Creo con tanta convicción como
cualquier otro en el poder transformador de la computación en la
nube.
Los teléfonos
inteligentes, que buscan y descargan datos constantemente,
no tienen sentido sin la nube, y cualquier empresa que
no esté apresurándose para enviar sus datos y software
al centro de datos de alguien más está, en mi opinión, exponiéndose a ser dejada
a un lado del camino por un competidor que sí lo esté
haciendo.
Pero a que los partidarios de la nube
les gusta declarar que 100% de la computación algún día residirá en la nube. Y
muchas empresas están embarcadas en el negocio de venderle al consumidor esa
noción.
La realidad es que
- ingresar y sacar datos
de la nube es más difícil de lo que
- la mayoría de los
ingenieros, o al menos sus gerentes, suelen estar dispuestos a
admitir.
- El problema es
el ancho de banda.
La nube es fantástica para una
empresa que
- sólo buscar
ahorrarse el costo y el dolor de cabeza de almacenar los datos
por sí misma
- mientras sólo
necesite transferir datos ida y vuelta a través de conexiones de alta
velocidad.
Pero en el mundo de la
conectividad masiva —donde la gente necesita obtener información
en una variedad de aparatos móviles—
- el ancho de banda es
bastante lento.
Cualquier empresa que envíe datos a
aparatos móviles, sean sistemas de reservación de aerolíneas para consumidores o
datos de negocios para una fuerza de ventas móvil,
- se enfrenta a las
limitaciones de las redes inalámbricas.
Estados Unidos se ubica 35 en el mundo
en términos de ancho de banda por usuario, según el Foro Económico
Mundial.
Ese es un motivo por el que
- las aplicaciones móviles se
han convertido en
- una forma predominante de
hacer cosas en Internet, al menos en teléfonos inteligentes.
Algunos de los datos y la capacidad de
procesamiento son manejados dentro de su
aparato.
El problema
de
- cómo completar las
tareas que tenemos que hacer cuando dependemos de la nube
- se profundiza en la
medida en que más y más objetos se vuelven "inteligentes", o
- son capaces de
- captar sus entornos,
- conectarse a Internet e
incluso
- recibir comandos de forma
remota.
Toda clase de objetos, desde motores
de avión a refrigeradores es llevada a redes inalámbricas y se suma a la
"Internet de las
cosas".
Las redes modernas celulares de
3G y 4G simplemente
- no son lo
suficientemente rápidas para transmitir datos
- desde aparatos hacia la
nube al ritmo que son generados, y a medida
que
- cada objetivo mundano en casa y la
oficina se suma al juego, empeorará cada vez
más.
Por suerte hay una solución
obvia:
- dejar de centrarse en la
nube, y comenzar a entender
- cómo almacenar y procesar el
torrente de datos que
- es generado por la Internet de las
cosas (también conocida como la Internet industrial)
- en las cosas mismas,
o en aparatos que se encuentran entre nuestras cosas e
Internet.
Especialistas de marketing
de Cisco
Systems Inc. ya acuñaron un nombre para este fenómeno:
- Computación en "la
niebla".
Me gusta el término. Como la
computación en la nube en su momento —también un término de marketing para un
fenómeno que ya estaba en marcha— es una buena metáfora visual para lo que está
sucediendo.
Mientras
- la nube está "ahí
arriba" en algún lugar del cielo, distante y remota y
deliberadamente
abstraída,
- la "niebla" está
cerca del suelo, donde las cosas se concretan.
- No consiste en
servidores potentes sino
- computadoras más
débiles y dispersas del tipo que se abre paso
- en electrodomésticos,
fábricas, autos, luces de alumbrado público y
- muchos otros pedazos de
nuestra cultura material.
Cisco vende
routers y los quiere convertir en
- centros para reunir datos y
tomar decisiones sobre qué hacer con ellos.
Según la visión de Cisco, sus pequeños
routers nunca hablarán con la nube si no es estrictamente necesario para alertar
a los operadores de una emergencia en un vagón de tren con sensores en el cual
uno de estos routers se desempeña como centro
neurálgico.
International Business
Machines Corp. tiene una iniciativa similar para llevar a
la informática al "borde", que significa, literalmente,
- el borde de la
red, la periferia donde termina Internet y comienza el mundo real.
- Los centros de
datos están en el "centro" de la red, y
- las computadoras
personales, los teléfonos y las cámaras de vigilancia están en el
borde.
De la misma forma en que
- la nube consiste en
servidores unidos, en el proyecto de investigación de IBM
- la niebla consiste
en todas las computadoras que ya están a nuestro alrededor,
conectadas.
En un nivel, pedirle a nuestros
aparatos inteligentes que, por ejemplo, se envíen actualizaciones de software
entre sí, en lugar de direccionarlas a través de la nube, podría convertir a la
niebla en un rival directo de la nube para algunas
funciones.
En conclusión,
- tenemos
demasiados datos. Y recién empezamos.
Los aviones son un gran
ejemplo de esto.
En un 747 nuevo de Boeing Co. ,
- casi todas las
partes de avión están conectadas a Internet, y graban y,
- en algunos
casos, envían flujos continuos de datos sobre su estatus.
General
Electric Co. ha indicado que en un vuelo solo
- uno de sus
motores genera medio terabyte de
datos.
- formas
alternativas de acceso a Internet?
- Los operadores
actuales no están haciendo bien el trabajo.
Hasta que tengamos
la Internet rápida que merecemos, será clave que
- la informática
esté tan cerca del usuario como sea
posible.
El futuro de gran parte de la
informática comercial sigue en la nube, pero,
- ¿y la informática realmente
transformadora del futuro?
- Tendrá lugar aquí mismo, en los
objetos que nos rodean, en la
niebla.
Christopher Mims - The Wall Street Journal - NYC - 29-May-2014
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