La crisis que puede fortalecer a Cameron
Repercusiones políticas del vandalismo en Londres y otras ciudades británicas
Disturbios favorecen a los gobernantes conservadores, pero el actual está aún mejor posicionado
Cuando ocurre una crisis, se dice habitualmente que
- sus consecuencias políticas dependen de cómo ésta se "maneje".
- ¿El Primer Ministro fue rápido en reconocer el problema?
- ¿Se adelantó a los hechos con un plan de acción?
- ¿Hubo una estrategia comunicacional para calmar a los votantes inquietos?
Si es así,
- este tipo de análisis funciona, y él recoge los inesperados beneficios políticos.
Si no, sufre.
En realidad,
- el mal manejo de las crisis puede costar vidas y votos.
Pero la historia indica que
- el verdadero sentido político está en si -o cómo- los hechos cambian a la opinión pública.
Gordon Brown -el Premier que antecedió a David Cameron-
- manejó la crisis financiera con destreza, pero
- sólo obtuvo el 30% de los votos en las elecciones generales de 2010.
En 2000, el gobierno laborista
- manejó mal las protestas por el impuesto a los combustibles;
- el país caminó a medias durante una semana, pero
- el partido ganó la reelección nueve meses más tarde.
Gran Bretaña no giró hacia el thatcherismo en los 80 sólo porque el Premier laborista James Callaghan (1976-1979)
- se hubiera equivocado al tratar de controlar el levantamiento industrial de 1978,
sino porque
- esa crisis colmó la paciencia de la ciudadanía.
Y así llegamos a esta última crisis.
David Cameron no va a sufrir estos días las consecuencias políticas de los disturbios que desde el 6 de agosto han devastado partes de Londres.
Es poco probable que el electorado lo condene por seguir de vacaciones en la Toscana hasta que los infiernos urbanos lo obligaron a regresar.
Ni lo van a premiar por convocar al Parlamento apenas volvió.
Lo que importa es
- si el debate político ha cambiado en forma favorable para un Primer Ministro conservador.
- Hay motivos para creer que así ha sido.
En primer lugar,
- sólo un liberal muy estrecho de miras podría negar que
- el debate entre libertad y orden se ha vuelto más favorable para el Premier.
Para los tories será más fácil establecer sus ya populares argumentos sobre la delincuencia, como que
- la debilidad es más provocadora para los sinvergüenzas que el autoritarismo.
La vigilancia del orden público se podría llegar a discutir tan acaloradamente en el Parlamento como cualquier tema sobre los servicios públicos. Es curioso que no se esté haciendo ya.
Las encuestas son claras:
- la delincuencia es una preocupación más importante para el electorado que la educación.
En segundo lugar, y más especulativamente,
- el contragolpe podría extenderse más allá de la delincuencia e incluir temas como el
bienestar social.
La izquierda implora que la ciudadanía considere las causas de los disturbios, pero
- debería tener cuidado.
Los votantes podrían concluir que
- las causas de fondo no son la pobreza, la discriminación y la austeridad,
- sino la dependencia del bienestar, los hogares rotos y el nihilismo moral.
Hay un elemento que puede indicar la amplitud de la reacción popular.
El gobierno tiene un polémico plan que limita los beneficios habitacionales que pueden solicitar las personas, una política que según los críticos
- obligará a muchos pobres a irse de Londres.
Si las manifestaciones hacen que
- la ciudadanía endurezca su actitud hacia el bienestar social,
- la política podría ser popular.
- Si no, podría ser considerada como el tipo de medidas divisivas que aviva los disturbios.
Considerar a
- los beneficiarios políticos de "sufridos" es una insensatez.
Pero el patrón es claro:
- los desórdenes tienden a reforzar a la derecha.
Margaret Thatcher ganó las elecciones después que Brixton y Tottenham ardieron en los 80. Ciudades y campus universitarios estadounidenses fueron devastados a fines de los 60; Richard Nixon fue elegido y reelegido.
Podría esperarse que los disturbios de esta semana jugaran a favor para cualquier Primer Ministro tory . Pero el actual está inusualmente bien posicionado para beneficiarse.
Como Cameron ha recordado en los últimos días, él lleva años hablando de deterioro social.
El tema principal de su liderazgo cuando era oposición
- no fue lo verde (una moda anterior) o la austeridad,
- sino un tipo de conservadurismo cultural despojado de religiosidad y prejuicios pasados de
moda sobre la raza y la sexualidad.
Muchas veces
- mostró su angustia por las comunidades irritadas y
- la supuesta muerte de la "responsabilidad", su palabra preferida.
Su mentor fue Michael Howard, un secretario del Interior legendariamente duro, y que se convirtió sólo tardíamente a la causa de la "modernización" tory .
- No es el liberal al estilo de "todo está permitido" como aparece en las caricaturas.
Cameron dejó de lado algo de su conservadurismo por el bien de la coalición de gobierno que tiene con los liberales demócratas.
Pero estos últimos aún son un útil freno a sus instintos: es poco probable que haya una reactivación de sus políticas tributarias pro matrimonio, por ejemplo.
Pero es un Cameron más fuerte, más moralizador el que está surgiendo de las manifestaciones, una personificación que no se ha visto desde que asumió como Primer Ministro.
Es probable que
- haga de las políticas como la reforma al bienestar social una parte más importante de su
discurso de gobierno.
El 10 de agosto, Cameron describió áreas de Gran Bretaña como
- "no sólo fracturadas sino francamente enfermas" y pidió
- un "código más claro de valores y normas por las que esperamos que se rijan las personas".
A los liberales, comprensiblemente, les preocupará todo esto.
Pero en el fondo,
- esto es lo que Cameron realmente es.
- Después de los disturbios, también podría ser lo que su país quiere.
Opinión - El Mercurio - Sgo. de Chile - 12-Aug-2011
¿Arriesgará Obama su reelección para arreglar la economía?
Estados Unidos enfrenta la tarea de reducir su déficit fiscal
Alguna vez dijo que prefería un periodo bueno a dos mediocres.
¿Habló en serio?
Hace un año y medio, el Presidente Obama dijo que preferiría ser un buen Presidente de un solo período que uno mediocre de dos períodos.
Ahora, luego de una de sus semanas más difíciles desde que asumió el poder, Obama se acerca a una decisión sobre si realmente se proponía eso.
- ¿Está dispuesto a tratar de suministrar la desagradable medicina que podría ayudar a
arreglar la economía en el largo plazo, aun cuando eso signifique dañar sus posibilidades para
la reelección?
- "El problema de Obama es que EE.UU. o ya está en un precipicio o va hacia éste",
dijo David Rothkopf, funcionario del Departamento de Comercio en la gestión de Clinton.
"Si es fiel a su compromiso de ser
- más bien un Presidente de un solo período, entonces ésta es la prueba de carácter".
Obama, sostiene Rothkopf, tiene que concentrarse durante los próximos 18 meses en lograr que
- la economía retome el camino en el largo plazo, aun cuando
- eso signifique insistir en recortes presupuestarios impopulares, lo que incluye
- las reducciones reales en el seguro social, otros programas sociales y las fuerzas armadas.
Charlie Black, ex asesor de John McCain, concuerda con el demócrata, asegurando que
- Obama "tiene dos grandes problemas": el desempleo y el déficit presupuestario.
"Francamente,
- no hay nada que él pueda hacer sobre los empleos ahora, pero
- ayudaría si se logra controlar el déficit, y para eso
- hay que reformar los programas sociales".
Un asesor demócrata del Presidente, que pidió el anonimato, precisó:
- "Él tiene que estar dispuesto a hacer lo que debe hacer sin importar las consecuencias".
Hasta ahora, según funcionarios de la Casa Blanca,
- Obama ha puesto al país por sobre la campaña,
- cancelando varias recaudaciones de fondos cuando el debate por la deuda se prolongaba sin fin. Tampoco
- les estaría haciendo el quite a las opciones políticamente desagradables,
al mostrarse dispuesto a
- hacer recortes en las prestaciones y programas regalones de los demócratas.
Pero Obama
- tampoco ha descuidado su campaña de reelección.
El lunes asistió a dos recaudaciones en Washington, en una de las cuales describió su reelección como un "proyecto inconcluso", y hoy irá a Michigan para recordar que su programa de rescate ayudó a salvar la industria automotriz. Y el martes realizaría "una gira económica en bus" por Illinois, Iowa y Minnesota.
Helene Cooper - El Mercurio - Sgo. de Chile - 12-Aug-2011
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