viernes, 5 de agosto de 2011

EE.UU.: ¿Tiempo de una "doble caída"?

Análisis del difícil momento de la principal potencia mundial
- Un pésimo acuerdo sobre la deuda,
- aumento de temores sobre una recesión y
- el peligro de un estancamiento de largo plazo:
- la economía estadounidense luce desoladora.

Ésta debería haber sido una buena semana para los Estados Unidos.
Los líderes del país al final lograron una medicina ridículamente irresponsable llena de bravuconadas fiscales,
- removiendo la amenaza de un Armagedón financiero global al acordar elevar el techo de

la deuda fiscal.
- Lejos de haber producido un alivio,
- los inversionistas están nerviosos.
- Los mercados accionarios alrededor del mundo se han desplomado.
El 2 de agosto, el día que el acuerdo de la deuda fue firmado, el índice S&P 500 vio su mayor caída diaria en un año, y los rendimientos en los Bonos del Tesoro a 10 años cayeron a 2,6%, su menor nivel en nueve meses, a medida que los inversionistas buscaban refugio.
No todo tiene que ver con Estados Unidos:
- la Eurozona es un lío y
- las manufacturas parecen estar desacelerándose por doquier.
Pero
- las perspectivas para Estados Unidos súbitamente se han oscurecido.
Las revisiones estadísticas
y nuevas cifras negativas han revelado
- un debilitamiento más frágil del que se había asumido.
Una vez que entra en caída,
- una economía fácilmente puede regresar a la recesión,
- particularmente si es golpeada por un nuevo shock ,
- como probablemente ocurrirá con Estados Unidos,
que gracias a
- una fuerte dosis de ajuste fiscal producto del acuerdo de la deuda
- empeorará las cosas.
Las probabilidades de una nueva recesión el año que viene
- son desagradablemente altas,
- quizás tan elevadas como 50%.
La recuperación de Estados Unidos tras una recesión que golpeó los balances siempre se consideró que debería ser lenta y frágil.
Y sus males
- no cayeron sobre la economía mundial
- gracias a la fortaleza de los mercados emergentes.
Pero
- el sinsentido del acuerdo de la deuda,
-especialmente por su incapacidad de hacer frente a cualquiera de las verdaderas fuentes

de los problemas fiscales del país, como los gastos en privilegios-
- plantea una preocupación mayor.
- ¿Se podrá confiar que los políticos del país,
- tan polarizados y tan deseosos de jugar con la economía,
- no conviertan lo que siempre fue un período de inevitable dureza en
- un estancamiento de largo plazo?

Las cifras empeoran
Comencemos por el estado de la recuperación.
El 29 de julio el gobierno publicó estadísticas revisadas del PIB de los últimos años. Éstas mostraron que
- la recesión en 2008 fue más profunda de lo que se había pensado, y
- la subsecuente recuperación fue plana.
- La producción aún no recupera su peak previo a la recesión.
- Y la frágil recuperación está decayendo.
El año pasado la producción creció apenas 1,6%, muy por debajo de lo que la mayoría de los economistas consideran
- debería ser la tasa de crecimiento subyacente de la economía, y
- a un ritmo que en el pasado casi siempre ha sido seguido de una recesión.
En los últimos seis meses Estados Unidos ha logrado un crecimiento anualizado de apenas 0,8%.
Factores temporales
han jugado algún rol en esto.
- El aumento en el precio del petróleo afectó el gasto de los consumidores.
- El terremoto de Japón interrumpió la cadena de suministro.
Pero la economía en general
- está ahora tan débil que
- tomará mucho tiempo recuperar el crecimiento a una tasa razonable
.
Y hay señales de que

- los shocks temporales pueden haber dejado daños más permanentes
- en la psiquis de las empresas y los consumidores.
Es por eso que las nuevas cifras son tan desconcertantes.
- El gasto de los consumidores cayó en junio;
- la confianza de los consumidores se hundió en julio, como también
- las órdenes de manufacturas.
Por supuesto, éstas son fotografías muy incompletas e iniciales, pero
- la probabilidad de una nueva recesión el próximo año,
que hace sólo un mes se veía relativamente pequeña,
- se ha incrementado de manera alarmante.
- Si esto ocurre, entonces
- los políticos estadounidenses tendrán que cargar con buena parte de la responsabilidad.
- Su receta para una economía debilitada es
- una larga dosis de austeridad.
Gracias al término
en diciembre de
- créditos tributarios para los salarios y la extensión de beneficios de desempleo,
- Estados Unidos está en curso de una contracción fiscal de alrededor de 2% del PIB en 2012,
- la mayor entre las grandes economías, y
- suficiente para arrastrar a una economía debilitada hacia una recesión.

La Fed: la única que puede evitar el daño
El acuerdo de la deuda, que implica sólo modestos nuevos recortes en el corto plazo, no es directamente responsable por esto.

Pero
- el Congreso podría, y debería,
- detener esta trayectoria potencialmente ruinosa.
Hay un acuerdo que habría que alcanzar:
- mantener el gasto en el corto plazo, con énfasis en
- inversiones de infraestructura que se necesitan mucho, como también
- extender los recortes temporales de impuestos, a cambio de
- grandes reducciones del déficit en el mediano plazo,
- centrado en los privilegios y reformas tributarias.
Pero

- el Congreso hizo precisamente lo opuesto.
¿Tiene que ser todo así? No necesariamente.
Barack Obama o alguno de sus oponentes republicanos aún podría
- tener el coraje de decir la verdad sobre la economía estadounidense

- en la elección presidencial del próximo año.
Pero dada
- la actual inutilidad de los políticos,
- la única institución con el poder de evitar el daño es la FED.
Con
- las tasas de interés tan bajas, eso significa
- más facilidades cuantitativas (o QE, por sus siglas en inglés).
- Imprimir más dinero es justificado en las actuales circunstancias, pero
- aún es una herramienta que ofrece retornos muy bajos.
- Una ayuda fiscal habría sido mucho mejor.
The Economist - El Mercurio - Sgo. de Chile - 5-Ago-2011

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