Después de iniciar una temprana recuperación, el crecimiento mundial ha perdido fuerza en los últimos meses, arrastrado por la desaceleración de EE.UU., Japón y la Zona Euro, a excepción de Alemania.
En contraste, los países emergentes, liderados por China, India y Brasil, siguen creciendo con fuerza y están sosteniendo el crecimiento mundial.
En EE.UU., la FED se apresta a introducir nuevas dosis de "relajo cuantitativo", para evitar que la desaceleración incremente aún más la tasa de desempleo y que se genere un costoso proceso deflacionario.
Con esta política, la FED pretende
- aumentar las expectativas de inflación,
- reduciendo así las tasas de interés reales de largo plazo
- para incentivar la expansión del gasto interno.
En economías con tipos de cambio flexibles, como la de EE.UU., un efecto directo de este tipo de políticas es
- una "depreciación" del dólar contra las monedas de los países con igual sistema cambiario,
a través de los flujos de capitales hacia estas economías.
Esta depreciación del dólar implica
- un aumento del tipo de cambio real de los EE.UU. si se mantiene la inflación controlada,
- incentivando las exportaciones netas y
- facilitando la reducción del déficit de cuenta corriente.
Pero esta política monetaria, dada la importancia de EE.UU. en la economía mundial y en los mercados de capitales, crea repercusiones no menores.
Entre las monedas que experimentarían importantes apreciaciones con respecto al dólar están
- el euro, el yen, el dólar australiano y una serie de monedas de países emergentes.
Entre los países emergentes,
- la apreciación de las monedas es más pronunciada en aquellas economías que
- son más "atractivas a los flujos de capitales".
Estos son los países con fundamentos sólidos,
- que crecen con fuerza y
- que experimentan aumentos en sus términos de intercambio.
Los flujos de capitales plantean a las autoridades de estos países un problema diametralmente opuesto al de los países avanzados:
- necesitan administrar la bonanza manteniendo la inflación controlada,
- evitando la formación de burbujas en precios de activos,
- preparándose para una eventual reversión en los ingresos de capitales cuando
- EE.UU. inicie su proceso de normalización monetaria, y
- evitando la apreciación excesiva del tipo de cambio real.
En el caso de China, la economía crece con fuerza y la inflación está en alza, y dada su política cambiaria de paridad casi fija al dólar, también está sujeta a la política monetaria de EE.UU.
Pero a pesar de mantener tasas de interés bajas, China recibe importantes flujos de capitales, una parte a través de sus superávits en cuenta corriente que los absorbe acumulando cuantiosas reservas.
En su afán de
- evitar la apreciación del yuan,
- China fuerza a los países con tipo de "cambio flexible" a sufrir una parte desproporcionada
del peso del ajuste.
Esto tiene además otros efectos, ya que al mismo tiempo
- el yuan se deprecia respecto de las monedas de otros países que compiten en
los mercados internacionales con los productos chinos.
- ¿El resultado?
Tensiones comerciales con países de Asia emergente y otros, que se suman a las ya existentes con EE.UU.
Pero China, con su política monetaria y cambiaria, también se crea problemas a sí misma, provocando un sobrecalentamiento que se manifiesta en
- una aceleración de la inflación y fuertes aumentos en los precios de las propiedades.
Afortunadamente, las opciones disponibles de manejo macroeconómico y financiero son variadas.
En países donde los excesos de capacidad ya
- han desaparecido (Australia, Canadá, China, India, Argentina, Brasil, Perú y Uruguay) o
- están pronto a desaparecer (Chile, Nueva Zelandia y Colombia),
lo apropiado es
- usar una combinación de políticas fiscales y monetarias más restrictivas,
- poniendo más énfasis en la política fiscal,
- evitando exacerbar la apreciación de sus monedas.
Lo anterior debiera reforzarse con
- una mejora en la regulación y supervisión de sus sistemas financieros.
En países con problemas de inflación y con el riesgo de formación de burbujas (China y, en menor medida, India) van a tener que continuar con
- las alzas de tasas de interés y al mismo tiempo permitir una mayor apreciación
de sus monedas.
Al mismo tiempo, van a tener que complementar las políticas macro con
- regulación macro-prudencial para evitar la formación de burbujas en precios de activos.
En países que están menos integrados a los mercados internacionales de capitales, existe también la opción de
- usar controles de capitales.
Por su parte, en los países más integrados a los mercados de capitales mundiales hay que estar conscientes de que
- los costos de eventuales controles de capitales pueden superar los eventuales beneficios y
- que la apreciación nominal respecto al dólar es parte de un reacomodo global de
las paridades cambiarias, con respecto a lo cual poco se puede hacer.
Lo que hay que evitar son
- pronunciadas apreciaciones del tipo de cambio real, por sus efectos en la competitividad
de los sectores transables.
A su vez, este es el momento para
- acelerar la introducción de reformas que permitan reducir los costos de hacer negocios,
- aumentando la productividad de la economía como un todo y, especialmente,
- de los sectores más afectados por la depreciación mundial del dólar.
Finalmente, en este tipo de países, entre los cuales se encuentra Chile, es fundamental
- mantener las expectativas de inflación ancladas y la flexibilidad cambiaria,
- complementando esto con acumulación de reservas internacionales en algunos casos,
- para así estar preparados ante una eventual reversión en los flujos de capitales.
Vittorio Corbo - "El Mercurio" - Sgo. de Chile - 31-Oct-2010
En contraste, los países emergentes, liderados por China, India y Brasil, siguen creciendo con fuerza y están sosteniendo el crecimiento mundial.
En EE.UU., la FED se apresta a introducir nuevas dosis de "relajo cuantitativo", para evitar que la desaceleración incremente aún más la tasa de desempleo y que se genere un costoso proceso deflacionario.
Con esta política, la FED pretende
- aumentar las expectativas de inflación,
- reduciendo así las tasas de interés reales de largo plazo
- para incentivar la expansión del gasto interno.
En economías con tipos de cambio flexibles, como la de EE.UU., un efecto directo de este tipo de políticas es
- una "depreciación" del dólar contra las monedas de los países con igual sistema cambiario,
a través de los flujos de capitales hacia estas economías.
Esta depreciación del dólar implica
- un aumento del tipo de cambio real de los EE.UU. si se mantiene la inflación controlada,
- incentivando las exportaciones netas y
- facilitando la reducción del déficit de cuenta corriente.
Pero esta política monetaria, dada la importancia de EE.UU. en la economía mundial y en los mercados de capitales, crea repercusiones no menores.
Entre las monedas que experimentarían importantes apreciaciones con respecto al dólar están
- el euro, el yen, el dólar australiano y una serie de monedas de países emergentes.
Entre los países emergentes,
- la apreciación de las monedas es más pronunciada en aquellas economías que
- son más "atractivas a los flujos de capitales".
Estos son los países con fundamentos sólidos,
- que crecen con fuerza y
- que experimentan aumentos en sus términos de intercambio.
Los flujos de capitales plantean a las autoridades de estos países un problema diametralmente opuesto al de los países avanzados:
- necesitan administrar la bonanza manteniendo la inflación controlada,
- evitando la formación de burbujas en precios de activos,
- preparándose para una eventual reversión en los ingresos de capitales cuando
- EE.UU. inicie su proceso de normalización monetaria, y
- evitando la apreciación excesiva del tipo de cambio real.
En el caso de China, la economía crece con fuerza y la inflación está en alza, y dada su política cambiaria de paridad casi fija al dólar, también está sujeta a la política monetaria de EE.UU.
Pero a pesar de mantener tasas de interés bajas, China recibe importantes flujos de capitales, una parte a través de sus superávits en cuenta corriente que los absorbe acumulando cuantiosas reservas.
En su afán de
- evitar la apreciación del yuan,
- China fuerza a los países con tipo de "cambio flexible" a sufrir una parte desproporcionada
del peso del ajuste.
Esto tiene además otros efectos, ya que al mismo tiempo
- el yuan se deprecia respecto de las monedas de otros países que compiten en
los mercados internacionales con los productos chinos.
- ¿El resultado?
Tensiones comerciales con países de Asia emergente y otros, que se suman a las ya existentes con EE.UU.
Pero China, con su política monetaria y cambiaria, también se crea problemas a sí misma, provocando un sobrecalentamiento que se manifiesta en
- una aceleración de la inflación y fuertes aumentos en los precios de las propiedades.
Afortunadamente, las opciones disponibles de manejo macroeconómico y financiero son variadas.
En países donde los excesos de capacidad ya
- han desaparecido (Australia, Canadá, China, India, Argentina, Brasil, Perú y Uruguay) o
- están pronto a desaparecer (Chile, Nueva Zelandia y Colombia),
lo apropiado es
- usar una combinación de políticas fiscales y monetarias más restrictivas,
- poniendo más énfasis en la política fiscal,
- evitando exacerbar la apreciación de sus monedas.
Lo anterior debiera reforzarse con
- una mejora en la regulación y supervisión de sus sistemas financieros.
En países con problemas de inflación y con el riesgo de formación de burbujas (China y, en menor medida, India) van a tener que continuar con
- las alzas de tasas de interés y al mismo tiempo permitir una mayor apreciación
de sus monedas.
Al mismo tiempo, van a tener que complementar las políticas macro con
- regulación macro-prudencial para evitar la formación de burbujas en precios de activos.
En países que están menos integrados a los mercados internacionales de capitales, existe también la opción de
- usar controles de capitales.
Por su parte, en los países más integrados a los mercados de capitales mundiales hay que estar conscientes de que
- los costos de eventuales controles de capitales pueden superar los eventuales beneficios y
- que la apreciación nominal respecto al dólar es parte de un reacomodo global de
las paridades cambiarias, con respecto a lo cual poco se puede hacer.
Lo que hay que evitar son
- pronunciadas apreciaciones del tipo de cambio real, por sus efectos en la competitividad
de los sectores transables.
A su vez, este es el momento para
- acelerar la introducción de reformas que permitan reducir los costos de hacer negocios,
- aumentando la productividad de la economía como un todo y, especialmente,
- de los sectores más afectados por la depreciación mundial del dólar.
Finalmente, en este tipo de países, entre los cuales se encuentra Chile, es fundamental
- mantener las expectativas de inflación ancladas y la flexibilidad cambiaria,
- complementando esto con acumulación de reservas internacionales en algunos casos,
- para así estar preparados ante una eventual reversión en los flujos de capitales.
Vittorio Corbo - "El Mercurio" - Sgo. de Chile - 31-Oct-2010
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