jueves, 2 de septiembre de 2010

El futuro del Jonathan


El reto urgente es crear empleo para recuperar a los menos formados para el mercado.

Hasta que duró, el textil fue un gran invento. Permitió
- crear riqueza y
- dio empleo a centenares de miles de personas.
- Muchas de ellas sin formación.
No es que hoy no haya empresas textiles, pero no son ya aquella industria de masas que ocupó a tanta gente hasta la década de los 70.
Después, el sector fue pulverizado por la competencia asiática, como otras industrias manufactureras –el calzado, el juguete, la electrónica de consumo– que lo acompañaron en el cambio de siglo. Pero su declive hizo menos daño de lo imaginable.
Al menos en términos de empleo, porque la construcción y el inmobiliario vinieron a suplir el papel de gran empleador local que tenían las viejas manufacturas.

Se vive como se trabaja
La industria manufacturera
- socializó a mucha gente e incluso
- la aventuró en el asociacionismo y el sindicalismo.
El inmobiliario
- descapitalizó otros sectores y
- encumbró a los más listos, y pillos.
Y
La construcción
- los contrató a todos,
- incluso a los que salieron peor parados de tanto fracaso escolar
.
"El Jonathan", todos los Jonathans, tuvieron un lugar en el mundo:
- pudieron comprarse coche, tunearlo y
- pedir el crédito para el piso.Pero en aquella transición de uno a otro sector,

este país se perdió una reflexión importante:
- si esta va dejando de ser una economía de bajos salarios,
- habrá que ir pensando en cómo se mantiene tanto empleo y
- en cómo transforma el sistema educativo.
- No se hizo ni una cosa ni la otra.
Y aquel despiste vuelve ahora como un bumerán. Porque el mayor problema de esta larga crisis es
- crear empleo,
- empleo para gente sin mucha formación,
- pero con un salario digno.
Y hoy
- se crea poco empleo, y
- a muy lenta velocidad.
- Aquí y en Estados Unidos. Pero especialmente aquí
.

En un artículo publicado en "Business Week" el pasado julio, Andy Groove, fundador de Intel, escribía sobre
- el coste de crear un empleo en el sector de las tecnologías de la información.
En 1970, dice Groove,
- cada nuevo empleo en Intel costaba 1.000 dólares.
Cuarenta años después,
- un nuevo empleo en Google cuesta diez veces más (en dólares constantes).
Las empresas americanas, razona Groove, están perdiendo la batalla del empleo.
"Las "start up" son algo maravilloso, pero no crean empleo...
- Es tan importante el momento mítico de creación en el garaje como
- el paso del prototipo a la producción de masas".
Parte de la causa está en
- la rapidez con la que China absorbe todo ese empleo.
Esta misma semana, Foxconn, proveedora taiwanesa de empresas como Apple, ha anunciado que
- contratará 400.000 personas en los próximos 12 meses (han leído bien: no es un chiste de chinos ni sobran ceros).
Groove termina su artículo imaginando unos Estados Unidos con
- un vértice de satisfechos y
- una inmensa base de gente con empleos mal pagados.
- Sin clases medias.
- "Yo no quiero eso para mi país", concluye.
Afirmación que compartirán todos ustedes.
Pero para evitar eso, nos hacen falta unos cuantos textiles.

Ramón Aymerich - "La Vanguardia" - Barcelona - 2-Sep-2010

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