La imagen nos sorprendió por infrecuente: miles de monjes budistas caminando por las calles de Rangún hacia la principal pagoda del país. Podría tratarse de una peregrinación religiosa, pero era la primera de las marchas reivindicativas que han tenido lugar en los últimos días. Decenas de miles de personas, muchos de ellos los llamados «jóvenes de 1988», acompañaron a estos monjes en sus manifestaciones exigiendo la democratización de Birmania.
El detonante de estas protestas ha sido el incremento de los precios del diésel en un 100% y la gasolina en un 66% en un país muy rico que tiene una economía depauperada y una mayoría de la población sumida en la pobreza.
Dado el respeto que la población tiene a los monjes, estas manifestaciones tienen lugar en un momento delicado para la junta militar que acaba de celebrar una convención nacional con el fin de sentar las bases de redacción de una nueva constitución que les permita perpetuarse en el poder y que debe aprobarse en referendo.
El historial de represión, corrupción y violación de los derechos humanos en Birmania contrasta con la escasa repercusión que su situación ha tenido, salvo por el arresto domiciliario de la vencedora de los comicios celebrados en 1990 y premio Nobel de la Paz, Aung San Suu Kiy.
Pese a los esfuerzos de su partido, la Liga Nacional para la Democracia, y a la espera de cómo reaccione el Gobierno, parece que sólo la Alianza de todos los Monjes Budistas Birmanos tiene posibilidades de lograr el cambio, uniendo lo que los militares consideran su verdadero enemigo, los tres hijos: estudiantes, monjes y soldados.
Yashmina Shawki - "La Voz de Galicia" - 26-Sep-2007
Burma - The Factbook (CIA)
Burma, a resource-rich country, suffers from pervasive government controls, inefficient economic policies, and rural poverty. The junta took steps in the early 1990s to liberalize the economy after decades of failure under the "Burmese Way to Socialism," but those efforts stalled, and some of the liberalization measures were rescinded. Lacking monetary or fiscal stability, the economy suffers from serious macroeconomic imbalances - including rising inflation, fiscal deficits, multiple official exchange rates that overvalue the Burmese kyat, a distorted interest rate regime, unreliable statistics, and an inability to reconcile national accounts to determine a realistic GDP figure.
Natural resources: petroleum, timber, tin, antimony, zinc, copper, tungsten, lead, coal, some marble, limestone, precious stones, natural gas, hydropower. Strategic location near major Indian Ocean shipping lanes.
Population: 47.373.958 Median age: 27,4 years
Life expectancy at birth: 62.49 years
HIV/AIDS: 1,2%
GDP - per capita (PPP): US$ $1,800 (2006 est.)
GDP - composition by sector: agriculture: 50% - industry: 15% - services: 35% (2006 est.)
Labor force - by occupation: agriculture: 70% - industry: 7% - services: 23% (2001 est.)
Population below poverty line: 25% (2000 est.)
Unemployment rate: 10.2% (2006 est.)
sábado, 29 de septiembre de 2007
Inflación y política monetaria
Se ha producido cierto grado de crítica en círculos de analistas y políticos hacia el Banco Central por el aumento en la tasa de interés de política monetaria de los últimos meses.
En particular, se ha objetado el alza de la reunión de septiembre, dado que, posteriormente, la Reserva Federal bajó su propia tasa en medio punto porcentual. Se sostiene, además, que el alza en los precios ha sido por factores externos y que, por lo tanto, el instituto emisor no debería reaccionar.
Más aún, se construyen diversos índices -el propio Banco Central lo hace en su informe de política monetaria de septiembre-, de los que se excluyen alimentos y otros productos que han subido de precio, y se llega, así, a que el incremento del resto de los precios ha sido menor a la meta.
Se trata de un ejercicio poco novedoso, pues es evidente que si se saca de un índice de precios a aquellos productos que suben mucho de precio, el resto aumentará menos. Curiosamente, quienes hacen este ejercicio no sacan del índice a aquellos bienes que han bajado de precio también por "condiciones exógenas". Entre éstos están el vestuario y el equipamiento de la vivienda, que ya llevan varios años bajando, por la importación de bienes más baratos desde China. Siempre es posible encontrar explicaciones para las alzas y bajas de ciertos precios, pero eso no debe confundir lo relativo a la meta de inflación.
El objetivo que la ley le fija al Banco Central es la estabilidad de precios. El propio instituto emisor -correctamente- ha ratificado lo anterior al señalar que su meta es el IPC total, no el subyacente ni cualquier otra medida que se pueda construir. Esto último, evidentemente, sirve para fines informativos y de análisis, pero no para la medición de la meta. Y la razón por la cual se tomó la decisión de incluir la totalidad del IPC como meta es también obvia: la variación de este índice es la que afecta a la población, porque mide el cambio real en el costo de la canasta de consumo.
Además, cualquier otra medición corre el riesgo de utilizarse según la conveniencia del momento, como se desprende de lo antes señalado. El Banco Central no debe caer en la tentación de modificar su definición de la meta de inflación ahora que el IPC no lo favorece. Sería una actitud autocomplaciente y, a la postre, no confiable y lesiva para su prestigio. Más vale una posición como la que hace poco adoptó uno de los consejeros del instituto emisor, Enrique Marshall, quien sostuvo -sin ambages ni eufemismos- que la actual situación en materia de inflación está lejos de ser satisfactoria.
Editorial - "El Mercurio" - Santiago de Chile - 28-Sep-2007
En particular, se ha objetado el alza de la reunión de septiembre, dado que, posteriormente, la Reserva Federal bajó su propia tasa en medio punto porcentual. Se sostiene, además, que el alza en los precios ha sido por factores externos y que, por lo tanto, el instituto emisor no debería reaccionar.
Más aún, se construyen diversos índices -el propio Banco Central lo hace en su informe de política monetaria de septiembre-, de los que se excluyen alimentos y otros productos que han subido de precio, y se llega, así, a que el incremento del resto de los precios ha sido menor a la meta.
Se trata de un ejercicio poco novedoso, pues es evidente que si se saca de un índice de precios a aquellos productos que suben mucho de precio, el resto aumentará menos. Curiosamente, quienes hacen este ejercicio no sacan del índice a aquellos bienes que han bajado de precio también por "condiciones exógenas". Entre éstos están el vestuario y el equipamiento de la vivienda, que ya llevan varios años bajando, por la importación de bienes más baratos desde China. Siempre es posible encontrar explicaciones para las alzas y bajas de ciertos precios, pero eso no debe confundir lo relativo a la meta de inflación.
El objetivo que la ley le fija al Banco Central es la estabilidad de precios. El propio instituto emisor -correctamente- ha ratificado lo anterior al señalar que su meta es el IPC total, no el subyacente ni cualquier otra medida que se pueda construir. Esto último, evidentemente, sirve para fines informativos y de análisis, pero no para la medición de la meta. Y la razón por la cual se tomó la decisión de incluir la totalidad del IPC como meta es también obvia: la variación de este índice es la que afecta a la población, porque mide el cambio real en el costo de la canasta de consumo.
Además, cualquier otra medición corre el riesgo de utilizarse según la conveniencia del momento, como se desprende de lo antes señalado. El Banco Central no debe caer en la tentación de modificar su definición de la meta de inflación ahora que el IPC no lo favorece. Sería una actitud autocomplaciente y, a la postre, no confiable y lesiva para su prestigio. Más vale una posición como la que hace poco adoptó uno de los consejeros del instituto emisor, Enrique Marshall, quien sostuvo -sin ambages ni eufemismos- que la actual situación en materia de inflación está lejos de ser satisfactoria.
Editorial - "El Mercurio" - Santiago de Chile - 28-Sep-2007
domingo, 23 de septiembre de 2007
sábado, 22 de septiembre de 2007
¿Será falta de moralidad pública?
No les puede dar lo mismo quién gobierne el país o qué personas llegan a ser parlamentarios.
Vengo conversando desde hace años con varias generaciones de mis alumnos sobre el desinterés que manifiestan por los asuntos públicos. Una de las cosas que les cuestiono es el hecho de que un número incompresiblemente elevado no esté inscrito en los registros electorales. Son de varias carreras, estudian Licenciatura en Historia, Periodismo y Derecho.
Les digo, por ejemplo, que no les puede dar lo mismo quién gobierne el país o qué personas llegan a ser parlamentarios, que no conozcan aspectos básicos de la Constitución o de la institucionalidad chilena, amén de que tienen una vaga opinión, cuando la tienen, respecto de temas relevantes que les debieran interesar a todos los ciudadanos conscientes, al menos. Temas que son parte de la discusión cotidiana. Insisto, porque me preocupa de verdad el asunto. Es un deber de quienes ejercemos la docencia universitaria formar profesionales cultos, analíticos y, sobre todo, personas con opinión y valores. Es cierto que de tanto cuestionar y conversar al respecto se consiguen significativos avances, por eso hay que perseverar. De ahí que la formación de pregrado, entre la educación superior, es la más importante a mi juicio .Pero, quiero llamar la atención sobre comentarios que hicieron unos cuantos jóvenes mientras analizábamos, hace poco, un discurso de un destacado político de comienzos del siglo XX. Luego de leer ciertos párrafos, dijeron, "...el país ahora tiene ese mismo problema".
¿Qué habían leído? El autor del discurso llamaba la atención de su audiencia, haciendo notar que apreciaba "un malestar que no es de cierta clase de personas ni de ciertas regiones del país, sino de todo el país y de la generalidad de los que lo habitan...".
¿Y cuál era la causa fundamental de esa situación, según el expositor de esta memorable alocución?
"...la falta de moralidad pública... (moralidad, subrayaba) que consiste en el cumplimiento del deber y de sus obligaciones por los poderes públicos y los magistrados... teniendo en vista el bien público ...(moralidad) que da eficacia y vigor a la función del Estado y sin la cual ésta se perturba y se anula hasta el punto de engendrar el despotismo y la anarquía ... (sin moralidad, se) olvida el deber, para dar paso a las ambiciones personales, al odio, a la venganza, a la codicia y al interés de bandería" (Enrique Mac Iver, 1900) .
Eso resonó en mis alumnos y la profunda crítica les pareció familiar. Dieron varios argumentos para hacer notar que estaban desencantados con la política , que desconfiaban, que lo corriente era escuchar discusiones vanas de parte de quienes se supone encarnan la soberanía nacional y la tradición republicana. No ven ejemplos de responsabilidad . Uno de ellos fue muy elocuente al preguntar: "¿En realidad, qué significa hoy 'asumir la responsabilidad política', como dijo ayer un ex ministro? ¿Qué le puede pasar? Otro añadió que, al parecer, la competencia era sólo por el "poder", al punto que se había acuñado una nueva palabra en jerga partidista: el "empoderamiento". Quizás, son muy exagerados, pero no dejan de tener razón. Exagerados porque no es toda la llamada "clase política", y tienen razón, porque con demasiada frecuencia se ven parlamentarios de todos los sectores en conductas impropias del cargo , amén de tratar de figurar con acciones "efectistas", que nadie cree; o tratando de argumentar para desdecirse de lo manifestado en la jornada anterior o para interpretar correctamente -ante las cámaras-, las expresiones de una alta autoridad que nunca habría querido formular o para justificar porque se vio envuelto en una gresca a golpes con carabineros. En fin, se podría seguir enumerando, por ejemplo, una gama de casos en los cuales se "asume responsabilidad política".
¿Será falta de moralidad pública? Creo que hay que tomarse muy en serio el asunto. La juventud no puede seguir creyendo que hoy estén vigentes aquellas frases tremendas del discurso en cuestión. Después de aquellos tiempos de Mac Iver, hubo "correcciones" y surgió una nueva "generación" de políticos. Ella llegó a predominar porque se había educado bien, era más culta cívicamente, tenía mayor conciencia nacional, había comprendido la identidad patria y su "sentido", y quería regenerar Chile. Conste que hubo severos y lamentables costos nacionales por eso. ¿No es este acaso un desafío -un deber- que recae sobre todos nosotros, los "adultos", máxime si detentamos funciones públicas o enseñamos?
Álvaro Góngora - Universidad Finis Terrae - "El Mercurio" - Santiago - Chile - 20-Sep-2007
Vengo conversando desde hace años con varias generaciones de mis alumnos sobre el desinterés que manifiestan por los asuntos públicos. Una de las cosas que les cuestiono es el hecho de que un número incompresiblemente elevado no esté inscrito en los registros electorales. Son de varias carreras, estudian Licenciatura en Historia, Periodismo y Derecho.
Les digo, por ejemplo, que no les puede dar lo mismo quién gobierne el país o qué personas llegan a ser parlamentarios, que no conozcan aspectos básicos de la Constitución o de la institucionalidad chilena, amén de que tienen una vaga opinión, cuando la tienen, respecto de temas relevantes que les debieran interesar a todos los ciudadanos conscientes, al menos. Temas que son parte de la discusión cotidiana. Insisto, porque me preocupa de verdad el asunto. Es un deber de quienes ejercemos la docencia universitaria formar profesionales cultos, analíticos y, sobre todo, personas con opinión y valores. Es cierto que de tanto cuestionar y conversar al respecto se consiguen significativos avances, por eso hay que perseverar. De ahí que la formación de pregrado, entre la educación superior, es la más importante a mi juicio .Pero, quiero llamar la atención sobre comentarios que hicieron unos cuantos jóvenes mientras analizábamos, hace poco, un discurso de un destacado político de comienzos del siglo XX. Luego de leer ciertos párrafos, dijeron, "...el país ahora tiene ese mismo problema".
¿Qué habían leído? El autor del discurso llamaba la atención de su audiencia, haciendo notar que apreciaba "un malestar que no es de cierta clase de personas ni de ciertas regiones del país, sino de todo el país y de la generalidad de los que lo habitan...".
¿Y cuál era la causa fundamental de esa situación, según el expositor de esta memorable alocución?
"...la falta de moralidad pública... (moralidad, subrayaba) que consiste en el cumplimiento del deber y de sus obligaciones por los poderes públicos y los magistrados... teniendo en vista el bien público ...(moralidad) que da eficacia y vigor a la función del Estado y sin la cual ésta se perturba y se anula hasta el punto de engendrar el despotismo y la anarquía ... (sin moralidad, se) olvida el deber, para dar paso a las ambiciones personales, al odio, a la venganza, a la codicia y al interés de bandería" (Enrique Mac Iver, 1900) .
Eso resonó en mis alumnos y la profunda crítica les pareció familiar. Dieron varios argumentos para hacer notar que estaban desencantados con la política , que desconfiaban, que lo corriente era escuchar discusiones vanas de parte de quienes se supone encarnan la soberanía nacional y la tradición republicana. No ven ejemplos de responsabilidad . Uno de ellos fue muy elocuente al preguntar: "¿En realidad, qué significa hoy 'asumir la responsabilidad política', como dijo ayer un ex ministro? ¿Qué le puede pasar? Otro añadió que, al parecer, la competencia era sólo por el "poder", al punto que se había acuñado una nueva palabra en jerga partidista: el "empoderamiento". Quizás, son muy exagerados, pero no dejan de tener razón. Exagerados porque no es toda la llamada "clase política", y tienen razón, porque con demasiada frecuencia se ven parlamentarios de todos los sectores en conductas impropias del cargo , amén de tratar de figurar con acciones "efectistas", que nadie cree; o tratando de argumentar para desdecirse de lo manifestado en la jornada anterior o para interpretar correctamente -ante las cámaras-, las expresiones de una alta autoridad que nunca habría querido formular o para justificar porque se vio envuelto en una gresca a golpes con carabineros. En fin, se podría seguir enumerando, por ejemplo, una gama de casos en los cuales se "asume responsabilidad política".
¿Será falta de moralidad pública? Creo que hay que tomarse muy en serio el asunto. La juventud no puede seguir creyendo que hoy estén vigentes aquellas frases tremendas del discurso en cuestión. Después de aquellos tiempos de Mac Iver, hubo "correcciones" y surgió una nueva "generación" de políticos. Ella llegó a predominar porque se había educado bien, era más culta cívicamente, tenía mayor conciencia nacional, había comprendido la identidad patria y su "sentido", y quería regenerar Chile. Conste que hubo severos y lamentables costos nacionales por eso. ¿No es este acaso un desafío -un deber- que recae sobre todos nosotros, los "adultos", máxime si detentamos funciones públicas o enseñamos?
Álvaro Góngora - Universidad Finis Terrae - "El Mercurio" - Santiago - Chile - 20-Sep-2007
miércoles, 19 de septiembre de 2007
Ludwig Von Mises: Ignorado héroe de los empresarios
Este economista austríaco fue uno de los principales defensores de la libertad de mercado que haya habitado la Tierra. Criticado desde todos los ángulos, fue el primero en explicar a los economistas qué hacen los empresarios...
Ludwig von Mises fue uno de los más importantes economistas (tal vez el mejor) de la corriente austríaca. Si bien hoy es celebrado por sus lectores (incluso cuenta con un sitio web en www.mises.org), hasta los '70 fue un ilustre desconocido, un olvidado e ignorado defensor de la economía de mercado.Nacido en el Imperio Austrohúngaro en 1881, el arraigado antisemitismo de la Europa de su tiempo le cerró las puertas a una cátedra universitaria rentada en su Austria natal.En 1939, con las tropas de Hitler ya instaladas en Viena, Von Mises se exilió en Suiza. Pero tuvo que huir nuevamente con los nazis pisándole los talones (de hecho, lo estaban buscando explícitamente a él). Así, terminó instalándose en Nueva York a principios de los '40, donde sus amigos le consiguieron una cátedra universitaria que mantuvo hasta su muerte en 1973.Si bien Mises era un escéptico acerca de la posibilidad de formular predicciones económicas, lo cierto es que fue un auténtico profeta. Ya en 1912, predijo la crisis del '30. Y, en 1922, profetizó el inevitable derrumbe de la Unión Soviética.El experimento socialista no tenía chances de subsistir porque aniquilaba al principal actor del proceso económico: el empresario. En un sistema absolutamente intervenido,
- no hay propiedad,
- ni competencia,
- ni precios...
Entonces, tampoco hay empresarios, precisamente, aquellos que arriesgan, calculan pérdidas y ganancias para jugarse por proyectos de inversión.Los más exitosos en ese "juego arriesgado" acercan la oferta a la demanda. Los que fracasan, quiebran y eso también acerca oferta y demanda (excepto que tengan amigos en el poder, cosa que el intransigente Mises también denunció).De esta forma, para este autor, el eje central de la teoría económica consiste en demostrar cómo el mercado es un proceso eficiente cuando al empresario se lo deja actuar en condiciones de igualdad ante la ley y ausencia de privilegios.Para Mises toda acción humana en el mercado tiene un componente empresarial,
- de riesgo,
- de incertidumbre,
- de posible ganancia o pérdida.
El empresario exitoso es el que sabe cómo acercar los factores de producción a los consumidores. La ganancia es su premio. Sin ella, la economía es un caos.En otras palabras, para Mises, cualquier intervención estatal en el mercado sólo puede conducir al caos. Cuando el Estado planifica, en realidad, desordena.
La única forma de ordenar la actividad consiste en dejar hacer a los empresarios bajo condiciones políticas y jurídicas de
- estabilidad institucional,
- igualdad ante la ley,
- ausencia de subsidios y
- amiguismos en el poder.
O sea lo que América Latina nunca fue...En definitiva, Mises explicó a los economistas lo que los empresarios ya saben: que la economía es riesgo y que la clave para el crecimiento consiste en dejarlos trabajar e invertir en paz.Desde luego, sus ideas han sido criticadas desde todas las posturas que defienden la planificación estatal y el Estado de bienestar. Los marxistas, por su parte, lo acusaron de "defender al capital".Sin embargo, para Mises, su teoría no era más que una descripción objetiva del funcionamiento del mercado y su cualidad de elevar el nivel de vida de los más pobres a través del rol del empresario libre en la construcción de un sistema económico eficiente.
Gabriel Zanotti - CEMA - iEco - "Clarín" - 19-Sep-2007
Ludwig von Mises fue uno de los más importantes economistas (tal vez el mejor) de la corriente austríaca. Si bien hoy es celebrado por sus lectores (incluso cuenta con un sitio web en www.mises.org), hasta los '70 fue un ilustre desconocido, un olvidado e ignorado defensor de la economía de mercado.Nacido en el Imperio Austrohúngaro en 1881, el arraigado antisemitismo de la Europa de su tiempo le cerró las puertas a una cátedra universitaria rentada en su Austria natal.En 1939, con las tropas de Hitler ya instaladas en Viena, Von Mises se exilió en Suiza. Pero tuvo que huir nuevamente con los nazis pisándole los talones (de hecho, lo estaban buscando explícitamente a él). Así, terminó instalándose en Nueva York a principios de los '40, donde sus amigos le consiguieron una cátedra universitaria que mantuvo hasta su muerte en 1973.Si bien Mises era un escéptico acerca de la posibilidad de formular predicciones económicas, lo cierto es que fue un auténtico profeta. Ya en 1912, predijo la crisis del '30. Y, en 1922, profetizó el inevitable derrumbe de la Unión Soviética.El experimento socialista no tenía chances de subsistir porque aniquilaba al principal actor del proceso económico: el empresario. En un sistema absolutamente intervenido,
- no hay propiedad,
- ni competencia,
- ni precios...
Entonces, tampoco hay empresarios, precisamente, aquellos que arriesgan, calculan pérdidas y ganancias para jugarse por proyectos de inversión.Los más exitosos en ese "juego arriesgado" acercan la oferta a la demanda. Los que fracasan, quiebran y eso también acerca oferta y demanda (excepto que tengan amigos en el poder, cosa que el intransigente Mises también denunció).De esta forma, para este autor, el eje central de la teoría económica consiste en demostrar cómo el mercado es un proceso eficiente cuando al empresario se lo deja actuar en condiciones de igualdad ante la ley y ausencia de privilegios.Para Mises toda acción humana en el mercado tiene un componente empresarial,
- de riesgo,
- de incertidumbre,
- de posible ganancia o pérdida.
El empresario exitoso es el que sabe cómo acercar los factores de producción a los consumidores. La ganancia es su premio. Sin ella, la economía es un caos.En otras palabras, para Mises, cualquier intervención estatal en el mercado sólo puede conducir al caos. Cuando el Estado planifica, en realidad, desordena.
La única forma de ordenar la actividad consiste en dejar hacer a los empresarios bajo condiciones políticas y jurídicas de
- estabilidad institucional,
- igualdad ante la ley,
- ausencia de subsidios y
- amiguismos en el poder.
O sea lo que América Latina nunca fue...En definitiva, Mises explicó a los economistas lo que los empresarios ya saben: que la economía es riesgo y que la clave para el crecimiento consiste en dejarlos trabajar e invertir en paz.Desde luego, sus ideas han sido criticadas desde todas las posturas que defienden la planificación estatal y el Estado de bienestar. Los marxistas, por su parte, lo acusaron de "defender al capital".Sin embargo, para Mises, su teoría no era más que una descripción objetiva del funcionamiento del mercado y su cualidad de elevar el nivel de vida de los más pobres a través del rol del empresario libre en la construcción de un sistema económico eficiente.
Gabriel Zanotti - CEMA - iEco - "Clarín" - 19-Sep-2007
martes, 18 de septiembre de 2007
Sombras en la noche
Pasada la medianoche, la costa se reduce a una línea oscura, cercana. La noche es cerrada, sin luna, y el viento muy fuerte tensa la cadena del ancla. En el curso de un pequeño incidente de los que abundan en el mar, el patrón de un velero que se encuentra cerca amarra su neumática al mío, pide ayuda, sube a bordo y permanece allí mientras intentamos solucionar su problema. Al cabo de una hora embarca de nuevo, desaparece en la noche y se marcha sin que durante el rato en que hemos permanecido juntos nos hayamos visto la cara el uno al otro, pues todo se ha llevado a cabo sin luz, en una oscuridad casi absoluta. Ni siquiera hemos dicho nuestros nombres. Durante todo ese tiempo hemos sido, el uno para el otro, sólo una voz y una sombra. Me quedo reflexionando sobre eso sentado en cubierta mientras, sobre mi cabeza y la pequeña luz de fondeo encendida en lo alto del palo, las estrellas, increíblemente nítidas y numerosas para quien sólo acostumbre observarlas en el cielo de las ciudades, giran muy despacio del Este al Oeste, cumpliendo su ritual nocturno alrededor del eje de la Polar. En otro tiempo, me digo, cuanto acaba de ocurrir no tenía nada de extraño, pues los hombres estaban acostumbrados a relacionarse en la oscuridad. Las ciudades carecían de alumbrado público o éste era mínimo: no existía la luz eléctrica; quinqués, velas, candiles, antorchas y fuegos diversos tenían una duración limitada y no siempre estaban disponibles, y tras la puesta del sol era muy pequeña la porción iluminada de vida que el ser humano podía permitirse. Casi todo ocurría entre tinieblas o dependía de la claridad de la luna, como en las magníficas primeras líneas de la novela ejemplar cervantina La fuerza de la sangre. A menudo, viajeros, campesinos, ciudadanos, amigos y enemigos, se relacionaban sin verse el rostro: sombras, siluetas negras que entraban y salían en las vidas de los otros sin otra consistencia que una voz, el roce de una ropa, el ruido de pasos, la risa o el llanto, el contacto amigo u hostil de una mano, un cuerpo, un arma, el tintineo metálico de una moneda. La visión del mundo y de los semejantes tenía que ser, por fuerza, muy diferente de la que hoy proporcionan la luz, los continuos focos puestos sobre todo; el frecuente exceso de información, destellos y colores que nos rodea. Y muy distinta la huella dejada en cada cual por aquellas sombras y voces anónimas que se movían en la oscuridad. También mi memoria está llena de esas sombras, me digo. El incidente de esta noche remueve otro tiempo de mi propia vida: campos, selvas, desiertos, ciudades devastadas, lugares donde la oscuridad era consecuencia de situaciones extremas o regla obligada para conservar la salud; y allí, al caer la noche, lo más que podían permitirse quienes me rodeaban era el fugaz destello de una linterna, a escondidas, o la brasa de un cigarrillo oculta en el hueco de la mano. Mirando hacia atrás, caigo esta noche en la cuenta -nunca antes había pensado en eso- de que durante aquellos años fueron muchos los seres humanos con los que me relacioné de ese modo. Gente que de una forma u otra resultó decisiva en mi vida, en mi trabajo, en mi supervivencia, y de la que sin embargo sólo retuve un sonido, unas palabras, un olor, una advertencia, una presencia amistosa u hostil, el chasquido metálico de un arma, el breve haz de una linterna en mi cara, la punta roja de un cigarrillo iluminando unos dedos o la parte inferior de un rostro, bultos negros en agujeros y refugios, llantos de niños, gemidos de mujeres, lamentos o maldiciones de hombres, formas oscuras o siluetas recortadas sobre un estallido o un incendio, sombras que sólo dejaron su trazo en mi recuerdo, amigos ocasionales cuyo rostro nunca vi, como los jóvenes milicianos que me gritaron '¡corre!' una noche del año 1976, en Beirut, mientras retrocedían entre fogonazos, disparando para cuidar de mí; o la voz y las manos del soldado bosnio que ayudó a taponar dos venas de mi muñeca izquierda -yo sentía manar la sangre tibia, dedos abajo- seccionadas en la Navidad de 1993 por un vidrio en Mostar, sobre cuyas pequeñas cicatrices paso ahora los dedos, recordando. Sopla el viento en la jarcia, bajo las estrellas. Recortada sobre la línea de costa adivino la silueta del otro velero, que bornea fondeado cerca, y pienso que su patrón me recordará como yo a él: un barco sin luz en el mar, una sombra negra y algunas palabras.
Entonces sonrío en la oscuridad. No es una mala forma, concluyo, de que lo recuerden a uno.
Arturo Pérez-Reverte - "Patente de Corso" - "La Nación" - 17-Sep-2007
Entonces sonrío en la oscuridad. No es una mala forma, concluyo, de que lo recuerden a uno.
Arturo Pérez-Reverte - "Patente de Corso" - "La Nación" - 17-Sep-2007
miércoles, 12 de septiembre de 2007
Demasiada casualidad: Ingenieros?, astilleros?, autoridades?, tripulantes?, todos?
El naufragio de Barbate aviva dudas sobre la estabilidad de los pesqueros
Con el «Nuevo Pepita Aurora» son ya cinco los barcos de similares características que se han ido a pique
La cofradía gaditana podría denunciar al astillero de Bueu por si tuvo alguna responsabilidad en el siniestro
Demasiada casualidad. En un margen de poco más de tres años, cinco pesqueros de reciente construcción se han ido a pique en circunstancias de mar un poco duras:
- O Bahía (2004),
- Enrique el Morico (2004),
- Nuevo Pilín (2004),
- Siempre Casina (2005) y
- Nuevo Pepita Aurora (2007).
Y todos ellos tenían similares características de eslora, manga, puntal, y acero por material. El naufragio del Nuevo Pepita Aurora , con base en Barbate, ocurrido la semana pasada, ha reabierto entre el sector el debate sobre la seguridad y la estabilidad de los pesqueros modernos, sobre todo desde que trascendió que el barco gaditano había sido armado en el mismo astillero que otro cerquero que compartió un final luctuoso: el O Bahía , de Rendondela, que se hundió en las inmediaciones de las Sisargas en junio del 2004.
Es más, la cofradía de pescadores de Barbate no descarta denunciar al astillero del que salió el Nuevo Pepita Aurora por si hubiese habido algún problema de flotabilidad o deficiencias en la construcción. «Durante años y años hemos atravesado el Estrecho y nunca nos ha ocurrido nada; de hecho, el Nuevo Pepita Aurora iba con 4 o 5 embarcaciones al lado, que fueron las que recogieron los cadáveres y a los supervivientes, y no les ha pasado nada, lo que nos lleva a pensar que el problema puede estar en la construcción», señaló Antonio Varo, patrón mayor de Barbate. Y aunque ahora «lo más importante es que arrastren el barco a tierra y centrarse en la búsqueda de los cadáveres, en cuanto enfríen las cosas, pondremos el caso en manos del asesor jurídico para determinar si el astillero tuvo alguna responsabilidad», añadió.
En este sentido, fuentes de la empresa Nodosa, de Bueu, que botó el barco en 1999, reiteraron que el astillero se limitó a construir el cerquero según los planos visados -y, por tanto, con los cálculos de estabilidad correspondientes-, superó las pruebas de mar y fue inspeccionado antes de empezar a faenar.
Pruebas adecuadas
Ahora bien, son numerosas las voces técnicas que han subrayado la necesidad de mejorar las pruebas que se realizan a los pesqueros, dado que los experimentos prácticos no suelen hacerse sobre la cresta de la ola y, por tanto, se escapa la respuesta que un buque de características determinadas tendría en situaciones muy comunes en el desarrollo de su trabajo.
Situación de peligro
En este sentido, una de las situaciones más peligrosas, que merman la estabilidad del barco, se da cuando el pesquero navega con mar de popa y sobre olas regulares de longitud igual a la eslora del barco -lo que se conoce como sincronía-y con la cresta de la onda próxima a la cuaderna maestra -la parte central-.
En casos así, el pesquero se convierte en una tabla de surf y su estabilidad se reduce casi a la mitad, con lo que cualquier desplazamiento brusco de la carga o los aparejos puede hacerlo volcar. Eso, al menos, es lo que ocurrió en el caso del O Bahía , según determinó en su día la comisión de investigación de siniestros marítimos.
Casi un año después del hundimiento del cerquero de Redondela, y coincidiendo con el naufragio del Siempre Casina, la ministra de Fomento, Magdalena Álvarez, anunció que se iba a encargar un estudio sobre las deficiencias de estabilidad que podían presentar este tipo de pesqueros y, sobre todo, si el material influía en las cuestiones de flotabilidad.
Ese análisis se hizo, según fuentes próximas al departamento de Álvarez, pero las conclusiones son para «consumo interno», como explicaron ayer las fuentes antes citadas, de ahí que no se hayan hecho públicas unas conclusiones que podrían arrojar luz y dar recetas para evitar siniestros.
Por otra parte, en Barbate continúan las labores de búsqueda de los marineros desaparecidos y ayer se incorporaron al operativo dos especialistas de una compañía escocesa, que serán los encargados de manipular un nuevo robot de mucha mayor potencia que intentará enganchar el pesquero para acercarlo a un lugar más guarecido y poder rescatar el cuerpo del tripulante que permanece en su interior.
E. Abuín - "La Voz de Galicia" - Santiago - 12-Sep-2007
Con el «Nuevo Pepita Aurora» son ya cinco los barcos de similares características que se han ido a pique
La cofradía gaditana podría denunciar al astillero de Bueu por si tuvo alguna responsabilidad en el siniestro
Demasiada casualidad. En un margen de poco más de tres años, cinco pesqueros de reciente construcción se han ido a pique en circunstancias de mar un poco duras:
- O Bahía (2004),
- Enrique el Morico (2004),
- Nuevo Pilín (2004),
- Siempre Casina (2005) y
- Nuevo Pepita Aurora (2007).
Y todos ellos tenían similares características de eslora, manga, puntal, y acero por material. El naufragio del Nuevo Pepita Aurora , con base en Barbate, ocurrido la semana pasada, ha reabierto entre el sector el debate sobre la seguridad y la estabilidad de los pesqueros modernos, sobre todo desde que trascendió que el barco gaditano había sido armado en el mismo astillero que otro cerquero que compartió un final luctuoso: el O Bahía , de Rendondela, que se hundió en las inmediaciones de las Sisargas en junio del 2004.
Es más, la cofradía de pescadores de Barbate no descarta denunciar al astillero del que salió el Nuevo Pepita Aurora por si hubiese habido algún problema de flotabilidad o deficiencias en la construcción. «Durante años y años hemos atravesado el Estrecho y nunca nos ha ocurrido nada; de hecho, el Nuevo Pepita Aurora iba con 4 o 5 embarcaciones al lado, que fueron las que recogieron los cadáveres y a los supervivientes, y no les ha pasado nada, lo que nos lleva a pensar que el problema puede estar en la construcción», señaló Antonio Varo, patrón mayor de Barbate. Y aunque ahora «lo más importante es que arrastren el barco a tierra y centrarse en la búsqueda de los cadáveres, en cuanto enfríen las cosas, pondremos el caso en manos del asesor jurídico para determinar si el astillero tuvo alguna responsabilidad», añadió.
En este sentido, fuentes de la empresa Nodosa, de Bueu, que botó el barco en 1999, reiteraron que el astillero se limitó a construir el cerquero según los planos visados -y, por tanto, con los cálculos de estabilidad correspondientes-, superó las pruebas de mar y fue inspeccionado antes de empezar a faenar.
Pruebas adecuadas
Ahora bien, son numerosas las voces técnicas que han subrayado la necesidad de mejorar las pruebas que se realizan a los pesqueros, dado que los experimentos prácticos no suelen hacerse sobre la cresta de la ola y, por tanto, se escapa la respuesta que un buque de características determinadas tendría en situaciones muy comunes en el desarrollo de su trabajo.
Situación de peligro
En este sentido, una de las situaciones más peligrosas, que merman la estabilidad del barco, se da cuando el pesquero navega con mar de popa y sobre olas regulares de longitud igual a la eslora del barco -lo que se conoce como sincronía-y con la cresta de la onda próxima a la cuaderna maestra -la parte central-.
En casos así, el pesquero se convierte en una tabla de surf y su estabilidad se reduce casi a la mitad, con lo que cualquier desplazamiento brusco de la carga o los aparejos puede hacerlo volcar. Eso, al menos, es lo que ocurrió en el caso del O Bahía , según determinó en su día la comisión de investigación de siniestros marítimos.
Casi un año después del hundimiento del cerquero de Redondela, y coincidiendo con el naufragio del Siempre Casina, la ministra de Fomento, Magdalena Álvarez, anunció que se iba a encargar un estudio sobre las deficiencias de estabilidad que podían presentar este tipo de pesqueros y, sobre todo, si el material influía en las cuestiones de flotabilidad.
Ese análisis se hizo, según fuentes próximas al departamento de Álvarez, pero las conclusiones son para «consumo interno», como explicaron ayer las fuentes antes citadas, de ahí que no se hayan hecho públicas unas conclusiones que podrían arrojar luz y dar recetas para evitar siniestros.
Por otra parte, en Barbate continúan las labores de búsqueda de los marineros desaparecidos y ayer se incorporaron al operativo dos especialistas de una compañía escocesa, que serán los encargados de manipular un nuevo robot de mucha mayor potencia que intentará enganchar el pesquero para acercarlo a un lugar más guarecido y poder rescatar el cuerpo del tripulante que permanece en su interior.
E. Abuín - "La Voz de Galicia" - Santiago - 12-Sep-2007
martes, 11 de septiembre de 2007
Falkland Sound: A crossing with a difference...
AN RAF Tornado pilot from Mount Pleasant has become the first person to kite surf across Falkland Sound. Flight Lieutenant Duncan ‘Deano’ Dean is a kite surf expert, a relatively new sport where the surfer can reach speeds of up to 30 miles per hour and leap as high as 30 feet in the air in strong gusts.
When Deano suggested one evening that kite surfing across the Sound had not been done before and would be a real challenge, his navigator, Flight Lieutenant Wayne Smith, threw down the gauntlet, offering to support him as his campaign manager. The pair then set about planning the adventure, deciding to raise as much money as possible for Combat Stress and Macmillan Cancer Support charities.
On Thursday, August 23, Deano set off from Poke Point near Port Howard on West Falkland in a 25 mile per hour wind and choppy seas, hotly pursued by a safety boat manned by John Colquhoun of VT Communications and Officer Commanding 1435 Flight, Squadron leader Dave Gourlay.Deano completed the 11 mile crossing, arriving at Newhaven on East Falkland a mere 45 minutes later and without enduring any major wipe-outs.At one point he was visited by a Tornado of 1435 Flight and towards the end of the crossing, Squadron Leader John Sheldon of 78 Squadron took the opportunity to practise rescue winching on and off the safety boat with one of his Sea King helicopters.At the end of the day Deano had achieved the first ever kite surf across Falkland Sound and had raised over £600. Penguin News
Mercopress - Montevideo - 10-Sep- 2007
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