Después llegó el silencio, y no tanto porque callaran a doña Hillary, como porque
- ni Estados Unidos ni la Europa milenaria saben muy bien qué pensar ni qué decir.
- El territorio de la frágil estabilidad ha pateado el tablero y
- las fichas de dominó caen a cada lado de la mesa, sin otra dirección que
- la fuerza de su impulso.
- ¿Qué está ocurriendo en esa explosiva zona del mundo?
Lo primero, sin duda, es que
- se acabó definitivamente la guerra fría.
Es decir, los restos que quedaron del muro de Berlín, repartidos en viejas dictaduras socializantes huérfanas de referentes desde la caída soviética,
- están culminando su final de la historia.
Se acaba un tiempo que
- nació al albur de ideas de izquierdas y del panarabismo nacionalista, y
cuyas tiranías aguantaron algunas décadas más porque
- los tiempos árabes son tiempos más lentos.
- Se rehicieron alianzas,
- Occidente miró hacia el otro lado de la jaima de Gadafi,
- las dictaduras continuaron y en las pobladas calles de jóvenes sin expectativas,
- fue cuajando el desaliento.
Todo lo que ocurre
- los tiempos árabes son tiempos más lentos.
- Se rehicieron alianzas,
- Occidente miró hacia el otro lado de la jaima de Gadafi,
- las dictaduras continuaron y en las pobladas calles de jóvenes sin expectativas,
- fue cuajando el desaliento.
Todo lo que ocurre
- tiene que ver con nosotros.
- Fuimos los colonizadores contra los que lucharon
- los primeros islamistas de los Hermanos Musulmanes y
- los jóvenes socialistas de las primeras revoluciones.
Después la URSS tuteló con su mortífera sombra a las dictaduras alienadas en su lado de la frontera, y el desaliento aumentó, porque
- si los viejos colonizadores despreciaban a las gentes,
- los nuevos socialistas, las tiranizaban.
Y
- ni unos ni otros resolvían los problemas.
Y cuando todo acabó,
- Occidente continuó dando la mano a los viejos tiranos, porque
- nuestro bienestar pasaba por su estabilidad,
- aunque fuera la estabilidad del hierro impuesto.
A pesar de todo,
- esas dictaduras de corte laico, nacidas al albur de ideas revolucionarias,
- daban algo de oxígeno, y así nacieron
- las clases medias, los intelectuales críticos y las mujeres emancipadas.
Pero también
- nació la rabia de la falta de expectativas, y
- con las ideas occidentales en la cuneta de los fracasos,
el islamismo fue creciendo,
- fue imponiéndose en las universidades y en los sindicatos,
- fue ocupando los barrios de la pobreza y las calles de la protesta, y
hoy
- nadie sabe cuánta fuerza tiene, pero
- tiene la mayor fuerza que ha tenido nunca.
Si añadimos que
- las dictaduras teocráticas resisten y
- promocionan con millones de euros las ideas medievales fanáticas,
- acompañadas de grandes medios de comunicación,
- el tsunami de la zona puede resultar catastrófico.
En cualquier caso,
- nada será como ha sido, pero
- tampoco sabemos cómo será.
Lo único que sabemos con certeza es que
- "socialismo frente a capitalismo" ha acabado su andadura histórica.
- ¿Empieza ahora el capítulo "modernidad contra islamismo"?
Esa es la cuestión que
- ni sabemos responder,
- ni nos atrevemos a preguntar.
Pilar Rahola - La Vanguardia - Barcelona - 24-Feb-2011
- Fuimos los colonizadores contra los que lucharon
- los primeros islamistas de los Hermanos Musulmanes y
- los jóvenes socialistas de las primeras revoluciones.
Después la URSS tuteló con su mortífera sombra a las dictaduras alienadas en su lado de la frontera, y el desaliento aumentó, porque
- si los viejos colonizadores despreciaban a las gentes,
- los nuevos socialistas, las tiranizaban.
Y
- ni unos ni otros resolvían los problemas.
Y cuando todo acabó,
- Occidente continuó dando la mano a los viejos tiranos, porque
- nuestro bienestar pasaba por su estabilidad,
- aunque fuera la estabilidad del hierro impuesto.
A pesar de todo,
- esas dictaduras de corte laico, nacidas al albur de ideas revolucionarias,
- daban algo de oxígeno, y así nacieron
- las clases medias, los intelectuales críticos y las mujeres emancipadas.
Pero también
- nació la rabia de la falta de expectativas, y
- con las ideas occidentales en la cuneta de los fracasos,
el islamismo fue creciendo,
- fue imponiéndose en las universidades y en los sindicatos,
- fue ocupando los barrios de la pobreza y las calles de la protesta, y
hoy
- nadie sabe cuánta fuerza tiene, pero
- tiene la mayor fuerza que ha tenido nunca.
Si añadimos que
- las dictaduras teocráticas resisten y
- promocionan con millones de euros las ideas medievales fanáticas,
- acompañadas de grandes medios de comunicación,
- el tsunami de la zona puede resultar catastrófico.
En cualquier caso,
- nada será como ha sido, pero
- tampoco sabemos cómo será.
Lo único que sabemos con certeza es que
- "socialismo frente a capitalismo" ha acabado su andadura histórica.
- ¿Empieza ahora el capítulo "modernidad contra islamismo"?
Esa es la cuestión que
- ni sabemos responder,
- ni nos atrevemos a preguntar.
Pilar Rahola - La Vanguardia - Barcelona - 24-Feb-2011
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