lunes, 12 de enero de 2009

Del "crash" de 1929 a la crisis de 2008

Por muchos paralelismos que existan entre las dos grandes quiebras financieras, estudiar las diferencias podría servir para evitar una recesión duradera.
La política central debe facilitar crear empleo privado estable.

Algunos años, como algunos poetas y políticos... alcanzan fama muy por encima de los demás, y 1929 fue claramente uno de estos años". Así abría, en 1954, John Kenneth Galbraith su libro "The Great Crash 1929". La misma frase podría utilizarse para el 2008.
En 1929
- el índice industrial de la Bolsa de Nueva York (Times) bajó ¡un 32,3%!
En 2008

- no sólo el Dow Jones ha perdido un 36,0%,
- sino que todas las principales Bolsas del mundo han superado las pérdidas bursátiles del 29 (el Ibex35 -39,4%, y el récord es Rusia -67,8%). Entonces, como también ahora, la pregunta es:

¿Por qué el crash?
Pero como señala Galbraith lo que distingue el crash del 29 es que la crisis no se acabó con el crash. A pesar de las palabras alentadoras del presidente Hoover ("Hemos pasado lo peor y con continuado esfuerzo y unidad nos recuperaremos rápidamente", decía en mayo de 1930), del 1929 al 1933 en Estados Unidos el empleo se redujo cerca de un 25% y el output de un 30%.
El crash no fue una anticipación de esta fuerte recesión
(el propio índice Times bajó un 74,1%, de noviembre de 1929 a julio de 1932). Mas bien al contrario, el crash fue un factor determinante -difícil de cuantificar- de dicha recesión.

Entonces -y, desgraciadamente, parece que ahora también- la pregunta es:

¿Por qué la crisis económica se agudiza tanto tras el crash?
En 1933, el recuerdo inmediato del crash, en contraste con la dialéctica oficial republicana, de "optimismo y laissez-faire", llevó a Franklin D. Roosevelt a la presidencia de Estados Unidos, dando paso al New Deal. Éste es el tercer recuerdo que conlleva el crash del 29. El recuerdo de que
- ante el fracaso de los mercados -a menudo ejemplificados en escándalos y engaños financieros- y
- ante la caída de la demanda privada,
- es "la política económica del Gobierno" la que debe enderezar la economía, y
- es "el gasto público" el que debe impulsar la demanda agregada.
Este recuerdo keynesiano ha reaparecido con fuerza a finales del 2008, y no en boca de viejos melancólicos sino en boca del novel presidente Barack Obama, del nuevo premio Nobel Paul Krugman, y de un largo etcétera.
Sin embargo, aquí el recuerdo parece confuso. La tercera pregunta que el crash del 29 ha suscitado es:

¿Por qué la recuperación, a partir del 1933, fue tan lenta y débil?
Esta es la pregunta que, en relación a 2008, no debería hacerse. 1929 se recuerda por la Gran Depresión del 1929-1939; 2008 no debería recordarse por abrir una década de depresión. Pero para que no sea así, mejor esclarecer recuerdos confusos y entender una diferencia importante del 2008. Aunque la ocasión sea breve, y detalles importantes se deban dejar de lado, voy a intentarlo.
Tanto a principios del siglo XX, como del siglo XXI, la innovación financiera ha permitido
- inversiones a largo plazo,
- afrontar y diversificar riesgos a inversores y ahorradores, impensables sin dicha innovación;
- pero también ha contribuido de forma decisiva a "abrir la brecha" entre el precio de los activos y el valor presente de sus retornos (en un mundo ideal ambos "deberían ser iguales").
- Contribuyendo, tanto a su "boom" como a su "crash".

En 1929, al caer los precios de las acciones, los "innovadores financieros" tuvieron que hacer frente a sus deudas, "desapalancar" sus posiciones, responder a clientes de fondos impacientes, y no pudieron hacer otra cosa que vender de forma indiscriminada sus activos.
A principios del siglo XXI, la innovación financiera ha sido más sofisticada (securitizada) y globalizada pero el "problema básico" ha sido el mismo: tanto en periodos de boom como de crash financiero:

- la Bolsa no cumple (o cumple muy mal) su tarea de diseminar la información sobre el valor relativo de las empresas.
Así se puede argumentar que la Bolsa de Nueva York a principios de los años 30 del siglo pasado sufría de una subvaloración de activos generalizada, y lo mismo se puede argumentar de muchas Bolsas (incluida la española) a principios del 2009. Entonces, como ahora, la pregunta es:

¿Por qué no se remonta la Bolsa rápidamente, empezando por las acciones más subvaloradas?
El problema es, que no puede ser, porque no hay capacidad de compra para poder discernir.
El "problema básico" tiene trampa:
- la misma crisis "afecta al valor de las empresas" (como valor presente de sus dividendos),
- porque sus activos, con los que tienen que avalar créditos, están directamente ligados a la evolución financiera,
- sus ventas dependen de la situación global de la economía,
- sus políticas de empleo dependen de la situación del mercado laboral, y
- la misma productividad de las empresas no es independiente de la crisis.
Es esta incertidumbre, que hace difícil descifrar cuáles son los activos más subvalorados, porque no es una historia de buenos y malos (aunque malos los haya) sino de contagios.
En este contexto, es "la aversión a la incertidumbre" la que frena al inversor y al acreedor, ahondando la recesión.
En este panorama de recesión, es comprensible y necesario que se requiera la intervención de una política económica decidida. Pero es ingenuo -por no decir peligroso- pensar que el sector público va a resolver la crisis del sector privado, por ejemplo, creando el empleo y la inversión pública necesaria.
Los Gobiernos pueden, de forma marginal, acometer tareas pendientes que corresponden al sector público (como en parte se hizo en el New Deal o como Obama quiere hacer ahora renovando infraestructuras, o se podría hacer en España invirtiendo más en educación), pero
- ni tienen mejor información que el sector privado para saber en qué es necesario invertir,
- ni incentivos para hacerlo adecuadamente y, a fin de cuentas,
- el gasto público debe pagarse con impuestos privados.

Pueden y deben, asimismo, afrontar con decisión las políticas económicas que les corresponden para reducir la incertidumbre, recuperar la confianza. Aquí hay errores del pasado a evitar.
El crash del 29 abrió un periodo de "proteccionismo". Entre 1929 y 1932 el comercio internacional disminuyó un 65%, lo que imposibilitó que la recuperación se apoyase en la exportación. Más perniciosas fueron las políticas de empleo e industriales que favorecieron el aumento de precios y de salarios reales en diversos sectores industriales en Estados Unidos.
El New Deal tuvo un importante elemento de favorecer a los "insiders", en las empresas-cartel, a costa de los "outsiders", en las colas del paro. Cuando en 2009 de nuevo arremeten vientos proteccionistas, se abre el coto a las "ayudas industriales", y la destrucción de empleo es mayoritariamente de precarios-outsiders. Estas lecciones no se deben olvidar.
Por último, hay que resaltar una peculiaridad del 2008: por primera vez en la historia, la crisis ha sido simultáneamente global. No sólo ha afectado prácticamente a todas las Bolsas, sino también a todos los mercados de activos, sean acciones, bonos, viviendas u obras de arte.
Detrás de esta globalización está el hecho de que nuestra economía global cuenta con unos pocos-grandes hedge-funds. Cuando sus portafolios diversificados pasan a la venta, la diversificación deja de ser sinónimo de seguridad: todos los precios caen.
La globalización del crash y de la recesión pueden hacer pensar que 2008 "va a abrir un periodo peor del que abrió 1929".

Pero, de la misma forma que en 2008 hemos tenido "rebajas antes de Navidad", la crisis global tiene un componente importante de "descuento global". Esto puede ayudar.
Una vez aplicado dicho descuento -digamos, del 30%- lo importante es la posición relativa de cada empresa y país.
En este contexto las políticas que se adopten en 2009 son esenciales.
- La mayor liberalización del comercio internacional,
- la regulación de los mercados financieros,
- el facilitar el crédito o reducir impuestos,
pueden ayudar a recuperar la confianza, el consumo y la inversión.
Pero muchos de los planes de inversión pública-keynesiana -como el español- no dejan de ser "intentar parar un tsunami lanzándole piedras".
Una distracción... cuando la política central debe ser

- el facilitar la creación de empleo privado estable y
- para ello las reformas del mercado laboral -de sus formas de negociación, etcétera- son inaplazables.
Esta es la confianza que hay que recuperar.
RAMON MARIMON - Economista - European University Institute - "El País" - Madrid - 12-Ene-2009

domingo, 11 de enero de 2009

La guerra de los cien años


Los antecedentes y las expectativas sobre el conflicto entre los árabes e Israel. Cada vez parece más difícil tranquilizar al Medio Oriente.
En su editorial principal, el prestigioso semanario británico desmenuza cómo:
- Un creciente rechazo a alcanzar compromiso,
- El auge de la religión,
- Una nueva doctrina militar y
- Una nueva guerra fría
impiden que se logre la paz.

Con suerte, la destructiva batalla entre Israel y Hamas tal vez termine pronto.

¿Pero cuántas veces en la guerra de un siglo entre árabes y judíos en Palestina ocurrió lo mismo?
Es difícil creer que suceda pronto. Considere: la operación actual de Israel, "Plomo Fundido", es la cuarta vez que Israel entra por la fuerza a Gaza.
- Casi la capturó en 1948, en lo que los israelíes conocen como su guerra de independencia.
- Capturó Gaza nuevamente en 1956, como parte de un plan secreto que tramó con Gran Bretaña y Francia para derribar a Gamal Abdel Nasser, Presidente de Egipto, y restituir el control británico del Canal de Suez.
- La invadió durante la guerra de los seis días en 1967; y se quedó 38 años, hasta el retiro unilateral hace 3 años y medio.


Por qué combaten
Y Gaza, recuerde, es sólo un ítem en un catálogo de miseria, cuyo contenido está inscrito con lágrimas. Los judíos y los árabes de Palestina han estado combatiendo de tiempo en tiempo por 100 años.
En 1909 los idealistas socialistas principalmente rusos del movimiento sionista formaron un grupo armado, Hashomer, para proteger sus nuevas granjas y aldeas en Palestina de los merodeadores árabes. Desde entonces ha habido una hilera espantosa de guerras -1948, 1956, 1967, 1973, 1982, 2006 y ahora 2009-, cada una cauterizada a sangre y fuego en los recuerdos incompatibles de ambas partes.
Los intervalos no se han llenado con paz sino con bombas, ataques por sorpresa, levantamientos y atrocidades.

Los israelíes en Hebrón todavía citan la masacre de los judíos de Hebrón en 1929.
Los árabes de Palestina todavía recuerdan su desesperada revuelta de los años 30 contra el mandato británico y la inmigración judía desde Europa, y las masacres de 1948.
La reciente matanza en Gaza, en la que en un día cerca de 40 civiles, muchos niños, fueron muertos por proyectiles de mortero israelíes, agregará veneno fresco al pozo de odio. Pero un conflicto que ha durado 100 años no es susceptible de soluciones o juicios fáciles. Aquellos que prefieren reducirlo
- al "terrorismo" de un lado o
- al "colonialismo" del otro
- sólo están sacando a relucir sus propios prejuicios.
En el fondo, "ésta es una lucha de dos pueblos por el mismo pedazo de tierra". No es el tipo de disputa en el que los enemigos se empujan de un lado a otro sobre una línea hasta que se agotan.

Es mucho menos manejable que eso, porque también se trata de la afirmación periódica de cada lado que el otro no es un pueblo; al menos no un pueblo que merezca la condición de Estado soberano en el Medio Oriente.
Esa es una razón de por qué este conflicto continúa en forma despiadada de una década a otra. Durante las erupciones de violencia, el mantra de los diplomáticos y editorialistas es la necesidad de una solución de dos estados.
Suena muy simple: "si dos pueblos no pueden compartir la tierra, tienen que dividirla". Esto parecía obvio a algunos extranjeros incluso antes que el genocidio nazi de judíos en Europa impulsara a Naciones Unidas en 1947 a pedir la creación de los estados judío y árabe separados en Palestina.

El hecho de que los árabes rechazaran el plan de partición de la ONU de hace 60 años ha dado un largo alivio ideológico a Israel y sus partidarios.
La historia de Israel es que los palestinos han estropeado unas cuatro oportunidades de tener un Estado. Podrían
- haber aceptado la división en 1947, o
- haber alcanzado la paz tras la guerra de 1947-48.
- Tuvieron otra oportunidad después que Israel desarraigó a sus vecinos en 1967.
- O en 2000, cuando Ehud Barak, ahora ministro de Defensa y en ese entonces Premier, les ofreció un Estado en Camp David.

Esta historia de aceptación israelí y rechazo árabe no es sólo conveniente para los partidarios de Israel. No fue sino hasta 1988, 40 años después del nacimiento de Israel, cuando la OLP de Yasser Arafat renunció a su objetivo de liberar a toda Palestina, desde el río hasta el mar.
Asimismo, la verdad es mucho más matizada que lo que permite el relato israelí. Ha habido oportunidades que se han perdido, y largos períodos de rechazo por parte de Israel también.

Observe de nuevo esas oportunidades perdidas.
- En la época de la resolución de partición de la ONU, los judíos de Palestina ascendían sólo a 600 mil y los árabes más que los duplicaban.
- Una mayoría de judíos era inmigrante.
- Aunque la división podría haber sido la alternativa más sensata para los palestinos, no les pareció ni remotamente justa.
En la guerra posterior, más de 600 mil árabes de Palestina huyeron o se vieron obligados a hacerlo.

Después, renuente a que volvieran o a devolver los terrenos adicionales que había ganado en batalla, Israel se sintió aliviado de que los estados árabes, traumatizados por el desarraigo, no hicieran ningún ofrecimiento serio de paz.

Cuando Israel se enamoró
Después de la derrota de 1967, los estados árabes de nuevo rechazaron la idea de paz. Esa fue una oportunidad que se derrochó. Pero aun cuando el Israel de 1967 discutiera cuánto de Cisjordania estaba listo para negociarse por paz, los gobiernos del Likud de fines de los 70 y 80 lo querían todo.
Porque Israel se enamoró de los territorios que había ocupado.Éste fue el período del rechazo israelí. Menachem Begin y Yitzhak Shamir reafirmaron un derecho dado por Dios a un "Israel más grande" que incluía Cisjordania y la Franja de Gaza, en donde los gobiernos de todas las tendencias seguían instalando asentamientos (ilegales).
Para algunos israelíes, los palestinos llegaron a ser un "no pueblo", que se podía embaucar con la autonomía bajo la supervisión israelí o quizás jordana. Se necesitó una explosión de resistencia palestina, la "Intifada" (levantamiento) de fines de los 80 y esa más letal de 2001-03, para convencer a Israel de que era una ilusión.


¿Qué relación tiene toda esta historia con los desafortunados hechos actuales de Gaza?
El punto es que ha habido pocos momentos preciosos durante el último siglo durante el cual ambas partes hayan adoptado la idea de dos estados al mismo tiempo. El momento más prometedor de todos se produjo a principios de esta década, con la reunión de Bill Clinton en Camp David.

Pero ahora, con el surgimiento de Hamas y la guerra en Gaza, el breve período de esperanza relativa está en peligro.
- Si el rechazo de las reclamaciones nacionales de la otra parte es una de las cosas que hacen difícil que este conflicto termine.
- El otro, es la religión.
- Los dos van juntos.
Hamas es un movimiento religioso
, y su doctrina formal es rechazar la posibilidad de un Estado judío no solamente debido a los supuestos pecados de Israel sino también porque no hay lugar para un Estado judío en una tierra musulmana.

En los primeros años de vida de Israel, el sionismo era un movimiento principalmente secular y la fuerza predominante en el otro lado era un nacionalismo árabe secular.
No obstante, desde 1967, la religión, el nacionalismo y el anhelo por tierras de los palestinos se han fusionado para crear un poderoso grupo electoral en Israel dedicado a retener el control de todo Jerusalén y los lugares sagrados del judaísmo en Cisjordania.
El sistema de votación proporcional de Israel ha dado a los colonos y fanáticos un dominio absoluto sobre la política.

Entre los árabes, el nacionalismo secular está disminuyendo mientras hay un poderoso renacimiento islámico. Y un dogma central de los islamistas es que Israel es un implante al que hay que resistir violentamente y destruir.

Un sionista previsor
Vladimir Jabotinsky, predijo en la década de 1930
- no sólo que los árabes se opondrían a la inundación de Palestina con inmigrantes judíos,
- sino también que "si nosotros fuéramos árabes, no lo aceptaríamos".
- Con el fin de sobrevivir, los judíos tendrían que construir un "muro de hierro" de poderío militar hasta que los árabes aceptaran la permanencia de su Estado.
Y esto sucedió.
Sólo después de varias guerras costosas, Egipto y más tarde la OLP concluyeron que, puesto que era imposible derrotar a Israel, sería mejor que llegaran a un acuerdo.
En Beirut, en 2002, todos los estados árabes ofrecieron a Israel relaciones normales a cambio de su retiro de todos los territorios ocupados, una apertura a la que Israel no prestó atención.


Victoria de Hamas
Lo deprimente sobre el surgimiento de Hamas y la decadencia del ala de Al Fatah de la OLP es que invierte esta tendencia de décadas.
La victoria de Hamas en las elecciones de 2006 tuvo muchas causas, entre éstas su reputación de honestidad. Su victoria no probaba que los palestinos hubieran sido hechizados por la militancia islamista o que hubieran llegado a creer de nuevo en la liberación de toda Palestina por la fuerza. Pero si se toma en serio lo que dice Hamas en su carta, el grupo mismo sí cree en esto.
Algunos analistas se animan ante el ofrecimiento de Hamas de una tregua de 30 años si Israel regresa a sus límites de 1967. Pero nunca ha ofrecido un reconocimiento permanente.Hay algo peor. Además de la vuelta al rechazo y el rol cada vez mayor de la religión, un tercer y nuevo obstáculo para la paz es el manifiesto "desmoronamiento del muro de hierro" de Jabotinsky.
En Líbano hace tres años, y hoy en Gaza, Hezbollá y Hamas parecen haber inventado una nueva doctrina militar.

Israel ha disuadido a sus enemigos con un ejército poderosamente convencional, que reacciona con mucha fuerza a cualquier provocación. Pero los actores del no Estado son más difíciles de disuadir. Hezbollá y Hamas, armados por Irán con algunas armas modernas, pueden esconderse en los pueblos y aldeas de su propia gente mientras lanzan cohetes a Israel.
Un Estado que anhela una apariencia de normalidad entre sus guerras no puede permitir que tales ataques se conviertan en una rutina. Esa es la razón de por qué actualmente, como en la década de 1950, Israel responde a los alfilerazos con ataques punitivos, cada uno de los cuales tenía el potencial de desembocar en una guerra. La operación de Israel en Gaza tiene el propósito
- no sólo de detener los cohetes de Hamas,
- sino reforzar una doctrina en la cual Israel cree que aún debe estar basada su seguridad
.


En Camp David, en 2000, Israel y los palestinos descubrieron que incluso con buena voluntad es difícil estar de acuerdo en los términos.
- ¿Cómo compartir Jerusalén?
- ¿Qué ofrecer a los refugiados que nunca van a volver a casa?
- ¿Cómo puede Israel estar seguro de que las tierras que desocupe no se utilicen, como en Gaza, como una cabeza de puente para nuevas luchas?
Pero -y ésta es la cuarta cosa que mantiene la lucha viva-
- a ambas partes "rara vez se las deja solas" para que aborden estos temas.

Durante demasiado tiempo el conflicto en Palestina fue rehén de la Guerra Fría. Estados Unidos fue una vez neutral: fue Eisenhower quien obligó a Israel a que saliera de Gaza (y a Gran Bretaña de Egipto) después de Suez. Pero Estados Unidos más tarde reclutó a Israel como un aliado y esto convino bien a los israelíes. Les dio el respaldo de una superpotencia mientras que los relevaba de un deber de resolver la disputa con los palestinos, aun cuando su propio bienestar a largo plazo tenga que depender seguramente de la resolución de ese conflicto.
Tal vez no sea coincidencia que parte de las acciones de paz más prometedoras entre Israel y los palestinos tuvieran lugar poco después del término de la Guerra Fría.
Pero ahora se acerca cautelosamente un nuevo tipo de enfrentamiento geopolítico en la región,
- uno que pone a Estados Unidos contra Irán, y
- a los movimientos islamistas que Irán apoya contra los regímenes árabes en el campo de Estados Unidos
.
Con Hamas dentro del círculo de Irán y Al Fatah del de Estados Unidos, los palestinos ahora están enfrentando un cisma paralizante.

Y después Gaza, Tzipi Livni, ministra de Relaciones Exteriores israelí, ha estado diciendo que, aunque el objetivo inmediato de Israel es
- detener el disparo de cohetes y
- no derribar a Hamas,
no puede haber paz, como tampoco una Palestina libre, mientras Hamas continúe estando al mando
.
Ella tiene razón que con Hamas en el poder en Gaza los islamistas pueden seguir destruyendo cualquier acuerdo que Israel negocie con Mahmoud Abbas, Presidente de la Autoridad Palestina dominada por Al Fatah en Cisjordania. Abbas, junto con el Presidente egipcio, Hosni Mubarak, tal vez disfruten silenciosamente ver cómo le bajan los humos a Hamas.

Egipto está furioso con el reciente rechazo de Hamas de renovar las conversaciones con Al Fatah sobre restaurar un gobierno de unidad palestino.No obstante, hay un límite. El bajarle los humos a Hamas es una cosa. Pero incluso en el caso de que Israel "gane" en Gaza, 100 años de guerra indican que los palestinos no pueden ser silenciados a través de la fuerza bruta.
Hamas sobrevivirá
, y con éste esa característica en la mentalidad árabe que dice que un Estado judío no pertenece al Medio Oriente. Para combatir ese punto de vista,
- Israel tiene que demostrar no sólo que "es demasiado fuerte para que lo destruyan",
- sino también que "está dispuesto a ceder tierras" -Cisjordania, no sólo Gaza- donde debe estar el "Estado palestino prometido".
A menos que empiece a hacer eso en forma convincente, como mínimo congelando los nuevos asentamientos,
- son los fanáticos de Palestina quienes florecerán, y
- sus encargados de negociar la paz quedarán sumidos en el silencio
.
Todos los amigos de Israel, entre éstos Barack Obama, deberían estarle diciendo esto.

The Economist - "El Mercurio" - Santiago de Chile - 11-Ene-2009

The History of "Hashomer Hatzair" and The Kibbutz Artzi Federation - Wikipedia
Hashomer Hatzair, the initial Zionist youth movement, was founded in Eastern Europe on the eve of the First World War. Many Jewish youth, affected by the process of modernization which had begun among Eastern European Jewry, sought a means of maintaining their Jewish identity and culture outside the stifling barriers of the shtetl and of Orthodox Jewish life.
On the other hand, they were troubled by the crumbling of the foundations of society around them and by the growing anti-Semitism which threatened their very existence. In its early stages the movement was heavily influenced by the Scout Movement organized by Baden-Powell and it embraced scouting as a basic principle to teach ghetto youth self-reliance, outdoor life and a love and knowledge of nature. Another important influence upon them was the Wanderfoegel movement in Germany, which emphasized youth's independence and creativity.
Hashomer Hatzair
forthwith adopted a Zionist ideology and stressed the need for the Jewish people to normalize their lives by changing their economic structure (as merchants) and to become workers and farmers, who would settle in the Land of Israel and work the land as "chalutzim" (pioneers). They were influenced, as well, by the burgeoning socialist movement, and they dreamt of creating in their new homeland a society based on social justice and equality.
The first members of the movement went to settle in Palestine in 1919
, immediately after the war. There they found not "a land of milk and honey", but rather a barren, impoverished, undeveloped country lacking all means to maintain them. "If you will it, it is no legend"
Theodore Herzl had said. They had the will, and a movement behind them, so they found the way. No one could build the land for them, therefore they had to do it on their own.
Individually it could not be done, so they banded together and formed kibbutzim, collective settlements. The idea evolved naturally as a result of the conditions they found in Palestine. A few kibbutzim were already in existence when they arrived, particularly Degania, the first kibbutz, in the Jordan Valley
In 1927, the kibbutzim of Hashomer Hatzair, until then individual and separate settlements, decided to join together for greater mutual aid and to provide a focus for the world organization. The federation was named the Kibbutz Artzi.

The movement's goals became clearer and a pattern was set for future development. At its inception the Kibbutz Artzi numbered four kibbutzim, with 200 members. In the following years Hashomer Hatzair spread throughout the Jewish world and its impact began to be felt in Jewish communities everywhere. Adult members of the movement emigrated to Palestine and formed new kibbutzim.
In 1937 the very first kibbutz of Americans was settled at Ein Hashofet, named in honor of Justice Louis Brandeis, a warm supporter of Hashomer Hatzair. On the eve of the Second World War, the Hashomer Hatzair youth movement numbered 70,000 members world-wide.
In the spirit of the goals that the original founders had set for themselves, the movement established schools, cultural facilities, a publishing house and a daily newspaper, joint economic projects and instruments for mutual help.
The years of the
Holocaust brought catastrophe to the Jewish people, it also destroyed the core of the Hashomer Hatzair movement in Europe, many of whose members fell in activities against the German forces. Hashomer Hatzair was active in leading resistance in the ghettoes, the forests and the concentration camps.
In the Warsaw ghetto, members of the movement were among the organizers of the Jewish Fighting Organization, and a member of Hashomer Hatzair, Mordechai Anilewicz, stood at its head.
In Hungary, Lithuania, Slovakia and elsewhere in Nazi-occupied Europe, members of Hashomer Hatzair were to be found in the front ranks of the Jewish and general resistance and in attempts to rescue Jews.
As the war ended and the remnants of European Jewry were freed from the death camps, members of Hashomer Hatzair were among the first to organize the "illegal" flight of the survivors across the borders of Europe and to take part in the illegal immigration to Palestine, whose gates had been barred by the British. The leader of the refugees aboard the famed illegal immigration ship "Exodus" was a member of Hashomer Hatzair.
At the same time Hashomer Hatzair was active in the
Haganah, the underground army of the Jewish community in Palestine. Together with the other kibbutz federations, its members formed the nucleus of the Palmach, which served as the shock troops in the war for Israel's independence. When the State of Israel was proclaimed on May 14, 1948, six Arab armies attacked the new nation and tried to crush it still-born.
The battles were bitter. High in the annals of the struggle stand kibbutzim of the Kibbutz Artzi which were settled along the borders of the new country and were among the first to bear the brunt of the attack.
Kibbutz Yad Mordechai (named for the commander of the Warsaw Ghetto revolt) and Kibbutz Negba, blocked the path of the Egyptian army to Tel Aviv. These and other Hashomer Hatzair kibbutzim were in the forefront of the effort of the entire Jewish community to win the final liberation of Israel.

sábado, 10 de enero de 2009

Ventajas palestinas: El mundo es antisemita y de izquierda

Malos y malos.

El periodismo no es un cuento. Al menos, no siempre. Y cuando lo es, se convierte en un cuento moral, en un cuento de buenos y malos, de villanos y héroes o, como en el caso de las crónicas sobre la guerra de Gaza, en un cuento de David contra Goliat, solo que, paradójicamente, David es Palestina, más pequeña y menos fuerte que Israel.
El periodismo convertido en cuento acaba en historieta simplificadora. Ambos contendientes lo saben y, además que una guerra militar, libran una contienda por la benevolencia de la opinión pública:

- la interna, primero, l
- a americana y la internacional, después.
Solo desde esta perspectiva se entienden algunas de sus actuaciones: Israel y Hamás luchan por "el papel de bueno" en la narrativa de los medios de comunicación. O por lo menos, para evitar el de malo.
Por eso,
- Los israelíes pretenden mostrar al mundo que sus acciones son selectivas y quirúrgicas, que atacan apenas para defenderse (son los palestinos quienes quebraron la tregua) y que las muertes de inocentes se deben a su instrumentalización como escudos humanos.
- Los palestinos, por su parte, enseñan a sus muertos y muestran a todas horas la desproporción israelí.
Tienen la ventaja de ese inconfesado, pero real, antisemitismo de siglos, arraigado en todo el mundo y también en España. Seguimos igual de antisemitas que en tiempos de Franco, por ejemplo.

Y además, en el esquema derecha-izquierda, que tanto nos apasiona, incluiríamos sin vacilar a Israel en la derecha y a Palestina en la izquierda. Todo eso, pese a la experiencia de haber canonizado en vida a Yaser Arafat, para terminar enterrándolo como a un corrupto violento.
Lo seguro es que la inmensa mayoría de las víctimas son inocentes y palestinas. Y que tanto el Gobierno de Israel como Hamás tienen culpa en su muerte. No es un cuento. No hay buenos y malos. Solo malos y malos.

Paco Sánchez - "La Voz de Galicia" - Santiago de Compostela - 10-Ene-2009

Tiritando bajo el calentamiento global

Cubiertos por una gélida manta de nieve, los gallegos, españoles y europeos estamos comprobando hasta qué punto es cierta "la teoría del calentamiento global" que va a convertir a nuestro planeta en un enorme desierto del Sahara.

Una ola de frío como no se recordaba desde hace años
- ha forzado efectivamente el cierre del principal aeropuerto de España además de
- congelar la circulación en muchas de las carreteras de la Península;

pero esos datos no hacen sino confirmar los augurios del profeta Al Gore y sus apóstoles del cambio climático.

Las temperaturas casi polares que en estos días inaugurales del año afligen a Europa parecen desmentir los calurosos vaticinios del ex vicepresidente de Estados Unidos y sus numerosos seguidores en el mundo, pero en realidad no hay contradicción alguna.
Obsérvese que tanto Gore como los tropecientos científicos contratados por la ONU para predecir el tiempo de los próximos siglos pronosticaron que de aquí a cincuenta años -como mucho- se habrán derretido de calor los casquetes de los dos polos. Razón no les faltaba, contra lo que pueda parecer.
Simplemente, se conoce que la fundición de los polos norte y sur ha desaguado la actual ola de frío que hace tiritar a Galicia, a España y mayormente a aquellos países de Europa privados de combustible para la calefacción por Rusia.

Los escépticos de costumbre dirán que el clima es cambiante por su propia naturaleza, de tal modo que nada hay de particular en que se alternen -aquí en Galicia- las glaciales temperaturas de este invierno con los calores del ardiente verano de 2006, por citar sólo un par de ejemplos contradictorios.
Más o menos, eso es lo que ha venido sucediendo durante las últimas décadas, pero tampoco hay por qué ser tan suspicaces.
En realidad, la teoría del calentamiento global del planeta es del todo compatible con el dato de que Galicia y Europa en general padezcan ahora mismo el invierno más frío que se recuerda desde hace doce años. Después de todo, este antiguo reino de Don Manuel es un lugar aparte con sus propias peculiaridades climáticas, por lo que no cuenta a la hora de formular pronósticos de carácter más amplio y universal.
Cierto es que -felizmente- juega a nuestro favor el hecho de que los malos agüeros de los profetas del calentamiento global no se hayan cumplido aún en lo que atañe a Galicia. Al menos por el momento, este todavía lluvioso reino no ha sufrido la constante subida de temperaturas y del nivel del mar que, de acuerdo con la hipótesis Gore, transformará a la vieja tribu de Breogán en un país tropical amenizado por las maracas de Antonio Machín: aquel mulato precursor de Obama que no en vano era hijo de un emigrante de Lugo a Cuba.
Ninguna de las 772 playas gallegas ha perecido por lo de ahora bajo las aguas y tampoco sería normal que tal adversidad sucediese en un plazo de tiempo razonable, a juzgar por las bajas temperaturas que nos siguen obligando a tirar de estufa.

Dadas las circunstancias, difícil será convencer a los gallegos de que el mundo está a punto de cocerse con los rigores del cambio climático, cuando aquí -y en el resto de Europa- estamos tiritando ahora mismo bajo una ola de frío como no se recordaba desde hace tiempo.
Los más extremados tenderán a pensar que tal vez llevasen razón los científicos que hace apenas treinta años pronosticaron -para luego desdecirse- la llegada de una nueva Edad del Hielo a la Tierra.
Los creyentes, que de todo hay, seguirán militando a su vez en la nueva religión del calentamiento global. En cuanto a los gallegos, lo más probable es que se acojan a su viejo lema: por un lado ya tú ves, y por el otro, ¿qué quieres que te diga?
De momento, seguimos recurriendo al "cocido" para combatir el cambio climático.

Anxel Vence - "Faro de Vigo" - Vigo - 10-1-2009

viernes, 9 de enero de 2009

Pero, ¿cuál es el camino de la paz?

Desde que, el pasado día 27, estallara la actual crisis bélica en Gaza, un buen número de opiniones juiciosas y razonadas han coincidido en afirmar que ese no era el camino; que la ofensiva total de las fuerzas armadas israelíes contra Hamás, lejos de dar a Israel la seguridad que persigue, producirá más odio y sed de venganza.
Por otra parte, y aunque las imágenes que nos llegan de la torturada franja sean parciales -en el sentido de que no muestran prácticamente a ningún combatiente fundamentalista ni vivo ni muerto, como si los milicianos de Hamás no existiesen y aquello fuera una pura matanza de civiles inermes-, aun así esas imágenes reflejan una situación cada día más insoportable para la conciencia universal.
Por consiguiente, admitámoslo siquiera como hipótesis:
- el ataque israelí masivo sobre las estructuras de Hamás en Gaza no es la solución.
- Casi todos convendremos en que aceptar de brazos cruzados la caída de más de 8.000 proyectiles disparados por los islamistas sobre áreas civiles israelíes a lo largo de ocho años tampoco lo es.
- Menos aún si esos artefactos que alguien todavía llama "cohetes artesanales" ya alcanzan el sur de la conurbación de Tel Aviv...


Entonces, ¿cuál es la solución?
Aquí, urge aclarar de qué problema estamos hablando.
A mi juicio, la solución del litigio nacional-territorial entre israelíes y palestinos sigue pasando por la coexistencia de dos Estados, cuya divisoria sea la línea verde trazada por los armisticios de 1949, con los ajustes y permutas territoriales derivados de las nuevas realidades demográficas y un programa de indemnizaciones para los refugiados palestinos.
Es decir, una fórmula en línea con
- los llamados "parámetros de Clinton" de diciembre de 2000 y
- con aquel Acuerdo de Ginebra que una Coalición Israelo-Palestina por la Paz presentó en diciembre de 2003.
Ahora bien, aun siendo de complejísima puesta en práctica, un arreglo de esas características no garantiza ni la paz en la región ni la seguridad de Israel.
Y no lo hace porque tiene y tendrá siempre en contra a la coalición formada por Hamás, el Hezbolá libanés y, como padrino de ambos, la teocracia iraní.
Esta tríada fundamentalista rechaza cualquier acuerdo israelo-palestino por razones teológicas no susceptibles de revisión -para ellos, la Palestina histórica es una tierra islámica que debe ser recuperada en su integridad para el islam, sin compromiso alguno con unos infieles que no poseen sobre ella ningún derecho-, pero también por motivos más prosaicos: enfrentándose a Israel,
- Hamás lucha a la vez por la hegemonía del "movimiento nacional palestino" (un combate sin cuartel que ya ha causado cientos de muertos... invisibles para nuestros telediarios);
- Hezbolá, por su parte, ha hecho de la "causa antisionista" el escabel de su creciente poder dentro de Líbano; y
- el régimen de Teherán usa las amenazas antiisraelíes para cimentar su ambición de primogenitura sobre el mundo islámico.
No es verosímil que ninguno de esos tres actores renuncie a tales estrategias ni, por tanto, a las consecuentes tácticas de hostigamiento contra el Estado judío.
Durante las décadas de control israelí, se atribuía la pobreza de la franja de Gaza a las interferencias del ejército ocupante y, sobre todo, a los colonos hebreos que acaparaban casi toda el agua y las mejores tierras de cultivo.
Tras la evacuación de septiembre de 2005, sin embargo, Hamás no hizo nada para aprovechar el potencial agrícola de las colonias abandonadas; al contrario, promovió la destrucción sistemática de los invernaderos y demás equipamientos.
¿Por qué? Pues porque, según su lógica, erradicar cualquier vestigio de la presencia judía en un pedazo de Palestina era mucho más importante que mejorar la vida diaria de los habitantes de la región y correr con ello el riesgo de que, ablandados, pudieran contentarse con un Estado palestino circunscrito a Gaza y Cisjordania.
De ahí
- el lanzamiento de cohetes,
- las infiltraciones dentro de Israel (incluido el secuestro del cabo Gilad Shalit), que alimentaban las represalias israelíes,
- los cierres fronterizos
- y, en definitiva, el ciclo acción-represión.

¿Recordar todo esto exonera a Israel de su responsabilidad
- por el bloqueo del proceso de paz,
- por la expansión de los asentamientos cisjordanos,
- por la falta de voluntad política para dar aire a Mahmud Abbas?
En absoluto.
Lo que esto significa, simplemente, es que cualquier escenario negociador y pacificador entre israelíes y palestinos debe tener muy en cuenta que el triángulo Teherán-Hezbolá-Hamás tratará de sabotearlo con todos sus medios, y no son pocos.
Que, además de deplorar la sangre inocente derramada estas semanas en Gaza y condenar la desmesura de la fuerza militar israelí, la comunidad internacional y, en especial, la Unión Europea deben preguntarse
- qué están dispuestas a hacer,
- hasta dónde están dispuestas a comprometerse para consolidar un alto el fuego e
- impedir que otra andanada de cohetes Kassam lo haga saltar por los aires cualquier día.
Lo demás -como las admoniciones del presidente Rodríguez Zapatero el pasado lunes- son juegos florales.
Dr. JOAN B. CULLA I CLARÀ - Universidad Autónoma de Barcelona - "El País" - Madrid - 9-Ene-2009

La base visceral del racismo es resistente a la educación

Un experimento ilumina la raíz del prejuicio racial más inconsciente

El racismo que colonizó la Alemania de Hitler no tiene nada que ver con la biología, salvo por la metáfora del virus ideológico. Pero los neurólogos distinguen con claridad ese fenómeno racional de otro racismo inconsciente, similar a una fobia y producto de la evolución de nuestros ancestros. Un experimento psicológico con personas de varias etnias ilumina hoy una de las mayores fuentes de dolor y destrucción de la historia humana.
Kerry Kawakami y un equipo de las universidades norteamericanas de York, Yale y British Columbia presentan hoy los resultados en la revista Science. El experimento consiste en preguntar a un grupo de personas (por ejemplo, blancos) "cómo se sentirían si presenciaran tal o cual situación racista".
Y después someter a otro grupo distinto de blancos a esas mismas situaciones racistas en la vida real (una simulación con actores).
El resultado se deriva de comparar lo que la media de la gente dice con lo que la media de la gente hace ante la misma situación.
Los científicos dan este rodeo estadístico para evitar que los mismos sujetos que responden la pregunta tengan después que reaccionar ante la misma situación, un experimento que no diría nada útil.
Por ejemplo, los investigadores preguntan a un grupo de blancos (no-negros de varias etnias, en realidad) qué sentirían si otro blanco les dice "mira que es torpe ese puto negro". La mayoría (83%) asegura que se sentiría molesto y que eludiría la compañía del racista. Pero cuando otro grupo de blancos presencia la escena realmente, el 63% elige al racista como compañero para un trabajo.
Los psicólogos descartan que se trate de un caso masivo de cinismo. La mayor parte de los voluntarios muestra signos convincentes de haber asimilado realmente el resultado de décadas de educación, campañas cívicas y convivencia en las ciudades norteamericanas. Los autores creen que las opiniones antirracistas que manifestaron en las pruebas eran sinceras.
La interpretación de Eliot Smith, de la Universidad de Indiana, y Diane M. Mackie, de la de California en Santa Barbara, se basa en "las identidades múltiples". Todos oscilamos entre varias identidades posibles, y son las emociones, no la razón, las que delatan la identidad que predomina en cada situación.
Por ejemplo, si una mujer se siente feliz por el ascenso de una competidora en la empresa, es que su identidad de "mujer" domina sobre la de "individuo". De manera que, aunque piensen racionalmente lo contrario, los blancos tienden a adoptar emocionalmente la identidad de "blancos" ante una situación racista.
"El resultado no me sorprende", dice el presidente de la Asociación Española de Neuropsiquiatría, Alberto Fernández de Liria. "Hay una distinción muy bien establecida entre el racismo como doctrina, al estilo del propugnado por Hitler, por ejemplo, y el racismo instintivo o visceral, más similar a una fobia. La diferencia entre los dos experimentos se debe a que, en las distancias cortas, son las emociones las que dominan".
"El racismo ha sido adaptativo en el pasado de la especie", prosigue el psiquiatra. "Por inaceptable que resulte en nuestro mundo, debemos entender que la aversión al extraño está enraizada en nuestra fisiología, tanto como la fobia a las serpientes, casi universal en la especie. Pero eso no quiere decir que la tendencia no sea reeducable. Sabemos que lo es, aunque con esfuerzo, y también conocemos la importancia de que los niños crezcan juntos".
"El resultado no es sorprendente", coincide su colega Pau Pérez, especializado en la cuestión. "La falta de reacción ante la situación racista de la vida real tiene explicaciones muy simples. La principal es que las reacciones emocionales primarias, las inmediatas, sólo se disparan al percibir una amenaza, y en este experimento no la hay". Pérez también subraya la inutilidad de ignorar el componente biológico del racismo.
"La respuesta defensiva a lo distinto es un mecanismo etológico fundamental [un comportamiento regulado por la evolución]. Si los experimentadores esperaban que la educación y la cultura hubieran suprimido esa respuesta fisiológica, realmente estaban pidiendo demasiado.
Pero la educación puede canalizar estas tendencias. Y más importantes aún son las experiencias comunes, que los niños compartan las aulas".

JAVIER SAMPEDRO - "El País" - Madrid - 9-Ene-2009

El nuevo espíritu de los tiempos

El ser humano quiere ser tratado individualmente, y no como masa

El año 2009 se inicia con una crisis financiera completamente artificial e innecesaria, que estalló hace unos meses, a pesar de que la economía real crecía con la incorporación de China y la India. Fue alentada por especuladores en Wall Street con la venia de autoridades gubernamentales ineficientes que no aplicaron las reglas del juego.Es preocupante que una potencia como EE.UU., con una clase media pujante e informada, permitiera que especuladores y autoridades minaran la confianza en un sistema que había potenciado el desarrollo, cuando se aplicaba con respeto a las leyes y la buena fe.Frente a esta crisis, se observa en EE.UU. falta de fortaleza de carácter para afrontarla, con muchos palos de ciego de parte de la Reserva Federal y del gobierno.
El pensamiento moderno -liderado por EE.UU.- se ha concentrado a tal punto en las finanzas, que ha postergado el interés por la historia, la filosofía, la sociología, que deberían formar parte de la economía.
Esas herramientas permiten observar los ciclos económicos con cierta perspectiva y sin perder de vista la totalidad del ser humano y la sociedad; ayudan a vivir, son un antídoto frente al pesimismo y la frustración.La esperanza es que tras la debacle financiera logre surgir un nuevo espíritu de los tiempos o Zeitgeist, en el cual la sociedad civil adquiera cada vez más relevancia.Para bien o para mal, existió
- un espíritu medieval y otro renacentista,
- una moral victoriana,
- una ética protestante,
- una moral católica, etc.
Respecto al signo actual de los tiempos, quiero ser positiva y pensar que ésta es la época de la libertad, pero me temo que también podría ser catalogada como
"la era de la satisfacción del ego y de la rentabilidad a toda costa".Pero aparecen lentamente otras lógicas, como las comunidades de intereses en la web, que están creando un mundo horizontal, una sociedad civil activa ya no verticalmente dominada por los Estados y grupos de poder.
Lo notable de esta tendencia es que demuestra que los seres humanos, teniendo hoy a su disposición la más potente red de comunicación masiva de la historia, quieren ser tratados individualmente, y no como masa. Surgen multitudes de agrupaciones y micro-mercados con necesidades concretas, ya no genéricas y masivas. Internet ha significado un cambio hacia los nichos, que pueden atender los más particulares requerimientos.Tal vez sea el momento de reconocer que la crisis financiera y la del sistema educativo son dos aspectos de lo mismo. En ambos casos se han aplicado complicadas fórmulas desde arriba, que han alejado a la economía, y a la educación, de las personas.
Potenciar la sociedad civil contribuirá a comprender mejor el comportamiento de las personas y, por ende, de la sociedad.Una nueva tendencia puede surgir tras la debacle financiera.

KARIN EBENSPERGER - "El Mercurio" - Santiago de Chile - 9-Ene-2009

Una respuesta al desafío ruso

A lo largo de 19 años, Occidente (Estados Unidos y Europa) ha estado posponiendo responder a una pregunta estratégica de importancia clave:
- ¿Qué papel debería jugar la Rusia postsoviética en el ámbito mundial y en el orden europeo?
- ¿Se la debería tratar como a un "socio difícil" o como a un "adversario estratégico"?


Incluso cuando se volvió urgente tomar una decisión al respecto, durante la crisis de la breve guerra de Rusia contra Georgia el verano pasado, Occidente no dio una respuesta definitiva a esta pregunta. Si se sigue a
- la mayoría de los europeos del Este, el Reino Unido y la Administración de Bush, la respuesta es "adversario estratégico", pero
- la mayor parte de los europeos occidentales prefieren "socio difícil".
Estas alternativas, que parecen mutuamente excluyentes, tienen algo en común: ninguna de ellas ha sido pensada hasta sus últimas consecuencias.
Si se ve a Rusia como un "adversario estratégico" -y la restauración de la política de poder de la Gran Rusia bajo Vladímir Putin en detrimento del imperio de la ley en los ámbitos interno y externo, de hecho, da razones para ello-, entonces Occidente debería modificar fundamentalmente sus prioridades al respecto.
Si bien Rusia ya no es la superpotencia de la era soviética, en lo militar sigue siendo una gran potencia, al menos en Europa y Asia.
Para abordar
- los numerosos conflictos regionales (Irán, Oriente Próximo, Afganistán/Pakistán, Asia Central, Corea del Norte) y
- los retos globales (aminorar el cambio climático, desarme, control de armas, iniciativas que eviten la proliferación nuclear, seguridad energética) que tienen alta prioridad para Occidente,
- es necesaria la cooperación con Rusia.
Una confrontación con Moscú, es decir, un nuevo tipo de miniguerra fría, afectaría negativamente estas prioridades, o al menos complicaría de manera importante su implementación. De modo que la pregunta es simplemente:
- Si la amenaza que Rusia representa es tan grave que hace necesaria este tipo de reorientación estratégica por parte de Occidente.
- Mi opinión es que no.
La reivindicación de Putin del estatus de superpotencia y sus políticas de gran potencia son muy vulnerables en lo estructural; esto es particularmente cierto en momentos en que el precio del petróleo ha caído a menos de 40 dólares por barril. Y él lo sabe.
- Demográficamente, Rusia se encuentra en un dramático descenso;
- sigue estando retrasada en lo económico y social;
- su infraestructura está subdesarrollada,
- al igual que su inversión en educación y formación vocacional.
En el ámbito económico, depende principalmente de
- las exportaciones de energía y productos básicos, y
- depende en gran medida de Occidente, especialmente de Europa, para sustentar sus esfuerzos por modernizarse.
Sin embargo, debido a su posición geopolítica y su potencial, Rusia seguirá siendo un factor estratégico permanente en Europa y Asia que no se puede pasar por alto.
En consecuencia, es de interés de Occidente integrarla a una relación de colaboración estratégica. Sin embargo, esto exigiría
- una política occidental basada en un pensamiento de largo plazo y en
- una posición de poder fuerte y confiada en sí misma, ya que el Kremlin percibirá cualquier signo de división y debilidad como una invitación a volver a su política de juegos de poder de la Gran Rusia.
Hace algunos meses, el Gobierno ruso propuso negociar un nuevo orden europeo dentro del marco de la Organización para la Seguridad y Cooperación en Europa.
Rusia considera injustos los acuerdos de los años noventa, ya que se basaban en la posición de debilidad que tenía en ese tiempo, y desea reformularlos.
El principal objetivo estratégico de Moscú es
- el debilitamiento o incluso una reducción del papel de la OTAN como alianza militar antirrusa, y
- el restablecimiento de sus zonas de influencia en Europa Oriental y Asia Central.
Sin embargo, Putin comete un gran error en este punto, porque todos estos objetivos son inaceptables para Occidente, y el Kremlin, aun así, no parece comprender que la mejor y más eficaz garantía de la existencia de la OTAN fue, es y seguirá siendo una política exterior rusa agresiva.
En la ex madre patria del marxismo-leninismo, los gobernantes todavía parecen no entender cómo funciona la dialéctica. Después de todo, si el Gobierno ruso realmente quisiera lograr un cambio del statu quo postsoviético, en primer lugar, debería trabajar codo a codo con sus vecinos en pos de una política que reduzca los temores en lugar de acrecentarlos.
No obstante, esto se aplica de manera similar, aunque a la inversa, a Occidente: por una parte, los principios de una nueva Europa, tal como se definieron en la OSCE después de 1989-1990, no permiten que las decisiones acerca de alianzas queden sujetas al veto de un vecino de gran tamaño. Lo mismo es cierto en lo referente a elecciones libres y secretas y la inviolabilidad de las fronteras.
Por otra parte, los sistemas de defensa antimisiles en Polonia y la República Checa, y la perspectiva de que Georgia y Ucrania puedan pasar a formar parte de la OTAN, suponen una confrontación, cuando no es para nada necesaria.
Occidente no debería rechazar el deseo de Rusia de que se lleven a cabo nuevas negociaciones en torno a un sistema de seguridad europeo; por el contrario, debería ver esto como una oportunidad de finalmente dar respuesta a cuál debe ser el lugar de Rusia en Europa.
En este respecto, la OTAN debe jugar el papel central, puesto que es indispensable para la gran mayoría de los europeos y para Estados Unidos.
El posible contrapeso sería que los principios e instituciones actuales del orden europeo, incluida la Alianza Atlántica, sigan sin modificaciones y sean aceptados por Rusia, que a su vez obtendría un papel significativamente mayor en la OTAN y la perspectiva de pasar a ser miembro pleno de ella. Está claro que la naturaleza periférica del Consejo OTAN-Rusia no fue suficiente ni funcionó según lo esperado.


¿Por qué no pensar en transformar a la Alianza Atlántica en un sistema de seguridad europeo real que incluya a Rusia?
Cambiarían las reglas del juego y se podría lograr una gran variedad de objetivos estratégicos:
- seguridad europea,
- conflictos en áreas cercanas,
- seguridad energética,
- antiproliferación, etcétera.
Sí, un paso así de atrevido transformaría a la OTAN, pero transformaría a Rusia más aún.
Por supuesto, este enfoque presupone dos cosas que no existen por el momento:
- un enfoque transatlántico en común para tratar con Rusia, y
- una Unión Europea que actúe de manera mucho más unida y, por ende, más fuerte.
Sin embargo, el reto que significa Rusia no permite más dilaciones. Sencillamente, es demasiado lo que hay en juego.

JOSCHKA FISCHER - ex Vicecanciller de Alemania - "El País" - 9-Ene-2009

jueves, 8 de enero de 2009

No somos todos keynesianos

La crisis y la teoría económica.

PARIS.- La mayor amenaza contra la recuperación económica es tener poca memoria. Si el presidente Obama o Sarkozy actúan como si la ciencia económica no existiera, o como si no hubiéramos aprendido nada desde 1930, la economía mundial se hundirá más.
Existe un riesgo real de que el nuevo presidente de los EE.UU. sea influido por una vociferante turba de ideólogos estatistas y keynesianos resurgentes. Parece como si los espectros del New Deal se hubieran apoderado del debate político en los EE.UU.
Hablan como si su exilio de principios de los 80 se hubiera producido por simples razones partidarias. Pero no fue así. El estatismo y el keynesianismo fueron descartados en todo el mundo simplemente porque habían fracasado.
La expansión económica por medio de la privatización, la desregulación y el libre comercio -un proceso que se inició en 1979 en el Reino Unido durante el gobierno de Margaret Thatcher, siguió en los Estados Unidos durante la presidencia de Ronald Reagan, y finalmente se extendió en todo el mundo tras la desaparición de la Unión Soviética- no tuvo origen ideológico.
Esta nueva economía global y libre, inspirada por los así llamados partidarios de la oferta y monetaristas, fue una respuesta racional a la crisis de 1974-79, engendrada por estatistas y keynesianos. La política de regulación de precios y de "estímulo" económico de la administración Carter habían conducido a los EE.UU. a una depresión.
En realidad, Nixon fue quien la inició, con su famosa declaración: "Ahora todos somos keynesianos". Una teoría que generó lo que se llama estanflación, inflación y recesión al mismo tiempo; la herencia del keynesianismo en acción.
El fracaso simultáneo de las políticas keynesianas en los EE.UU., Europa y Japón no sorprendió a los economistas de libre mercado. La defectuosa premisa keynesiana de revivir la economía por medio de la creación artificial de la demanda de consumo ("estímulo") ya había sido puesta en evidencia y cuestionada por los economistas del libre mercado, desde conservadores como Milton Friedman hasta liberales como Edmund Phelps, antes de que esas políticas se aplicaran.
Los economistas de libre mercado ya habían explicado que el crecimiento provenía de la oferta. El empresario, mediante el uso de la innovación, crea nuevos mercados, y luego se origina la demanda. No se puede estimular la demanda con subsidios públicos a productos y servicios que primero deben inventarse: no le corresponde al gobierno crear riqueza; sólo puede redistribuir la riqueza existente usando lo que paga un contribuyente para dárselo a otro.
Por medio de la inflación, aumentando los salarios nominales, el gobierno también puede crear la ilusión de ayudar a la gente; sin embargo, este regalo muy pronto será pagado con un aumento de precios.

¿Por qué, entonces, el keynesianismo ha demostrado ser tan popular entre los líderes políticos?
Por algo que no tiene nada que ver con la economía: el estímulo simplemente le da buen nombre al gobierno, al menos a corto plazo. No obstante, hay que conceder que la intervención estatal puede justificarse por razones morales, por ejemplo, en nombre de la justicia social, o para restablecer la estructura de la sociedad. Pero no puede considerársela fuente de crecimiento.
- La política de la oferta,
- la reducción de impuestos,
- la desregulación,
- la competencia,
- el libre comercio y
- la globalización
han ofrecido al mundo alta tecnología (extraordinario desarrollo de Internet, teléfonos celulares) y una vida mejor.
Esto no implica negar que nos encontremos en medio de una crisis económica. Pero esta crisis debe enfrentarse con los principios de la economía moderna.
- ¿La crisis actual es la consecuencia de los excesos del libre mercado, de la ceguera ideológica y de la falta de regulación estatal?
- ¿Cómo explicamos entonces los 25 años anteriores de prosperidad económica?
Casi todos los economistas partidarios del libre mercado coinciden ahora en que los mercados sólo funcionan bien dentro de los límites impuestos por instituciones sólidas y predecibles; cuando no es así, el crecimiento es lento o aparecen las burbujas especulativas.
Por otro lado, la economía conductista acepta que los individuos no siempre actúan racionalmente; las pasiones nos llevan a hacer elecciones económicas absurdas. Pero reconocer la necesidad de instituciones y tener en cuenta las impredecibles acciones de los individuos no significa que el control estatal sea indispensable. Los gobiernos tienden a ser aún más impredecibles que los mercados, y tampoco son menos proclives a dejarse llevar por las pasiones.
Los gobiernos eligen ir a la guerra, por ejemplo, y los individuos, no.
Paul Krugman ganó un Premio Nobel por sus primeros trabajos sobre el libre comercio, pero ha empezado a argumentar que los EE.UU. deberían reemplazar una economía guiada por la codicia (léase: el mercado) por una economía basada en la moralidad (léase: el gobierno). Pero desde David Hume se ha demostrado una y otra vez que una sociedad moral se basa en la libertad individual. Concederle al gobierno autoridad para imponer moralidad es malo desde lo económico y niega las premisas básicas de todas las sociedades libres.
Los bancos hipotecarios estadounidenses Fannie Mae y Freddie Mac, instituciones que regulaban el mercado inmobiliario estadounidense, que no eran públicos ni privados (el peor caso posible, ya que la responsabilidad no queda en claro), eran impredecibles y poco confiables.
La pasión contribuyó a crear una burbuja mundial debido al contagio de la mala información: los precios de la vivienda sólo podían subir, se decía. Así, para reparar el mercado, lo que hoy se necesita no es una mayor regulación, sino un mercado mejor gracias a la transparencia.
- No se debería permitir ninguna transacción inmobiliaria en la que el comprador no dispusiera de toda la información y de asesoramiento financiero acerca de las consecuencias de su compra.
- Una autoridad que evalúe la seguridad financiera de los productos debería imponer criterios informativos estándares similares a los que rigen la información de las etiquetas de los alimentos envasados.
En teoría el camino más corto hacia la recuperación sería dejar que el mercado mismo se ajustara, pero en una democracia, donde la opinión pública pesa, mantenerse a un lado no es una solución legítima. Las consecuencias sociales de adoptar una actitud de laissez-faire radical podrían hacer que gran parte de la nación se volviera en contra del capitalismo.
Por lo tanto, el deber del gobierno es salvar al capitalismo, la mejor herramienta económica que tenemos, incluso por medio de medidas no capitalistas: Keynes ya lo sabía en la década de 1930. Nunca pretendió destruir el capitalismo, sino salvarlo de los capitalistas dando participación al gobierno.
Pero reaccionar excesivamente ante una crisis puede ser tan peligroso como no hacer nada. La nueva cultura del rescate podría estimular el riesgo moral y socavar el espíritu emprendedor, tal como lo hizo la sindicalización en los 30. Parece menos destructivo rescatar a los individuos en mala situación, los que corren peligro de perder su vivienda o su empleo, que rescatar a industrias enteras.
Al escuchar las promesas de Barack Obama, y teniendo en cuenta la codicia de sus aliados keynesianos, sólo podemos esperar que el presidente electo rechace sus peores consejos. Los errores y desequilibrios no podrán evitarse absolutamente, pero la economía se recuperará si se preservan los verdaderos motores del crecimiento futuro:
- el espíritu emprendedor,
- la innovación,
- la solidez de las instituciones públicas,
- la libre circulación de la información y
- el libre comercio.
Si la economía de Obama no impide que los innovadores accedan al mercado, las nuevas tecnologías y productos que aún no conocemos y que en este momento están en proceso de creación y que son el Microsoft del mañana, y no las viejas industrias rescatadas, como la de los autos, darán forma a nuestro futuro.

Guy Sorman - "La Nación" - Buenos Aires - 8-Ene-2008

miércoles, 7 de enero de 2009

La crisis según Albert Eistein

Crisis.
No pretendamos que las cosas cambien si siempre hacemos lo mismo.
La crisis es la "mejor bendición" que puede sucederle a las personas y países porque la crisis trae progresos.
La creatividad nace de la angustia como el día nace de la noche oscura.
Es en la crisis que nace la inventiva, los descubrimientos y las grandes estrategias.
Quien supera la crisis se supera a sí mismo sin quedar “superado”.
Quien atribuye a la crisis sus fracasos y penurias, violenta su propio talento y respeta más a los problemas que a las soluciones.
La verdadera crisis es la crisis de la incompetencia.
El inconveniente de las personas y los países es la pereza para encontrar las salidas y soluciones.
Sin crisis no hay desafíos, sin desafíos la vida es una rutina, una lenta agonía.
Sin crisis no hay méritos.
Es en la crisis donde aflora lo mejor de cada uno, porque sin crisis todo viento es caricia.
Hablar de crisis es promoverla, y callar en la crisis es exaltar el conformismo.
En vez de esto trabajemos duro.
Acabemos de una vez con la única crisis amenazadora que es la tragedia de no querer luchar por superarla.
Cristian Saracco - "Online Marketing Latinoamérica" - 3-Dic-2008

Sin piedad, sin esperanza

CONSTITUYE un hecho incontrovertible que la opinión pública europea se inclina de modo predominante hacia la causa palestina, del mismo modo y por la misma razón que se muestra mayoritariamente antiamericana.
Quizá se trate de un resabio no abolido de la guerra fría, o de una de esas contradicciones que la izquierda occidental asume con enorme desparpajo, como la de la simpatía inquebrantable por la dictadura -antes llamada revolución- cubana.
Hay un progresismo confortable que gusta de redimir su conciencia internacionalista apostando por bandos o situaciones que jamás toleraría para sí mismo; la evidencia palmaria de que Israel, con todos sus flagrantes abusos, representa la única democracia de un Oriente Medio dominado por la intolerancia y el fundamentalismo no ha resultado nunca suficiente para ganarle el apoyo de una izquierda capaz incluso de comprender o justificar el más largo y contumaz de los terrorismos contemporáneos. Pero que las cosas sean como son no significa que haya que resignarse ante este manifiesto doble rasero.
Asunto distinto es que el Estado judío no haya estado tampoco nunca por la labor de caer simpático, sino más bien todo lo contrario. Su política de respuestas violentas desproporcionadas y unilaterales a cualquier asomo de agresión proviene de una conciencia histórica que ha sostenido desde la arrogancia y el orgullo de considerarse un pueblo elegido y acostumbrado a defenderse por sí mismo.
Israel no pretende caer bien; está demasiado ocupado con sobrevivir sin permiso a la presión de un entorno cuyo imaginario sigue presidido por la consigna de aniquilarlo.
Pero la conciencia europea debería ya tener el suficiente aplomo de admitir que en el conflicto judeopalestino no hay buenos ni malos. Hay un odio de siglos alimentado por toda clase de tragedias, y hay dos pueblos salvajemente enfrentados por la negativa mutua de reconocerse el derecho a la existencia. Sin piedad y sin esperanza. A muerte.
Con la certeza de fondo de que
- ni Israel aceptará ninguna salida que comprometa de lejos su seguridad
- ni el mundo árabe, cada vez más fanatizado, renunciará a su viejo sueño de echar a los judíos al mar.
A ninguna de las dos partes les importa lo que piense el resto del mundo. Sólo que Israel no lo disimula, mientras los palestinos tratan de ganar el apoyo internacional presentándose como víctimas y soslayando su papel de verdugos.
Ambos están enfrascados en una lucha eterna en la que es tan imposible negarles una parte de razón como dársela del todo; lo que resulta ingenuo es plantearse ese enfrentamiento encarnizado y mortal desde nuestra bienintencionada y desinculpadora concepción de la paz (o de la pazzzzzzz).
La paz en la que nosotros creemos se les da a todos ellos una higa del desierto. No quieren la paz, sino la victoria. O el exterminio.
Cuando caen bombas de racimo sobre una ciudad es imposible sustraerse a la piedad.
Pero tendríamos que preguntarnos, sin hemiplejía moral, por qué no nos conmueven los ataques, las bombas y los atentados que dan lugar a estas atrocidades. Antes, ahora y quizá, por desgracia, siempre.

IGNACIO CAMACHO - "ABC" - Madrid - 7-Ene-2009

La renta del mar

Se ha asentado la creencia de que el problema del mar de Galicia es un problema de comercialización.
Y no seré yo quien la cuestione como formulación general, porque problemas de comercialización en nuestro mar existen.
Otro aserto, también generalizado, concluye que la renta generada en la explotación de nuestros recursos marinos se va a manos de los intermediarios en detrimento de los productores o marineros.
Y de estas dos generalizaciones se establece la vía única para darle solución:
acortemos la cadena de comercialización entre el armador, mariscador o bateeiro y el consumidor.
Establezcamos canales de comercialización directa y resolveremos gran parte del problema.
Pareciéndome necesarias tales reflexiones y medidas, siempre me han resultado insuficientes para analizar y resolver las rentas de la Galicia del mar, por más que tras tales asertos se escondan otras certezas que pareciera que salvaguardan nuestro mar de la competencia de otros mares,
"su excelencia e inmejorable calidad".
Porque en el citado análisis, y por lo tanto en las estrategias que de él se derivan, se obvian dos elementos importan, la competencia de productos de otras procedencias en nuestros mercados, su precio y el impacto en las preferencias y actitudes del consumidor, y la capacidad de producción ofertada por nuestro mar.

Y no debiéramos olvidar que la producción de los barcos gallegos se mueve en las 160.000 toneladas de producto fresco, incluidas capturas de mares bien distantes del mar de Galicia.
En algunas pesquerías industriales, por ejemplo las de merluza del Gran Sol operadas desde «el paradigma de Celeiro», se observa u
n deterioro de renta, asociado a un deterioro de los precios y a un incremento de los costes de explotación, que no compensa totalmente una buena evolución de la productividad y del rendimiento de la pesquería, ni las prácticas de avanzadas políticas de gestión pesquera y comercial desarrolladas por esa organización.
Deterioro que podría asociarse a la competencia de nuevos productos de pescado blanco en los mercados y
a cambios en los hábitos de consumo.

Lo que a no dudar obliga a nuevas estrategias de explotación, ya iniciadas, y a mejoras comerciales.
Sin embargo, por lo que respecta a las pesquerías artesanales de Galicia, incluyendo en ellas "el marisqueo", la renta del mar no se podrá nunca sostener, y mucho menos mejorar, tan solo con medidas dirigidas a intervenir en los procesos de comercialización, porque no hay elasticidad de precios como para que la escasa producción actual pueda ser compensada, y compense además los incrementos de los costes de producción y del propio esfuerzo pesquero que en las pesquerías del mar de Galicia se evidencian.
Por ello, las políticas y los análisis que debieran sustentarlas harían bien en atender la producción.

Sin ella no hay renta ni ganancia del mar, ni de quienes lo trabajan o lo explotan.
Uxío Labarta - "La Voz de Galicia" - Santiago de Compostela - 7-Ene-2009

martes, 6 de enero de 2009

Qué significa "desproporcionada"?

Ante un conflicto, la opinión se divide entre
- los incondicionales, que ya han decidido quién tiene y quién no tiene razón, y
- los circunspectos, que consideran ésta o aquella acción como oportuna o inoportuna en función de las circunstancias, sin perjuicio de mantener cierta reserva hasta estar más informados.
El enfrentamiento en Gaza, por sangriento y terrible que sea, deja asomar, sin embargo, una luz de esperanza que las imágenes dramáticas muchas veces ocultan. Por primera vez en el conflicto de Oriente Próximo, el fanatismo de los incondicionales parece minoritario.
El debate entre los israelíes
(¿es el momento?, ¿hasta dónde?, ¿hasta cuándo?) se desarrolla como es habitual en una democracia. Lo sorprendente es que hay un debate similar a micrófono abierto entre los palestinos y sus partidarios, hasta el punto de que, incluso después de que comenzaran las operaciones israelíes de castigo, Mahmud Abbas, jefe de la Autoridad Palestina, tuvo el valor de achacar a Hamás la responsabilidad inicial del sufrimiento de la población civil en Gaza, por "haber roto la tregua".
Por desgracia, las reacciones de la "opinión pública mundial":
- medios de comunicación,
- diplomáticos,
- autoridades morales y políticas,
parecen "ir con retraso" respecto a la evolución de los directamente afectados
.
Es obligatorio destacar la palabra que triunfa y cimienta un tercer tipo de incondicionalidad, que condena urbi et orbi la actuación de Jerusalén por considerarla "desproporcionada".
A las imágenes de Gaza bajo las bombas se añade, por consenso universal e inmediato, el subtítulo de que "Israel actúa de manera desproporcionada".

A veces, los reportajes y comentarios añaden palabras como "matanzas" y "guerra total". Afortunadamente, hasta ahora se ha evitado el vocablo "genocidio".
- ¿Será tal vez que el recuerdo del "genocidio de Yenín" (60 muertos), repetido machaconamente y después olvidado, paraliza el exceso de excesos?
No obstante, la avalancha de opiniones se rige por la condena incondicional, a priori, de la desmesura judía.
Consultemos el primer diccionario a mano: "desproporcionado" es lo que está fuera de proporción,
- bien porque la proporción no existe,
- bien porque se ha roto, se ha transgredido.
Esta segunda acepción
es la que se utiliza para fustigar las represalias israelíes, que se consideran excesivas, incongruentes, discordantes, que superan los límites y las normas.
El sobrentendido es quizá que existe un estado normal en el conflicto entre Israel y Hamás y que el belicismo de Tsahal (el Ejército israelí) lo desequilibra, como si el conflicto no fuera -como todo conflicto serio- desproporcionado desde su propio origen.
- ¿Cuál es la proporción justa que hay que respetar para que Israel cuente con unas opiniones favorables?
-
¿Que el Ejército israelí no utilice su superioridad técnica y se limite a emplear las mismas armas que Hamás, es decir,
- a guerra de los imprecisos misiles Grad,
- las piedras,
- la estrategia de los atentados suicidas a discreción,
- las bombas humanas y
- la selección deliberada de las poblaciones civiles como objetivos?
O, mejor aún,
- ¿convendría que Israel espere pacientemente a que Hamás, gracias a Irán y Siria, "equilibre" su potencia de fuego?
A no ser que se trate de equilibrar no sólo los medios militares, sino los fines que se persiguen. Ya que Hamás -en contra de la Autoridad Palestina- se obstina en no reconocer el derecho de existir del Estado judío y sueña con "la aniquilación de sus ciudadanos",
- ¿querríamos que Israel imite ese radicalismo y proceda a una gigantesca limpieza étnica?
- ¿De verdad queremos que Israel refleje "de forma proporcional" los deseos exterminadores de Hamás?
Cuando ahondamos en los sobrentendidos del reproche biempensante sobre la "reacción desproporcionada", descubrimos que Pascal tiene razón y que
- "quien quiere pasar por ángel, se vuelve una bestia".
Todos los conflictos, ya estén latentes o en ebullición, son por naturaleza "desproporcionados". Si los adversarios llegaran a un acuerdo sobre el uso de sus medios y los fines que reivindican, dejarían de ser adversarios.
Donde hay un conflicto, hay una falta de entendimiento
, por lo que cada bando se esfuerza en utilizar sus ventajas y explotar las debilidades del contrario.
Tsahal no renuncia a ello y "se aprovecha" de su superioridad técnica para escoger sus objetivos.
Y Hamás tampoco, porque utiliza a la población de Gaza como "escudos humanos" sin tener en cuenta los escrúpulos morales ni las obligaciones diplomáticas de su adversario.
Para trabajar a favor de la paz en Oriente Próximo, es necesario huir de las tentaciones de la incondicionalidad, que persiguen
- no sólo a los fanáticos dispuestos a todo,
- sino también a las almas angélicas que sueñan con una sacrosanta "proporción" que equilibre de manera providencial los conflictos asesinos.
En Oriente Próximo, no se lucha sólo para hacer respetar unas reglas del juego, sino para establecerlas.
Está bien debatir libremente sobre la oportunidad de ésta o aquella iniciativa militar o diplomática, pero sin considerar que el problema está resuelto de antemano por la mano invisible de la buena conciencia mundial. Querer "sobrevivir" no es "desproporcionado".

ANDRÉ GLUCKSMANN - Filósofo - "ABC" - Madrid - 6-Ene-2009

Economista Yoav Galant: General Jefe del Comando Sur

Asesor militar de Sharon

Un experto general bregado en las encrucijadas de las guerras del Líbano (1982 y 2006) es quien comanda la operación «Plomo sólido» cuya fase terrestre se denomina ahora «Arrancar de raíz».
Nacido en la ciudad de Jaffa hace 50 años, Yoav Galant comenzó su carrera militar en 1977, tras graduarse en Gestión en Economía y Finanzas por la Universidad de Haifa.

En las Fuerzas de Defensa de Israel comenzó mar adentro, enrolado en la denominada Flotilla 13 desde soldado raso a comandante: durante 17 años.
Ya en la década de los noventa entró en el Ejército de Tierra. Entre 1997 y 1999 sirvió como jefe de la División de Gaza.
De 2002 a 2005, como secretario militar del primer ministro Ariel Sharón para pasar luego a su cargo actual.

Información - "ABC" - Madrid - 6-Ene-2009

Israel Defense Forces (IDF)
Major General Yoav Galant, GOC Southern Command
Major General Yoav Galant was born on November 1958 in Jaffa
The following is a list of positions Major General Yoav Galant filled during his service in the IDF:
1977: Drafted to Flotilla 13- the Navy commando, served as a combat soldier, officer and commander. Participated and commanded many IDF operations throughout his service.
1986: Appointed commander of a company of combat soldiers in the Flotilla 13 unit. Was later appointed lieutenant colonel.
1993-1994: Commanded the Jenin Brigade of the Judea and Samaria division.
1994-1997: Commander of Flotilla 13 (Navy commando).
1997-1999: Commander of the Gaza Division.
1999-2001: Changed careers to serve as commander of the armored corps. Served as commander of the armored corps division in reserves of the central command.
2001-2002: Head of the Ground Forces Staff.
2002: He was appointed to the position of Military Secretary of the Prime Minister, and was promoted to the rank of Major General.
2005: He was appointed to the position of GOC Southern Command.


Major General Yoav Galant holds of a B.A. Degree and graduated with honors in Business and Finance Management from the University of Haifa.
Major General Yoav Galant is married and a father of three.

Admiral Eliezer Marom, Commander of the Israel Navy
Vice Admiral Eliezer Marom was born at the Sde-Eliezer village in the Upper Galilee, Israel, in 1955. He graduated from the Naval Officers course in 1975. His first sea duty assignment was as an Engine Officer.
During his military service, Vice Admiral Eliezer Marom held various command and staff positions including but not limited to: Detection, Navigation and Communications Officer, Commander of a Missile Boat, Commander F.M.B. (First Missile Boat) Squadron, Commander of the Advanced Naval Command Course, Head of Operational Intelligence Department, and Commander of the F.M.B. Flotilla.
In 1999 he was promoted to the rank of Rear Admiral and appointed Commander of the Haifa Naval Base and the North Arena.
In 2001, he was appointed the Head of Naval Operations of the Israel Navy.
In 2003, he was appointed Chief of Staff of the Israel Navy.
Between 2004 and 2005, he was the representative of the IDF at the United States Joint Forces Command.
On August 2005, he was appointed as the Defense $ Armed Forces Attachי at the Embassy of Israel in Singapore.
On October 9, 2007, Vice Admiral Eliezer Marom was promoted to the rank of Vice Admiral and appointed as the Commander in Chief of the Israel Navy.


He is a graduate of
- the Israel Navy's Advanced Command Course,
- the National Defense College,
- the U.S. Navy Senior International Defense Management Program and
- the Harvard Business School, AMP.
- He holds an MA in Social Sciences from Haifa University.
Vice Admiral Eliezer Marom is married to Ora and has three children.

Major General Amos Yedlin, Director of Military Intelligence
Major General Amos Yedlin was born in Kibbutz Hatzerim in 1951 and enlisted in the Israel Defense Forces in November 1970.
Yedlin began his army service by volunteering for Pilots Course, successfully completing the 68th course as a combat pilot. Soon afterwards, Yedlin took part in the Yom Kippur War as a fighter pilot.
1973, Yedlin passed a flight instructor course. Immediately afterwards, he returned to the "Flying Tiger" squadron.
1976, Yedlin was reassigned to the "Golden Vulture" squadron ("Vulture" aircraft) and subsequently transferred to "Negev Squadron."
1978, Yedlin was named the commander of the instructor branch of "The First Battle Squadron" ("Kfirim") at Hatzor Base.
1979, Yedlin was appointed commander of the interception branch of "Haemek Squadron" at Ramat-David Base.
1980, Yedlin was a member of the second delegation of pilots enrolled in a conversion course for the "Hawk" (F-16) aircraft in the United States.
1980, Yedlin was named deputy commander of Squadron B in "The First Jet Squadron" at Ramat-David Base.
1981, Yedlin was appointed deputy commander of Squadron A in "The Negev Squadron" ("Hawk") at Ramon Base.
1985, Yedlin took over as commander of squadron "The Flying Wing" (Eagle) in Ramat-David Base.
1987, Yedlin joined the conversion course for the Falcon airplanes (F-15).
1987, Yedlin assumed the position of commander of the squadron "Knights of the Double Tale" at Tel-Nof Base.
1988, Yedlin was transferred to the Air Force General Staff where he assumed the role of Head of Combat Training.
1989, Yedlin served as head of planning in the Command and Organization Department.
In April 1990, Yedlin was promoted to the rank of colonel and named head of the Command and Organization Department.
1994, Yedlin was appointed commander of Nabatim Base and the head of the Air Force Deployment Administration in the south.
1995, Yedlin was promoted to the rank of Brigadier-General and named commander of Hatzerim Base.
1998, Yedlin was appointed head of Intelligence Squadron, where he served for two years.
2000, Yedlin was named chief of Air Force General Staff.
2002, Yedlin was promoted to the rank of General and named commander of Air Force colleges.
2004, Yedlin was dispatched to Washington to serve as the IDF Military attache.
January 2006, Yedlin was named Head of Military Intelligence.
Major General Yedlin participated in many operations, among them the attack on the nuclear reactor in Baghdad, and his command and operational experience is much greater.

Major General Yedlin completed
- a Degree in Economics and Business Management with honors and
- a Masters degree in Public Administration from Harvard University in the United States.
Major General Yedlin is married to Karen, and is a father to two girls and a boy.

Major General Ido Nechushtan, Commander of the Israel Air Force
Major General Nechushtan was born in 1957 in Jerusalem, where he was raised and educated.
1975: Enlisted in the IAF.
1977: Graduated from the combat pilot course with honors.
His career as a fighter pilot began with operational training at the Etzion airbase in Sinai, and continued as he piloted Skyhawk, Phantom, and F-16 fighters, as a flight school instructor, and as a member of the Air Force's aerobatics team.
Throughout his career Major General Nachushtan has filled a series of command and headquarters positions:
Command of an F-16 "Netz" squadron at Ramon airbase, including readiness during the first Gulf War and the establishment of a new program for advanced operational training.
Establishment and command of "Barak 2" F-16 squadron at Hatzor airbase, including selection of new aircraft and development of unique nighttime capabilities and precise guided weapons.
Head of munitions branch within weaponry section of Air Force staff.
Head of Air Force staff's planning and organization section.
Commander of Air Force's Hatzor airbase.
Head of Intelligence Group.
Head of Air Force Operations.
Air Force Chief of Staff.

Major General Nachushtan also holds
- a Degree with honors in Mathematics and Computer Science from the Hebrew University of Jerusalem,
- an M.B.A. in Business Administration from the Kellogg School of Management at Northwestern University in Chicago and
- Tel Aviv University's Recanati School of Business Administration.
- He is also a graduate of Harvard University's Advanced Management Program
.

Major General Tal Russo, Head of Operations Directorate
Born in Israel in 1959 in Kibbutz Holta in the north. Drafted into the IDF in 1978 to an elite unit and released in 1981 as a unit commander.
1982- Returned to the IDF during the Galilee War and served in a Special Forces unit as a company commander. At the completion of missions conducted as part of the company commander, Russo received officer's ranks.
1983- Reserve company commander in an elite unit.
1985- Deputy commander of a Special Forces unit.
1986- Deputy commander of an elite unit.
1987- Released from the IDF.
1989- Returned to the IDF as project manager in an elite unit.
1991- Givati Brigade "Rotem" Battalion commander.
1992- Commander of a special Paratroopers Brigade force.
1994- Commander of a special reserve force.
1997- The collage of national security.
1998- Nahal Brigade Commander.
2001- Division Commander.
2003- "Steel Division" Commander.
2006- The Chief of Staff's project manager on the issue of the connection and relationship between military and the national religious public.
2006 (during the war in Lebanon and after it)- Assistant of the Head of the Operations Directorate in special missions.


Brigadier General Russo graduated from the University of Haifa with a Bachelor's degree in Political Science.
He also holds a Masters degree in Business Management from the University of T

Israel Defense Forces - www.dover.idf.il - 6-Ene-2009