domingo, 3 de octubre de 2010

La guerra mundial de las monedas

Los países emergentes intentan frenar la suba de sus divisas frente al dólar.

Ya lo advirtió el gobierno brasileño y lo constató el FMI: el mundo está en "guerra de divisas".
Los países emergentes
presionan sus monedas a la baja para no perder competitividad y se prevé que este escenario continúe hasta fines de 2011.
Ése es el costo de
- la gran expansión económica que han tenido países como Brasil, China o India
en los últimos años,
- mientras que la crisis internacional condujo a los países del primer mundo a tomar
medidas para reactivar las economías.
Una de esas medidas es la política monetaria expansiva, esto es, que
- los Bancos Centrales mantienen sus tasas de interés en valores casi nulos e inyectan
dinero en la economía.
De esa manera,
- se abarata el crédito en moneda local y
- sus consumidores pueden acceder con mayor facilidad al dinero y usarlo
para hacer compras.
Eso genera a su vez que, en el caso de Estados Unidos, el dólar pierda valor.
Las tan bajas tasas de interés en el mundo desarrollado determinan una rentabilidad poco atractiva de la deuda que emiten esos gobiernos, por lo que los inversores se ven atraídos por las economías emergentes.
Por tanto, países como Brasil reciben un importante flujo de capitales al país (dólares) al mismo tiempo que se continúa expandiendo su economía.
Esos capitales buscan posicionarse en títulos de deuda en reales, lo que hace apreciar la divisa frente al dólar.
- "Es como una especie de herencia internacional.
- Estados Unidos traslada los problemas y pagan los platos rotos las economías pequeñas
y
sus sectores de mayor valor agregado", dijo a El País el economista Alfonso Capurro, de CPA/Ferrere.
Una moneda local apreciándose
- afecta la rentabilidad de los exportadores,
- que pagan costos en su moneda local (sueldos y tarifas) y
- perciben sus ingresos en dólares
.
No todos los sectores son impactados de igual forma, ya que en aquellos donde ha subido el precio internacional (como la agricultura, ganadería o forestación), permiten compensar la diferencia que se genera al recibir dólares que valen menos.
Las mayores dificultades las enfrentan los sectores cuyos precios no han subido tanto e incorporan mayor valor agregado en sus procesos, ya que la mano de obra es más costosa.
Los gobiernos emergentes advierten que
- deben actuar para al menos atenuar ese fenómeno, o de lo contrario
- los productos de su industria se encarecerán en dólares y perderán competitividad.
El director de investigación económica para América Latina de la firma de inversión BCP Securities, Walter Molano, dijo a El País que los efectos de pérdida de competitividad pueden verse a través de la paridad de poder de compra del índice Big Mac de la revista The Economist.
-"El real brasileño, por ejemplo, está 31% sobrevaluado frente al dólar.
- El peso colombiano es 18% más caro que el dólar y
- la lira turca, 4%", indicó.
Días atrás, el ministro de Hacienda brasileño, Guido Mantega afirmó que el mundo está "en medio de una guerra de divisas internacional", que amenaza la competitividad de los productos de su país.
Molano dijo que muchos países emergentes están sufriendo los resultados de las políticas de China, Europa y EE.UU. y que la advertencia de Mantega es un duro recordatorio de las políticas "Beggar-thy Neighbor" aplicadas en la década del 30, que consistían en buscar beneficios para el propio país a expensas de otros.
En aquel entonces, una serie de devaluaciones competitivas a lo largo de Europa fueron acompañadas con severas restricciones al comercio a través de altos aranceles que generalizaron la recesión en EE.UU. y Europa hacia una depresión global.
"Ahora, los gobiernos de los mercados emergentes están haciendo acusaciones similares", dijo Molano.
La Cámara de Representantes de EE.UU. aprobó una ley para presionar a China a que deje subir al yuan más rápido. Si bien el gobierno chino ha flexibilizado su política, el dólar apenas bajó 2% frente al yuan (ver gráfico).
Los analistas aseguraron que China es el único con condiciones para revertir la tendencia al alza de su divisa.

CONTRACARA
Como ocurre en Uruguay, los gobiernos aplican políticas heterodoxas al
- intervenir en el mercado con compras masivas de dólares para evitar que su precio caiga frente a la moneda local.
Algunos, como Brasil, también ponen impuestos al ingreso de capitales especulativos.
Capurro dijo que la historia económica de América Latina muestra que
- sus países no pueden cambiar la tendencia mundial, sino apenas atenuarla.
El analista dijo que el panorama "probablemente no va a cambiar hasta que haya un episodio muy grande a nivel internacional, como fue la caída del (banco de inversión) Lehman Brothers" que llevó a los inversores a refugiarse en el dólar y salirse de los emergentes. Además, señaló que no se ve que los países desarrollados suban sus tasas de interés hasta al menos fines de 2011, según la encuesta de Bloomberg.
El analista Pablo Montaldo dijo a El País que este fenómeno tiene una consecuencia positiva, porque
- "obliga a los gobiernos a ser más cuidadosos con las cuentas públicas".
Se refiere a que se agrava el problema si además del fenómeno natural de pérdida de competitividad el Estado gasta más de la cuenta.
"Es lo que pasa en Argentina, donde el tipo de cambio no se aprecia pero la inflación se dispara", señaló.
MARCELA DOBAL - "El País" - Montevideo - 3-Sep-2010

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