jueves, 25 de agosto de 2011

El toro por las astas

Acosado por una ola de violencia como no se veía desde los estallidos sociales de los años 80, el gobierno británico estuvo semanas atrás al borde del desastre total.

Sin embargo, el primer ministro David Cameron logró, tras ciertas vacilaciones iniciales, reinstaurar finalmente el orden en el país.

Pero por encima del hecho puntual, las palabras y las acciones del líder británico han puesto el dedo en la llaga sobre
- varios temas de lacerante actualidad en las sociedades modernas.
"Hay un problema inmenso en nuestra sociedad,
- con chicos que crecen sin saber la diferencia entre lo bueno y lo malo",
afirmó Cameron en su primera comparecencia pública.
"Es un problema que debe enfrentarse con urgencia, con acciones relacionadas con
- la disciplina en las escuelas,
- las familias,
- la lucha en contra de las bandas callejeras, y
- un sistema judicial eficiente".
"Esto
- no tiene que ver con la pobreza,
- sino con la cultura, una cultura que
- alaba la violencia,
- muestra falta de respeto por la autoridad, y
- habla siempre de derechos, pero
- nunca de responsabilidades".
El amable lector no podrá negar que estas palabras tienen mucho sentido tanto para la actualidad social de Gran Bretaña, como para
- lo que sucede en un pequeño país de América del Sur,
atribulado por
- una descontrolada ola de inseguridad que no encuentra reacción en las autoridades.
Y a la hora de analizar la respuesta oficial ante estos problemas, no es descabellado comparar la actitud del gobierno de Cameron para enfrentar su problema interno, con la que vienen teniendo los últimos gobiernos uruguayos.
Empecemos por lo más práctico.
En Gran Bretaña se decidió "tomar el toro por las astas" y lo primero que se buscó fue
- una respuesta policial contundente y ejemplarizante.
- Se lanzó masivamente a la policía a las calles,
- se autorizaron medidas excepcionales en materia represiva, y
- se puso a trabajar al Poder Judicial a un ritmo vertiginoso, para que
- esa represión legal fuera con todas las garantías que ofrece un Estado de Derecho.
También se fue a fondo con el urticante tema de las "redes sociales" y
- la impunidad que ellas brindan a los inadaptados.
"El libre flujo de información puede ser usado para bien, pero cuando hay gente que usa las redes sociales para la violencia,
- hay que detenerlos",
dijo Cameron, quien impulsó incluso cortar los servicios de Internet en determinados momentos para frenar el desorden.
Y los servicios de inteligencia policial
- detuvieron a más de 1.500 personas por instigar a la violencia en la red.
Pero más interesante que esto son

- las diferencias del enfoque intelectual del problema que ha impulsado el gobierno británico, - y que contrastan en mucho con lo que se ve por aquí.
Por ejemplo,
- el eje puesto en la defensa de las víctimas de estos fenómenos.
Cameron, en acuerdo con su principal rival político, el laborista Ed Miliband,
- impulsó la creación de un fondo de más de 30 millones de dólares para asistir a los afectados
por la ola de violencia,
y

no dejó dudas de que es a ellos a quien debe priorizar el gobierno, por ser
- el eslabón realmente más débil de todo el fenómeno.
Y, sobre todo, el descarte de las justificaciones causalistas para fenómenos que
- no tienen razón de ser en un país del primer mundo.
- Ni deberían tenerlas tampoco en otro que tiene un desempleo del 5%, pero
- donde los delitos violentos crecen sin freno.
Lo de Cameron no es nuevo.

Meses atrás en un foro en la ciudad de Munich que abordaba el tema del terrorismo, ya planteaba algunos de estos aspectos,
- al criticar el relativismo moral en que han caído las sociedades occidentales,
ante visiones que parecen señalar que
- todo es igual,
- todo es correcto, y que
- todo es permisible y digno de respeto.
- "Hemos desarrollado sociedades demasiado pasivas y tolerantes que parecen mostrar
- una exagerada neutralidad entre los diferentes valores",
sostuvo el líder británico.
"Necesitamos fomentar
- un liberalismo más activo y muscular,
- que crea en determinados principios y los defienda con verdadero vigor",
afirmó entonces.
Palabras sensatas y que invitan a pensar.
Editorial - El País - Montevideo - 25-Aug-2011

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