jueves, 3 de noviembre de 2011

Papandreu, ¿el Kirchner griego?

El lunes por la tarde, Yorgos Papandreu conmocionó a media Europa al anunciar que someterá a un referéndum los acuerdos cerrados por los líderes europeos la semana pasada en Bruselas.

La medida
cayó como un jarro de agua fría tanto en los mercados como en las cancillerías, que pocos días antes respiraban con cierto alivio tras meses de tensión.

La pregunta más escuchada desde entonces ha sido,
- ¿Qué le pasa a Papandreu?
- ¿Se ha vuelto loco?
- ¿Qué ha llevado al líder heleno a comprometer el frágil acuerdo por el que se decidió
perdonar a Atenas el 50% de su deuda?
- El problema político no está en consultar a los ciudadanos
,

para lo que de hecho ha habido mucho tiempo en los últimos meses,
- sino comprometer en un momento crítico la situación de un país que depende en gran medida de la ayuda exterior para hacer frente a las nóminas y el pago de los servicios sociales.
La UE, para empezar, ya ha bloqueado las ayudas.
Un referéndum sobre el que, además, existen algunas dudas legales.
- El anunció de la consulta es una decisión política, no económica,

de Papandreu y de su grupo más cercano, que no de su Gobierno. Muy pocos sabían lo que iba a ocurrir.
Los socios de la UE aseguraron no estar al tanto, pese a que Papandreu dice lo contrario, y por no saberlo no lo sabía ni el ministro de Finanzas, Evangelos Venizelos, que ayer estuvo hospitalizado por lo que en un principio se pensó que era apendicitis.
Ayer, el gabinete heleno estuvo reunido hasta la madrugada para intentar frenar la revolución interna en el PASOK, después de que dos diputadas, Milena Apostolaki y Vaso Papandreu, amenazaran con dejar el grupo parlamentario (dejando en una exigua mayoría a Papandreu) y media docena más pidiera la renuncia del primer ministro.
- ¿Qué ha ocurrido en apenas cuatro meses para que los diputados del PASOK hayan pasado
de amenazar con dimitir si se aprobaban medidas de ajuste a hacerlo por casi lo contrario?

1) Papandreu, miembro de la gran saga política del país, no quiere ser recordado como el hombre que entregó Grecia a los eurofuncionarios.
No más de lo que ya ha hecho. Desde que nada más llegar al poder denunciara las cuentas falseadas del gobierno anterior,
- Papandreu ha querido ser el salvador de una nación acorralada.
- Negociando con los acreedores,
- discutiendo con los líderes europeos y, a veces,
- adoptando decisiones incomprensibles.
En 15 de junio de este año el primer ministro ya descolocó a todo el mundo, dentro y fuera del país.
En una jornada de lo más extraña, y sin un desencadenante concreto, propuso a Nueva Democracia, el principal partido de la oposición, que lidera Antonis Samaras,
- disolver su gabinete y formar un Gobierno de coalición para sacar adelante el plan de
ajuste más duro de la historia reciente.
Papandreu no tenía necesidad, puesto que contaba, en principio, con votos suficientes para superar el trámite parlamentario. Pero, según fuentes de su entorno más cercano,
- quería diluir su responsabilidad antes de "hipotecar" el país para las siguientes generaciones.

Después de horas de negociación, y tras negarse Samaras a aceptar los términos del PASOK, que en gran medida suponían liberar de la gran decisión al primer ministro, la propuesta quedó en nada.
Aunque Bruselas apuntó la matrícula.


2) La presión social.
Hasta ahora, Papandreu ha soportado relativamente bien la presión social, interpretando las manifestaciones y huelgas como una reacción comprensible en tiempos difíciles.
Pero miembros del ejecutivo heleno explican que el primer ministro ha aceptado ya que
- es imposible gobernar un país que está en permanente "estado de guerra", por lo que
- ha optado por dejar la decisión en manos del pueblo.
- "En un asunto que condiciona el futuro del país, el ciudadano tiene que tener la primera
palabra”,
dijo el lunes.
Grecia lleva meses encadenando
- protestas,
- huelgas continuas (incluyendo más de una decena de paros generales),
- parálisis en los transportes y
- un creciente nivel de indignación.

Y el crédito político de Papandreu es mínimo.
Tras la aprobación parlamentaria de las medidas impuestas por la Troika tuvo que nombrar ministro de Economía a uno de sus grandes rivales, Evangelos Venizelos, sin experiencia financiera o en Bruselas pero hombre fuerte del partido socialista, para cerrar filas.
Ahora, sin embargo, ni Venizelos es suficiente.
El primer ministro está empezando a sentir muy de cerca la presión social.
Aunque las encuestas señalan que
- los griegos quieren seguir siendo, de forma mayoritaria, miembros de la UE y del euro, l
- la oposición a los planes de ajuste y a la quita es muy significativa.
Ahora mismo,
- menos de un 25% de los ciudadanos aprueba su gestión.
- Es, además, el líder menos valorado.
Además, dos hechos han descolocado al Ejecutivo.
El pasado domingo, un día antes de anunciar el referendum,
- Papandreu fue increpado duramente por los pasajeros de un avión mientras volvía de Creta. Y dos días antes, el 28, fiesta nacional de Grecia,
- el desfile militar de Salónica estuvo marcado por los reproches y abucheos y enfrentamientos del público con los cargos del PASOK y al presidente del país, Carlos Papulias.

3) Las condiciones del acuerdo.
El plan de recorte de la deuda griega fue recibido con alivio por los estados miembros y los mercados, que cerraron en verde el viernes pasado. Sin embargo,
- aunque podría evitar el default del país, e incluso sea la única opción,
- la quita repercutirá con fuerza en los ya debilitados bancos helenos y su fondo nacional
de pensiones, que tendrían hasta 100.000 millones de dólares invertidos en bonos soberanos
.
"La ganancia neta máxima, si todo va bien, será de más de 60.000 millones de euros", señalan fuentes del PASOK.
- "No demasiado y desde luego no lo suficiente como para hacer viable la deuda de nuevo, especialmente si la recesión continúa".
Las mismas fuentes consideran inevitable
- una salida a corto plazo de la zona euro si sale adelante.
Pese a ello, en realidad, el referéndum convocado por Papandreu
- no es (sólo) sobre el plan acordado en Bruselas de recorte de deuda,
- ni sobre la permanencia en el euro (que también).
Aunque sea sólo porque el plan del pasado jueves no resistirá hasta diciembre o enero, cuando debiera ser votado por los griegos. Ni la UE ni el FMI lo permitirán.
Los analistas helenos, e incluso alguno de los ministros, dicen en público que
- el referéndum es inviable y es casi imposible que se lleve a cabo.
Lo ven no como un intento de Papandreu de
- aumentar la democracia, de dar la palabra al ciudadano,
- sino de eludir sus responsabilidades.
La rebelión en el PASOK se ha disparado en los últimos dos meses. Si Papandreu convocó, además del referéndum, la moción de confianza del próximo viernes fue, en gran medida, para cubrirse las espaldas.
Los disidentes de su partido, a los que desde ayer se tacha de "traidores", y la oposición, le concedieron un plazo no escrito: hasta el acuerdo del próximo jueves.
Cumplido el mismo, las opciones que le planteaban era
- la dimisión o
- la formación de un gobierno técnico hasta la puesta en marcha de todos los planes de ajuste,
paso previo a la convocatoria de elecciones anticipadas.
Y por ello lanzó el órdago.
- Si lo pierde, y fuentes cercanas al propio Gobierno lo ven muy posible, podrá presentarse
como "víctima".
- Si lo supera, puede ganar tiempo.
Papandreu es hijo y nieto de primeros ministros. Nació y se educó en EEUU y Reino Unido y durante los 90 ocupó las carteras de Exteriores y Educación.
En octubre de 2009, con dos años de crisis cumplidos, ganó las elecciones. Y desde entonces todo han sido disgustos para él.
- Su última gran apuesta, la que puede ser definitiva, es política.
- Si el resultado del referéndum es SÍ, Papandreu tendrá crédito y
- sobre todo legitimidad para seguir adelante con las medidas,
- aceptar la quita y empezar casi de cero hasta los siguientes comicios.
- ¿Qué ocurriría si saliese el NO?
Papandreu tendría dos grandes opciones.
- Dimitir o
-
presentarse como el hombre que no aceptó el chantaje de los especuladores y defendió la soberanía helena.
El país podría verse obligado a
- dejar el euro,
- retomar el dracma y
- sufriría una dolorosa devaluación, pero
- la troika no impondría sus condiciones de la misma manera.
No es un escenario deseable, pero tampoco imposible.
Argentina vivió una situación similar
a principios de siglo.
El deterioro de la situación económica condujo al famoso corralito de 2001, (una restricción del dinero en cuentas corrientes de los ciudadanos para evitar un colapso financiero) durante el Gobierno de Fernando de la Rua y a la elección como presidente en 2003 de Néstor Kirchner.
Kirchner encabezó las negociaciones con los organismos internacionales (FMI, Banco Mundial), y, tras cuatro años,
- terminó el canje de deuda argentina, uno de los más grandes en la historia económica
hasta entonces
- ¿Puede ser Papandreu el Kirchner griego?
- No es probable. Papandreu no tiene su carisma , ni su retórica populista, si la misma
fuerza para pelear.
Es un hombre educado en Harvard y la London School of Economics,
- más próximo por formación a la gente con la que debe negociar que a la que representa.
El año pasado, durante una cumbre entre América Latina, el mandatario griego coincidió con Cristina Fernández de Kirchner, con la que estuvo intercambiando experiencias.
La presidenta argentina mostró entonces su desacuerdo, una vez más con las recetas clásicas del FMI, las que se aplicaron en su país y, en cierto modo, también en Grecia. Y así se lo dijo a él.
"Tenemos que entender en estos momentos de crisis tan profunda la necesidad de redefinir conceptos, políticas y conductas. Tenemos que cambiar porque la forma en que nos hemos conducido hasta ahora no nos ha dado buenos resultados. Es hora de cambiar", insistió entonces.
El FMI no ha cambiado y Grecia afronta retos similares a los de Argentina.
El Gobierno heleno es una patata caliente, y aunque todos culpan a Papandreu, no muchos querrían estar en su puesto ahora.
- Papandreu no es Kirchner, pero
- tampoco lo son Antonis Samaras o Venizelos.
El futuro de Grecia con quita es muy sombrío y

- mucho más duro de lo que en la UE se admite.
Pero el futuro, si llegan a la bancarrota,

- es completamente negro.
Pablo Rodríguez Suanzes - El Mundo - Madrid - 2-Nov-2011


Europa entera baila el sirtaki
Si yo fuese Angela Merkel, que parece ser la que manda, cambiaría el himno de Europa -consumado pero no rato- para darle más actualidad, y, en vez de utilizar el cuarto movimiento de la 9.ª Sinfonía de Beethoven, que, coronado con la letra de Schiller, constituye la cima de la música y de la cultura europea, haría oficial el sirtaki, de Mikis Theodorakis, aquel que bailaban Anthony Queen y Alan Bates en las escenas finales de Zorba el griego.
Y es que al final, como por arte de magia, todos los europeos estamos bailando un monumental sirtaki, aunque sin contar con Irene Papas en el reparto, Kazantzakis en el argumento y Cacoyannis en la dirección.
En medio de la crisis, y rodeados por un discurso político y mediático ramplón y desnortado, resulta terrible constatar que

- a Merkel y Sarkozy se les van las cosas de las manos,
- las instituciones están arrumbadas y desprestigiadas, y
- cuando una pequeña luz parece iluminar el túnel, viene Papandreu, que a pesar de ser
griego no debió de leer a Aristóteles, y
- pone al pueblo a gobernar.
Es la conversión de
- la democracia parlamentaria y representativa, con sus tres poderes,
- en una caótica asamblea.
Y es
- el abandono de la política y sus excelencias para echarnos -encandilados
o desesperados-
- en brazos de la demagogia.
- O sea, ¡un desastre!
Para que la UE llegase hasta aquí fueron necesarias tres cosas:

- Un desbarajuste político cada día mayor,
que nadie quiere afrontar en serio ni dentro de las instituciones;
- Un nacionalismo rampante,
que, haciéndonos olvidar que vivimos en un mundo de leones, nos tienta a ser otra vez cabezas de ratón; y
- Un estúpido y catastrofista discurso económico,
basado en que el 1,5 % de la economía de la UE es suficiente para hundir el mundo entero y el sistema solar.
Lo que estamos haciendo con Grecia es como vivir en un palacio y darle al niño la brocha y el bote de pintura para que no llore, y lamentarnos después, duramente, al ver que todas las sedas y obras de arte han sido embadurnadas.
Por si algo faltaba,

- el sistema mediático europeo parece haberse apuntado también a la catástrofe,
de tal manera que, cualquiera que sea la bobada que profetiza un político, un financiero, un economista o un indignado, y sin preguntar para nada por su solvencia política y sus conocimientos técnicos, la conclusión siempre es la misma:
- todo es un desastre y el euro se cae.
Y así llevamos meses y meses metidos en una espiral de irresponsabilidad e indecisión que pone los pelos de punta, mientras
- todos los países tratan de pescar en este río revuelto en el que se ha convertido Europa.
Por eso propongo que
- recuperemos la fe perdida en tiempos de los yuppies y empecemos a hacer novenas
y rogativas.
Porque
- si esto no lo resuelven santa Teresa de Jesús y san Benito,
- menos lo van a hacer Merkel y Sarkozy.
Xosé Luis Barreiro Rivas - La Voz de Galicia - Sgo. de Compostela - 3-Nov-2011

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