domingo, 30 de mayo de 2010

Diálogo e inclusión


"Quien quiera oir, que oiga"

Desde lo académico, hay toda una corriente sicopolítica de explicación del fenómeno de la masividad de la fiesta del Bicentenario que pregona que la sorpresiva aparición de la gente en la calle durante el último fin de semana largo,
- sin altisonancias ni consignas y
- en un clima de respeto y tolerancia
que hasta casi no registró episodios de inseguridad, pareció un modo silencioso de llamar la atención.

Quienes hacen este tipo de elucubraciones, sostienen que,
- en medio de una crisis de representatividad que abruma,
- los ciudadanos salieron esta vez a buscar algo,
- quizás un modo diferente de hacer política,
- quizás a pedir por la institucionalidad perdida o
- quizás, al estilo de Diógenes y portando cada uno su lámpara

para que ilumine el camino y mirar mejor,
- a reclutar "hombres honestos" que sean de ahora en más sus nuevos líderes
.

Otras interpretaciones más economicistas de la explosión callejera han marcado como determinante de la masividad
- cierta conveniencia de la gente en salir a gratificarse mediante espectáculos gratuitos,
- en medio de un oasis que los sacara de la crispación del día a día.
También hubo quienes apuntaron a explicaciones más sociológicas, como
- la interacción de las masas frente a diferentes manifestaciones de la cultura,
- inclusive con cambios en algunos paradigmas de la historia,
lo que se hizo evidente en la elección de los temas del desfile de cierre.

Pero a la hora de dilucidar los por qué de un episodio tan avasallante como el vivido, habría que apuntar también que
- la aparición masiva de personas en la vía pública resultó algo bastante diferente a lo más conocido en materia de fervor cuasi espontáneo, ya que el mismo no se dio
- ni a la manera del "aluvión zoológico" de 1945 a favor del coronel Perón,
- ni mucho menos en defensa de los bolsillos, tal como ocurrió

con los cacerolazos de 2001.
Lo cierto es que, ante el fenómeno, todos los análisis previos sobre las miserias de la clase política que se manifestaron en
- el singular vedettismo de los faltazos,
- la puesta en marcha de actos cruzados o
- lo premeditado de las desinvitaciones,
se estrellaron
contra esa emocionante manifestación popular, ya que
- lo que no supieron hacer los dirigentes,
- lo hizo la gente en la calle en nombre de la unidad que inspiraba el 25 de Mayo y, lo mejor
,
- sin preguntarle al de al lado qué pensaba o qué cosa quería

en materia política, económica o social.
Este periodista cronicó el mismo martes situaciones que se vivieron en la calle, que bien podrían traducirse como
- mensajes hacia la clase política para que no subestime la madurez de

buena parte de la sociedad,
que se nucleó bajo el celeste y el blanco de la escarapela común o de la banderita plástica del chico subido sobre los hombros del papá.

Y especuló con que, probablemente, el desteñido desfile del sábado anterior lo hayan compartido
- fervorosos militantes de los derechos humanos con hijos o nietos de militares

que sienten haber sido masivamente degradados o
- con la posibilidad de que la hija de un piquetero haya bailado en el festival del rock

con algún taxista que sufre, como ninguno, los cortes diarios de las calles o bien
- con que un kirchnerista acérrimo se haya emocionado con Tchaicovsky frente

al Teatro Colón, mientras que un miembro del PRO aplaudía a rabiar
a León Gieco, algunas cuadras más allá.
Un solo lunar hubo en la Capital Federal en cuanto a lo voluntario de la concurrencia (el otro se observó en Luján, en el Tedeum oficial), ya que, mientras la gran concentración estaba del Obelisco hacia el Sur, un grupo muy activo de militantes kirchneristas fue literalmente colocado en la Diagonal Norte para que la Presidenta y los mandatarios extranjeros sintieran el calor popular de las banderitas agitadas por chicos y grandes que cantaban consignas a favor del Gobierno, lo que contrastó nítidamente (y la televisión y los testigos han dado cuenta) con el fervor sólo patriótico del resto de la concentración.
Luego de tamaña irrupción popular de varios millones de personas,
- la cultura cortoplacista de los políticos los llevó casi de inmediato
- a querer transformar linealmente esa manifestación en eventuales apoyos

que podrían traducirse en votos,
y eso ocurrió no sólo en el kirchnerismo, que vio la oportunidad de elevar algo sus ratings en la consideración pública, sino también en la oposición, que se mostró por un rato, aunque en el día después, unida al oficialismo y caminando todos juntos, hasta ahora sólo para la foto.

Por el lado del Gobierno, la corriente de optimismo fue más que evidente ya desde la misma noche del 25, cuando la Presidenta comenzó la Cena de Gala en el Salón Blanco con tanta demora que los mandatarios extranjeros, salvo Hugo Chávez, ya habían retornado a sus países.
El cansancio había hecho mella en muchos, aunque otros parece que tuvieron cuerda como para brindar con champán del mejor por todo lo que consideraban que habían logrado en esos días.

Ya sin la Presidenta, y en medio de la euforia por lo que se consideraba como una bisagra de mejores augurios hacia el trampolín kirchnerista rumbo a 2011, sólo faltó que la historia se repitiese y que un ministro bastante eufórico entronizara a Kirchner como "el primer Rey y Emperador de América", tal como el capitán Atanasio Duarte hiciera en 1810 con Cornelio Saavedra.
Por entonces, cuando Mariano Moreno se enteró del episodio desterró a Duarte y dictó el célebre Decreto de Honores en el que se prohibieron los brindis de ese tenor, ya que ningún "habitante de Buenos Aires ni ebrio ni dormido debe tener expresiones contra la libertad de su país".
Al día siguiente, en Tucumán, en medio de encuestas de opinión pública que contienen mejoras de imagen y de intención de voto hacia él mismo, Néstor Kirchner intentó corregir cualquier actitud de triunfalismo, quizás para evitar que se lo catalogue de oportunista y, pese a que los miembros del PJ se llenaron la boca con la candidatura a Presidente del actual diputado, éste los desautorizó en público cuando pidió desde el palco que "se saquen la urnas de la cabeza".
No obstante, el ex mandatario no pudo con su genio y cuando habló de los actos por el Bicentenario dijo que eran "del Pueblo", aunque en seguida reivindicó para el Gobierno su organización.
Este cambio en la actitud del ex presidente marca cómo ha interpretado la presencia ciudadana en la calle.
En ocasiones anteriores, cuando la gente salió en clima de protesta, él se paralizó y hasta se fue de Buenos Aires, como la noche de la primera marcha de Juan Carlos Blumberg.
El síndrome del helicóptero que se llevó a Fernando de la Rúa de la Casa Rosada lo acompañó siempre y por eso buscó controlar la calle con fuerzas amigas.
Así, ocurrió en los días de las peleas por la Resolución 125, cuando Luis D'Elía retomó la Plaza de Mayo cubierta por la gente del campo, aunque nada pudo hacer contra la manifestación multitudinaria de Palermo el día en que Julio Cobos pasó a ser un traidor.
Desde un costado más de estrategia política, en otro tramo de su discurso tucumano, Kirchner siguió con su idea de los dos modelos, a la usanza de otros países que dirimen por derecha y por izquierda sus preferencias electorales y volvió a decir que lo interesante sería que, "ante las dos distintas visiones de país, las debatamos y que la gente decida".
Si bien podría pensarse que el otro gran beneficiario de los actos de la semana pasada fue Mauricio Macri, ya que fue victimizado por la propia presidenta de la Nación al no concurrir al Colón, y que el Jefe de Gobierno porteño sería el contendiente natural de Kirchner, esta estrategia es la que menos le conviene al kirchnerismo porque la diferencia podría hacerla en la medida que los contrincantes se dividan, ya que él aspira a llegar a 40 por ciento y a sacar más de 10 puntos al inmediato perseguidor, lo que eliminaría el tan temido balotaje.
Pero está demostrado que el Gobierno no tiene paz y que la mayor parte de los problemas que le suceden están adentro, porque a las 48 horas del reacomodamiento post festejos saltó en Santa Cruz la cuestión de los fondos de las regalías que el propio ministro de Economía provincial dio por esfumadas, aplicadas peso a peso a cubrir gasto corriente.
Una aberración que se intentó corregir con la explicación que al 31 de diciembre último todavía había dinero en caja, de aquellos originales casi 600 millones de dólares que
- nunca se supo hacia dónde fueron y vinieron y
- a nombre de quién estaban, qué intereses ganaron y
- cómo se usaron
.

Igual le sucedió a la Administración nacional con las apretadas de Guillermo Moreno para cerrar de palabra las importaciones, actitud que avaló el mismísimo ministro Amado Boudou, situación que no obstante no le impidió a la Presidenta, tras un sinnúmero de duras advertencias brasileñas sobre represalias, jurarle al presidente Lula que "ni hubo ni habrá" freno a las importaciones de ese país.
Por supuesto que en ambos casos, y una vez más, el chivo expiatorio ha sido el periodismo, que según los lenguaraces oficiales
- tergiversó con maldad las declaraciones grabadas del santacruceño o
- difundió las quejas de importadores y camioneros parados en la frontera, o
- las amenazas de los diplomáticos de la Unión Europea o
- el cierre ya consumado de las ventas de aceite y porotos de soja a China o
- el conflicto con la India por insumos de telecomunicaciones
.

De ninguna
- de estas cosas quiso saber nada durante cuatro días la gente en las calles,
- pese a la lluvia o a la incomodidad.
- Con sus vítores o con sus silencios ha dicho cosas de cara a la clase dirigente
- y habría que esperar que alguien comience,

no por especulación de seguir a la gente sino para liderarlos,
- a interpretar ese mensaje tan claro de unidad, diálogo e inclusión social
.
Casi como lo que propugnó la Iglesia en todas sus homilías.
Parafraseando a Eva Perón: "quien quiera oír que oiga".
Hugo E. Grimaldi - "La Capital" - Mar del Plata - 30-May-2010

¿Le faltó algo al bicentenario?
- ¿Le faltó algo a la fastuosa celebración del Bicentenario en Buenos Aires?
- No mucho. En la parafernalia de los espectáculos, solo faltó mostrar el campo.
- Poca cosa. Es apenas nuestra historia, nuestro presente y futuro.


Desfilaron, colgando de andamios, los pretendidos íconos de la industria nacional: las heladeras Siam, el sedán Di Tella, que en la imaginación de los guionistas del espectáculo representan el embrión del desarrollo nacional.
Cien años antes
de la aparición de las heladeras, la técnica del frío se instaló en la Patria para apuntalar su primer negocio histórico. Fue cuando recaló aquí “Le Frigorifique”, el primer buque frigorífico, que habilitó la posibilidad de llegar a Inglaterra con carne fresca.
Abrió el primer negocio histórico para el país naciente, que se organizaba desde la Constitución Nacional para explotarlo.
Las vacas estaban. Se le habían escapado a los Adelantados, y se reprodujeron alborozadamente, al amparo de los pajonales de las pampas. Pero sin frigoríficos, el negocio se limitaba al saladero, para producir charqui o tasajo, carnes de baja calidad para esclavos del Caribe. Vacas cimarronas que no servían para otra cosa.
Llegó la tecnología. Los frigoríficos, monstruosas inversiones en los puertos de Ensenada, sobre el Riachuelo, en Rosario, o el mítico Liebig sobre el río Uruguay, construido a fines del siglo XIX por obreros y artesanos que llegaban en botes porque no había caminos.
Organizamos las estancias. “Alambren, no sean bárbaros”, gritó Sarmiento. Si alambrábamos, las vacas ya no podían ir a tomar agua al arroyo. Entonces pusimos los molinos y los tanques y los bebederos.
Pero eran las mismas vacas cimarronas y los mismos pajonales. Los ingleses querían carne “posta”.
Entonces trajimos a Tarquino, Virtuoso y Niágara. Los toros fundadores perpetuados en la botella de whisky nacional. Mestizamos millones de vacas criollas.
Ahora había que darles de comer, para que expresaran su potencial. Alguien tenía que sembrar la alfalfa.
Trajimos a los gringos, de Italia, de España, de Suiza, de Alemania, de Dinamarca, de Rusia, de Irlanda.
Los gauchos judíos de Entre Ríos, Santa Fe, la Colonia Hirsch de Carlos Casares, que tanto talento le dio al país.
Para implantar la alfalfa, había que refinar la tierra. Con trigo, maíz, cebada, lino, girasol. Como subproducto del objetivo ganadero, fuimos sin buscarlo el granero del mundo.

Y la agroindustria ya acompañaba.
Ahí están, testimonios vivos, las fachadas de los molinos de antaño, como el que Faena tiene en Puerto Madero. O la maltería Hudson al lado del country Abril.

También están las huellas del ferrocarril, que sobrevive a pesar de nuestras barrabasadas.
Industria y servicios paridos por la ganadería y los granos.
En el interior, nacían las fábricas de maquinarias.
- Mainero en Bell Ville tiene casi 80 años.
- En Sunchales, la cosechadora que diseñó Domingo Rotania, reconstruída hace pocos años a iniciativa del colega Danilo Gallay, que gestionó el aporte del alemán Helmuth Claas, líder mundial en el rubro, engalana la entrada al pueblo.
Fue la primera patente mundial de cosechadora automotriz, por 1930. Y no estaba solo en el mercado de corta y trilla: cuando llegan los tiempos del fomento a la industria, en cada pueblo santafesino ya existía una fábrica.
Roma nació con un arado
. La agricultura funda ciudades, porque el arado estaba antes que la ciudad que hoy simboliza la cultura.

Cultura es, primero, entender que venimos de la agricultura. En especial los argentinos, que además vivimos de ella.
Ni una referencia
, salvo algunos compases de chacarera del Chaqueño y la Sole, que sacudieron a la multitud revelando que nuestro origen sigue vibrando en el cuerpo social de la Patria.
Soledad viene de la capital de la soja.
"El yuyo" que tampoco fue invitado al desfile y que sin embargo pagó la fiesta
.

Héctor A. Huergo - "El Clarín Rural" - Buenos Aires - 29-May-2010

Chile: ¿Ahora un terremoto europeo?

Es ingenuo pensar que Chile no será afectado.
Es cierto que el PIB de Grecia no es importante dentro de la Unión Europea, pero
- si no se maneja bien esta crisis local,
- podría transformarse en pánico generalizado,
- afectando a bancos e instituciones financieras del continente.


Es importante levantar la vista más allá del terremoto del pasado 27 de febrero sin que esto implique dejar de resolver los problemas que ocasionó.
El discurso del Presidente ante el Parlamento presenta en este sentido un aspecto valioso: vuelve a recordarnos que
- el gran "drama chileno" es la caída sistemática de la productividad durante los últimos años de gobierno de la Concertación.
- Si no revertimos esa tendencia, será imposible salir definitivamente del subdesarrollo.
Recuperar la senda del crecimiento a largo plazo significa -como afirma el discurso-
- no sólo superar los malos dígitos
- sino también sentar nuevas bases institucionales.
Aunque reconoce esto, el discurso no contiene las medidas que garanticen iniciar el camino de superación de la pobreza. La explicación de ello probablemente debamos buscarla en la estrategia empleada por el Gobierno para lograr la receptividad de la oposición en el Parlamento.
Creemos que el no enumerarlas no significa que estas medidas no existen. Afortunadamente, están claros el compromiso y la voluntad política de la coalición gobernante.
Pero la tarea es más compleja que lo que aparenta. Lograr mayor crecimiento en los próximos semestres no será difícil, dada
- la recuperación del consumo -superadas las restricciones de la última crisis financiera- y
- de las inversiones posterremoto.
El éxito del Gobierno se medirá
- en la efectividad para sentar las bases del crecimiento de largo plazo que él mismo se comprometió a alcanzar.
En ese sentido, la crítica hecha por algunos respecto a que el Gobierno fijó metas más allá de su período, es vacía:
- las políticas públicas adoptadas en 4 años sentarán las bases para cosechar los frutos en los años posteriores.
- Aumentar el crecimiento no será fácil, pues tenemos un pesado lastre.
En esta difícil tarea, la partida ha sido confusa, y por eso mi preocupación con las políticas tributarias en trámite en el Congreso.

Se trata de una iniciativa negativa en sí misma -para relanzar el crecimiento, cada medida cuenta-, pero también porque
- induce a creer que la solución al subdesarrollo
- es quitarles a unos para darles a otros,
- conducta histórica de los países latinoamericanos y causa de su miseria,
- en lugar de enfocarnos en crear progreso.

La crisis europea
Al mencionado difícil desafío se le agregan hoy las posibles consecuencias de la crisis en Europa.
De profundizarse, es ingenuo pensar que Chile no será afectado.
Es cierto que el PIB de Grecia no es importante dentro de la Unión Europea, pero si no se maneja bien esta crisis local, podría transformarse en pánico generalizado, afectando a bancos e instituciones financieras del continente.
Esta situación no debiera producirse, pero esto no significa que no sea posible, como lo demostró la crisis de 2008.
La esencia del problema en Europa son
- los excesos de los Estados con las rigideces de una moneda común
- que debieran ser compensados por la movilidad de bienes, personas y capitales,
- pero cuya institucionalidad no ha sido completada.
Ante estas deficiencias debe actuarse muy rápido,
- proveyendo facilidades de liquidez a quienes estén afectados, pero unido
- a un programa que garantice la corrección de los problemas de solvencia con medidas de largo plazo.
- Más importante que recortes hoy,
- es sancionar medidas de crecimiento futuro y
- de reducción de la carga del Estado en el largo plazo, como edades de jubilación o reajustes.

De no ser capaces de tener un programa creíble, tienen que ser ayudados a reestructurar ordenadamente su deuda.
Parece que siempre la realidad hace la tarea más difícil:
- un gobierno que quería relanzar el crecimiento
- sufrió uno de los peores terremotos de la historia.
Ahora la voluntad de iniciar el programa original de gobierno está presente, pero amenaza la crisis europea.
Será interesante observar si esta situación se presenta como
- una oportunidad para realizar cambios pro crecimiento y
- si los acuerdos políticos resultan más fáciles

ante la evidencia de los daños que genera un estatismo exagerado.
Hernán Büchi - "El Mercurio" - Sgo. de Chile - 30-May-2010

sábado, 29 de mayo de 2010

Crisis Europea VIII

El temor regresa a los mercados
- Los gobiernos fueron la solución para la crisis económica.
- Ahora ellos son el problema.
- La situación no es igual a la vivida con Lehman Brothers, pero
- los mercados financieros están más inquietos hoy que en cualquier otro momento
- desde que se afianzó la recuperación global hace casi un año.
- El índice MSCI de acciones globales ha bajado más del 15% desde mediados de abril.
- La tasa de interés de los préstamos interbancarios a tres meses está en su mayor punto en 10 meses.


¿Qué hay detrás de este nerviosismo?
Una preocupación es
- la salud fundamental de la economía mundial.
- Está aumentando el temor a que la recuperación global dé un traspié
- a medida que se propague la crisis de deuda de Europa,
- estalle la burbuja inmobiliaria de China y
- desaparezca el rebote estadounidense que impulsó el estímulo.
Las otras preocupaciones tienen que ver con las políticas de gobierno.
- El reacondicionamiento de la regulación financiera de Estados Unidos y Alemania,
- los políticos están cambiando las reglas en formas impredecibles.
- Y la escala de deudas soberanas ha dejado a los gobiernos con menos espacio
- para combatir una nueva contracción económica;
- en realidad, muchos de ellos se han visto forzados a ser austeros.
El peligro es que estos temores se robustezcan mutuamente en un regreso pernicioso de la dinámica de 2008-09.
En ese entonces,
- la acción coordinada de los gobiernos a gran escala evitó que la crisis financiera global se convirtiera en una depresión.
Ahora, gracias a la incompetencia e impotencia,
- los gobiernos tal vez lleguen a ser el problema que tire para abajo a la economía mundial.

No al pánico
Eso está lejos de ser inevitable.
Los temores con respecto a la fragilidad de la recuperación global son exagerados.
Liderada por las grandes economías emergentes, la producción mundial probablemente crezca a un índice anual de más del 5%, mucho más rápido que lo que esperaba una mayoría de videntes.
Estados Unidos no parece al borde de una segunda recesión.
A pesar de sus fuertes deudas, los consumidores estadounidenses han vuelto a las tiendas.

Su confianza está aumentando a medida que la economía está produciendo empleos, aunque no los suficientes.
Las perspectivas de crecimiento parecen más sombrías en Europa.
Sin embargo, incluso ahí la probable consecuencia inmediata de la crisis de la zona del euro es
- el desfallecimiento de una recuperación ya débil,
- más bien que un repentino receso económico.
Las economías derrochadoras de la región lucharán por más tiempo mientras la austeridad contribuye.

Pero
- la confianza decreciente será mitigada por

- el impulso que reciben las exportaciones gracias a la caída del euro.
Observe sólo esas probables perspectivas a corto plazo y es difícil ver por qué los mercados financieros están de repente en tal estado de inquietud.

La razón es que
- han aumentado los riesgos de un resultado muchísimo peor, y
- ésos se deben principalmente a los gobiernos.

El rol de los gobiernos
El lugar con la política más tambaleante es Europa.
Para que el euro sobreviva,
- los europeos tienen que estar preparados no sólo para un ajuste fiscal doloroso
- sino también para una reforma estructural profunda.
Los gobiernos despilfarradores
, en su mayoría en el sur de Europa, deben ser más prudentes.
Las economías no competitivas tienen que reorganizar sus mercados laborales y de productos.
Los países que están manejando un superávit de cuenta corriente, principalmente en el norte, tienen que ayudar, evitando un apretón de cinturón excesivo.
Y el Banco Central Europeo

- debería contrarrestar la austeridad fiscal con una política monetaria más suelta.
Reducir los sueldos reales en España sería más fácil si la inflación de la Zona del Euro fuera más alta.
Desafortunadamente, el gobierno de Alemania parece estar sacando exactamente las conclusiones opuestas, al prometer que va a sentar un ejemplo con recortes severos cuando debería estar ayudando a estimular el crecimiento.
La preocupación es que
- bajo la presión alemana el BCE tenga la misma tendencia mal encaminada hacia la dureza,
- condenando al área del euro a años de estancamiento.
Los gobiernos que están fuera de la Zona del Euro también están en peligro de sacar las conclusiones equivocadas, especialmente en
- los tipos de cambio y
- la política fiscal.
Para gran parte del mundo industrializado, no obstante,
- las consecuencias más importantes de la confusión de Europa serán fiscales.
Los gobiernos deben navegar
- entre imponer una austeridad prematura y
- permitir que su hacienda pública se deteriore
.
En Estados Unidos
, de un modo paradójico, la crisis griega
- ha quitado, quizás, la presión para una reducción del déficit,
- al disminuir el rendimiento de los bonos.
El déficit presupuestario estructural de Estados Unidos pronto va a ser más grande que el de cualquier otro miembro de la OCDE, y el país necesita urgentemente un plan para hacerle frente.
Pero por ahora, el rendimiento más bajo de los bonos y un dólar más firme son el camino a través del cual el gasto subirá.
Gracias
- al crecimiento de su población y
- al rol del dólar como moneda global,
- Estados Unidos tiene más espacio fiscal que cualquier otro país con gran déficit.
- Ha tenido razón en utilizarlo.
El mundo está nervioso por una buena razón.
- Aunque los fundamentos son razonablemente buenos
- el juicio de los políticos es a menudo irracionalmente malo.
Exactamente, ahora

- eso es lo que presenta el riesgo mayor para la economía mundial.
The Economist - "El Mercurio" - Sgo. de Chile - 29-May-2010

jueves, 27 de mayo de 2010

Crisis Europea VII

El rugido del dragón
PRIMERO,
- Si quieren ustedes mantener la soberanía de los estados francés, alemán, etcétera, y
- quieren conservar, al mismo tiempo, la democracia política...
- Si además aspiran a la globalización económica,
- LAMENTAMOS COMUNICARLES QUE NO ES POSIBLE.
- Hay que elegir dos. No tres.
Desde Harvard, el profesor Dani Rodrik escribe sobre la imposible solución del trilema.
Debemos este texto al profesor Juan Urrutia.
- La crisis griega,

- convertida en crisis del euro,
- prueba que Europa solo tiene una puerta de salida. De otro modo se asfixiará.

- La democracia es compatible con la soberanía nacional, siempre que
- ésta cierre sus fronteras cuando le convenga.
También se puede acceder a
- La globalización económica manteniendo el estado-nación, China es un ejemplo, pero entonces
- hay que dejar de lado la democracia política
.
También,
- Pueden mantenerse democracia y globalización pero entonces
- hay que prescindir del estado-nación y establecer un gobierno económico transnacional.
La Alemania de Angela Merkel ha intentando hacer frente a la crisis griega
- manteniendo el estado alemán,
- sus libertades democráticas y
- su condición de primer exportador mundial.
La coalición cristianoliberal ha estado a punto de saltar por los aires. Un hombre de hierro, Wolfgang Schäuble, ministro de Hacienda, ha tenido que tomar el mando desde su silla de ruedas.
Recuerden: en Bretton Woods, 1944, John Maynard Keynes redactó con Harry Dexter White las nuevas reglas transnacionales en busca de la gobernabilidad de las democracias.
Sus propuestas para controlar los flujos dinerarios eran permanentes, no pasajeras.
Hoy la deuda pública española es menos de la mitad que la griega, lo grave es la deuda privada.
La escala es:
- España, 64,9 por cien del PIB.
- Alemania, 78,8.
- Reino Unido, 79,1.
- Francia, 83,6.
- Italia, 118,2.
- Grecia, 133,3.

SEGUNDO,
hay buenos ejemplos de globalización
, pero también malos.
British Petroleum, en el golfo de México, consiguió que el Senado americano no le exigiera un plan de emergencias. Las responsables del vertido frente a la costa americana son BP, Halliburton y Transocean.
El único perforador era BP. Antes de perforar, la empresa británica había presentado al Capitolio su plan de emergencias. Plan mínimo, vigilado por una comisión reducida, ineficaz además.
El vicepresidente Dick Cheney reunió en 2001 a las petroleras para liberarlas del dispositivo que pudiera taponar a través del sonido los vertidos como éste. Precio de la válvula, 500.000 dólares.
Según el Worldwatch Institute, es milagroso que no haya habido más derramamientos de crudo. Los hombres de Cheney se ocupaban de cumplir las instrucciones de quien mandaba en el petróleo, por encima de George W. Bush.

TERCERO.
Afortunadamente,
el Banco Central Europeo ha privado a los estados nacionales de devaluar sus monedas y modificar sus intereses.
En declaraciones recientes, el primer ministro griego, Giorgos Papandreu, explicaba cómo al menos durante cuatro años el estado griego había dado datos económicos falsos a la Unión Europea.
Eurostat, servicio estadístico comunitario, no tiene medios de verificación. Constantinos Karamanlis, jefe del anterior gobierno conservador, es responsable, pero no solo.
Rodrik
insiste:
- solo si se combinan sabiamente unión supranacional y democracia política
- podrá Europa salir del pozo en que ha caído.
- Hay que hacerlo rapidísimamente.
- El estado-nación ha rendido grandes servicios pero ha muerto.
- Sigue de pie, sobre sus cuatro patas, como los elefantes muertos.
La crisis ha estado a punto de llevarse por delante a la economía mundial
(llamada de Barack Obama a Rodríguez Zapatero).
- Las plañideras españolas, sólo atentas al corralito interior, lloraban a gritos,
- mientras el dragón rugía y lanzaba llamaradas por la boca.

DARÍO VALCÁRCEL - "ABC" - Madrid - 27-May-2010

miércoles, 26 de mayo de 2010

Crisis Europea VI

La crisis europea
La crisis europea, hoy supuestamente resultado de la crisis griega ha puesto de manifiesto una vez más, la validez universal de las palabras de Tocqueville escritas en el siglo XIX en “El Antiguo Régimen y la Revolución”.
Allí dijo “Hasta tal punto son más fuertes los vicios del sistema que la virtud de los hombres que lo practican”.


Y es evidente que la crisis europea es un producto del sistema, que a su vez y al decir de Paul Johnson ha creado una burocracia corrupta en Bruselas.
Pues bien, a mi juicio la problemática del mundo hoy es que
- supuestamente existe una contradicción evidente entre la retórica que lleva al poder y
- el sistema que por primera vez en la historia permitiera la creación de riqueza.

- El llanto por los pobres y
- la denominada justicia social
son los hitos aparentes del acceso al poder producto de la demagogia socialista.
Voy a repetir que hasta Marx y Engels se percataron de los resultados del sistema que permitió la generación de riqueza al que denominaron capitalismo.
Así en el Manifiesto Comunista dicen:
- “La burguesía durante su predominio de escasamente 100 años ha creado más masivas y más colosales fuerzas productivas que todas las generaciones juntas que les precedieron”.
Lamentablemente
- la historia confundió la causalidad de ese proceso e
- ignoró que la economía, es el resultado de la concepción ética y
- el sistema político que le es consecuente.
Debo insistir que esta problemática está presente en el mundo y de manera manifiesta en los países desarrollados de Europa. Es decir no es un problema que afecta a América Latina, por culpa de los Reyes Católicos y del curso de las carabelas de Colón.
Si así fuera no tendríamos esperanza pues como bien dijera Ortega y Gasset en su “España Invertebrada”
- “Es muy fácil en efecto dibujar una organización social esquemática que presente una faz atractiva”.
Pero no olvidemos que la Revolución Francesa fue el origen del totalitarismo en el mundo y fue en gran medida la generadora del pensamiento político latinoamericano a partir de la independencia, de la cual estamos por cumplir el bicentenario.
Como bien dijera Luis Alberto de Herrera:
- “Los sofismas glorificados de la Revolución Francesa han contribuido a afirmar ese extravío fundamental de nuestro criterio al que ya nos inclinaba el impulso imaginativo…La demagogia triunfante en 1789 nos enseñó el sofisma de la libertad, alejándonos de su ejercicio verdadero”.
Pero la estupidez política no es propia de América Latina tal como lo reconociera Carlos Rangel en su obra “Del Buen salvaje al Buen Revolucionario”, donde dijo:
- “Los mitos fundamentales de América no son en absoluto americanos, son mitos creados por la imaginación europea”.
Podemos decir que la validez histórica de las anteriores palabras, lo muestra la confusión reinante respecto a la supuesta virtud política de la denominada Civilización Occidental. Esta confusión implica la ignorancia de un hecho fundamental.
O sea
- la antítesis entre la filosofía política franco-germánica, generadora del "totalitarismo", y
- la angloamericana generadora de la "libertad" de donde surgiera.
Solo la Argentina escapó en nuestro continente al Sur del Río Grande, de esa trampa dialéctica entre la Edad Media – el oscurantismo de la Fe – y el Iluminismo – el oscurantismo de la razón.
Así en solo cuarenta años pasó de ser uno de los países más pobres del mundo al séptimo u octavo más rico, a principios del siglo XX. Hecho que aparentemente sigue ignorado precisamente en la Argentina.
La esencia del cambio producido en la historia, se debió a una concepción ética tradicionalmente ignorada.
Cuando hablo de ética no estoy hablando de moral, sino de la concepción de principios inherentes a la naturaleza humana.
Fue en ese sentido que
- Locke reconociera primeramente que “los monarcas también son hombres” y
- David Hume dijera: “La naturaleza humana es inmodificable, lo más que podemos hacer es cambiar las circunstancias… si los hombres fueran generosos y la naturaleza pródiga la mera noción de justicia sería inútil”.
- Ese cambio en la circunstancia fue
- la creación de un sistema político consciente de la falibilidad de la naturaleza humana.
Fue así que se reconociera
- la necesidad de la limitación del poder político,
pues como reconociera James Madison, los hombres no son gobernados por ángeles.
Así siguiendo el pensamiento de John Locke, David Hume y Adam Smith, se creó
- el sistema político americano,
conforme al cual se reconocieron los derechos individuales a
- la vida,
- la libertad,
- la propiedad y
- la búsqueda de la propia felicidad.
Y voy a insistir en la trascendencia de este último que implica por si
- el reconocimiento ético de los intereses privados como no contrarios al interés general.
Cuando se supone lo contrario, partiendo de una naturaleza humana modificable,
- se crea el gobierno absoluto, que supuestamente
- estaría encargado de dar la felicidad a los ciudadanos.
Por ello voy a insistir en que
- el concepto de los derechos individuales es antitético al de los derechos humanos.
Esta realidad ha sido reconocida recientemente por Glenn Beck en su excelente y popular programa en Fox News.
La trascendencia de esta diferencia fundamental es difícil de sobreestimar.
Los derechos individuales implican
- el reconocimiento de la falibilidad de la naturaleza humana y a su vez
- reconocen la eticidad de los intereses particulares en el derecho del hombre
a la búsqueda de su propia felicidad.
Por el contrario los derechos humanos pretenden
- un hombre nuevo despojado de intereses y
- el derecho a que la sociedad y el Estado le provean la felicidad.
El resultado es
- el poder absoluto y
- la ausencia de derechos
- ue determina una mayor pobreza.
Igualmente ante la crisis actual europea, que
- ha sido hoy interpretada como causada por Grecia y
- para la izquierda el producto del sistema capitalista,
- es necesario que se reconozca la falacia de esa proposición.
La realidad tal como la explica Guy Sorman en su reciente artículo: “Como el socialismo destruye a Europa” es que
- la crisis es el resultado del falaz estado de bienestar,
- que cada día produce más malestar.
Por supuesto ya Hugo Chávez en recientes manifestaciones pretende el supuesto fracaso del capitalismo para justificar su socialismo del siglo XXI.
Es preciso que el mundo aprenda la falacia de esta apreciación y que se reconozca la virtud del Rule of Law sobre la razón de Estado.
Nos encontramos ante una alternativa de hierro.
- Si de conformidad con la confusión vigente entre la democracia y el socialismo
- priva el derecho de las mayorías a violar los derechos de las minorías,
- desparece la libertad y aparece la pobreza.

Armando Ribas - "Refugio Liberal" - Buenos Aires - 26-May-2010


Creciente aversión al riesgo arrastra a los mercados y pone en discusión futuro del euro.
Aumentan las voces entre los analistas europeos sobre la conveniencia de terminar con la unidad monetaria
Alrededor del mundo, los inversionistas decidieron escapar de los mercados bursátiles para refugiarse en la seguridad del dólar y en otros activos considerados menos riesgosos.
El principal temor es que la crisis fiscal de Grecia y España afecte a las poderosas instituciones financieras de Europa, provocando una caída del sistema global.


Lo que se esperaba que fuera una sesión más bien tranquila, después del temor inicial provocado por la intervención del gobierno español de una caja de ahorros local el fin de semana, se transformó en una de las peores sesiones bursátiles del último año. Alrededor del mundo, los principales mercados sufrieron caídas de hasta 4%. Sólo Wall Street logró recuperarse hacia el final de la jornada. El S&P 500 logró cerrar plano, mientras el Dow Jones cerró con una caída de apenas 0,23%, nada comparado al retroceso de 3,05% de España o 2,54% de Londres.
Los analistas explicaron la baja de ayer como una "reacción exagerada" de los inversionistas al riesgo, tanto particulares como institucionales y fondos de inversión.
La fuerte caída de los valores de las acciones financieras también se explicó por el temor de que la crisis fiscal de España y Grecia contagie a los poderosos bancos europeos.
Sin embargo, hasta ahora
- no se prevé un impacto en la denominada economía real del resto del mundo, y
- se prevé que las consecuencias de la crisis se seguirán limitando a los mercados bursátiles.
Pero mientras los inversionistas se siguen preguntando si esta crisis puede desembocar en una recesión, en Europa, académicos, medios de comunicación y analistas debaten sobre la continuidad del euro.
El diario español Expansión planteó en su editorial que España podría sobrevivir a una salida del euro. Mientras desde Londres, el economista Edmund Conway asegura que
- tras la actual crisis fiscal subyace un problema estructural de la Unión Europea,
- ante la dificultad de unificar naciones tan diversas.
Por el contrario, el influyente diario Financial Times tomó partido en el debate y advirtió que
- el retiro de cualquier país de la Eurozona significaría
- una verdadera catástrofe económica para toda la región.

El sueño de la moneda única
La crisis del euro ha dejado en claro que
- no todos los países de la Unión Europea son iguales.
Están
- las "hormigas" como Alemania, y por otro
- las "cigarras" como Irlanda, Grecia y España,
como las llama el editor del Financial Times, Martin Wolf.
Según el economista, esta crisis revela que
- mientras Alemania, como buena hormiga, se preocupó de trabajar y guardar su riqueza,
- sus vecinos, obnubilados por la riqueza gastaron y se endeudaron.
Ante estas diferencias, se preguntan algunos,
- si no ha llegado el momento de que Alemania abandone el euro.
Otros, por el contrario, plantean que
- son las "cigarras" los que deben salir para poder sortear mejor la crisis.
En cualquiera de los dos casos, coinciden los analistas, la salida de un solo país pondría fin al sueño de la moneda única y quizás, como advirtió la canciller alemana, Angela Merkel, poner fin a la UE.
Hay economistas, como el premio Nobel, Paul Krugman, que han afirmado que
- la mejor forma de salir del euro es de "un solo golpe".
Otros apuestan por una transición lenta, similar a la usada para adoptar el euro.
Sin importar la fórmula,
- salir no es fácil ni barato, advierte Oxford Analytica.
Si bien el Pacto de Estabilidad y Crecimiento establece sanciones a los países que violen las reglas de salud fiscal, claramente impide que uno o más miembros de la Unión puedan expulsar al estado infractor.
Las leyes de la UE tampoco contemplan la salida voluntaria de un estado, por lo que no hay claridad sobre las consecuencias.
Pero, advierte la firma de análisis de riesgo Oxford Analytica,
- el país que decida dejar el euro tendrá que hacer frente a altos costos, por ejemplo
- al transformar su deuda a la nueva moneda, también
- puede enfrentar demandas de parte de firmas concesionarias u otros contratistas,
- además de implicaciones macroeconómicas como una hiperinflación.
José Ramón Valente: "Europa no afectará el ritmo de recuperación del resto del mundo"
A pesar de que la crisis europea ha sacudido a distintos mercados en el mundo, el economista y socio de Econsult José Ramón Valente no cree que esta crisis afecte la recuperación produciendo una nueva recesión, como la vivida a partir de 2008.
"Este contagio reflejado en las bolsas es fruto del susto y pánico de los inversionistas a que se repita una fuerte caída en los mercados, pero no necesariamente contagiará la actividad real. Europa no afectará el ritmo de recuperación del resto del mundo, particularmente de EE.UU.", vaticina.
Es más, proyecta que la incertidumbre en los mercados generada por la forma en que Europa enfrentará sus problemas cederá en el tiempo y terminará siendo un evento de mayor volatilidad que incidirá en precios de corto plazo, pero que desaparecerá en el tiempo", dice. Por eso recomienda a los inversionistas comprar ahora acciones riesgosas, ya que están en buen precio.
Su optimismo se basa en que, hasta el momento, la crisis europea no ha afectado de forma importante las expectativas de los consumidores norteamericanos ni las expectativas empresariales en Europa. "Uno infiere que es poco probable que esta volatilidad tenga un efecto sobre el consumo y la inversión", explica.
En tanto, la contracción en la oferta y demanda del crédito no es tan fuerte como en 2008, y las tasas de interés interbancarias en relación a las tasas de interés de los bancos centrales (que dan cuenta de la confianza en el sistema) no han subido demasiado.
Asegura que el mercado sabía de la existencia de la deuda y la necesidad de ajuste fiscal en Europa. "Lo único nuevo son estos anuncios de ajuste, y que son positivos", dice.
Asimismo, ve como una muy buena señal el que Europa no dejara caer a Grecia, tal cual EE.UU. dejó caer al banco Lehman Brothers durante la crisis. "Eso ha logrado bajar las tasas de interés y contener lo que pudo haber sido un contagio mayor, en cuanto a decisiones de inversión, consumo y actividad", agrega.
Explica que los inversionistas individuales, al no ser profesionales, son menos estudiosos y se dejan llevar más por los titulares. Cree que estos inversionistas, que son una parte importante del mercado, están reaccionado frente a las últimas informaciones, induciendo a la volatilidad. Además, dice que la mayor tasa de descuento se traduce en un menor precio actual de los activos más riesgosos.
- "La incertidumbre en los mercados generada por la forma en que Europa enfrentará sus problemas
- cederá en el tiempo y sólo será un evento de volatilidad que incidirá en precios de corto plazo".

Marcela Vélez - "El Mercurio" - Sgo. de Chile - 26-May-2010

sábado, 22 de mayo de 2010

Europa avanza sonámbula hacia el declive

Puede rescatarme alguien del "europesimismo"?
Hacía décadas que no me sentía tan deprimido sobre la situación del proyecto europeo.


- La eurozona está en peligro de muerte.
- La política exterior europea avanza al paso de un caracol borracho.
- El poder está trasladándose a Asia.
- Los motores históricos de la integración europea no funcionan o están resoplando.
- Los líderes europeos reordenan las tumbonas en el Titanic, mientras dan lecciones de navegación oceánica
al resto del mundo.
- La crisis de la eurozona no ha hecho más que empezar.
- A los mercados de deuda no les ha convencido ni siquiera el rescate "decisivo y aplastante" de Grecia la semana pasada.
Lo único que les animó un poco fue la voluntad del Banco Central Europeo de empezar a comprar bonos del gobierno de la eurozona; pero a los griegos y los portugueses sigue saliéndoles mucho más caro pedir prestado que a los alemanes.
Un destacado estratega del mercado de deuda me dice que ahora ve dos alternativas:
- o la eurozona avanza hacia una unión fiscal, con
- mayor pérdida de soberanía de los Estados miembros y
- una drástica reducción del déficit impuesta por esa limitación externa,
- o algunos de los Estados miembros más débiles caerán en bancarrota,
- dentro de la eurozona o
- saliéndose de ella.
- En ese momento el capital huirá,
todavía más que hasta ahora, de los débiles a los fuertes, es decir,
- de la eurozona a otros lugares y,
- dentro de ella, a Alemania.
Las repercusiones políticas tanto nacionales como internacionales de estas dos vías son sangrientas, en Grecia, lo son ya literalmente.
Las tensiones en las sociedades europeas aumentarán, pero también entre unos Estados y otros. En especial, es inevitable que
- aumente el resentimiento en y respecto a Alemania,
la potencia central del continente, haga lo que haga: tanto si impone unas condiciones estrictas para aceptar la unión fiscal, mientras financia el riesgo de otros gobiernos, como si deja que Grecia y Portugal se vayan al traste, con el consiguiente incremento de la fuga de capitales hacia Alemania.
En el mejor de los casos,
- Si el viejo modelo de avanzar en la integración a base de crisis, a base de responder a los retos, vuelve a funcionar,
- Europa estará preocupada por resolver sus problemas económicos y financieros internos durante años.
Las grandes potencias del siglo XXI, las actuales y las emergentes -Estados Unidos, China, Brasil y Rusia-,
- ya tratan las pretensiones europeas de ser un actor importante en el escenario mundial
- con una actitud rayana en el desprecio.
El acuerdo mínimo logrado el año pasado en la cumbre de Copenhague sobre el cambio climático, un tema en el que Europa asegura estar en vanguardia, lo alcanzaron Estados Unidos, China, India, Sudáfrica yBrasil. Europa no estuvo ni en la sala de reuniones.
Copenhague fue una llamada de atención con la que Europa no se despertó.
Las dos figuras que la UE ha escogido para representarla en el mundo son prácticamente desconocidas fuera de Europa.
En una reunión reciente en St. Antony's College, en la Universidad de Oxford, el columnista especializado en asuntos internacionales de "The New York Times", Thomas Friedman, dijo con ironía que no sería capaz de reconocer al presidente del Consejo Europeo "ni aunque se me sentara en el regazo".
La nueva Alta Representante de la UE para la política exterior y de seguridad, Catherine Ashton, puede manejar con eficiencia la burocracia de Bruselas, pero, cuando se habla con los funcionarios del sector allí, se da uno cuenta de lo difícil que va a ser construir un servicio exterior europeo.
Pekín, Moscú, Nueva Delhi y Washington no están esperando con ansiedad. Para ellos, la vida está en otra parte.
El Estados Unidos de Barack Obama está preocupado
- por su propia construcción nacional, y luego
- por Oriente Próximo y China.
El nuevo primer ministro británico ha recibido una llamada telefónica del presidente y una referencia elogiosa a la "relación especial", pero Obama no tiene ningún apego sentimental al Viejo Continente.
Su pregunta a Europa es: "¿Qué podéis hacer hoy por nosotros?".
Las nuevas geometrías del poder mundial se describen con siglas como
- BASIC: Brasil, Sudáfrica, India y China),
- BRIC: Brasil, Rusia, India y China) e
- IBSA: India, Brasil y Sudáfrica).
En parte es una forma de adelantarse a acontecimientos que quizá no se produzcan, pero en el mercado de la geopolítica, como en los mercados financieros, las expectativas son también realidades.
La Unión Europea sigue siendo la mayor economía del mundo. Posee enormes recursos de poder duro y blando, muy superiores todavía a los de las grandes potencias emergentes. Pero la tendencia no le favorece, y no emplea ni muchísimo menos todo el peso que tiene.
- Si todavía quiere influir en el mundo y beneficiar a sus ciudadanos,
- debe estrechar la diferencia entre sus posibilidades y su poder real.
- Pero no lo está haciendo. ¿Por qué?
A partir de 1945, durante más de 50 años, hubo 5 grandes fuerzas que impulsaron el proyecto europeo.
Eran las siguientes:
1- El recuerdo de la guerra, un recuerdo personal muy inspirador que se prolongó hasta la generación de Helmut Kohl y
François Mitterrand;
2- La amenaza soviética contra Europa occidental y el deseo de los pueblos del centro y el este de Europa de escapar
del dominio soviético hacia la libertad y la seguridad;
3- El apoyo estadounidense a la integración europea, como reacción a esa amenaza soviética;
4- La República Federal de Alemania, que quería rehabilitarse tras el nazismo dentro de la familia europea y
obtener el apoyo de sus vecinos europeos a la unificación alemana; y
5- Francia, con su doble ambición de una Europa fuerte pero dirigida por Francia.
- Estas cinco fuerzas están hoy desaparecidas o enormemente debilitadas.
A cambio, tenemos una serie de nuevos argumentos para justificar el proyecto.
Dichos argumentos son los retos de alcance mundial -como
- el cambio climático y
- el sistema financiero globalizado, con sus repercusiones cada vez más directas en las vidas de nuestros ciudadanos, y - - la aparición de las nuevas grandes potencias de un mundo multipolar.
En un mundo de gigantes, es útil ser un gigante.
Pero un argumento, un fundamento intelectual, no es lo mismo que una fuerza impulsora emocional, basada en la experiencia personal directa y el sentimiento de una amenaza inminente. En la Europa de hoy no tenemos esas cosas.
Desde el punto de vista del nivel de vida, de la calidad de vida, la mayoría de los europeos está mejor que nunca. No se dan cuenta de hasta qué punto tienen que cambiar radicalmente las cosas para que nada cambie.
Haría falta un nuevo Winston Churchill para explicar esto a todos los europeos, con la poesía de aquel "sangre, sudor y lágrimas". En su lugar, tenemos a Angela Merkel, Nicolas Sarkozy, Silvio Berlusconi y ahora David Cameron.
La nueva coalición liberal conservadora de Reino Unido está dando unos primeros pasos constructivos y alentadores en Europa.
El martes, el nuevo ministro de Hacienda, George Osborne, se tragó la directiva propuesta en Bruselas sobre fondos de riesgo con toda la elegancia de un viajero de la Inglaterra victoriana cuando tenía que comerse un plato de ojos de cordero en la tienda de un beduino, el Gobierno británico confía aún en lograr que la directiva se modifique en el Parlamento Europeo.
El jueves y el viernes, Cameron dedicó su primer viaje al extranjero como primer ministro a visitar a sus nuevos colegas en París y Berlín. Pero, aunque Reino Unido no sea el freno europeo que le gustaría a la mayoría de los miembros conservadores del Parlamento, tampoco va a ser el motor.
- ¿De dónde va a surgir, entonces, el dinamismo?
No lo sé. No lo veo. Es verdad que hemos sufrido muchos brotes de europesimismo en otras épocas; existen desde que tengo memoria.
Y todas las veces, Europa ha levantado el ánimo y ha dado otro paso adelante.
Los rivales mundiales de Europa tienen sus propios problemas.
De aquí a 10 años, es posible que los historiadores se rían del "europesimismo" de 2010.
Pero solo si Europa se despierta y se incorpora al mundo en el que vivimos.
¡Despierta, Europa!

TIMOTHY GARTON ASH - Oxford University - "El País" - Madrid - 22-May-2010
Huya el que pueda
PASARON dos semanas. Entre el 7 y el 10 de mayo, España estuvo en bancarrota.
Sin que,
- una oferta del 18 por ciento en el pago de intereses
- lograse atraer un solo céntimo de crédito internacional a las arcas de un Estado
- al cual los inversores daban ya por quebrado.
- Sólo la parcial cesión de soberanía,
- que el presidente español fue obligado a declarar en público,
- salvó a nuestra economía de ser abandonada a su propia ruina, la suya,
- la que a nadie, salvo a sus gobernantes, puede ser achacada
.
La que, en cualquier caso, vendrá, si Zapatero intenta retomar iniciativa propia en una gestión económica que no sólo nos ha hundido en el cenagal más insondable del último medio siglo; la que también amenaza a la estabilidad monetaria de Europa y, de rebote, a la de Estados Unidos.
- No hay dinero en Europa,
- no hay dinero en el mundo,
- para sacar de la quiebra a una economía de las dimensiones de la española
.
El de Grecia ha sido un rescate doloroso, extremo. El de España -con una economía cinco veces mayor- es inviable.
De producirse la bancarrota, seremos abandonados. Cualquiera que nos agarrase, se iría al fondo. Son los términos del drama. No hay más racionalidad hoy que ajustarnos a ellos.
- ¿Qué significaría una expulsión fuera del euro?
De entrada, que nuestra moneda pasaría a valer lo que nuestra economía vale. Poca cosa.
Siendo muy optimistas, una tercera parte de los ahorros de cada uno de nosotros se habría reducido a humo, de la noche a la mañana.
De inmediato, estallaría la carga de profundidad que para la estructura financiera española son las Cajas de Ahorros, esos bancos privados de los partidos -de todos-, cuya doble utilidad ha sido, a lo largo de las tres últimas décadas, proveer de fondos a los políticos y gastar pródigamente en cuanta suntuosidad local juzgasen las autoridades autonómicas rentable para pasmar a su clientela votante.
El castillo de naipes de las Cajas no ha hecho más que iniciar su vértigo de caída. A «la argentina». Con una peculiaridad, respecto de similares fraudes en países judicialmente más curtidos: Madoff morirá, verosímilmente, en presidio; a los máximos responsables del incalculable agujero de las Cajas, cuyos dos primeros casos ya han saltado, como mucho, y en la hipótesis de extremo rigor judicial, les costará una multa; es probable que ni siquiera eso.
Si alguien cree que semejante ausencia de garantía legal en la tutela del dinero de todos los ciudadanos sale gratis, es que ha perdido definitivamente la cabeza.
Se ha jugado con los ahorros de todos. Y se ha mentido de un modo especialmente cruel, puesto que esos ahorros eran cuanto tenía el ciudadano medio.
- Mintió un presidente que llamó antipatriotas, en 2008, a quienes, al hablar de crisis, se limitaban a constatar los análisis de los economistas más cualificados en todo el mundo.
- Mintió Zapatero, al jurar que ninguna crisis estaba en perspectiva; que, en menos de seis meses, España alcanzaría el «pleno empleo».
- Mintió, cuando exhibió la estructura financiera «más sólida del mundo».
- Mintió, cuando, dos semanas antes de desencadenarse, negó cualquier hipótesis de recesión en España...
- Mintió e hizo mentir a los suyos. Con la magnificente desvergüenza de esa vicepresidenta que, regiamente envuelta en raso y oro, da nota de la ruina nacional, dos semanas después de haber proclamado el fin de la recesión.

- ¿Son mala gente?
- Son profesionales de la política.
- Analfabeta gente sin oficio, que vive sólo de cazar votos
.
Nuestra única esperanza es
- Que la economía española la dirija alguien que sepa,
- Desde Berlín o Washington
.
- Eso o -el que pueda- huir, huir, huir... Dios sabe dónde.
GABRIEL ALBIAC - "ABC" - Madrid - 24-May-2010

Sus fechorías salen gratis: Paga el ciudadano

- Directivos y políticos que sumieron al mundo en la crisis quedan impunes
- Preocupa la tolerancia con la irresponsabilidad.

La Administración estadounidense
- aprobó entre 2008 y 2009 más de 800.000 millones de euros
- para evitar la quiebra de su sistema financiero.
Casi todos los grandes bancos y empresas financieras y de seguros,
- Goldman Sachs, Citigroup, Bank of America, Merrill Lynch, AIG, Bearn Stearn, Fannie Mae, Freddie Mac, entre otros,
- se acogieron a ellas con júbilo.
Los países de la Unión Europea, que también habían salido al rescate de sus bancos,
- Deutsche Bank, BNP, Fortis, ING, Commerzbank, Royal Bank of Scotland y una larga lista,
- ahora se han conjurado para salvar a países enteros como Grecia.

- La mayoría de los responsables de ese fiasco planetario
- han sido señalados con el dedo por los Gobiernos y las instituciones que acudieron en su ayuda.
- Pero han salido indemnes en los tribunales.
De ese ámbito de impunidad apenas se escapan excepciones relevantes como el financiero estadounidense Bernard Madoff, sentenciado a 150 años de cárcel tras haber protagonizado la mayor estafa piramidal de la historia, de 50.000 millones de dólares. Sus colegas de fechorías, como Dick Fuld, que llevó a la quiebra a Lehman Brothers, no solo están en la calle, sino que disfrutan de una generosa jubilación gracias a los bonus millonarios con los que fueron recompensados, pese a haber llevado a la ruina a sus empleados y accionistas.
El debate sobre estos "crímenes sin castigo" se reproduce ahora a escala estatal.
Los gobernantes griegos, especialmente los de centro-derecha, falsificaron las cuentas públicas dejando al país al borde del colapso. La mayoría de ellos se sientan ahora como oposición en el Parlamento heleno sin ningún complejo de culpa. Solo el presidente griego, Karolos Papulias, ha pedido públicamente que
- los responsables de la crisis, "los especuladores, los defraudadores de impuestos y los corruptos",
- paguen "por llevar al país al borde del abismo".
En España aún no han reventado grandes escándalos financieros, pero los primeros casos, como la intervenida Caja Castilla La Mancha, apuntan en la misma dirección:
- sus gestores y consejeros han salido indemnes
- salvo multas de escasa cuantía e inhabilitaciones.
"No es nuevo que los banqueros disfruten de gran impunidad, como hemos podido comprobar incluso en nuestro propio país antes y después de la crisis. Tras esta última, creo que se ha hecho aún más evidente que los Gobiernos están sometidos a su voluntad. Prácticamente ninguna de las grandes propuestas de los Gobiernos del G-20 orientadas a someter a mayor control la actividad especulativa de los financieros se han llevado a cabo", indica Juan Torres, catedrático y miembro de la organización Attac, que propone gravar las transacciones internacionales de la banca.
El único gran proceso que se sigue en la actualidad es el abierto por el fiscal general de Nueva York, que
- investiga a 8 grandes bancos, Goldman Sachs Group Inc., Morgan Stanley, UBS AG, Citigroup, Credit Suisse, Deutsche Bank, Credit Agricole y Merrill Lynch,
- por engañar y sobornar a las agencias de calificación
- para conseguir buenas clasificaciones por sus productos de alto riesgo y, en particular, las hipotecas basura.
Del poder y la discrecionalidad con que funcionaban bancos y agencias, dan prueba dos ambiciosos ejecutivos -ambos de 31 años- de Goldman Sachs, ahora en el ojo del huracán. Fabrice Tourre, francés y educado en Londres, se dio cuenta mucho antes que el resto de que el mercado hipotecario en EE UU se iba a hundir, como prueban los correos electrónicos que cruzaba con sus colegas, en los que denominaba "mierda" a las que luego se conocerían como hipotecas subprime. Pese a ello, el Fabuloso Fab, como le apodaban sus envidiosos compañeros, siguió empaquetando productos financieros bajo la garantía de esos préstamos y vendiéndoselos a sus mejores clientes.
- Causó pérdidas directas de 800 millones de euros. ¿Está en prisión?
- No, ocupa una vicepresidencia de Goldman en Londres.
Su compañero Tetsuya Ishikama, de origen japonés, pero también formado en Londres, ha ido mas allá y ha llegado a publicar un libro "Cómo causé el colapso del crédito" ,
- en el que se jacta de haber disfrutado de una vida de excesos, coches deportivos y bailarinas de striptease incluidas, traficando con derivados financieros de alto riesgo. ¿Está en prisión?
- No, trabaja para la firma financiera Amias Berman y
- su novela le ha aupado al estrellato de los gurús que han sabido sacar provecho de la crisis.
"Muchos administradores parecen olvidar que cuando se pertenece a un consejo de administración se forma parte de la gestión activa de una entidad y eso implica también responsabilidad, para ejercerla y para exigirla, si llega el caso.
En épocas de bonanza esto parece no tenerse en cuenta, y cuando llegan las vacas flacas se tiende a escurrir el bulto.
En el trasfondo de estas cuestiones hay una lucha entre la necesidad de depurar responsabilidades de los culpables ante la sociedad y un fortísimo lobby financiero que, en algunos casos, ha jugado y juega con astucia en la delgada línea que separa el riesgo de la imprudencia e incluso del fraude", señala Santiago Carbó, catedrático de Análisis Económico de la Universidad de Granada y consultor del Banco de la Reserva Federal de Chicago.
En el caso de la crisis griega, no obstante, hay otros factores en juego,
- el primero de ellos la actuación de los políticos, el 98,6% de los griegos cree que los responsables de la crisis son los políticos, según un sondeo del 8 de mayo hecho por RealNews.
- La arraigada cultura de la corrupción y el protagonismo
- de una clase política a menudo en connivencia con el fraude, cuando no defraudadora,
- provocan una sensación de impunidad que ha calado hondo en el imaginario colectivo.
Durante los últimos 30 años, la sociedad griega ha recibido continuos mensajes de impunidad desde el poder, infinitos casos de corrupción que se han saldado con escasas dimisiones o ceses y, menos aún, con procesos judiciales:
- el caso "Koskotás", financiación irregular del partido socialista en los años ochenta del pasado siglo;
- el "escándalo del maíz", en 1987, cuando Grecia vendió a la Comisión Económica Europea maíz yugoslavo haciéndolo pasar por griego para recibir subvenciones;
o los dos más recientes, aún bajo investigación,
- el caso "Siemens", pago de sobornos por la empresa alemana a funcionarios del Gobierno griego para lograr adjudicaciones en los Juegos Olímpicos de 2004, y
- el caso "Vatopedi", una venta irregular de unos terrenos de la Iglesia ortodoxa previa recalificación fraudulenta.
En un escándalo menor, en 1988, el responsable de la eléctrica estatal se apropió de varios millones de dracmas del erario público. Fue apartado del cargo, pero la opinión pública recibió este nada ambiguo mensaje del entonces primer ministro, Andreas Papandreu:
- "Hombre, normal que mangue, ¡pero tanto...!".
-"La estupidez en la gestión de las finanzas públicas;
- la falta de credibilidad de los políticos o
- incluso el hecho de plegarse a las demandas de la UE, que además acude en ayuda de quienes lo han hecho mal,
- son mensajes que calan en la opinión pública",
opina Konstantinos Tsukalas, catedrático emérito de Sociología de la Universidad de Atenas.
"Tras el fracaso de las instituciones, de la justicia, de la educación, del Estado, en suma, se necesita una credibilidad nueva para poder pedir responsabilidades, que es la otra cara de la moneda, el otro lado del espejo público".
La crisis griega hunde sus raíces
- en una cultura donde la dádiva y los favores ocupan el lugar de los derechos,
por lo que para algunos expertos
- la clave de la regeneración es la educación, más que el castigo político en las urnas o la actuación de la justicia.
"Los códigos de valores que manejamos no valen; son códigos esclerotizados, caducos, más propios de siglos pasados que del XXI. Si no cambias a los jóvenes y les haces ver que no pueden funcionar con códigos propios de una sociedad menor de edad, que es donde las culpas se disculpan o se castigan, pero no se asumen, no cambias nada", sostiene Zalia Draghona, ex diputada socialista y especialista en educación.
José María Martínez, secretario general del sector de banca de CC OO, también considera que hay un problema de costumbres.
- "Es que el problema no está tanto en las reglas -que hay que reformar y, sobre todo, hacer cumplir-,
- sino en las costumbres, y
- uno de los principales problemas es que las responsabilidades están igualmente repartidas
- entre supervisores y supervisados.
Algo empieza a moverse en relación con el próximo G-20 (control de agencias calificadoras, restricciones a las operaciones a corto, posible tasa a las operaciones financieras).
Pero, sin duda,
- poco se atisba sobre las medidas coercitivas y punitivas, y,
- desde luego, sin castigo, volverán los criminales".
En EE UU han hablado sin ambages de "un comunismo al revés".
Y no lo han hecho precisamente activistas antisistema sino inversores como Jim Rogers, cofundador junto con George Soros de Quantum, uno de los mayores fondos de alto riesgo:
- "EE UU es ahora más comunista que China. Pero se trata de un socialismo para ricos.
- Se está rescatando a los financieros, a los bancos y a la aristocracia de Wall Street,
- no a la gente humilde que quiere pagar su hipoteca".
Y mientras
- directivos como Tourré y Ishikama disfrutan de su fama y su hacienda, y
- los políticos griegos andan a la greña para decidir quién fue más corrupto y
- se mantienen debates filosóficos sobre quién tuvo la culpa,
- millones de contribuyentes, pensionistas y funcionarios de Estados Unidos, Grecia, Portugal, Reino Unido y España
- se hacen cargo de las facturas de sus fechorías.

RAMÓN MUÑOZ - Ma. ANTONIA SÁNCHEZ-VALLEJO - "El País" - Madrid - 22-May-2010

viernes, 21 de mayo de 2010

Ana & Ángela

"Querida Anita: Te escribo estas líneas en el momento más difícil de mi carrera. ¡Cuánta razón tenías!
En el 2000 cuando quisiste armar un mecanismo de quiebras para los Estados, nadie te hizo caso.
Pensar que todos te trataron mal y se han dicho cosas de vos de la peor categoría.
Pensar que vos ideaste ese esquema de quiebra para los países más indisciplinados del Tercer Mundo o para los casos más extremos.
Pensar que vos lo pensaste para el caso de la Argentina en 2001. ¡Y nadie te escuchó!
Ahora, mirá lo que nos pasa a nosotros los europeos. Me opuse pero no tenía opciones. Si no salvábamos a los griegos, se nos caían los bancos y el euro pasaba a la historia.
Además no son sólo los griegos y los celtas. Son los latinos.
Los españoles que creen que siempre se puede vivir de fiesta, nuestros refinados primos franceses y estos escandalosos italianos.
¡Gracias a Dios que existen los Alpes y Austria! Y yo que imaginaba que los que no iban a aguantar eran los que venían del comunismo.Sin embargo, están haciendo las cosas bien. Hicimos tanto esfuerzo y ahora que otros vengan a derrumbarlo. No es justo.
¡Cuánta razón tenías! Estoy en un momento complicado para mi carrera y para el futuro de Europa y el mundo.
Por eso te escribo, para ver si podés ayudarme a resolver esta crisis.
Quisiera volver a las fuentes pero no me dejan. Espero tu respuesta. Cordialmente, Angelita


""Querida Angelita: Gracias por estas líneas y por tu recuerdo permanente.
Espero que te hayan dado resultados positivos las medidas que diseñé para tu gobierno.
Me reconforta que recuerdes el esquema que diseñé para los casos de quiebras de países. Si la hubiesen entendido hubiera sido un mecanismo útil no sólo para los países con dificultades sino también para los acreedores.
En realidad, se trataba de un mecanismo
- para proteger a los países deudores y
- evitar que cayeran en cesación de pagos complicando a los patrimonios de los acreedores.Pero no lo entendieron y creyeron que no iría a funcionar. Nos hubiésemos evitado muchos problemas.
Grecia es un caso testigo pero tené cuidado porque la crisis va a durar más de lo que te imaginás. Y no se trata sólo de los latinos que de por sí son desordenados. Lo que está en juego, mi querida Angelita, es, ni más ni menos, que el estado de bienestar y esto los involucra también a ustedes, a los flamencos y a los escandinavos porque el modelo de gasto público elevado es insostenible en el tiempo.
- No hay forma de financiarlo y
- menos con los parámetros productivos que imponen los países asiáticos.Poco faltará para que toda Europa esté inmersa en una crisis envolvente.
Espero y deseo que puedas llevar adelante la crisis pero me temo que habrá más de un caso Grecia. Con mi mayor estima, Anita"

PD: "Mirá la Argentina, dice que pudo salir de la crisis con su propio modelo y ahora le hace recomendaciones a los países europeos.
Ni siquiera pudo salir del default y no quiere que el FMI revise sus cuentas.
Con semejante gasto público, sin acceso al crédito, sin inversiones y con una altísima inflación va camino a otra crisis.
Por las dudas, no prestes atención a lo que dicen".

Este intercambio epistolar, imaginario, entre
- la canciller alemana Angela Merkel y
- la ex subdirectora del FMI, Anne Krueger,

no escapa a la realidad que circunda la crisis financiera y sus coletazos sobre el caso argentino.

Mientras
- la volatilidad se adueña del mundo y
- afecta a las principales economías del planeta,
en la Argentina
- la administración regente no sólo no toma medidas frente a la crisis
- sino que no entiende lo que pasa en el mundo.Con la creencia de llevar adelante un modelo sin fallas,
- camina peligrosamente por un profundo desfiladero,
- llevando a una sociedad que no quiere mirar al abismo.Por caso, hace dos años que caen los ingresos de divisas, y el gobierno echó mano al ahorro y lo quemó pagando deudas que podrían haber sido renegociadas si se hubiese mantenido una relación fluida con el mundo financiero.En sentido contrario a la tesis de la Casa Rosada,
- la crisis griega no es la consecuencia del ajuste
- sino que el ajuste es la consecuencia de la crisis griega.

La Argentina va camino a reeditar las crisis de 2001, la de 1989 o la de 1975.
Son réplicas.Grecia copió a la Argentina y la Argentina va camino a copiar la crisis griega.
Grecia quiso probar el gusto amargo del default. Menos mal que estaba Angelita.
Si hubiese triunfado la vacuna de Anne Krueger, tal vez no se hubiese desarrollado un efecto Tango ni un sindrome de Atenas...

Miguel Angel Rouco - "La Capital" - Mar del Plata - 21-May-2010

Anne Krueger, del Fondo a la derecha
Es la subdirectora ejecutiva del Fondo Monetario Internacional, la primera mujer en ocupar un cargo semejante desde la creación de dicho organismo, en 1946, y la que preside las negociaciones con nuestro país. Inconmovible y tenaz, poco le importa la idea que el mundo pueda tener de ella

Anne Krueger tronó en Buenos Aires como una fulguración en un cielo despejado.
(De Joaquín Morales Solá, en una de sus columnas de los domingos en LA NACION)
Un día un periodista le preguntó a John Wayne a quién ubicaría a su derecha. Palabra más, palabra menos, le respondió: "A nadie. La derecha termina conmigo". El cowboy más famoso de Hollywood, aquel gigantón de andar distintivo y que en el cine supo plasmar el orgulloso sentir de millones de norteamericanos, había dejado más que aclarada su ideología, su concepto de hacia dónde debía enfilar el mundo para alcanzar la perfección.
Atravesando él y su alma desiertos y montañas, según cuentan algunos libros sobre la historia del cine, Wayne representaba al hombre y su destino. Y el western, que también los norteamericanos llegaron a cuestionar porque consideraban a este género como distorsionador de la realidad histórica y social, tuvo, y tiene, a su vez, un gran atractivo tanto para los actores como para el público mismo.
Cuando –acorde con la actividad industrial de la cual proviene– el acerado secretario del Tesoro de los Estados Unidos, Paul O’Neill, dice que tiene que defender la plata de los plomeros norteamericanos, justificando de ese modo la reticencia en brindar ayuda económica a la Argentina, lo dice, ciertamente, con lenguaje cinematográfico y al mejor estilo John Wayne. Cuando la segunda del Fondo Monetario Internacional (FMI) y amiga de O’Neill, Anne Krueger, dice que los países, como las empresas y los individuos, "deberían honrar sus deudas y sufrir cuando no lo hacen", también lo hace a punta de pistola, bamboleando su pesada humanidad sobre el mismo escenario, hablando para el público, su público, que no dejará de aplaudir aunque reconozca y acepte las distorsiones de una realidad –nuestra deuda, en este caso– histórica y social. ¿O acaso no hay corresponsabilidad del FMI por tantos años de alabanza al modelo que, impulsado por ese organismo, llevó adelante la administración menemista durante diez años?
Afiliada al Partido Republicano, identificada con el sector más conservador del presidente George W. Bush y destino de Premio Nobel de Economía –frustrado, finalmente, al ser convocada por Horst Kohler, director del Fondo, para ocupar el lugar dejado por Stanley Fischer y con el apoyo explícito del amigo O’Neill–, la profesora de Humanidades y doctora en Economía Anne Krueger, de quien no se conocen demasiadas cosas de esas que ventilan las revistas del corazón, pero sí se sabe lo suficiente, dobló la apuesta de John Wayne al permitir que de ella se afirme que, en lo ideológico, "está a la derecha de la derecha", y que, en lo institucional, "es más dura que nadie". Ira de los movimientos antiglobalización, salón de fiestas para los países más poderosos de la Tierra, prestamista insaciable para las economías quebradas, el diario español El País definió así, hace poco, la estructura del FMI: "Dentro del FMI, el director ejecutivo puede protegerse con argumentos políticos; el economista jefe se parapeta tras la teoría y los números, y lo más expuesto es la subdirección ejecutiva. Ese es el cargo al que acaba de acceder Anne Krueger".
De un nivel académico de dimensiones planetarias, sus ideas políticas y económicas son tan inquebrantables como rígida es su postura frente a la demanda social, esto es, primero las cuentas, luego la gente.
Tal vez no haya muchos en el mundo que defiendan como ella las bondades de una economía absolutamente global, sin grietas ni excepciones.
No sólo es enemiga del proteccionismo (el senador demócrata Jay Rockefeller la definió como enemiga de la industria estadounidense, por su afirmación de que la siderurgia ya no tenía cabida en la estrategia económica de los Estados Unidos y que debería cederse a países menos desarrollados): la existencia de bloques comerciales –Mercosur, Unión Europea, Nafta– alimentan, según su análisis, el proteccionismo nacional y, por lo tanto, deben ser abiertos o eliminados. Lo curioso del caso es que está dicho por quien hoy ocupa –pongámoslo ahora formalmente– el cargo de primer subdirector gerente del FMI, institución financiada por los Estados Unidos, mandamás del Nafta, por la Unión Europea y por Japón, país sustancialmente proteccionista.
Pero Anne es así. Severa, suficiente, autoritaria, inconmovible, temida, brillante, estructurada y tenaz.
Sabe, la señora Krueger, que la imagen que entrega no es como la de una dulce abuelita que corta rosas de su jardín o que prepara ricas tortas los domingos, para deleite de los nietos. Ya fue hecha incluso la broma de que, si fuese actriz, calzaría bien en el papel de hermana de Freddie Kruger.
Poco le importa, en realidad, la idea que el mundo pueda tener de ella y su dureza, aunque se cuida de que se sepa demasiado de su vida privada. Cuanto mucho, que nació en Endicott, un poblado muy pequeño levantado a orillas del río Susquehanna, en el sur del Estado de Nueva York, un 12 de febrero de 1934; que su pueblo natal, hoy con apenas 14.000 habitantes, fue uno de los lugares donde comenzó a desarrollarse la investigación informática; que su segundo nombre es Osborn, y que rara vez aparece en los currículum y en las páginas de Internet de las universides y del propio FMI; que hace de la comida liviana una regla inviolable; que no regala sonrisas porque sí; que no le cuesta ser agradable cuando la ocasión lo amerita; que no le molesta que la llamen profesora; que son muy pocos los que la llaman Anne y que es la primera mujer, desde que el FMI se fundó en 1946, en ocupar un puesto ejecutivo. La coronación fue el 1° de septiembre de 2001, y su reinado se extenderá por cinco años.
Antes de acceder al trono mayor del capitalismo, Krueger se desempeñaba como profesora de la cátedra Herald L. y Caroline L. Ritch de Humanidades y Ciencias del Departamento de Economía de la Universidad de Stanford. Simultáneamente ejercía funciones como directora del Centro de Investigaciones sobre Desarrollo Económico y Reformas Políticas de la misma Universidad, e investigadora principal de la Hoover Institution.
Fue presidenta de la American Economic Association, vicepresidenta del Banco Mundial y miembro de la Academia Nacional de Ciencias. Reconocida mundialmente, recibió numerosos premios y distinciones. Entre los más importantes, se destacan el Premio Robertson, otorgado por la National Academy of Sciences, en 1984; el Bernhard-Harms Prize, del Kiel Institute of World Economics, en 1990; el Kenan Enterprise Award, en 1990, y el Seidman Prize, en 1993.
La posibilidad de acceder al premio Nobel, al decir de varios economistas de primer nivel, no estuvo lejana.
Acostumbrada a las exigencias de los claustros de las universidades de mayor prestigio de su país, Anne exige. En lugar de reflexionar, advierte. En lugar de pedir y sugerir, ordena y reclama.
"Durante mucho tiempo –advierte– existió la percepción popular de que el FMI debe ayudar a la Argentina. Esa percepción popular fue tomada por las autoridades argentinas, que no son lo suficientemente realistas sobre la posibilidad de que les prestemos dinero cuando no se ha hecho lo necesario."
"El gobierno argentino –ordena y reclama– debe restaurar el orden en el sistema bancario, el sistema de pagos y el mercado de cambios. Debe enmendar las normas sobre insolvencia y rechazar la ley de subversión económica con el fin de proporcionar un marco legal compatible con los patrones internacionales. Debe resolver el problema de la debilidad fiscal que ha estado en el centro de las dificultades argentinas y restaurar una posición presupuestaria consolidada y firme en el mediano plazo." Anne Osborn Krueger. Esa mujer. La cara más dura del Fondo. Algo así como la primera dama del Primer Mundo.

Jorge Pomar - "La Nación" - Buenos Aires - 2-Jun-2002 -

Las tres grandes y falsas creencias de Europa

No culpen a los especuladores.
Los líderes del continente no han entendido cuánto tienen que hacer para salvar al euro.


Ha sido otra turbulenta semana para el euro. Los inversionistas han ponderado el plan de rescate de 750 mil millones de euros (US$ 950 mil mills.) que idearon los ministros de Hacienda de la zona del euro, y continúan nerviosos.
El euro ha caído abruptamente. Tal vez aumenten los temores a que no se ponga en práctica el plan de rescate.
Pero la preocupación real es que el tiempo que debería comprar el plan se desperdicie como resultado de
- las tres falsas creencias que han sobrecogido a los líderes europeos.

La primera es el síndrome del disparo al mensajero.
Muchos políticos europeos les echan toda la culpa a
- los especuladores,
- los fondos de cobertura,
- las agencias de clasificación de riesgos y
- al resto por los ataques "injustificados" contra el euro.
Tal idea ha explicado la decisión de Alemania de prohibir la venta corta "desnuda" de los bonos de gobierno.
El mismo regulador alemán reconoce que esta práctica jugó un rol pequeño en la crisis griega. La prohibición se aplicará sólo en Alemania, mientras que gran parte de la venta corta sucederá en Londres.
Si esto tiene algún impacto, simplemente hará más difícil la venta de bonos de gobierno.
La decisión en Bruselas de imponer reglas duras a los fondos de cobertura y los títulos privados refleja un punto de vista igualmente torpe de que tales firmas causaron la crisis financiera.
Nadie puede negar que la regulación financiera necesita un mejoramiento. Pero atribuir las calamidades de los mercados de bonos de gobierno del área del euro exclusivamente a los malvados especuladores es un error peligroso.
De hecho, los inversionistas de todas partes (especialmente en casa) han despertado, tardíamente, ante la vulnerabilidad fiscal extrema de algunos países de la zona del euro, y ahora están exigiendo recortes presupuestarios.

La segunda creencia falsa se podría calificar como una fe excesiva en el impacto y pavor.
Aunque tomó semanas idear el plan de rescate del euro, no se puede negar que 750 mil millones de euros es una cifra grande.
El presidente de la Comisión Europea, José Manuel Barroso, sostenía que ésta demostraba que la zona del euro haría "cualquier cosa que se necesite" para defenderse. Incluso países del área del euro menos aproblemados como Italia están impulsando una nueva austeridad fiscal.
Sin embargo, para Grecia la fe en el impacto y pavor parece fuera de lugar. Aun cuando haga todo lo que prometió (y bien puede que no lo haga), Grecia terminará con una deuda pública superior al 150% del PIB y en el mejor de los casos con mínimas perspectivas de crecimiento.
A decir verdad, el problema de deuda de Grecia es
- de insolvencia, no iliquidez, y
- la insolvencia no se puede rectificar acumulando más deuda,
por muy impactante y pavorosa que sea la cantidad.
En cambio, los gobiernos y los reguladores de la zona del euro deberían empezar a planear ahora una reestructuración de deuda ordenada, lo que incluye la imposición de pérdidas sobre los bancos que retienen la deuda griega.

La tercera creencia falsa y la más inquietante es que la reforma estructural más profunda no es necesaria;
todo estará bien si sólo Grecia y otros rezagados de la zona del euro reducen sus déficits presupuestarios.
Varios malvados fiscales tristemente célebres están prometiendo a Angela Merkel que ellos mismos se van a disciplinar. Esto es tanto masoquista como cobarde. Por un lado, reducir abruptamente la demanda en economías que se están recuperando sólo débilmente de la recesión tal vez cause un dolor innecesario.
Pero
- una obsesión con la disciplina fiscal
- puede también ser una excusa para que los políticos
- eviten abordar los desequilibrios crónicos de Europa y
- la pérdida de competitividad en el sur del continente.
Grecia, España e Italia hicieron arduos esfuerzos por calificar para el euro. Pero una vez que entraron, se relajaron y abandonaron el negocio pesado de llevar a cabo reformas para
- estimular la competencia,
- limitar los costos laborales y
- dar un impulso a la productividad.
De hecho, su pérdida de flexibilidad monetaria y del tipo de cambio hace que estas reformas sean más urgentes, como lo ha recalcado la crisis del euro.

The Economist - "El Mercurio" - Sgo. de Chile - 21-May-2010

jueves, 20 de mayo de 2010

Los 'tories rojos'

El 4 de mayo de 1979 la puerta del número 10 de Downing Street se abrió de golpe a una mujer que ganó las elecciones para emprender una revolución.
Imbuida por el arrojo metodista de las clases medias, Margaret Thatcher aporreó la albada dorada del poder con la contundencia de una pasión histórica.
Conquistó su derecho a hacerlo en las urnas de un país
- en bancarrota,
- congestionado por la crisis y
- colapsado por una decadencia que parecía irreversible.
Aquella mujer fue pronto bautizada como la "Dama de Hierro". Inyectó medicina de caballo en la sangre de un país comatoso y lo hizo arrebatada por la furia puritana de quien no tenía más opción que esa.
El cambio de registro ideológico que protagonizó fue tan radical que hizo que el conservadurismo británico fuese etiquetado por primera vez en la historia de las ideas como revolucionario.
Con ella, un nuevo evangelio político fue puesto en circulación y una épica redentora picó espuelas en pos del "Fin de la historia".
- La derrota del imperio soviético y
- la prosperidad lograda en los años 90
- hicieron que la izquierda británica fuese arrollada por aquella marea ideológica.
Hasta el punto de que el laborismo tuvo que mudar de piel y hacerse thatcherista gracias a alguien como Tony Blair, que asumió en 1997 la tesis de una Tercera Vía, que no era otra cosa que
- gestionar la herencia conservadora como si fuera una ecuación sin incógnitas que sumaba.
- Estado mínimo con beligerancia heroica contra los enemigos de la libertad.
Por cierto, esto último lo hizo tan fervientemente que, después del 11- S, no flaqueó lo más mínimo cuando adoptó la estrategia pugilística de los neocon.
Y 31 años después de aquella mítica victoria de Thatcher, el número 10 de Downing Street ha vuelto a abrirse a los conservadores. Esta vez no lo ha hecho de golpe. En realidad, el poder se ha entornado tranquilamente mientras se fraguaba un pacto histórico con los liberales que pone en marcha un escenario inédito en la política británica.
No cabe duda de que David Cameron ha amortiguado los golpes de la aldaba del poder porque, después de estar cerrada su puerta durante 13 años, sus goznes estaban demasiado oxidados alrededor de una prosperidad en crisis, pero prosperidad al fin y al cabo.
Consciente de ello, y pertrechado con la rotunda tranquilidad de las maneras de Eton, Cameron ha hecho lo que le recomendaba el sentido común: llamar a la puerta con cuidado,
- sabiendo que su victoria no podía ser definitiva y
- que la sociedad británica ya no estaba para ser convertida agónicamente a ninguna verdad revolucionaria, y
- menos para volver a un Estado mínimo o a una épica imperial
- que, por otra parte, ha sido ya gravemente herida en Irak y Afganistán.
Precisamente el sentido común es lo que hizo que los conservadores ambicionaran la vuelta al poder ofreciendo un relato político distinto al que les dio la victoria tres décadas atrás.
De hecho, en 1979 Reino Unido se jugaba su supervivencia en
- un marco homogéneo debido a la tensión bipolar y
- una crisis que se cebaba con un país que había perdido la fe en sí mismo.
En cambio, en 2010 lo que estaba en cuestión es otra cosa bien distinta:
- la continuidad de su bienestar dentro de una sociedad tolerante, plural y compleja,
- donde el color de la piel se ha oscurecido y
- el mundo de las creencias se ha desestructurado y debilitado extraordinariamente.
Haber comprendido este cambio radical de perspectiva fue, hace ya cinco años, la primera victoria de Cameron,
restaurando así
- el pragmatismo sensato de las elites crecidas al calor de las viejas rectorías anglicanas diseminadas por la campiña inglesa.
La segunda vino después, cuando tuvo que articular las claves de un relato político más o menos coherente
- para una sociedad rota y necesitada de valores
- que restaurasen la idea de comunidad, aunque sin renunciar al apego individualista y al deseo de prosperidad material
- en la que se han instalado las clases medias surgidas en los años noventa.
Combinar esta dualidad es lo que ha llevado finalmente a Cameron a pasar la página ideológica del férreo thatcherismo.
Una decisión política valiente porque ha sido capaz de
- reivindicar el temperamento templado del moderantismo y
- asumir eso que Phillip Blond, uno de sus intelectuales de cabecera, ha bautizado como "el torismo rojo".
Con esta expresión tomada de la experiencia política canadiense, Cameron personifica un conservadurismo comunitarista que
- recela de los reduccionismos ideológicos surgidos de los discursos fuertes de la Modernidad.
Un torismo que ha recuperado aquella tradición de Disraeli que asumía una política integradora
- que rechazaba no sólo los conflictos sociales de clase,
- sino la visión de un mundo interpretado dialécticamente,
- sobre una clave economicista y utilitaria que era muy del gusto de los ideólogos manchesterianos de la época.
Expelidos del poder después de que el nuevo laborismo doblara el brazo electoral a John Major en 1997, los tories vagaron durante ocho años por los márgenes de una estrategia de resistencia que hizo que se sucedieran sus líderes mientras sumaban derrotas.
William Hague, Iain Duncan-Smith y Michael Howard trataron fallidamente de enderezar las cosas resucitando el discurso que los tories emplearon en los años ochenta.
Atrapados por el bucle nostálgico del pasado, sin rumbo y sin capacidad de interlocución con una sociedad que no se reconocía en ellos, los conservadores cerraron sus opciones con un discurso cada vez más derechista que, afortunadamente, no rebasó los límites de lo razonable porque
- los británicos dejarían de ser ellos mismos si renunciaran
- a la templanza de carácter y
- al sentido común.
Ambas cosas salvaron a los tories, a lo que se añadió que el 6 de diciembre de 2005 David Cameron fue elegido líder del partido conservador venciendo a David Davis, que encarnaba el ala de un torismo recalcitrante que no dudó en acusar al vencedor de traicionar los principios del partido porque se había atrevido a acuñar el lema de "Cambiar para ganar".
Gracias a este esfuerzo por cambiar de forma sosegada pero autocrítica, los tories fueron capaces de reconciliarse con una sociedad que les ubicó finalmente en el espacio de una centralidad de la que fueron desplazados por un laborismo
- que renunció a la izquierda consciente de que la sociedad británica había cambiado a partir de los años noventa.
Aquella decisión no fue fácil.
Primero supuso convencer a las bases tories de que había que abandonar la seguridad de un soporte fuertemente ideologizado que, sin embargo, sólo proporcionaba derrotas.
Y después, dar un paso más y apostar por una política que reivindicara el estilo de las ideas frente a la ideología, algo por cierto muy tory desde que Bolingbroke y Burke comprendieron
- que las ideas, si no se renuevan pueden enfermar y corromperse,
- transformándose en patologías sectarias de la mente y del carácter.
Ganados los pulsos internos y externos a los que fue sometido, Cameron fue escribiendo un nuevo relato conservador que, tras reconocer los méritos del thatcherismo, nunca ocultó tampoco que lideraba un partido que había aprendido críticamente de sus excesos.
De ahí
- su falta de radicalismo ideológico y
- su renuncia a las facciones partidistas,
defendiendo una lealtad institucional a la nación
- basada en la responsabilidad como soporte de los valores que necesita una sociedad
que ha de superar las trincheras maniqueas si quiere rescatarse a sí misma y
vencer
- el apego insensible a la opulencia y
- a la falta de ejemplaridad
- que ha puesto en peligro el bienestar de todos.
Aquí, probablemente descansa la clave de la victoria cosechada por Cameron:
- en retomar el consejo de Disraeli de que el "partido conservador debía ser siempre el partido del cambio" y
afrontar que,
- mientras se entornaba la puerta del 10 de Downing Street en compañía de los liberales de Clegg,
- su rostro siguiese imperturbable al escuchar las salvas de ordenanza por el entierro del thatcherismo.

JOSÉ MARÍA LASSALLE - "El País" - Madrid - 20-May-2010