miércoles, 28 de septiembre de 2011

Las élites alemanas

Una coalición del Bundesbank, institutos económicos y empresas medias rechaza los rescates

Durante los últimos 140 años las élites alemanas han dado muestras
- tanto de su capacidad para situarse en la vanguardia del desarrollo social y económico
- como de su inclinación a cometer errores históricos de consecuencias espeluznantes
.
El siglo XX reúne ejemplos elocuentes de ambos casos.
En la actual crisis existencial del euro,

- los dirigentes del país clave de la zona mantienen una actitud opaca y contradictoria.
De Alemania provienen
- los mensajes más críticos sobre la moneda única y
- las invitaciones más claras para que países como Grecia salgan del club.
Así se han expresado desde el presidente del influyente instituto económico de referencia Ifo, Hans-Werner Sinn, hasta un ex economista jefe del BCE, no el recién dimitido Junger Stark, que es de la misma opinión, sino el anterior, Otmar Issing.
Igual sucede en el ámbito político. Horst Seehofer - presidente del estado federado de Baviera, uno de los más poblados y ricos de la república federal, y jefe de la Unión socialcristiana de Baviera (CSU), socio de coalición del partido de la canciller Angela Merkel, declaró a la prensa que
- "la salida de Grecia del euro debe ser posible".
Es lo que se llama una invitación no solicitada a abandonar la sala de baile.
Una voz más matizada, casi contraria, ha sido la de la gran patronal alemana BDA-BDI, que aun postulando la receta fallida que hasta ahora se ha aplicado sin éxito, la de la austeridad, ha advertido a la canciller que
- "los beneficios del mercado interior y del euro para Alemania son claros, pero
- hemos descuidado la comunicación de los mismos a la ciudadanía de nuestro país".
En la misma línea se pronuncian los grandes banqueros, con Joseph Ackermann, presidente del Deutsche Bank, a la cabeza.
- ¿Será por desconfianza hacia esa santa alianza que las clases medias germanas son

tan refractarias hacia los llamamientos en favor de la moneda única?
La realidad
es que
- el euro es en gran medida una creación alemana compartida con otros países europeos,
en la que

- la comunidad entre la gran banca y las multinacionales del este del Rin ha llevado
la voz cantante.
Para el público alemán,
- los rescates europeos huelen a salvamento de sus bancos irresponsables y
- a financiación de los manirrotos estados del sur.
Esas ideas alimentan una coalición
incoherente entre
- el Bundesbank,
- los influentes a la par que conservadores institutos económicos,
- las clases medias que añoran el pasado milagro alemán de la posguerra y
- las empresas de tamaño medio, las que podríamos calificar de forma simplista

como familiares.
Hace dos semanas, el presidente del Banco Central, Jens Weidmann, hizo levitar a los asociados de la ASU, la agrupación de empresas familiares,
- con sus críticas a la política conciliadora con Europa de Merkel y
- contra las compras por el BCE de deuda de los países acosados por los mercados.
En Alemania, Weidmann es ya la estrella de la crisis del euro, dice Der Spiegel.
- Es un conflicto de ideas e intereses que
- las circunstancias han puesto en el centro de la crisis financiera europea y mundial
.
Sobre esas élites
- se ciernen también las presiones de EE.UU. y los socios europeos.
- El problema es que el tiempo se acaba.
Manel Pérez - La Vanguardia - Barcelona - 27-Sep-2011

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