes.
El caso de Chile es el contrario:
- más de 30 años de políticas económicas adecuadas
- basadas en el mercado, la libertad y la institucionalidad
- han dado frutos y permitido no sólo mejorar sustancialmente el bienestar de sus habitantes,
- sino que también asumir un liderazgo en el continente.
En términos generales, el FMI pronostica que Latinoamérica en su conjunto -tras China e India- presentará un buen nivel de crecimiento en los próximos años.
Y, como también lo destaca ese organismo internacional, el crecimiento latinoamericano es sostenible y -con las excepciones bien conocidas- está basado en
- políticas fiscales responsables y
- un mejoramiento de los mercados financieros,
sin perjuicio de que este cuadro también esté muy influido por las ganancias derivadas de los altos precios de los commodities .
Todo lo anterior hace mirar con mejores perspectivas el futuro de un continente que a mediados del siglo pasado parecía sin un destino claro.
- El fin del proteccionismo,
- las reformas liberales,
- la consolidación democrática,
han hecho que países como Brasil, Chile, Colombia y Perú
- hayan emprendido una senda encaminada al progreso que, de mantenerse,
- seguiría rindiendo frutos en los próximos años.
Editorial - "El Mercurio" - Sgo. de Chile - 12-Oct-2010
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