Acaso este gráfico no esté, por motivos de espacio, muy claro. Pero se lo explico.
Procede de esta noticia de The Wall Street Journal, que a su vez lo ha tomado de la consultora Absolute Strategy Research y muestra
- el porcentaje del consumo final que se va a alimentos
Lo encabeza
- Azerbaiyán, con más de un 50%, seguido de
- Bielorrusia, Marruecos, Argelia, Jordania, Ucrania y Egipto.
En todos esos países,
- más del 40% del consumo final se va a los alimentos.
Así que tal vez sea algo más que una coincidencia que
- en Marruecos, Jordania y, evidentemente, Egipto,
- hayan estallado manifestaciones prodemocráticas.
Normalmente, las dictaduras descansan en buena medidas sobre la idea de
- “después de mí, el caos”.
O, lo que es casi lo mismo,
- “yo os garantizo el bienestar”.
Véase, si no, el caso de China. Sólo un dictador absolutamente despiadado, como Sadam Husein o Fidel Castro es
- capaz de mantener a sus ciudadanos bajo control
- cuando las economías de sus países se colapsan
(en el primer caso, por la Guerra del Golfo; en el segundo, por el colapso de la Unión Soviética y de sus subvenciones a Cuba, que excedían los efectos negativos del bloqueo estadounidense).
Acaso ésa sea la clave de la situación en Egipto.
Hace dos semanas, publiqué en la edición impresa de El Mundo (es necesario ser suscriptor para verlo) un artículo sobre
- las tensiones políticas que se avecinaban en el mundo en vías de desarrollo
- por la subida imparable del precio de los alimentos.
Desde China hasta India, las protestas se han sucedido por esta causa, que también han sido tratadas, aunque desde otra perspectiva, en este blog.
Desde entonces, esos precios no han hecho más que subir, subir y subir.
- El trigo vale un 110% más que hace un año;
- el maíz, un 87%;
- la soja, un 59%; y
- el azúcar, un 22%.
El Índice de Precios de los Alimentos que elabora la FAO no hace más que romper récords.
La cuestión ha alcanzado la suficiente entidad como para que Francia, que ejerce la presidencia de turno del G-20, haya fijado como una de las prioridades de ese grupo para 2011
- la lucha contra la especulación en el ámbito de las materias primas, y concretamente
de los alimentos.
Pero son muchos los expertos—y socios del G-20, que creen que Sarkozy ha lanzado esa medida por razones electorales, para atraerse el voto de los agricultores franceses.
Porque, aparentemente, los problemas son más bien de los mercados físicos, no financieros, de materias primas:
- inundaciones en Australia,
- sequías en Argentina y
- un invierno inusualmente seco y frío en gran parte del ‘Cinturón del Maíz’ de EEUU, por ejemplo.
De hecho, EEUU ha limitado la especulación en sus mercados de materias primas (sorpresa, sorpresa, los estadounidenses no siempre son los más liberalizadores), y los precios siguen al alza.
Otros, sin embargo,
- sí ven un componente financiero tras este proceso.
Según esa tesis, en el mundo sobra liquidez. Y eso
- está creando una serie de ‘burbujas’ en los mercados emergentes y
- un claro riesgo de inflación en el mundo desarrollado.
Si es así, pronto pasaremos de preocuparnos por la deflación a hacerlo por la inflación (aviso a navegantes:
- la inflación suele ser pésima para la renta variable; pero
- los Gobiernos de los endeudadísimos países ricos pueden desearla,
- porque con ella el dinero vale menos, y por tanto cae el valor de las deudas descomunales
de Estados, empresas, bancos y particulares, que es la soga que tenemos al cuello en España).
El gráfico con el que cierro este blog, también del Journal, muestra claramente
- esa relación entre liquidez y precios de los alimentos.
En todo caso, esas explicaciones macroeconómicas no sirven para el ciudadano de a pie de esos países.
Procede de esta noticia de The Wall Street Journal, que a su vez lo ha tomado de la consultora Absolute Strategy Research y muestra
- el porcentaje del consumo final que se va a alimentos
Lo encabeza
- Azerbaiyán, con más de un 50%, seguido de
- Bielorrusia, Marruecos, Argelia, Jordania, Ucrania y Egipto.
En todos esos países,
- más del 40% del consumo final se va a los alimentos.
Así que tal vez sea algo más que una coincidencia que
- en Marruecos, Jordania y, evidentemente, Egipto,
- hayan estallado manifestaciones prodemocráticas.
Normalmente, las dictaduras descansan en buena medidas sobre la idea de
- “después de mí, el caos”.
O, lo que es casi lo mismo,
- “yo os garantizo el bienestar”.
Véase, si no, el caso de China. Sólo un dictador absolutamente despiadado, como Sadam Husein o Fidel Castro es
- capaz de mantener a sus ciudadanos bajo control
- cuando las economías de sus países se colapsan
(en el primer caso, por la Guerra del Golfo; en el segundo, por el colapso de la Unión Soviética y de sus subvenciones a Cuba, que excedían los efectos negativos del bloqueo estadounidense).
Acaso ésa sea la clave de la situación en Egipto.
Hace dos semanas, publiqué en la edición impresa de El Mundo (es necesario ser suscriptor para verlo) un artículo sobre
- las tensiones políticas que se avecinaban en el mundo en vías de desarrollo
- por la subida imparable del precio de los alimentos.
Desde China hasta India, las protestas se han sucedido por esta causa, que también han sido tratadas, aunque desde otra perspectiva, en este blog.
Desde entonces, esos precios no han hecho más que subir, subir y subir.
- El trigo vale un 110% más que hace un año;
- el maíz, un 87%;
- la soja, un 59%; y
- el azúcar, un 22%.
El Índice de Precios de los Alimentos que elabora la FAO no hace más que romper récords.
La cuestión ha alcanzado la suficiente entidad como para que Francia, que ejerce la presidencia de turno del G-20, haya fijado como una de las prioridades de ese grupo para 2011
- la lucha contra la especulación en el ámbito de las materias primas, y concretamente
de los alimentos.
Pero son muchos los expertos—y socios del G-20, que creen que Sarkozy ha lanzado esa medida por razones electorales, para atraerse el voto de los agricultores franceses.
Porque, aparentemente, los problemas son más bien de los mercados físicos, no financieros, de materias primas:
- inundaciones en Australia,
- sequías en Argentina y
- un invierno inusualmente seco y frío en gran parte del ‘Cinturón del Maíz’ de EEUU, por ejemplo.
De hecho, EEUU ha limitado la especulación en sus mercados de materias primas (sorpresa, sorpresa, los estadounidenses no siempre son los más liberalizadores), y los precios siguen al alza.
Otros, sin embargo,
- sí ven un componente financiero tras este proceso.
Según esa tesis, en el mundo sobra liquidez. Y eso
- está creando una serie de ‘burbujas’ en los mercados emergentes y
- un claro riesgo de inflación en el mundo desarrollado.
Si es así, pronto pasaremos de preocuparnos por la deflación a hacerlo por la inflación (aviso a navegantes:
- la inflación suele ser pésima para la renta variable; pero
- los Gobiernos de los endeudadísimos países ricos pueden desearla,
- porque con ella el dinero vale menos, y por tanto cae el valor de las deudas descomunales
de Estados, empresas, bancos y particulares, que es la soga que tenemos al cuello en España).
El gráfico con el que cierro este blog, también del Journal, muestra claramente
- esa relación entre liquidez y precios de los alimentos.
En todo caso, esas explicaciones macroeconómicas no sirven para el ciudadano de a pie de esos países.
Ayer, Financial Times explicaba la crisis política que se cierne sobre Jordania utilizando, entre otros elementos,
- “las agudas subidas de productos de primera necesidad como las lentejas, el azúcar
y el aceite”.
En esos casos, cabe recordar el famoso
- “¡Que coman pasteles!”,
atribuido, falsamente, a María Antonieta cuando le informaron que
- el pueblo no podía comprar pan.
Aunque la reina francesa nunca dijo eso, sí es cierto que
- pagó, literalmente, con su cabeza, la percepción de sus súbditos de que
- no le importaba lo más mínimo su sufrimiento.
Si ése es el caso, 2011 puede ser
- un año de revoluciones y de capitulación de regímenes dictatoriales, otra cosa es que
- esos regímenes sean sustituidos por auténticas democracias, lo que dista de estar claro.
- Lo que no hizo la Guerra de Irak
- puede acabar provocándolo el precio del trigo.
- La mantequilla, así pues, podría ser más importante que los cañones.
Pablo Pardo - El Mundo - Madrid - 6-Feb-2011
- “las agudas subidas de productos de primera necesidad como las lentejas, el azúcar
y el aceite”.
En esos casos, cabe recordar el famoso
- “¡Que coman pasteles!”,
atribuido, falsamente, a María Antonieta cuando le informaron que
- el pueblo no podía comprar pan.
Aunque la reina francesa nunca dijo eso, sí es cierto que
- pagó, literalmente, con su cabeza, la percepción de sus súbditos de que
- no le importaba lo más mínimo su sufrimiento.
Si ése es el caso, 2011 puede ser
- un año de revoluciones y de capitulación de regímenes dictatoriales, otra cosa es que
- esos regímenes sean sustituidos por auténticas democracias, lo que dista de estar claro.
- Lo que no hizo la Guerra de Irak
- puede acabar provocándolo el precio del trigo.
- La mantequilla, así pues, podría ser más importante que los cañones.
Pablo Pardo - El Mundo - Madrid - 6-Feb-2011
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