domingo, 6 de marzo de 2011

El nuevo gran éxodo irlandés

La aguda crisis económica ha llevado a miles de trabajadores a abandonar el hasta hace poco "Tigre Celta".

El malestar económico por el que está atravesando Irlanda,
- ha llevado a decenas de miles de personas a sumarse a una nueva oleada de emigración,
en medio de un alto grado de desesperanza sobre el futuro del país.
La familia de Martin Lynch se está dispersando por todo el continente.
El año pasado, uno de sus hijos se mudó a Alemania y otro al Reino Unido.
Su hija está planeando irse a vivir a Londres y Lynch y su esposa tienen la mira en Australia.
"Irlanda me ha decepcionado", dice Lynch, de 62 años, un conserje retirado de la ciudad de Carlow, en el sudeste de la isla.
"Simplemente parecemos incapaces de gobernarnos a nosotros mismos", comentó.
Nada parece simbolizar mejor la crisis económica irlandesa que
- la reaparición de la emigración a gran escala,
- una calamidad que parecía haber sido erradicada para siempre.
"Nunca pensamos que veríamos esto de nuevo
", dijo Alan Barrett, un experto en migraciones en el Instituto de Investigación Económica y Social, un centro de estudio de Dublín.
- "Trae un montón de malos recuerdos", comentó.
- La emigración forzada fue durante mucho tiempo la maldición irlandesa.
Un millón de personas se fueron
durante la década posterior a la "gran hambruna" de mediados del siglo XIX, producida por
- varias malas cosechas de papa, que cobró la vida de 800.000 personas.
Cien años después
se produjo otro enorme éxodo, cuando
- miles se vieron atraídos por un auge de la construcción en el Reino Unido.
- Otra ola de emigración se produjo en la década de los años 80.
La suerte del país pareció cambiar para siempre a mediados de la década de los 90, cuando
- años de elevada inversión en la educación superior,
- impuestos empresariales bajos,
- abundante ayuda de la Unión Europea y
- la llegada de inversiones extranjeras
- ayudaron a transformar a Irlanda en el "Tigre Celta".
Entre 1995 y 2000, la economía creció casi un promedio de 10% al año e Irlanda comenzó a ponerse a la altura de sus vecinos europeos más ricos.
La diáspora empezó a invertirse para aprovechar las nuevas oportunidades.
Sin embargo, hacia 2008, cuando

- la crisis bancaria irlandesa desató una profunda recesión y el desempleo llegó a 13%,
la ola se dio vuelta otra vez.
La Oficina Central de Estadísticas predice que
- 100.000 personas emigrarán en los próximos dos años,
más del doble de las que se fueron en 2009 y 2010.
- Esto equivale a alrededor de 1.000 por semana y
- excede el último pico de emigración, al que se llegó en 1989 cuando
- 44.000 personas se fueron.
- La cifra global representa algo más de 2% de la población de Irlanda que
- es de 4.470.000,
lo que los economistas dicen que
- por sí misma no es suficiente para evitar una recuperación.
Pero existen temores de que
- a medida que la gente se va,
- mayor vaya a ser la carga impositiva sobre los que se quedan y
- la decadencia de los servicios públicos como la educación y la salud.
Un éxodo podría también
- reducir la demanda por vivienda,
- lo que deprimiría los ya bajos precios y
- profundizaría las pérdidas que enfrentan los bancos irlandeses.
Dado que
- el gobierno tiene que cubrir las obligaciones contraídas por los bancos,
- más pérdidas podrían empeorar la crisis financiera irlandesa,
- lo que llevaría a más medidas de austeridad y a un desempleo más alto.
Ese "círculo vicioso fiscal" podría
- incrementar los incentivos para que la gente se vaya",
dice John Mc Hale, un economista de la Universidad Nacional de Irlanda, en Galway.
Y aunque los datos demográficos sobre los emigrantes son escasos, se cree que
- muchos de los que se van son profesionales bien educados,
- precisamente la gente que Irlanda necesita para encabezar una reactivación.
- La pérdida para Irlanda es una ganancia para otros y
- la demanda global por trabajadores irlandeses se ha incrementado fuertemente
.
"En las últimas seis semanas hemos tenido más consultas de compañías interesadas en irlandeses de lo que nunca habíamos tenido", dice Stephen McLarnon, jefe de SGMC Media Group, en Dublín, que organiza ferias laborales para quienes quieren trabajar en el extranjero.
McLarnon dice que

- dos tercios de quienes se presentan tienen títulos universitarios.
Los quioscos para la próxima feria de SGMC ya fueron reservados por gobiernos federales y estatales de Australia, Nueva Zelanda y Canadá.
Después del Reino Unido
, el destino favorito de los irlandeses el año pasado fueron los nuevos integrantes de la Unión Europea como Polonia y la República Checa, en tanto otros integrantes más viejos del bloque como Francia y Alemania se ubicaron en tercer lugar.
Irlanda, que el viernes pasado celebró elecciones para elegir un nuevo gobierno,
- enfrenta años de austeridad a medida que trata de reducir un enorme déficit presupuestal.
El año pasado, para asegurar un rescate internacional de 67.500 millones de euros (US$92.000 millones),
- el país se comprometió a un plan de gastos de cuatro años que
- supone ahorros de 15.000 millones de euros (US$20.600 millones), o
- casi 10% de su producción anual.
No todos los economistas ven la emigración como algo negativo.
Algunos dicen que
- puede actuar como una válvula de escape para
- ayudar a restaurar el equilibrio en los mercados laborales.
Y en un mundo globalizado,
- mudarse al extranjero para trabajar no es necesariamente
- una pérdida permanente para el país de origen.
- Los trabajadores pueden ganar experiencia y habilidades que
- les den una ventaja cuando regresen a sus países.
"Es terrible que esto tenga que pasar, pero
- es probablemente preferible ir al extranjero a buscar trabajo que
- permanecer desempleado aquí.
Como mínimo,
- los emigrantes mantienen sus habilidades activas y
- le quitan presión al sistema de seguridad social"
, dice Barrett.
Guy Chazan - The Wall Street Journal - NYC - 6-Mar-2011

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