martes, 2 de agosto de 2011

Son los ancianos, tonto

Si el liderazgo es
- la capacidad de llevar a la gente donde necesita ir -ya sea
- si ésta se da o no cuenta o
- si desea o no hacerlo-
entonces, prácticamente,
- no ha habido liderazgo en estas semanas de frustrante y exasperante debate sobre
- el presupuesto y el techo de la deuda en Estados Unidos.
Ha habido
- un consenso tácito entre
- el presidente Obama,
- los congresistas demócratas y los republicanos sobre
- no debatir el asunto esencial que subyace en este impasse.
Hemos oído hablar mucho sobre
- "compromisos" o la ausencia de ellos.
Hemos tenido presupuestos contrapuestos, con diferentes combinaciones de recortes de gastos y subida de impuestos.
Pero, prácticamente,
- no hemos oído nada sobre
- "el factor" que hace que el problema del presupuesto sea
- INSOLUBLE.

Son los ancianos, tonto.
En este momento, es obvio que
- necesitamos volver a escribir el contrato social que,
- en el curso del pasado medio siglo, transformó la principal tarea del

Gobierno Federal de los EE UU en
- una transferencia de ingresos de los trabajadores a los jubilados.
En 1960
, la defensa nacional constituía
- la principal tarea del gobierno norteamericano;
- representaba el 52% de los gastos federales.
En 2011
-incluso con dos guerras- esa cifra es de
- el 20% y va disminuyendo.
Mientras
tanto,
- el Seguro Social, Medicare, Medicaid y otros programas para jubilados
- constituyen aproximadamente el 50% de los gastos federales que no son intereses.
Estas transferencias
- se han vuelto tan enormes que, a menos que se las controle,
- sabotearán el futuro de Estados Unidos.
Los hechos son conocidos:
Para 2035,
- la población de 65 y más años será casi el doble;
- los gastos de la asistencia médica seguirán desenfrenados;
- esa combinación automáticamente expande los gastos federales (como porción de

la economía) en alrededor de un tercio de los niveles de 2005.
Este maremoto de gastos acarreará una o todas las siguientes consecuencias
:
(a)- impuestos mucho más elevados;
(b)- la reducción de otros servicios gubernamentales,
- desde el Servicio Meteorológico
- hasta las investigaciones médicas;
(c)- un desarme parcial y peligroso;
(d)- déficits grandes e inestables.

Cifras y preguntas
Los ancianos norteamericanos no tienen la intención de arruinar a los Estados Unidos
, pero
- como grupo, eso es lo que están haciendo.
Como promedio,
- el gobierno federal apoya a cada norteamericano de 65 o más años con
- 26.000 dólares anuales,
- 14.000 mediante el Seguro Social y
- 12.000 mediante Medicare.
A los 65, el norteamericano promedio vivirá casi otros 20 años.
- ¿Deberían, estos considerables subsidios anuales
- comenzar más tarde y
- ser menores para algunos?
Es difícil
- hablar del presupuesto en forma realista, si
- se ignora la mayor parte de lo que hace ese presupuesto.
Ése ha sido nuestro camino
.
Obama se hace pasar por un tipo valiente por incluso mencionar una "reforma de beneficios" a sus correligionarios demócratas.
Lo que no ha hecho es
- preguntar -con palabras claras y comprensibles para gente común y corriente- si
- muchos ancianos saludables y en buena posición económica

- merecen todos los subsidios que reciben.
Eso sería liderazgo
.

Obama no está haciendo nada de eso.
Pero
- la evasión del tema es bipartidaria.
- Los defensores del tea party deploran los gastos del gobierno sin reconocer que
- la mayor parte de ellos están constituidos por el Seguro Social
y Medicare.
He escrito acerca de este tema durante años.

Pero los hechos
- no se comparan con el egoísmo de unos 50 millones de beneficiarios del Seguro

Social y Medicare, y
- una simpatía natural por

- los viejos y la gente que espera la jubilación con ansiedad.
La opinión pública se vuelve contradictoria
.
Mientras en una encuesta de Pew
- el 70% de los encuestados consideró que el deficit presupuestario es un "grave problema",
- el 64% rechazó primas más elevadas de Medicare y
- el 58% se opuso a incrementos graduales para la edad requerida para el Seguro Social.

Mito y dogma
Lo que sostiene estas contradicciones es una mitología según la cual

- una vez que una persona llega a los 65 años,
- se vuelve pobre.
Eso justifica el dogma político entre los demócratas que
- se resisten a recortes del Seguro Social de hasta un dólar.
Pero
- la premisa es incorrecta.
Es cierto,
- algunos ancianos viven al día; pero
- muchos más tienen una situación acomodada y
- algunos son
ricos.
La Kaiser Family Foundation
informa lo siguiente para beneficiarios de Medicare durante 2010:
- el 25% tenía ahorros y cuentas de jubilación de un promedio de 207.000 dólares o más;
- entre los propietarios de viviendas, 80% de los de 65 y más años,
- 75% de ellos tenían invertido en sus casas un valor de 132.000 dólares;
- el 25% tenía ingresos de más de 47.000 dólares (para individuos, para parejas serían
más elevados).
La pregunta esencial del presupuesto es
- en qué medida permitimos que "los gastos de los ancianos" desplacen

otras prioridades nacionales.
Todo el resto
- está subordinado.
Aún así, nuestros "líderes" no debaten la cuestión con franqueza e inteligencia.
Tenemos
- una generación de políticos acobardada.
Debemos preguntarnos
- en qué medida los programas actuales constituyen
- una "red de seguridad" genuina para proteger a los vulnerables (lo que es bueno) y
- en qué medida simplemente,

- subsidian los placeres privados de los jubilados.
Nuestros políticos hacen superficiales reverencias a la reforma de los beneficios y consideran que han cumplido su tarea, incluso si no ocurre nada.
Debemos reconocer que
- los programas federales para los jubilados a menudo representan
- un programa de beneficios sociales para la clase media.
- Los impuestos del pasado nunca se "ahorraron" para
- pagar los beneficios del futuro.
Debemos formular las preguntas difíciles:
- ¿Quién se merece ayuda y quién no?
Como el Seguro Social y Medicare están tan entretejidos en nuestra urdimbre social,
- modificarlos nunca será fácil.
Pero el hecho de que
- hayamos evadido las decisiones durante tanto tiempo
- es la causa de que el actual impasse del presupuesto sea tan tortuoso y
- de que se produzcan otros,
- si seguimos evitando encarar problemas.
ROBERT SAMUELSON - El Día - La Plata - 2-Aug-2011

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