domingo, 28 de febrero de 2010

Enfrentando un nuevo terremoto

Hasta el cierre de esta edición, el balance de los efectos del terremoto que afectó ayer desde la V a la IX Región, incluyendo a la Metropolitana -esto es, la zona más densamente poblada del territorio y la que concentra una proporción fundamental de las actividades del país-, indicaba
- más de 300 muertos,
- cerca de 2 millones de damnificados,
- 1,5 millón de viviendas con daños y
- 500 mil de ellas con niveles de destrucción severos.
Se temía que estas cifras pudieran empeorar, a medida que se reuniera mejor información sobre múltiples zonas y casos. "Esto fue un cataclismo", resumió el ministro del Interior.
Geográficamente, este desastroso sismo tuvo alcances nacionales, a diferencia de los de
- Valparaíso (1906),
- Chillán (1939),
- Concepción a Valdivia (1960),
- Santiago (1985) y
- Tocopilla (2005),
que golpearon zonas menos extensas.
Su costo en dolor humano y en pérdidas materiales es muy cuantioso y, sin duda,
- tendrá efectos perjudiciales en el proceso de recuperación
- que Chile esperaba poder consolidar tras la crisis financiera mundial.
Con todo, cabe observar que, comparativamente, nuestro país resistió este golpe en mejor pie que en ocasiones anteriores si se consideran, por ejemplo, los 28 mil muertos de 1939, ante una magnitud sísmica de 8,3.
Chile ha ido aprendiendo de las duras experiencias acumuladas a este respecto desde su fundación, y las prevenciones incorporadas a sus normas constructivas parecen impedir hoy una aniquilación como la de ciudades enteras en la época monárquica, o como la de Haití en enero pasado, cuando un sismo de grado 7 produjo devastación total y un número de muertes estimado en 300 mil.
Sin embargo, tenemos precedentes de "terremotos hipócritas", de modo que el juicio definitivo a este respecto debe permanecer en suspenso por ahora.

Hay edificaciones e infraestructuras recientes que no resistieron como cabía esperar, y es probable que haya más víctimas y daños en numerosas localidades menores campesinas y costeras, muy vulnerables por su pobreza y aislamiento.
Pero las comparaciones referidas no bastan para concluir que la preparación de nuestro país frente a estos eventos siempre previsibles sea satisfactoria.
Este terremoto ha dejado en evidencia varias fallas gruesas. Desde luego,
- El sistema de información oficial mostró fallas ostensibles: hasta muy avanzado el día, las autoridades no contaban con una recopilación de datos completa y fidedigna, e ignoraban el estado de cosas en múltiples localidades.
Podría entenderse que los sistemas privados de comunicaciones colapsaran por largas horas, pero sorprendió que las redes oficiales no exhibieran un plan de contingencia eficaz.
- Asimismo, resalta la necesidad de que se apresure cuanto antes el logro de la plena conectividad longitudinal del país.
Hoy tenemos -aunque con las fragilidades que se vieron ayer- casi dos tercios del territorio unidos por doble vía paralela. Urge extender esa unión paralela, para que el país no quede nuevamente interrumpido, como ocurrió en no escasa medida en este caso.
- Lo más flagrante, sin embargo, es que Santiago no puede contar con un solo aeropuerto, y el colapso de Pudahuel y el consiguiente aislamiento interno y externo durante por lo menos 72 horas -aún en curso- ratifican el enorme error de haber suprimido la alternativa de Cerrillos, como este diario y tantas voces técnicas lo advirtieron una y otra vez en su hora.
Ése es otro flanco que exige la más pronta corrección, pese a un costo de tiempo y recursos que habría podido evitarse con mejor juicio.
Ahora, cabe esperar que la enorme tarea de reconstrucción se lleve adelante, en contraste con las muchas deficiencias registradas en 1939,
con
- el ánimo unitario y
- la eficacia
- que se observaron tras los terremotos de 1960.
En este último caso, la clave de los logros estuvo principalmente en la coordinación encomendada con claridad y energía al Ministerio de Economía, Fomento y Reconstrucción -modelo que merece considerarse, con los ajustes obvios que demanda el medio siglo de experiencia adicional recolectada desde entonces-.
De hecho, tras el terremoto de Tocopilla, la segunda etapa de la actuación gubernamental -después de una lamentable descoordinación inicial, particularmente en el sector vivienda- parece mostrar que esa lección fue aprendida.
Las cifras de vivienda adelantadas por la ministra del ramo gravitarán pesadamente sobre el futuro inmediato de un sector que recién vislumbraba la superación del problema de los campamentos.
Ello se suma a otros múltiples requerimientos de reconstrucción en infraestructura y de recuperación de pérdidas en el sector privado, aún no cuantificados.
Chile está en condiciones de abordar estas necesidades sobrevinientes, lo que demandará
- Un "esfuerzo racionalizador" que toda la población deberá asumir con "espíritu solidario".
Éste debe prevalecer frente a las urgencias presentes,
ante las cuales la ciudadanía espera que las diferencias partidistas sean generosamente dejadas a un lado.
Editorial - "El Mercurio" - Sgo. de Chile - 28-Feb-2010

Derechos humanos

Han pasado 233 años desde que Jefferson escribió la emocionante Declaración de Independencia de Estados Unidos, en la que se proclama que hay derechos naturales «inalienables», como
- la vida,
- la libertad y
- la búsqueda de la felicidad.
En aquel texto fundacional de las modernas democracias también se remachó que
- los poderes de los Gobiernos «derivan del consentimiento de los gobernados».
Y han transcurrido ya 220 años desde que los revolucionarios franceses arrumbaran el viejo orden en Europa con sus Derechos del Hombre y del Ciudadano.
Pese a lo que ha llovido, esos derechos continúan en solfa.

Uno de los países castigados es Cuba, que a los gallegos nos toca la fibra por lo mucho que nos ayudó en tiempos de hambre y maleta.
La dictadura de los hermanos Castro recorre dos siglos. Más de 50 años negando las libertades básicas.
Esta semana murió el preso de conciencia Orlando Zapata, un albañil de 42 años que mantuvo una huelga de hambre de 85 días para mejorar sus condiciones carcelarias.
A Zapata lo detuvieron en el 2003, en una redada de disidentes. Le cayeron 3 años. En el presidio defendió su dignidad y le corrigieron la pena: 28 años más.
Amnistía Internacional venía implorando clemencia, pues además de la privación de libertad había sufrido palizas y vejaciones. Ahora está muerto.
- Zapatero pasa de puntillas.
- La UE, teórico club de democracias, envía una queja baja en calorías.
- Tampoco se esperan condenas de "los intelectuales", tan activos otras veces,
- que acudieron a compadrear con la dictadura en aquella feria de La Habana.
- Occidente, fatigado, abúlico, ya no defiende su mejor creación, los derechos humanos que nos pusieron a la cabeza del mundo.
Grave renuncia cuando el futuro se llama China, que se mire como se mire,
- No es otra cosa que la mayor dictadura del planeta,

- con 1.600 millones de siervos.
Luís Ventoso - "La Voz de Galicia" - 28-Feb-2010

viernes, 26 de febrero de 2010

Las huellas del rencor

Tras la asunción de Raúl Alfonsín como presidente de la Nación, en diciembre de 1983, buena parte de los intelectuales argentinos se entregó a una disputa enconada: determinar quiénes, entre ellos, habían contribuido realmente al derrumbe del proceso militar.
Es decir,

- si aquellos que, por distintas razones, se habían ido del país durante los años de plomo,

- o aquellos que habían permanecido en él.
La feroz intransigencia
con que esos hombres y mujeres, lúcidos en tantos aspectos, necesitaron agredirse unos a otros, dio forma a dos bandos irreconciliables, empeñados en demostrar que la única conducta adecuada había sido la propia.
Esa confrontación implacable dañó profundamente la cultura del país, pero no sorprendió sino a los distraídos. Probó, una vez más, que en nuestra turbulenta historia nacional el maniqueísmo preservaba, intacto, su lugar protagónico.
Casi treinta años después, aquella dicotomía encarnizada vuelve a ganar la plaza. El propósito de instrumentar políticamente la tendencia a las contraposiciones tajantes y al enfrentamiento sin mengua doblega, de nuevo, nuestro discernimiento.
Pero ya no se trata sólo de los intelectuales. Los Kirchner advirtieron mejor que nadie lo alta que podía llegar a ser la rentabilidad de esa disposición
- a la intolerancia,
- a la subestimación franca del derecho y
- el parecer ajenos.
Y supieron capitalizarla.
En ella fundaron su concepto del poder. A ella sometieron
- la práctica de la ley y la democracia,
- la caracterización del adversario y
- el destino de la República.
Hoy, las huellas del rencor se multiplican
. Rebasan los muros del cenáculo intelectual y se proyectan sobre la vida cotidiana.

El rencor está en la calle. Se alimenta, al igual que Asterión, de carne humana.
Alentado por el oficialismo
mediante un discurso reduccionista, cuyos acentos sobresalientes son el desprecio y la jactancia, ese rencor se asienta en disyuntivas tajantes por las que aún se muestran atraídos muchos argentinos.

No hay matices. No hay término medio. El Bien y el Mal lo absorben todo. No hay lugar para nadie que no esté adscripto a uno de estos polos. Se trata de optar entre la mentira y la verdad.
Las huellas del rencor ya se advierten en las relaciones interpersonales. Se plasman más allá de la disidencia entre intereses económicos o sectoriales. Más allá de las tensiones razonables entre el Estado, los gremios y las corporaciones.
El rencor ha irrumpido en la intimidad. Amistades de muchos años ven quebrantada su fortaleza por la imposibilidad de disentir sin violencia cuando se habla de política.
La crispación brutal con que el matrimonio gobernante suele tomar la palabra ejerce su efecto deletéreo sobre quienes, conversando, se deslizan de pronto hacia la actualidad y terminan enfrentados con la misma saña con que pudieron haberlo hecho,
- hace cinco siglos, católicos y protestantes o,
- hace siete décadas, quienes se mostraban a favor o en contra del Eje.
- No hay transigencia.
La irreductibilidad de las posiciones campea sin
freno y obstruye el intercambio de ideas cada vez con más frecuencia y en las circunstancias más inesperadas: en la casa de un amigo, en un almuerzo entre compañeros de trabajo, en un encuentro nocturno de parejas cercanas.
Es indudable que, en la Argentina, ha renacido cierto interés por la política. Pero con más energía aún se ha diseminado el odio al disenso, la necesidad de ahogar en la uniformidad de criterio toda discrepancia.
Siguiendo el patético ejemplo brindado por el Gobierno, un pronunciado sectarismo empieza a advertirse en la vida privada.
La desconfianza generada
por las disidencias políticas
- desbarata la espontaneidad e
- impone cautelas y suspicacias que envenenan los vínculos.
Poco a poco se ha ido extendiendo la convicción de que no hay convivencia posible con quienes sostengan una opinión distinta de la propia.
La tesis paranoide desplegada por un oficialismo
- que se considera emplazado por enemigos y detractores
- que no dejan de conspirar influye en el mundo de los afectos y fragmenta aún más a una sociedad ya escindida.
Es sobre todo en la clase media
donde los desacuerdos políticos operan con furia inaudita; es allí donde la radicalización en los juicios se deja ver con más evidencia y donde alcanza su poder de ruptura más hondo.
Sé de muchos que, en ambientes ideológicos con los que están identificados, ya no se atreven a pronunciar los nombres de aquellas personas a las que estiman, pero que no comparten con ellos un mismo diagnóstico sobre la realidad.
- Temen el repudio de los suyos.
- Temen despertar la ira e, incluso, la duda sobre su fidelidad al credo común.
Una autocensura creciente desplaza a la libertad de juicio
y va ampliando la lista de indeseables que ya no deben formar parte del círculo de allegados.
La incidencia de lo político puede más que lo afectivo y la necesidad de consensos sin fisura empieza a preponderar donde anteriormente reinaba el placer de conversar en un clima sin restricciones.
Y así como la pareja presidencial no se cansa de repetir que o se está con el país (es decir, con ella) o se está contra el país (es decir, contra ella), así proceden también quienes, no tolerando la menor discrepancia con su comprensión de los hechos, prefieren poner fin a relaciones hasta ayer entrañables antes que rever sus rígidos principios.
Por supuesto, sería abusivo pretender que la responsabilidad fundacional de todo esto la tienen los Kirchner. Ellos no son sino los instigadores de una sensibilidad cuyas raíces se nutren en lo más sustantivo de nuestra identidad.
Los Kirchner son oportunistas. Hábiles aprovechadores. Han sabido cebar a una bestia nunca del todo enjaulada y de probada veteranía en el arte de colonizar el corazón de los argentinos.
Mediante un discurso de acentos invariablemente destemplados y agresivos, el matrimonio presidencial ha logrado manipular esa arraigada propensión nacional a la confrontación y la intolerancia.
Ha sabido hacerse portavoz de un reduccionismo burdo y violento que doscientos años de historia no parecen haber atenuado.
Nos guste o no, los Kirchner, al pronunciarse, no muestran únicamente lo que son.
Muestran también lo que, como Nación, todavía no hemos dejado de ser:
- subestimadores infatigables de todos aquellos que no coinciden con nosotros,
- depredadores constantes de oportunidades y recursos,
- republicanamente irresponsables,
- desdeñosos de la ley.
Expresión, en suma, de una incultura cívica que no conoce

- distinciones de clases,
- ni de propósitos
- o de partidos.
Somos
- idólatras de nuestras propias creencias y
- enemigos incansables de las ajenas.
Mucho se ha dicho acerca de lo saturada que está la mayoría de la sociedad a raíz del hostigamiento a que la somete el proceder de la pareja gobernante. Para probar el espesor de ese hartazgo, suele hacerse referencia al pasado 28 de junio.
Entonces "se nos recuerda" la gente votó contra ese modo prepotente y demagógico de practicar la política.
Pero no debe olvidarse que ello no excluye la disconformidad popular con la conducta de los líderes opositores.
Es innegable que se les brindó un voto de confianza. Sin embargo, simultáneamente, se les hizo un reclamo de mayor madurez. Conviene, por eso, ser cautos.
- No menos errática en su modo de ejercer la política,
- no menos fastuosa en el autoelogio,
- oportunista,
- presuntuosa y contradictoria,
- además de esquemática y conceptualmente anémica,
se muestra la mayoría de los candidatos
que hoy disputa a zarpazos el liderazgo de la oposición.
Por eso la atención de la gente no se concentra ante todo en ella sino, cada vez más, en la acción parlamentaria.
No deja de ser un signo de salud cívica encomiable el hecho de que, en un escenario como el actual, el interés público se oriente hacia las tareas del Congreso.
Allí está
, antes que en las promesas grandilocuentes de los candidatos prematuros, la clave del porvenir programático del país.
De un país que necesita recuperar no sólo calidad institucional y justicia social auténtica.
Necesita, igualmente,
- Volver a depurar la vida privada.
- Desbaratar el miedo y el prejuicio.
- Confiar otra vez en el diálogo y alentar la tolerancia.

Santiago Kovadloff - "La Nación" - Buenos Aires - 26-Feb-2010

jueves, 25 de febrero de 2010

Asia saca a la economía mundial de cuidados intensivos


La recesión de la economía global fue made in Estados Unidos. La recuperación es made in China.
Las noticias de esta semana ilustran los contrastes.
Las economías de Taiwán y Tailandia se expandieron a tasas anualizadas de 18% y 15,3%, respectivamente, en el cuarto trimestre.
Pero Alemania registró un crecimiento nulo en los últimos tres meses del año pasado y la única razón por la que no se contrajo fue porque sus empresas consiguieron aumentar sus exportaciones a las economías más saludables.
"La caída fue muy sincronizada. ¿La recuperación? Cada vez menos", afirma Olivier Blanchard, economista jefe del Fondo Monetario Internacional.
La primera parada en la sala de urgencias de la economía mundial son los países desarrollados: Estados Unidos, Europa y Japón. Ninguno ha recobrado la salud, pero EE.UU. es el que está más cerca de hacerlo.
La economía estadounidense ha vuelto a crecer, impulsada por una combinación de
- insulina, el estímulo fiscal y monetario, y
- azúcar, la disposición de las empresas a reponer sus inventarios.
El repunte
, sin embargo, es débil si se compara con recuperaciones anteriores.
- Los consumidores se resisten a llevarse la mano al bolsillo y
- los bancos son muy cautos a la hora de extender crédito.
- Las empresas, por su parte, lo piensan dos veces antes de contratar y
- el gobierno es reticente a inyectar una nueva dosis de estímulo.

J.P. Morgan Chase, un banco más optimista que otros, proyecta que el Producto Interno Bruto (PIB) de EE.UU. regresará a los niveles previos a la crisis a mediados de año. Europa y Japón no lo harán hasta adentrado 2012.

Europa sigue con mala cara.
- Su recesión fue más profunda y
- su estímulo monetario menos contundente que los de EE.UU. y China.
- Sus empresas dependen más del crédito bancario que las estadounidenses y
- sus bancos no han sido, o no se han visto obligados a ser, tan transparentes sobre sus pérdidas o
- ágiles a la hora de apuntalar su capital.

Pagar culpas
Ahora los pecadores de Europa
, que gastaron más allá de sus medios (Grecia, España, Irlanda y Portugal), tienen que pagar sus culpas. Puesto que comparten el euro y
- le han cedido al Banco Central Europeo la potestad de mover las tasas de interés,
- no pueden devaluar la moneda para impulsar las exportaciones.
Las opciones
que tienen son dolorosas:
- austeridad fiscal y
- recortes salariales para abaratar sus exportaciones
.
Gran Bretaña se puede dar el lujo de permitir una depreciación de la libra esterlina pero, como remarcó esta semana Mervyn King, el presidente del Banco de Inglaterra, el éxito de las exportaciones depende de la voluntad de Europa de comprarlas.
Japón es un caso más difícil de interpretar. Al igual que otras economías exportadoras, sintió el impacto cuando EE.UU. dejó de importar. Ahora, sin embargo, se ha beneficiado de su proximidad a China, que el año pasado superó a EE.UU. como su principal destino.
El desempeño de la economía durante el cuarto trimestre fue esperanzador, pero persisten las amenazas de deflación y parálisis política.
Los países que ya salieron de cuidados intensivos y están en la sala de recuperación son los mercados emergentes, en particular los de Asia. De hecho, no sólo se pueden levantar sino que ya están caminando y haciendo abdominales.
China demostró que una ventaja de un gobierno autoritario es que
- puede inyectar enormes dosis de estímulo en forma expedita y
- ordenar a los bancos que concedan créditos.
La política ha tenido tal éxito que el banco central ha empezado a restringir los préstamos bancarios para impedir
- una sobreestimulación de la economía y
- la formación de burbujas en los mercados de activos.
Las economías asiáticas más vinculadas a China, como Taiwán, Malasia y Singapur, han exhibido un mayor dinamismo, pero los consumidores también aportan lo suyo.
Las ventas de autos subieron
- 33% en Malasia en enero frente al mismo lapso de 2008, y
- 50% en India.
- En EE.UU., en cambio, sólo crecieron 6%.
Los consumidores de los países emergentes, más numerosos y con los bolsillos más llenos que hace unas décadas, gastaron más que los estadounidenses por primera vez en la historia moderna.
Los mercados emergentes representarán
- 34% del consumo global este año frente al
- 27% de EE.UU., según cálculos de J.P. Morgan.
Hace 20 años, las cifras eran de 23% y 29%, respectivamente.
"No es una exageración decir que
- los consumidores de los mercados emergentes hicieron para el mundo en 2009 lo que los de EE.UU. hicieron en 1989
", afirma Bruce Kasman, economista de J.P. Morgan.

David Wessel - "Wall Street Journal" - NYC - 25-Feb-2010

miércoles, 24 de febrero de 2010

El espacio: La última frontera del capitalismo

Las agencias gubernamentales han dominado la exploración espacial durante tres décadas.
Pero en un nuevo plan presentado hace poco dentro del presupuesto para 2011 del presidente estadounidense, Barack Obama, un nuevo jugador se ha apropiado de la escena central:
- el capitalismo y
- el emprendimiento estadounidenses.

El plan sienta las bases para que
- nazcan los futuros Google, Cisco y Apple del espacio,
- impulsen la generación de empleos y
- abran el cosmos para el resto de nosotros.
Ahora existen dos realidades fundamentales que impulsarán la exploración espacial.

En primer lugar,
- el capital privado ve al espacio como una buena inversión, y
- está dispuesto a financiar a individuos que tienen pasión por explorarlo,
- ya sea por gusto de la aventura
- como de las ganancias.

Lo que antes sólo podían pagar los países ahora pueden ser sociedades público-privadas lucrativas.

En segundo lugar,
- las empresas y los inversionistas se están dando cuenta de que todo lo que tenemos de valor
- metales, minerales, energía y bienes raíces
- se encuentran en cantidades casi infinitas en el espacio.
A medida que el transporte y las operaciones espaciales se vuelvan más accesibles, lo que una vez fue visto como una tierra de nadie se convertirá en la próxima fiebre del oro.
Por ejemplo, hay millones de asteroides de diferentes tamaños y composiciones que vuelan por el espacio. Una categoría, conocida como tipo S, se compone de hierro, silicatos de magnesio y una variedad de otros metales. Un asteroide de tipo S promedio vale más de US$20 billones (millones de millones).


La tecnología está por alcanzar un punto crítico.
La ley de Moore nos ha dado un crecimiento exponencial en tecnología informática, que ha conducido a un crecimiento en casi todas las demás tecnologías.
Los descubrimientos en la propulsión a cohete nos permitirán ir más lejos, más rápido y de forma más segura.
Cabe aclarar que los gobiernos retendrán

- el importante trabajo de la ciencia pura, y
- de responder a algunas de las mayores preguntas:
- ¿hay vida en Marte, o alrededor de otras estrellas?
Los gobiernos jugarán el importante rol del gran cliente a medida que se retiran del negocio de la operación.
- La industria privada rutinariamente toma tecnologías en las que el gobierno fue pionero

como
- el correo aéreo,
- las computadoras e
- Internet, y
- las convierte en industrias
- accesibles,
- confiables y
- sólidas.

El desafío
Que enfrentan todos los emprendimientos relacionados al espacio es el alto costo.
Cuando el trasbordador espacial de EE.UU. deje de funcionar este año, la NASA deberá enviar a los astronautas estadounidenses a que despeguen abordo del Soyuz ruso a un precio de más de US$50 millones por persona.
El trasbordador espacial, por otro lado, cuesta entre US$750 millones a US$2.000 millones por vuelo, según la cantidad de lanzamientos cada año.
La nueva visión del gobierno posibilitará el desarrollo de múltiples operadores, lo que le dará a EE.UU.
- abundancia y
- un mercado competitivo
- que reducirá el costo de llevarnos a usted y a mí a la órbita.
Unas de las empresas de cofundé, Space Adventures, ya arregló el vuelo de 8 ciudadanos privados a la órbita, a un costo de alrededor de US$50 millones por persona.
En los próximos cinco años esperamos reducir el precio a menos de US$20 millones, y eventualmente por debajo de US$5 millones.

Peter Diamandis - Wall Street Journal - NYC - 24-Feb-2010

martes, 23 de febrero de 2010

Una defensa 'churchilliana' de los mercados

El presidente de la junta de HSBC y su defensa 'churchilliana' de los mercados.
Stephen Green habla de cómo no ve alternativas a una economía de mercado.
Desde la ventana de la oficina de Stephen Green, en el piso 42 de una esquina de Canary Wharf, se alcanza a notar la puesta del sol en Londres. La vista es todo lo que podría desear un amo del universo: el centro financiero histórico de la ciudad, Westminster detrás y el río Támesis que corre en medio de todo eso.
Pero Green, presidente del directorio y ex presidente ejecutivo de HSBC, uno de los bancos más grandes del mundo, no encaja con la imagen de los banqueros que tantos han llegado a despreciar desde la crisis de 2008.
El año pasado, acusó públicamente a su propia industria por estructuras de pago "distorsionadas" para los banqueros.
Habla sobre el "deber fundamental con la sociedad" de los bancos, y acaba de publicar un libro titulado "Good Value: Reflections on Money, Morality and an Uncertain World" (algo así como "Reflexiones sobre el dinero, la moralidad y un mundo incierto").
En el libro, escribe sobre el pecado en el mundo moderno y critica el relativismo y la codicia sin límites. Hablamos con él sobre
- la crisis financiera,
- la moralidad,
- la marcha de la globalización y
- las conexiones entre ellas.
Green, que fue ordenado sacerdote anglicano en 1988, no es ajeno a los peligros de la avaricia. Habla y escribe con una seriedad moral que no tiene rastros de auto justificación.
"No se puede vivir sin bancos", afirma. "Ninguna sociedad puede tener la clase de sociedad y la clase de nivel de vida que tenemos sin tener un sistema bancario".
Hace dos años, los banqueros no sentían la necesidad de recordarle al mundo este tipo de cosas. El ejecutivo continúa: "Y es de interés público que ese sistema sea estable, robusto, saludable y rentable".
Green hace énfasis especial en ese último punto. HSBC no reportará su ganancia de 2009 hasta el primero de marzo, pero una cantidad creciente de bancos ya dieron a conocer ganancias suculentas —y en algunos casos récord— para el año que terminó.
Con esas utilidades llegaron jugosas bonificaciones que atrajeron la celosa atención de reguladores y políticos, junto con la ira del público.
Sobre este último tema, Green se muestra comprensivo. Hay, admite, "una inmensa cantidad de ira" sobre los paquetes de remuneración de los banqueros. "Y es entendible, en particular en el contexto de una economía que ingresó en una recesión y en el que el desempleo es alto". Unos 36 millones de personas, de acuerdo con algunos estimados, "han perdido sus empleos durante la crisis a nivel global. ¿Hay ira pública? Sí. ¿Es entendible? Sí".
Pero más que eso, Green acepta que la compensación previa a la crisis en la industria a menudo no estaba "alineada con los intereses de los accionistas, ni con el hecho de que hay algo de riesgo en el balance de un banco luego de que se cierra un acuerdo".
En otras palabras,
- los banqueros se llevaban las bonificaciones y
- los accionistas o los contribuyentes se quedaron cargando el muerto.
Estos problemas, afirman, están en proceso de ser tratados por reguladores y juntas directivas de los bancos. La postergación de los salarios y las cláusulas de recuperación se convertirá en la nueva norma a medida que los bancos buscan alinear incentivos con los intereses de los accionistas.
"No creo", sostiene Green, "que haya alguna posibilidad de volver al estado de cosas previo". Y continúa: "Creo que esta fue una experiencia lo suficientemente grave como para que los efectos se mantengan durante un buen tiempo".
A pesar de toda la atención que los salarios en los bancos ha tenido en los medios y entre los políticos, Green ve a la remuneración como un síntoma de un mercado distorsionado en lugar de la causa de la crisis.
El banquero divide el sector financiero en 3 mercados:
- un mercado de productos, en el que se suministra bienes y servicios a clientes;
- un mercado de capital que dota al sector con el dinero que desembolsa; y
- el mercado laboral.

Velocidad sin precedentes
"Si mira los mercados de capitales", dice, "es muy claro que había distorsiones..."
Pero a Green le interesa el panorama más general: lo que nos dicen el pánico financiero y la crisis subsiguiente sobre la forma en que el mundo ha cambiado en las últimas décadas. "Creo, de hecho, que cuando se escriban los libros de historia, una de las cosas en las que se concentrarán los historiadores económicos será la velocidad sin precedentes con la que la crisis financiera se convirtió en una desaceleración económica" en 2008.
Fue, sostiene, diferente a crisis previas por su rapidez. La "pura velocidad" con la que se extendió de "país a país y de empresa a empresa no tuvo, creo, precedentes".

- ¿Por qué una crisis financiera se convirtió tan pronto en una recesión global a fines de 2008?
"Sospecho que tiene que ver con las consecuencias de tener una economía mucho más globalizada y veloz que nunca antes".
No había, como sostiene en su libro, "elasticidad en el sistema" de
- cadenas de suministros globales y
- la gestión estricta de inventarios.
Ese sistema es lubricado con el crédito facilitado por un sistema financiero global que se estaba agrietando, y que a su vez alimentó una crisis en la economía real con una velocidad que tomó al mundo por sorpresa.
La globalización hizo posible que incluso firmas más pequeñas compraran partes y materiales de todas partes del mundo. Pero también las puso a la merced de las innumerables interacciones requeridas para que esos negocios sean posibles.
Esto no es una condena de la globalización.
- Primero que todo, como dice Green, porque está en un punto donde ya es imposible devolverse. Es más,
- "la globalización no es una ideología, es de hecho un fenómeno", agrega.
La tarea ahora, afirma, es "aprender las lecciones de la crisis, para fortalecer el camino hacia adelante sin tener que hacer cambios fundamentales. No creo que haya posibilidad de una desviación del curso actual si queremos seguir permitiendo que mercados emergentes en particular sigan desarrollándose".

- ¿Entonces cuál es la alternativa?
"Yo no creo", afirma, "que haya una alternativa al mercado como el motor básico del desarrollo económico y social... O más bien, las alternativas ya se probaron".
"Así que al final del día", sostiene mientras el cielo se oscurece detrás suyo sobre Londres, "me adhiero a lo que podría llamarse una defensa churchilliana de los mercados". Es decir:
-
Es la peor forma de organización económica,
- excepto por todas las demás que se han probado,
- el comunismo totalitario y
- el fascismo de un estado corporativo.

Brian M. Carney - "Wall Street Journal" - NYC - 23-Feb-2010

lunes, 22 de febrero de 2010

Los cerebros detrás del colapso financiero

Extractos del libro"The Quants", sobre cómo una banda de matemáticos e ingenieros informáticos casi destruyó Wall Street.

Hace unos días, el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, propuso nuevas normas para mantener a raya algunas de las actividades más "arriesgadas y rentables" de Wall Street.
Uno de los blancos son las reservadas operaciones de corretaje entre bancos que utilizan altos niveles de apalancamiento, o dinero prestado, para hacer grandes apuestas sobre el mercado.
Wall Street asegura que las regulaciones no son necesarias, y desde que se desató la crisis financiera, la mayoría de bancos ha disminuido su exposición a esta clase de operaciones.
Pero cuando la recesión empezó a propagarse con toda su fuerza en 2007, muchos de ellos se convirtieron en las primeras víctimas, perdiendo en conjunto miles de millones de dólares en cuestión de días.
En su nuevo libro 'The Quants' (algo así como Los quants), el reportero de The Wall Street Journal, Scott Patterson, sugiere cómo un grupo de matemáticos e ingenieros informáticos se apoderó de gran parte del sistema financiero y los daños que infligieron en el colapso económico de 2007.

El 6 de agosto de 2007, Peter Muller, un operador de Morgan Stanley y fundador del fondo Process Driven Trading, PDT (negociación dirigida por procesos), estaba cerca de Boston visitando a un amigo.
Al mando de la unidad en su reemplazo estaban Mike Reed y Amy Wong, ambos veteranos de PDT, desde cuando el grupo no era más que un experimento teórico y sus operadores una banda de jóvenes genios de las matemáticas que se la pasaban ensayando modelos en computadoras.
En Wall Street eran conocidos como los "quants" o inversionistas cuantitativos: operadores e ingenieros financieros que recurrían a complejos conceptos matemáticos y computadoras superpoderosas para jugar con miles de millones de dólares.
En lugar de
seguir a compañías individuales y fijarse en su desempeño, la gerencia y sus rivales, se basaban en elaboradas fórmulas matemáticas para configurar apuestas sobre qué acciones subirían y cuáles bajarían.
Para principios de 2000, estos inversionistas cuantitativos ya dominaban Wall Street, respaldados por importantes descubrimientos teóricos en la aplicación de las matemáticas a los mercados financieros, avances que los habían hecho merecedores de varios estantes llenos de premios Nobel.
PDT, uno de los fondos cuantitativos más reservados, era ahora una potencia económica, con oficinas en Londres y Tokio y alrededor de US$6.000 millones en activos (el monto podía cambiar a diario dependiendo del dinero que Morgan dirigía hacia la unidad).

Se trataba de una máquina bien engrasada que no paraba de imprimir dinero, día tras día.
Sin embargo, esa semana, PDT no imprimiría nada de dinero, todo lo contrario, lo destruiría cual gigantesca trituradora industrial.
Las acciones que PDT seguía habían comenzado a comportarse de forma inusitada

- a mediados de julio y
- habían empeorado en los cinco primeros días de agosto.
El viernes anterior, en torno a seis de los grandes triunfadores en el Nasdaq eran los títulos que PDT había vendido al descubierto, dadas sus expectativas de que su precio caería, y varios de los mayores perdedores eran acciones que el fondo había comprado con la esperanza de que subirían.

Era el mundo al revés para los quants. Arriba era abajo y abajo era arriba.
Las oscilaciones en el mercado
que PDT y otros fondos quants empezaron a ver a principios de esa semana desafiaban toda lógica.

Toda la matemática y la ciencia que había propulsado la inversión cuantitativa a la cima de Wall Street no podían asimilar lo que estaba sucediendo.
En los días siguientes empezó a cobrar forma una teoría:

- el mercado inmobiliario de Estados Unidos se estaba hundiendo,
- traduciéndose en gigantescas pérdidas
- en los portafolios de hipotecas de bancos y fondos de cobertura.
- El resultado fue un catastrófico efecto dominó.

Destrucción de un modelo
La ola de ventas apresuradas hicieron añicos los modelos que los quants habían utilizado
para comprar y vender acciones. A principios de agosto, las ventas cobraron vida por sí mismas, causando pérdidas multimillonarias.
El colapso también reveló peligrosas conexiones en el sistema financiero
de las que pocos habían sido conscientes hasta entonces:
- las pérdidas en el mercado de bienes raíces de EE.UU.
- podían provocar pérdidas en gigantescos portafolios de acciones

que no tenían nada que ver con ese sector.
- Lo que reinaba era un auténtico caos alimentado por el pánico.
Los inversionistas cuantitativos hicieron lo que pudieron por contener los daños, pero parecían bomberos tratando de apagar un infierno con gasolina.
El martes se aceleró la caída en espiral. Cliff Asness, ex ejecutivo de Goldman Sachs que dirigía Applied Quantitative Research, un "fondo quant", y su equipo de técnicos trabajaban sin parar.

Mientras, las autoridades apenas tenían noción de las cuantiosas pérdidas que estaban azotando a Wall Street.
La masacre puso en evidencia la falta de transparencia en el mercado.

Nadie sabía cuál era el fondo que había activado el colapso.
Nerviosos, los operadores intercambiaban rumores por email y teléfono en una caza frenética por descubrir al paciente cero.
Muchos apuntaban a Global Alpha, el fondo quant de Goldman Sachs fundado por Asness en los años 90 y que había alcanzado proporciones desmesuradas. Pero nadie estaba seguro.
El martes en PDT, Muller seguía tanteando a los gerentes, tratando de averiguar quiénes estaban vendiendo y quiénes no. Pero pocos querían hablar.

A medida que la situación se desbordaba, Muller mantenía al corriente a la élite ejecutiva de Morgan.
Quería saber cuánto daño era aceptable. Pero sus jefes no le dieron ninguna cifra concreta.
No entendían los detalles de cómo funcionaba PDT.
Muller había mantenido la operación del fondo tan en secreto todos esos años que muy pocas personas en la firma tenían idea de cómo generaba dinero.
Sabían que casi siempre era rentable y eso era lo único que importaba.
Eso significaba que la decisión estaba en manos de Muller. Así que el gestor decidió vender.
En la sede principal de Morgan en Nueva York, Muller entró a la sala de corretaje. Tras un vistazo rápido a lo que estaba pasando en las bolsas, comprobó que las noticias eran malas. Muller nunca había visto un mercado tan brutal.
Esa mañana, PDT ejecutó las órdenes de Muller
, deshaciéndose agresivamente de sus posiciones. Muchos otros fondos quant también estaban vendiendo en tropel.

Todas las estrategias cuantitativas, consideradas hasta hace apenas unos días como las ideas de inversión más sofisticadas, se estaban reduciendo a la nada.
Curiosamente, el complejo mundo del corretaje quant logró enmascarar inicialmente las pérdidas ante la vista pública.
Los inversionistas comunes y corrientes no tenían ni idea de lo que estaba pasando bajo la superficie, donde miles de millones de dólares de fondos de cobertura se estaban evaporando
. Las ganancias que generaron las ventas de acciones al descubierto generaron una ilusión óptica:

- el mercado parecía estar recuperándose,
- pese a que los pilares sobre los que se sustentaba se estaban despedazando.
Hacia el final del día, PDT había perdido casi US$300 millones. Todo indicaba que el fondo iba a desaparecer.
Otros fondos sufrieron pérdidas incluso mayores. Global Alpha, de Goldman Sachs, registró una caída de 16% para ese mes, una pérdida de unos US$1.500 millones.
No había nada que pudiera hacerse. O al menos eso es lo que parecía.

Scott Patterson - "The Wall Street Journal" - NYC - 22-Feb-2010

sábado, 20 de febrero de 2010

¿Puede volver la peseta?

Me parece indiscutible que la moneda única ha sido un éxito hasta hoy.

Nuestra "entrañable" peseta, creada, por cierto, por un gran liberal catalán, Laureano Figuerola, que la llamó "pesseta", "piececita" en catalán.
Y a nuestra peseta - y, sobre todo, a su tipo de cambio-la utilizamos muchas veces.
Porque durante todo el siglo XX, los gobiernos la han usado para ajustar, de una sola vez, los desajustes de competitividad. Devaluando cuando era necesario y/ o conveniente.
Perdíamos riqueza pero ganábamos competitividad. Elemental para cualquier economista. Letal para nuestra riqueza colectiva. Pero siempre fue un instrumento eficaz.
En 1959, al introducir la convertibilidad y fijar el tipo de cambio con el dólar a 60 pesetas, y luego devaluando en función de nuestra competitividad relativa, en numerosas ocasiones.
Las últimas, por cierto, en el contexto de otra grave crisis económica - aunque menor que la actual, que es la mas grave conocida contemporáneamente-que fue la de los primeros años noventa, cuando la presión de los mercados obligaron al Gobierno socialista a asumir hasta tres devaluaciones sucesivas.
Luego, entramos ya en una senda de estabilidad y cuando se fijó, por parte del Gobierno de Aznar, el objetivo de poder estar, desde el principio, en la tercera fase de la unión económica y monetaria, es decir, de formar parte del euro desde sus inicios, el tipo de cambio ya no se movió.
Y coincidiendo con la anterior presidencia española de la Unión, en el primer semestre del año 2002,
- la introducción del euro y
- la desaparición de las diferentes divisas nacionales
- se convirtió en un feliz hecho consumado.
Y me parece indiscutible que la moneda única ha sido un éxito hasta hoy. Para Europa - también para todo el mundo, al aparecer otro referente monetario a nivel global-y, desde luego, para España.
El euro, moneda común y única, obsérvese que cuando tenemos cosas comunes, pero no únicas - por ejemplo, la Política Exterior Común-suelen surgir todo tipo de contradicciones, ya que acostumbran a primar los intereses nacionales sobre los comunitarios, en caso de conflicto, ha sido
- un escudo protector,
- un factor de estabilidad y, también, en estos momentos sobre todo,
- una obligación de disciplina en la política económica
.
Me explico. El euro supuso algo sustancial para la política económica de los gobiernos concernidos:
- perdieron su soberanía en algo tan trascendental como la moneda, es decir,
- la política monetaria,
o sea, fijar la cantidad de dinero existente en el sistema así como
- el manejo de los tipos de interés,
instrumento básico para sostener una política antiinflacionista, y, evidentemente,
- sobre el tipo de cambio.
Y ello, supone que
- los gobiernos deben sostener otras políticas, principalmente la presupuestaria,
aunque no sólo (pienso en reformas estructurales de los mercados que permitan ganancias de competitividad) coherentes con la política monetaria fijada desde el Banco Central Europeo.
De ahí, pues, la enorme relevancia de cumplir con el pacto de estabilidad, que obliga, salvo en circunstancias excepcionales, a unos compromisos
- sobre el nivel de endeudamiento o
- sobre la sostenibilidad de las cuentas públicas.
Y es verdad que, ante la gravísima crisis económica y financiera que padecemos - y que, en el caso de España, lamentablemente, tiene todavía un largo recorrido-,muchos países, por no decir todos, de la unión monetaria, se han visto forzados
- a incurrir en elevados niveles de endeudamiento y
- a asumir enormes incrementos en sus déficit públicos
.
Y España no es una excepción.
La pregunta, entonces, es por qué, habiendo hecho cosas aparentemente similares a lo que han hecho otros, algunos se han mostrado especialmente preocupados por la salud de nuestra economía a medio plazo,
- la especulación ha hecho mella sobre nuestra credibilidad exterior y
- hasta se ha llegado a especular sobre nuestra pertenencia al euro
.
La respuesta es clara: se interpreta que
- se ha agotado, de forma vertiginosa, nuestro margen para endeudarnos sin afectar a nuestra apariencia de solvencia, y
- se ha incurrido en un enorme déficit del conjunto de las administraciones públicas
.
Nada menos que un 12% sobre el PIB. El compromiso es que, en el horizonte del 2013, volvamos a un déficit del 3%. Debemos bajar nada menos que 9 puntos.
Y eso, en grandes cifras, significan unos 100.000 millones. Y es sabido que el Gobierno español ha presentado un plan que incluye la reducción en el gasto por unos 50.000 millones.
Falta conseguir otros 50.000. No creo que deba insistir ante la magnitud del desafío. España, como se ha repetido hasta la saciedad, no es Grecia.
Pero las autoridades comunitarias, pensando en la sostenibilidad del euro, tienen la obligación de supervisar lo que va a hacer el Gobierno y de decirle si lo que propone es o no suficiente.
Y el Gobierno tendrá que asumir que la pertenencia a la moneda única no es compatible
- con determinadas alegrías y
- que requiere enormes sacrificios.
Y así lo debe explicar. Y luego pedir colaboración de todos. No basta con crear comisiones.
El Gobierno es el responsable de lo sucedido y debe ser el que fije los criterios.
Estamos esperando.
Josep Piqué - "La Vanguardia" - Barcelona - 20-Feb-2010

Internet cambia los buses escolares en EE.UU

Los viajes al colegio se convierten en una extensión de la sala de clases.
Un proyecto implementado en Vail - Arizona permite que los alumnos hagan tareas en sus laptops mientras se dirigen a la escuela. Atrás quedan el habitual desorden y las peleas
.

Los estudiantes soportan cientos de horas en los típicos buses amarillos cada año, yendo y viniendo a clases en esta área residencial en el desierto de Tucson, EE.UU., y rompen la monotonía bromeando, enviando mensajes de texto, gritando y subiéndose a los asientos.
Sin embargo, en esta fría mañana, mientras el bus N° 92 desciende por una carretera montañosa, los alumnos de secundaria teclean, silenciosos, en sus laptops.
Las rutinas matinales han sido así desde el último trimestre de 2009, cuando las autoridades de la escuela instalaron un router en el bus 92, permitiendo que los estudiantes naveguen en internet.
Los jóvenes lo llaman el "Bus Internet", y lo que empezó como un experimento de alta tecnología ha tenido un resultado anticuado, e inesperado.

El acceso a Wi-Fi ha transformado lo que a menudo era un alborotado viaje en bus en una sala de estudios rodante, y los problemas de comportamiento virtualmente han desaparecido.

Sin peleas
"Constituyó una gran diferencia", señaló J.J. Johnson, el conductor del bus. "Los niños no se golpean entre ellos y están más tranquilos".
John O'Connell, alumno de penúltimo año de la Empire High School, escribe en su MacBook la última parte de un ensayo sobre la I Guerra Mundial para su clase de historia de EE.UU.
Kyle Letarte, alumno de segundo año, mira fijo su pantalla a la espera de que un profesor acuse recibo de la tarea de biología que recién le envió electrónicamente. "La tengo, gracias", responde Michael Frank, profesor de Kyle.
Los "buses internet" tal vez pronto estén transportando escolares en varios otros distritos, en especial aquellos con trayectos largos. La empresa que comercializa el router , Autonet Mobile, indica que los ha vendido a escuelas o distritos en Florida, Missouri y Washington.
Karen Cator, directora de tecnología educacional del Departamento Federal de Educación, explica que los buses son parte de un esfuerzo para extender el aprendizaje más allá de la sala de clases.
El distrito de Vail, con 18 escuelas y 10 mil estudiantes, se extiende por 1.105 kilómetros cuadrados de subdivisiones y terrenos montañosos al sureste de Tucson. Muchos padres trabajan en las plantas locales de Raytheon e IBM. Otros son rancheros.
Las autoridades tuvieron la idea de conectar el bus durante los viajes ocasionales a Phoenix, que duran dos horas. Se preguntaron si internet en un bus escolar aumentaría la productividad académica de los estudiantes.
Pero la idea para el "Bus Internet" realmente tomó forma en el último trimestre del año pasado, cuando Matt Federoff, jefe de información del distrito, estaba en su casa con su guagua, y vio un aviso en un catálogo electrónico que ofrecía una "instalación de Wi-Fi en su auto".
"Pensé qué pasaría si pudiera poner eso en un bus". El router costaba US$ 200 y venía con un plan de internet mensual de US$ 60. Hubo una prueba en diciembre, cuando el bus 92 llevó al equipo de fútbol a un torneo a cuatro horas de distancia.
El viaje empezó a las 04:00 AM. Varios jugadores y entrenadores durmieron en el camino. Pero luego, con el bus en un estacionamiento junto al campo de fútbol, los jugadores y entrenadores se sentaban con los laptops,
- unos para enviar e-mails y
- otros para hacer tareas,
- convirtiendo básicamente el bus en un cibercafé, aseguró Cody Bingham, el conductor.
Mariah Nunes, alumna de segundo año y administradora del equipo, indicó que hacía un ensayo sobre la seguridad de la bicicleta. "Utilicé mi laptop durante casi todo el viaje", señala. "Fue más tranquilo de lo que normalmente habría sido. Todo el mundo estaba agitado por los juegos, y había algunos niños bulliciosos. Pero el entrenador dijo: 'Quedémonos tranquilos y hagamos alguna tarea'. Y no fue muy distinto de la sala de clases".
Bingham recordó: "Fue el viaje más tranquilo que haya tenido con los de secundaria".
Desde entonces, las autoridades del distrito han estado encantadas de ver la cantidad de tareas que se pueden hacer en los trayectos, que duran alrededor de 70 minutos.
El distrito de Vail inauguró en 2005 la Empire High, una escuela digital, y entregó a los alumnos laptops en vez de libros de texto y proporcionó más de 100 puntos de acceso inalámbrico en las salas de clases e incluso en la cancha de fútbol.

No sólo tareas
Los estudiantes no sólo hacen las tares en el "Bus Internet", por supuesto. Aun cuando Dylan Powell, alumno de primer año, había prometido hacer una tarea de álgebra camino a casa, en cambio bajó un teclado digital mediante GarageBand, un programa para hacer música, y pasó la próxima media hora con los audífonos puestos, simulando ser una estrella de rock, golpeando con fuerza las teclas del computador y moviéndose de un lado a otro en el asiento.
Calvin Baker, del distrito de Vail, señala que sabía desde el principio que algunos estudiantes se dedicarían a los juegos computacionales. "Eso es muchísimo mejor a que estén molestándose entre ellos", precisó Baker.

SAM DILLON - The New York Times - "El Mercurio" - Sgo. de Chile - 20-Feb-2010

viernes, 19 de febrero de 2010

Por la recesión, las "cuasimonedas" crecen en EE.UU


Repercusiones de la crisis global en varias ciudades y pueblos.
Desconfianza hacia Washington, Wall Street y el dólar,
hace surgir dinero paralelo de curso legal.

La gente que le hace el quite al dólar e imprime su propia moneda, convencida de que es mejor que el billete verde, va en aumento en Estados Unidos.
Ya sea porque -desempleo mediante-
- ese preciado papel se les hace esquivo o
- porque, aun teniéndolo, desconfían de él.
Y así, mientras esta superpotencia hace intentos por salir de la recesión ve proliferar monedas locales.
El fenómeno parece
- un síntoma de desconfianza popular hacia el dólar y
- un indicador de la persistencia de problemas
en una economía que sigue siendo líder en Occidente.
"Las monedas locales son producto de la iniciativa privada, que apela a ellas como mecanismo de defensa frente a un escenario económico adverso", dice Mark Goath, economista de la Universidad de Maine, experto en política cambiaria.
Se estima que
- en EE.UU. hay cerca de una docena de monedas regionales.
La mayoría, nacida hace pocos años, al compás de la gestión y del estallido de la peor crisis financiera de las últimas ocho décadas. Entre los casos más conocidos figura
- El "berkshare" , una moneda local del pequeño condado de Berkshire, en Massachusetts, que tiene papeles impresos por 2,5 millones de dólares y circula en un millar de negocios locales.
Se cambia en una decena de bancos regionales con un beneficio del 5% para quien adquiera estos papeles. Se presenta en billetes de 1, 5, 10, 20 y 50 dólares, y lo malo es que no tiene monedas, de modo que el "redondeo" es una amenaza para quien opere con ella.

También son populares
- Los "ithaca hours" , la "cuasimoneda" que nació cerca de Wall Street y que hoy prefieren cientos de neoyorquinos. O
- Los "Detroit cheers" , fruto de la iniciativa de ciudadanos vinculados al conglomerado automotor por excelencia. Y, como tal, castigado por el desempleo industrial.
Junto con ellos van
- Los "plenties" , de Carolina del Norte, papel que, en su impresión, reemplazó el popular In God we trust ("En Dios confiamos") de los dólares, por una leyenda mucho más concreta y próxima: "In each other we trust" ("Confiamos el uno en el otro"), idea que es, después de todo, la esencia de la economía regional que esas monedas expresan.
En realidad, lo que parte de esas monedas manifiestan es
- un deseo de "compre local",
- de fomento y promoción a la economía regional,
- en lugar de perderse en un comercio global.

En China no sirve
"Lo bueno que el "plenty" tiene para nosotros es que no lo puedes gastar en China. Sólo vale aquí, en pequeñas localidades de Carolina del Norte. Y en la medida en que ese dinero se quede aquí y circule por aquí, mejor hará a nuestros negocios", explicó a La Nación Lyle Ellis, empresaria y defensora de la moneda local.
La impresión de moneda regional es legal en EE.UU., donde el delito sería imprimir dólares, más allá, naturalmente, del desagrado que este fenómeno pueda ocasionar en la Reserva Federal, cuyo titular, Ben Bernanke, intenta promover el ahorro en dólares.
"Si yo gasto en plenties , puedo estar tranquila de que mi dinero no irá a parar al bolsillo de ningún ejecutivo de Wall Street, beneficiado con otro bono de regalo del gobierno federal", añadió Ellis, criticando a los supersueldos que el gobierno de Barack Obama liberó para los ejecutivos que provocaron la crisis.
Es que detrás de las monedas no tradicionales anida una rara mezcla de defensa de lo propio y de enojo con Washington.
"Con esto, uno puede ir al mercado regional, donde venden productos conocidos, en vez de conformarse con lo que le da una cadena de supermercados, donde nadie es responsable de nada", dijo uno de los defensores del berkshare .
"Es gente que desconfía
- del dólar,
- de la deuda de EE.UU. y
- de los desmanejos de Washington
", conjeturó Goath.
Susan Witt, una de las creadoras de la cuasimoneda de Massachusetts, dice estar recibiendo llamadas desde todo el territorio de Estados Unidos, con personas que preguntan lo mismo: cómo emitir su propia moneda en su localidad.
Y si le da por atenderlos a todos, quizá Bernanke esté en problemas.
1.000 negocios aproximadamente usan el "berkshare" en el condado de Berkshire, en Massachusetts.

Carolina del Sur sin dólar
Un legislador republicano en Carolina del Sur promueve un proyecto de ley para que ese estado no reconozca más como moneda legal el dólar estadounidense, informó la prensa local.
Si el proyecto se convierte en ley, Carolina del Sur no aceptará el uso, como medio de pago de cualquier deuda, de otra cosa que no sean monedas de plata y oro, para darle al Estado "una base de moneda" en el caso de un derrumbe completo del sistema financiero de Estados Unidos.
Silvia Pisani - "El Mercurio" - Sgo. de Chile - 19-Feb-2010

Alemania y el euro

Frente a un gran dilema después de la debacle en Grecia
Berlín no quiere intervenir para salvar las economías más complicadas de la zona euro.


Menos de un año antes que el euro llegara a ser la moneda de 11 países europeos en enero de 1999, una declaración firmada por 155 economistas de habla germana pedía una dilación "ordenada", es decir larga.
Los posibles miembros del euro, sostenían ellos,
- no habían reducido todavía su deuda y déficits para satisfacer una unión monetaria factible; - algunos estaban utilizando una "contabilidad creativa" para lograrlo, y
- una actitud casual hacia el déficit debilitaría la confianza en la estabilidad del euro.
Ahora la predicción se está volviendo una realidad, señala Wim Kösters, de la Universidad del Ruhr en Bochum y uno de los signatarios originales.
Grecia, la que se unió al euro dos años después de su inicio, ha ocultado el estado engañoso de sus finanzas. Pero si los socios de Grecia la rescatan, desafiando el tratado fundacional del euro, la moneda sufrirá.
En la víspera de la unión monetaria el 55% de los alemanes estaba en contra de ésta, lo que hacía de su nación la fundadora más reticente de la zona del euro.
Cuando se menciona un "rescate", todas las miradas se clavan en Alemania,
- la economía más grande y
- el prestatario más solvente de Europa.
Pero los contribuyentes germanos no están en ánimo de salvar a los griegos "derrochadores", según como ellos los ven, al haber prometido ya 500 mil millones de euros (US$ 682 mil millones) para apuntalar a sus propios bancos y miles de millones más para las empresas.
El liberal Partido Democrático Libre (FDP), el socio menor en el gobierno de coalición de la Canciller Angela Merkel, es contrario a un rescate, como también lo son varios políticos de la propia Unión Demócrata Cristiana (CDU) de la Canciller.
La Asociación de Emprendedores Jóvenes declaró que sería "fatal" para Alemania pagar la cuenta por el "caos presupuestario" de Grecia.
Y es que una disputa interna por el bienestar social hace que la caridad por los extranjeros sea un tema aun más desagradable. Este mes la corte constitucional decidió que el gobierno se había equivocado en establecer los beneficios para el principal programa de bienestar, llamado Hartz IV. Tiene hasta fines de año para encontrar una nueva fórmula, la que tal vez cueste más dinero.

"Vagos apoyos"
El 11 de febrero la canciller alemana se unió a otros líderes europeos en el ofrecimiento que se le hizo a Grecia de un vago apoyo, mientras que le exigían planes concretos para reducir su déficit.
Ellos esperan que un plan de austeridad severo sea suficiente para alejar a los especuladores.
Un rescate, teme Merkel, violaría el trato que Alemania cerró al aceptar el euro:
- que los miembros de la moneda única nunca pondrían en peligro su estabilidad
- ni le pedirían a los alemanes que pagaran por la mala administración de otro.
En la última década
- empresas alemanas se han modernizado y
- sus trabajadores han aceptado míseros aumentos de sueldo,
- dando un impulso a su competitividad.
En una Europa sin euro, sus socios comerciales podrían haber eliminado parte de esa ventaja a través de la devaluación de sus monedas.
En cambio, varias de las economías más débiles de Europa no hicieron reformas y Alemania acumuló excedentes de cuenta corriente bastante abultados.
El camino de salida de la crisis no está claro. Los bonos griegos siguen estando bajo presión. Una opinión legal de expertos del Bundestag sostiene que
- los tratados europeos podrían permitir la ayuda para Grecia si se puede culpar a fuerzas externas, como
- los especuladores o
- la recesión global,
- por la crisis.
Otros economistas señalan que Alemania puede contribuir a una solución a más largo plazo al estimular el consumo interno. Kösters se muestra escéptico.
El mercado y la moneda únicos ponen a los países en competencia entre ellos sobre la base de sus economías e instituciones.

Alemania en gran medida mostró que era capaz de enfrentar el desafío.
Ahora, dice Kösters, le corresponde a Grecia y a los otros hacer lo mismo.

Editorial - "El Mercurio" - Sgo. de Chile - 19-2-2010

miércoles, 17 de febrero de 2010

Una lectura actual de "El Capital"

DECÍA Malraux que la política había sustituido al destino en el siglo XX.

Si fue así, el destino del siglo pasado fue la política. Pero el siglo se acabó en 1989 con la caída del Muro de Berlín, que marcó el final de las ideologías.
Lo que ha surgido de forma arrolladora en el siglo XXI es la economía, el gran paradigma para entender el mundo.
La crisis ha resucitado a Karl Marx, que puso "Crítica de la Economía Política" como subtítulo a "El Capital".
Marx invirtió el viejo postulado de que
- "la conciencia determina la existencia" y lo enunció como
- "son las relaciones de producción las que condicionan nuestra percepción de la realidad".
Los discursos que ha generado la crisis son profundamente marxistas
porque lo reducen todo a las leyes de la economía e ignoran el profundo calado político de lo que ha sucedido:
- que es la propia lógica del mercado -dictada por los intereses de una minoría-
- quien ha provocado la crisis y lo que impide la salida.
Marx creía
que el final del capitalismo vendría de la acumulación de plusvalías (primer libro de El Capital).
Fue el filósofo alemán quien mejor analizó el factor multiplicador del dinero, la esencia de la especulación financiera, a partir de la "teoría del valor" de David Ricardo.
Pero Marx se equivocó porque
- minusvaloró la capacidad del capitalismo para
- redistribuir rentas sin poner freno a la especulación
.
Esta sintesis dialéctica provocó
- el aniquilamiento del sindicalismo obrero y
- el desarrollo del capitalismo avanzado,
como muy bien analizó Marcuse en "El hombre unidimensional".
Durante las últimas décadas hemos asistido
- al triunfo de un capitalismo financiero, ligado
- al final de las ideologías y de la política,
o, como diría Marcuse, a
- la consolidación de un sistema
- capaz de integrar todas las alternativas
- dentro del modelo dominante del mercado («la sociedad cerrada»).
Pero lo que ha estallado es
- precisamente ese modelo, esa lógica del mercado,
- que es hoy un cadáver al que todos intentan resucitar
- sin querer darse cuenta de que su muerte es inevitable.
No es la economía la que nos puede sacar de esta crisis, sino la política.
Hay que acabar con los embaucadores que nos venden que la salida está
- en el G-20 y
- en la reforma de un sistema financiero irreformable.
La solución está más cerca de nosotros de lo que pensamos. Tanto que formamos parte de ella.
Hay que volver a la política sin caer en los errores que provocaron las terribles masacres de un siglo XX desgarrado entre el fascismo y el comunismo.
Hay que invertir las prioridades y poner por delante la política, lo cual
- no tiene nada que ver con pactos entre los partidos
- ni con el consenso que propone el Rey,
- que implica cambiar para que todo siga igual.
La política supone la creación
- de una nueva escala de valores,
- de nuevas categorías para entender y cambiar la realidad.
La solución a nuestros males
pasa por
- el final de la tecnocracia y
- el renacimiento de la utopía, motor que puede transformar el mundo.
O sea,
- Que nuestra conciencia determine el rumbo de nuestra existencia,
- que en eso consiste la LIBERTAD
PEDRO G. CUARTANGO - "El Mundo" - Madrid - 17-Feb-2010

Angela, mi chica

A Merkel le bastan sus manos.
Las manos en ojiva, o en posición del campanario bajo.


Qué lejos quedan los tiempos en que Helmut Kohl se refería a Angela Merkel como "mein mädchen":"mi chica".
Ella, una ossi,como les llaman a los ciudadanos de la RDA, hija de pastor protestante, casada en segundas nupcias, sin hijos y sin foto, había empezado a pasear su ambición tan correctamente vestida de tenacidad por los pasillos del Bundestag.
De política advenediza pasó a ser considerada pieza de transición, una pragmática que acabaría gobernado la gran coalición apremiada a reflotar Alemania.
En su primera campaña electoral no tuvo reparos en acusar al SPD y a Los Verdes de haber saqueado la Seguridad Social. Después firmaría medidas de urgencia:
- cuadró a la banca,
- retrasó la jubilación hasta los 67 años,
- concedió 2.500 euros por coche viejo
- ¿les suena?,
- subió el IVA y
- anunció un "dinero para padres".
Nunca le faltaron críticos. Y sus cromosomas tampoco jugaron a su favor. Doris Schröder manifestó que quien tan poco había hecho como ministra de Juventud y Familia jamás podría entender la situación de las madres trabajadoras, las llamadas despectivamente rabenmutter, "madres cuervo", por una amplia mayoría tradicionalista.
La prensa siempre le ha reprochado su falta de carisma y de fotogenia, una canciller gris y conservadora sin encanto ni bolso.

Pero a Merkel le bastan sus manos. Ese gesto. Las manos en ojiva, o en posición del campanario bajo:
- pulgares e índices formando un triángulo que indica confianza y superioridad.
Lo repite siempre que se convierte en la única mancha de color entre corbatas.
Cuando les espetó a los banqueros de su país: "Tenemos un sistema bancario subdesarrollado".
O al acusar a los de General Motors de irresponsables.
Y tras la rehabilitación del lefebvriano obispo Williamson, negacionista del holocausto, cuando exigió que el Vaticano condenara su inadmisible negación por vez primera.
La banca, la General Motors e incluso el papa Benedicto besaron su mano. Ni Sarkozy, con sus tres besos, ha conseguido invadir su espacio proxémico, que proyecta una atmósfera contenida y pudorosa.
En una reciente entrevista contaba que los viernes le hace la lista de la compra a su marido, el físico Joachim Sauer, para que el sábado ella pueda hornear una tarta de grosellas.
Estos días, cuando compareció junto a Sarkozy en Estrasburgo para anunciar el rescate de Grecia, se apoyó de nuevo en la geometría de sus manos para expresar firmeza y cautela. También reticencias.
- ¿Falta de liderazgo en Europa?
- ¿Soft power o hard power?
Ahí tienen a Angie, miss Mundo
- como burlonamente se refería a ella The Economist hace un par de años-,cuyo mayor escándalo ha sido el de lucir un generoso escote en la inauguración de la Ópera de Oslo.
Entonces, algunos, nerviosillos, bramaron: "Por fin es una mujer".
Hoy, la economía de Europa está en el equilátero de sus manos.

Joana Bonet - "La Vanguardia" - Barcelona - 16-Feb-2010

martes, 16 de febrero de 2010

La creación de un "eurocaos"

Últimamente, las noticias financieras han estado dominadas por crónicas de Grecia y de otros países de la periferia europea. Y con razón.

Pero me ha inquietado
- la información que se centra casi exclusivamente en las deudas y en los déficit europeos,
con lo que da la impresión de que todo se reduce al derroche gubernamental, lo cual le da la razón a nuestros halcones del déficit, - que quieren recortar drásticamente el gasto
- a pesar de enfrentarnos a un paro masivo y
- ponen a Grecia como ejemplo de lo que pasará si no lo hacemos.
Pero la verdad es que la falta de disciplina fiscal no es la única, ni la principal, fuente de problemas de Europa, ni siquiera en Grecia, cuyo Gobierno, efectivamente, sí ha sido irresponsable (y ocultó su irresponsabilidad con contabilidad creativa).
No, la verdadera historia que está detrás del "eurocaos"
- no se basa en el despilfarro de los políticos,
- sino en la "arrogancia de las élites";
- concretamente, las élites políticas que instaron a Europa a adoptar una "moneda única"
- mucho antes de que el continente estuviera preparado para un experimento de este tipo.
Fijémonos en el caso de España, que en vísperas de la crisis parecía ser un ciudadano fiscal modelo.
- Sus deudas eran bajas:
- un 43% del PIB en 2007, en comparación con el 66% de Alemania.
- Tenía superávit presupuestario.
- Y su regulación bancaria era ejemplar.
Pero con su clima cálido y sus playas, España era también la Florida de Europa y, al igual que Florida, experimentó un enorme auge inmobiliario.
La financiación de este "boom" provenía principalmente del extranjero: hubo entradas gigantescas de capital procedentes del resto de Europa, en especial de Alemania.
La consecuencia fue
- un crecimiento rápido combinado
- con una inflación significativa,
- entre 2000 y 2008, los precios de bienes y servicios producidos en España aumentaron un 35%,
- en comparación con un incremento de sólo un 10% en Alemania.
- Debido a la subida de los costes, las exportaciones españolas fueron perdiendo competitividad,
- pero la creación de empleo siguió siendo fuerte gracias al "boom inmobiliario".

Y entonces estalló la burbuja.
- El paro en España experimentó un drástico repunte, y
- el presupuesto incurrió en un profundo déficit.
Pero la avalancha de números rojos -que estuvo provocada
- en parte por la forma en que la depresión redujo los ingresos y
- en parte por el gasto de emergencia para limitar los costes humanos de la depresión,
fue una consecuencia, no la causa, de los problemas de España
.

Y no hay mucho que el Gobierno español pueda hacer para mejorar las cosas.
El principal problema económico del país es que los costes y los precios se han desmarcado de los del resto de Europa.
Si España siguiera teniendo su antigua moneda, la peseta, podría remediar rápidamente el problema con una devaluación (por ejemplo, reduciendo el valor de la peseta un 20% con respecto a otras divisas europeas). Pero España ya no tiene su propio dinero, lo que implica que sólo puede recuperar su competitividad mediante un lento y doloroso proceso de deflación.
Ahora bien, si España fuera un estado de Estados Unidos y no un país europeo, la situación no sería tan mala.
En primer lugar, los costes y los precios no se habrían desmadrado tanto: Florida, que, entre otras cosas, podía atraer libremente a trabajadores de otros estados y mantener bajos los costes de la mano de obra, nunca experimentó nada remotamente parecido a la inflación relativa de España.
Y en segundo lugar, España recibiría una gran cantidad de apoyo automático en la crisis: el sector inmobiliario de Florida ha pasado de la expansión a la recesión, pero Washington sigue enviando los cheques de la Seguridad Social y del Medicare.
Pero España no es un estado de Estados Unidos y, por tanto, está metida en un buen lío.

Grecia, naturalmente, está en un lío aún peor, porque los griegos, a diferencia de los españoles, fueron realmente irresponsables desde el punto de vista fiscal. No obstante, Grecia tiene una economía pequeña, cuyos problemas importan principalmente porque se están extendiendo a otras economías mucho más grandes, como la de España.
Así que el origen de la crisis es la inflexibilidad del euro, y no el gasto financiado con el déficit.
Nada de esto debería extrañarnos demasiado. Mucho antes de que naciera el euro, los economistas advertían de que Europa no estaba preparada para una moneda única.
Pero se hizo caso omiso de estas advertencias y se produjo la crisis .
¿Y ahora qué?
La disolución del euro es prácticamente impensable, por meros motivos prácticos. Como dice Barry Eichengreen de Berkeley, un intento de reintroducir una moneda nacional desencadenaría "la madre de todas las crisis financieras".
Así que no hay marcha atrás: para hacer que el euro funcione, Europa tiene que avanzar mucho más en la unión política, para que los países europeos empiecen a funcionar más como estados de Estados Unidos.
Pero eso no va a suceder de hoy para mañana. Lo que veremos probablemente a lo largo de los próximos años es un doloroso proceso de remiendos:
- rescates acompañados de exigencias de una austeridad despiadada, y
- todo con un trasfondo de desempleo muy elevado,
- perpetuado por la dolorosa deflación que ya he mencionado.
Es un panorama feo. Pero es importante entender la naturaleza del fatal fallo de Europa.
- Sí, algunos Gobiernos han sido irresponsables;
- pero el problema básico ha sido el orgullo desmedido, la arrogante idea de que
- Europa podía hacer que funcionara una moneda única
- a pesar de los fuertes motivos que había para creer que no estaba preparada
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PAUL KRUGMAN - "El País" - Madrid - 16-Feb-2010