viernes, 20 de abril de 2012

Repsol no es España

La única manera de entender las razones que provocan el furor con que
- el gobierno español,
- los medios de comunicación y
- tantos tertulianos de toda laya defienden a Repsol
no puede ser otra que comprobar
- el amplio listado de ex autoridades del Estado, incluyendo actuales ministros,
- que han estado en su nómina,
- las miles de páginas y horas de su publicidad que financian a los medios y
- quién sabe qué otro tipo de influencias más inconfensables e inconfesadas.

Defender la españolidad de Repsol es algo demasiado forzado y olvidar que los que ahora lo hacen con tanto ímpetu fueron, en su gran mayoría, los que promovieron y llevaron a cabo la privatización de empresas que entonces sí que eran efectivamente españolas, no solo porque la totalidad o la inmensa mayoría de su capital era español, lo que quizá incluso sea lo de menos, sino porque la estrategia empresarial que perseguían respondía a intereses nacionales y no globales que apenas si repercuten en el progreso de España y en el bienestar de sus ciudadanos.
Desde que fue privatizada, Repsol tiene su cerebro y su alma puestos en otros lugares e intereses y
- no se puede decir que haya sido España en su conjunto quien
- se haya beneficiado de su actividad empresarial.
- Utiliza paraísos fiscales para tratar de tener aquí la menor carga fiscal posible,
- ha destruido empleo y a docenas de pequeñas y medianas empresas española
- al someterlas a condiciones de pagos draconianas a pesar de que
- cuenta con abundantes recursos financieros y liquidez suficientes.
Es por ello una perversión inaudita que
- el gobierno y ex políticos en su nómina salgan a defenderla y que
- no dijeran nada cuando Repsol actuaba de esa manera lesiva para la
economía nacional.
Y si la actuación en España de Repsol ha resultado tan escasamente beneficiosa para nuestros intereses nacionales
- su comportamiento en el exterior resulta sencillamente vergonzoso y
- justifica que los españoles “de bien y como Dios manda”, por utilizar la
expresión que tanto le gusta a Mariano Rajoy,
- hubieran condenado hace tiempo sus desmanes y tropelías, especialmente,
por cierto,
- en las tierras que en los discursos oficiales tanto alabamos considerándolas
como nuestras hermanas.
En Ecuador, Bolivia y otras latitudes
- ha provocado grandes daños medioambientales y sociales y
- vulnera constantemente los derechos humanos de pueblos enteros,
- generando una ingente deuda ecológica allí donde actúa.
Como otras multinacionales, que en realidad no tienen Patria alguna,
- Repsol ha promovido gobiernos totalitarios con los que poder llegar a
acuerdos que
- la exonerasen de pagar impuestos y cuando
- otros dignos y con vergüenza se lo han exigido
- ha puesto el grito en el cielo y recurrido a su españolidad, como ahora,
- para recabar el apoyo de gobiernos y medios de comunicación.
- ¿Dónde estaban entonces los defensores del libre mercado y
la competencia, de la justicia, la libertad y los derechos humanos?
En Argentina
, como en otros países, Repsol utiliza las respectivas filiales nacionales, como hacen todas las empresas multinacionales, para
- fijar los llamados “precios de transferencia”, artificialmente bajos,
- para hacer que aparezcan pérdidas allí donde conviene y
- beneficios en donde pueden conseguir tratamiento fiscal y
- condiciones políticas más favorables.
Y en lugar de
- orientar la explotación de los recursos nacionales hacia el abastecimiento
interno que
- cubra las necesidades de la población y satisfaga los respectivos intereses
nacionales,
- se utiliza como parte de una estrategia de maximización de beneficios global que,
- entre otras cosas, pasa por considerar al petróleo, y al resto de las materias
primas,
- como una commodity, es decir,
- no solo un bien orientado a la producción y el consumo sino, sobre todo,
- a su utilización como activo financiero para
- especular con él en los mercados.
- Confundir los intereses de Repsol con los de España
- es un insulto a la inteligencia de los españoles.
- Ni es española por la composición de su capital -mayoritariamente en manos
de intereses extranjeros-,
- ni por la estrategia empresarial que persigue
- ni, como he dicho, porque beneficie principal o sustancialmente a las familias
o empresas españolas.
- Más bien todo lo contrario
.
Y
- la defensa numantina que ahora quiere hacer de Repsol el gobierno resulta
verdaderamente patética y vergonzosa,
- cuando día a día se somete sin más
- a los mercados,
- a los bancos que han provocado la crisis,
- a los grandes grupos empresariales y
- al gobierno alemán que impone medidas totalmente lesivas para los intereses
españoles.
¡Eso sí que merecería
- una respuesta valiente y patriota por parte de nuestro gobierno y
- de los medios de comunicación!
Lo que está haciendo el gobierno es patético y se debe decir claramente:
- no está defendiendo los intereses de España y de sus ciudadanos,
como dice,
- sino de una gran empresa a la que
- España,
- el bienestar de su población o
- la situación de las empresas que verdaderamente están aquí tratando de
sacar adelante la actividad y el empleo
- sin gozar del apoyo y los privilegios de Repsol,
- le importan un rábano en el día a día de sus actuaciones
Ya está bien de tanto teatro y de tanta sumisión ante los grandes.
Lo que necesitamos en España no son precisamente repsoles que se dediquen a ganar dinero a espuertas en Argentina y otros países a base de mal explotar sus recursos, de evadir impuestos y expatriar beneficios a paraísos fiscales,
- sino un gobierno digno que se plante ante quienes de verdad
- están llevando a la ruina a la economía española.
Juan Torres López - Catedrático de Economía Aplicada de la Universidad de Sevilla - Sevilla - 20-Abr-2012

lunes, 16 de abril de 2012

La Reina del Sur

Se equivocan los que sostienen que los empresarios españoles desembarcaron en Latinoamérica enarbolando la mentalidad de los antiguos conquistadores.

Muchos de ellos, de manera consciente, optaron por

- la estrategia del "funcionario virreinal",
- construyendo relaciones directas con los mandatarios de turno,
- los auténticos detentadores de la "presidencia imperial".
Así se estableció una tecnocracia de negociantes," fenicia" en algunos aspectos, que buscó sobre todos los medios
- mantener una estrecha relación con los presidentes latinos,
- olvidando que el poder no tiene memoria y que
- bajo el 'ethos' populista, los caudillos suelen inclinarse por la ingratitud.
Este decoratismo virreinal (creer que si tienes acceso al presidente nada te pasará en el país)
- siempre ha sido una estrategia miope y cortoplacista.
- El pueblo, las masas y la sociedad civil,
- responden a incentivos sumamente complejos y
- no siempre acordes con los de la clase política.
De cierta manera,

- la crisis que el Gobierno "autocrático" de Cristina Fernández de Kirchner ha desatado
- es la crónica de un desastre anunciado.
- Pactar con sultanatos hereditarios implica un riesgo.
- Creer que es posible domesticar un Estado interventor adherido al socialismo del siglo XXI
- es un error de cálculo que, tarde o temprano, genera un balance negativo.
Hoy todos denunciamos, y con razón,
- la prepotencia del 'kirchnerismo',
- la violación del Estado de Derecho y
- la instrumentalización de las inversiones por móviles partidistas.
Sin embargo,
- hemos contemporizado con el socialismo del siglo XXI durante mucho tiempo,
- disfrazando nuestros afanes comerciales bajo ropajes claudicantes.
Me viene a la mente, por ejemplo, un episodio concreto, breve pero significativo.
Hace un par de años, Hugo Chávez visitó Madrid y Antonio Brufau, el funcionario de REPSOL al que Cristina Kirchner —la Reina del Sur— hoy se niega a recibir, acompañó, solícito, al destructor de la democracia venezolana en su visita por una librería de la Gran Vía, todo para

- salvaguardar los intereses del negocio.
Como es obvio,
- algunas muestras excesivas de empatía son interpretadas por los caudillos latinos
- como signos de pusilanimidad.
A estas alturas, es obvio que
- el socialismo del siglo XXI sólo comprende y respeta el viejo idioma del poder.
- Argentina está gobernada por una presidenta que
- interpreta el sistema político en clave monárquica.
- La dinastía Kirchner, en este escenario, pugna por consolidarse.
El peronismo es ducho en apelar a la mística nacionalista para conseguir sus objetivos y ampliar la coalición de respaldo.
Además, existe
- una cultura política que favorece la existencia del "Estado expropiador".
- Una cultura compartida por sectores de la población acostumbrados al "asistencialismo" y
- por una clase política que considera legítimo exacerbar la función social de la propiedad
- hasta desvirtuarla completamente.
Si bien Octavio Paz habló del "ogro filantrópico" para
- describir las estructuras estatales que alimentan el populismo con recursos públicos,
también es posible resaltar
- la existencia de un "monstruo interventor", una especie de "Leviatán confiscatorio".
Se trata, pues, de

- los dos rostros del Jano estatal latino.
Esta doble dimensión
- filantrópica-confiscatoria caracteriza al Estado kirchnerista.
En un sistema así
- la legalidad se considera, como afirmaba Lenin,

- un mero "fetichismo burgués",
- un obstáculo para la política inmediata.
- Y al peronismo lo que le interesa es la política del día a día.
Ante este desorden
- provocado por el caos del populismo,
- urge emplear con firmeza todos los recursos de la diplomacia y toda la fuerza de la ley
- si queremos evitar este matricidio urdido en la Patagonia.
- "Law is the sister of freedom",
sostuvo en 1911 el gran historiador del Derecho Sir Frederic Pollock, durante un ciclo de conferencias sobre el genio del 'common law' en la Columbia University de Nueva York.
- Sin Derecho,
- sin seguridad jurídica,
- no hay libertad.
Y eso es
- lo que está sucediendo en Argentina,
- gracias al kirchnerismo.
Martín Santiváñez Vivanco - El Mundo - Madrid - 16-Abr-2012

domingo, 15 de abril de 2012

El dinero no compra la felicidad, pero ayuda

- ¿Cuán satisfecho está Usted con "su vida"?
- ¿En una escala de 1 a 10, que nota le pondría?
- Teniendo en cuenta todo, Usted diría que es
- “muy feliz”,
- “bastante feliz”,
- “no muy feliz”, o
- “nada feliz”.

Preguntas como estas se venían haciendo en encuestas socioeconómicas desde mediados del siglo pasado en algunos países, pero recién a partir de 1974 los economistas comenzaron a prestar atención a esos datos, a partir de que un profesor de la Universidad de Southern California, llamado Richard Easterlin, demostró que paradójicamente
- los habitantes de los países con mayor PBI per cápita
- no eran más felices que los que vivían en naciones subdesarrolladas, e incluso
- tampoco reportaban mayores niveles de satisfacción con la vida que
- generaciones anteriores de ese mismo país que no habían estado tan bien,
- económicamente hablando.
Los resultados se confirmaron una y otra vez, al punto de que en el último informe del Happy Planet Index,
- Costa Rica y Dinamarca aparecen como los países donde
- la gente está más satisfecha con su vida,
mientras que
- Estados Unidos ocupa recién el lugar 9.
- Argentina en el puesto número 30 del mundo le gana a
- Francia (31), Italia (39), y Japón (43), entre otros.

Explicaciones
En principio hay tres explicaciones posibles de esta paradoja.
Por una parte Carol Graham, del Brookings Institution, sostiene que
- la felicidad crece con el ingreso pero sólo hasta que
- las personas satisfacen sus "necesidades básicas".
- Saliendo de la pobreza ya no habría más efecto.
La segunda hipótesis es la de Bruno Frey, de la Universidad de Zúrich, quien sostiene que
- existe un efecto psicológico de “adaptación” por el que
- las personas primero incrementan sus niveles de felicidad cuando aumentan sus ingresos

- pero eventualmente terminan acostumbrándose a tener más dinero.
Finalmente están los trabajos de Clark, Frijters y Shields, quienes demuestran empíricamente que
- lo que determina la felicidad no es el ingreso absoluto de las personas,
- sino el ingreso relativo, que es
- el que surge de compararse con lo que ganan en promedio las personas parecidas a uno.

Ingresos y felicidad
- ¿Qué sucede en nuestro país?
En Argentina, el Cedlas, de la Universidad de La Plata, incluyó preguntas de felicidad en encuestas de hogares en el 2010 y esta semana TNS-Gallup, junto con la Universidad de Palermo, dio a conocer el segundo “Estudio sobre Felicidad” con datos de una encuesta de 1.013 casos representativos de todo el país.
Esta consultora, además viene efectuando mediciones desde el año 1981 como parte del World Value Survey, la encuesta mundial más importante en el tema.
En la base del estudio del Cedlas,
- el dinero tiene un efecto positivo en la felicidad, pero pequeño.
Una persona cuyo hogar tiene
- ingresos medios, necesita un 163% de incremento para que
- su satisfacción con la vida pase de 7 a 8 puntos.
Además
- el efecto del ingreso se hace más chico cuando se sube en la escala de remuneraciones,
de suerte tal que
- en una familia que ya tiene el doble de ingresos que el promedio de la población,
- necesita un aumento del 236% para subir un punto de felicidad.
Otro efecto interesante, que coincide con los hallazgos de otros estudios internacionales, es
- el de la edad.
- A medida que la gente crece es menos feliz, aunque
- el efecto comienza a desaparecer en torno a los 50 años.
Puesto en plata,
- alguien que tiene 40 años necesitaría ganar un 28% más que alguien que tiene 20 años para
- compensar la pérdida de felicidad por el envejecimiento.

Los hijos
Pero
- uno de los efectos más notables es el de los hijos.
- La gente con 1, 2 ó 3 hijos no es más feliz que la que no tiene ninguno.
- Sólo aquellas personas que tienen más de 3 hijos son más felices que el resto.
En el trabajo de Gallup y la Universidad de Palermo no hay datos sobre ingresos, pero sí aparecen otros resultados muy jugosos.
En primer lugar hay una comparación histórica que muestra que
- mientras 59% de la gente le ponía 7 o más puntos al boletín de su vida en 1984,
- ese número subió al 68% en el ‘99 y
- trepó al 83% en 2011.
- La gente simplemente está más satisfecha con su vida que antes.
En segundo lugar, los investigadores le pidieron a la gente que reporte
- cuan activos eran en distintos aspectos de la vida, como por ejemplo
- vida familiar (90% de actividad);
- de pareja (69%);
- laboral (69%);
- sexual (53%);
- religiosa (35%);
- deportiva (34%);
- política (10%); etc.
Luego
- cruzaron esos datos con los reportes de felicidad.
Por lejos
- la variable que más pegó fue la “vida familiar”.
Casi todos los que se declararon “muy activos” en ese aspecto luego le pusieron 7 o más puntos a la pregunta de satisfacción con su vida.
Por el contrario,
- sólo un 59% de los que dijeron tener poca actividad familiar se manifestaron felices.
No es sorpresa: en el informe anterior de Gallup (de agosto del 2011) se le preguntó a la gente
- qué es lo que los hacía felices y
- el primer puesto se lo llevó por una gran diferencia “la Familia”.
Sin embargo, cuando se les preguntó a los menos felices,
- 43% de los desafortunados atribuían su estado a cuestiones económicas o laborales,
- mostrando que una vez que estabilizamos nuestro bolsillo,
- más dinero no compra la felicidad, pero
- su falta puede hacernos sentir completamente miserables.

Martín Tetaz - Economista - El Día - La Plata - 15-Abr-2012

sábado, 14 de abril de 2012

Giles y progres

Desde que comenzó este gobierno, su descripción de las relaciones con Argentina han ido, como quien dice, en degradé:
- primero, bombos y platillos, conseguimos que desacamparan los jubilados que bloqueaban el puente.
- De ahí pasamos a las declaraciones de que no había problemas y
- luego a las preguntas de algún ministro: "¿De qué se quejan si están exportando como locos?".

Como la realidad tomaba cada vez peor color, el discurso oficial pasó a ser:
- "Estamos negociando, tengo mucha fe en el relacionamiento personal".
- Que no dio resultado alguno.
A no ser que se interprete el acto del gobierno argentino de recibir oficialmente al Pit-Cnt, como fruto de un cariño y una afinidad especial con el gobierno uruguayo.
O quizás el gobierno argentino quiso mostrar que su relacionamiento con nuestros sindicalistas es aún más estrecho que con nuestro gobierno.
No se conoció la reacción de éste ante tan insólito (e insolente) proceder.
Como sea, el discurso pasó recientemente a una nueva etapa,
- la de reconocer que Argentina viola los acuerdos y las normas internacionales y que
- ante esa realidad, ya imposible de tapar, el Uruguay debe tratar de que
- aquélla se apiade de nosotros y nos perjudique relativamente poco.
A lo que nuestra política exterior añade algo aún más insólito:
- la pretensión de que Argentina formalice su incumplimiento.
- Que acepte firmar un acuerdo comprometiéndose a que
- sus violaciones de los acuerdos anteriores no excederán de
- lo comprometido en un nuevo pedazo de papel.

¡Angelitos!
Si superamos el impacto de todo este disparatario, deberíamos reflexionar sobre
- algunos aspectos de la realidad en que el país está entrampado,
- para ver si hay otro camino a seguir, a la vez mejor y posible.
- ¿Por qué está haciendo todo esto el gobierno uruguayo?

Más allá de juzgar lo mal que se está moviendo.
- ¿Para qué tanto esfuerzo?
Básicamente por dos motivos:

1) para tratar de preservar el Mercosur y
2) para tratar de salvar a ciertas industrias que viven de exportar a la Argentina
o dicho a la inversa,
- que no vivirían si tuvieran que competir en condiciones internacionales de eficiencia.
Referente al primer punto algunas reflexiones que me parecen bastante evidentes:
a) El Mercosur como Unión Aduanera está liquidado.
No existe la más mínima chance de que llegue a darse en un horizonte imaginable
de tiempo.
b) El Mercosur como entelequia que no se cumple pero que, además,

es imprevisible en cuanto a sus grados y momentos de incumplimiento,
hace gran daño al país.
Su razón de ser era

- la superación del límite estructural de nuestro mercado y por esa vía poder
- (i) producir para un mercado ampliado y
- (ii) captar inversiones por esa dimensión.
Lo segundo nunca llegó a darse. Por el contrario,
- los dos grandes, y sobre todo Brasil, captaron inversiones
- precisamente como consecuencia de la incertidumbre generada por sus incumplimientos.
Y en cuanto a lo primero, la realidad acerca de ese punto nos lleva al segundo motivo de la política gubernativa señalado más arriba:
- tendríamos que aceptar lo que venga porque
- si no se nos caen algunas industrias, con el costo social consiguiente.
- Lo cual es cierto.
Tan cierto como que
- ese viene siendo tema desde la época de la Aladi (se llamaba el "patrimonio histórico") y
- estuvo en el meollo de la discusión cuando el incipiente gobierno Lacalle supo
- de las negociaciones bilaterales Brasil - Argentina, para
- crear entre ellas una unión aduanera.
c) El Mercosur no existe, pero estas industrias si.

Entonces hay que plantearse algunas interrogantes:
- i) ¿Tienen futuro?,
- ii) ¿Siempre dependerán de desviaciones de comercio hacia mercados relativamente
ineficientes?
- Si es así (y lo es), eso trae como consecuencia
- el hacer del país un rehén de los vecinos y sus veleidades;
- iii) Entonces, ¿no habría que hacer -ya- una evaluación de lo que le costaría al país
terminar con esa hipoteca, compensando a los damnificados razonablemente?
Las dos conclusiones,

- inexistencia de la unión aduanera y
- balance negativo para el país de continuar preso de estas actividades sin viabilidad propia
- nos permitiría desembocar en lo que creo debe ser
- la decisión a tomar en materia de política exterior con Argentina.
- No seguir aflojando y
- aflojando para salvar restos de cosas que no existen o no pueden existir por sí mismas y,
en vez, enfocar las negociaciones hacia una "fuite en arriére".
Cambiarle a la Argentina la contemplación de sus trampas por la transformación del Mercosur de una unión aduanera en
- una zona de libre comercio que nos permita negociar acuerdos con terceros.
Algo que, probablemente, el Brasil no vea con malos ojos.
Ah, y además: basta de meterle al Mercosur temas ajenos, teóricos y burocratizantes.
No hagamos más esfuerzos por salvar al Titanic.
Porque hace rato que a lo que estamos subidos es al iceberg.
Ignacio de Posadas - El País - Montevideo - 14-Abr-2012

Los países más conectados

Dos nuevos estudios confirman algo que todos sospechamos desde hace tiempo:
- Las empresas latinoamericanas no pueden competir eficazmente en la economía mundial
- porque los sistemas educativos de sus países están totalmente desconectados de la realidad.

El "Reporte Global sobre la Tecnología de la Información 2012", un documento de 442 páginas del Foro Económico Mundial y de la Escuela de Negocios INSEAD,
- sitúa a casi todos los países latinoamericanos muy por detrás
- de los países más conectados tecnológicamente del mundo
- en su "ranking principal de conectividad".
El índice toma en cuenta diversas mediciones --incluyendo

- el uso de banda ancha de internet y
- la capacidad de la gente de darle un uso productivo--
de organizaciones internacionales y una encuesta de más de 15.000 ejecutivos de todo el mundo.
Según el informe,

- Latinoamérica "sigue sufriendo un importante retraso"
- en la adopción de las tecnologías de información y comunicación que
- mejoran la competitividad de los países en un mundo hiperconectado.
El ranking principal del informe abarca 142 países, y está encabezado por

- Suecia (1),
- Singapur (2) y
- Finlandia (3),
seguidos por otros países europeos,
- Estados Unidos (8),
- Taiwan (11),
- Corea del Sur (12) y
- Hong Kong (13).
Pese al hecho de que recientemente Brasil superó a Gran Bretaña como la sexta economía mundial, los países latinoamericanos que figuran mejor posicionados en el índice son

- Barbados (35),
- Chile (39) y
- Uruguay (44).
Ocupando una posición más baja en la lista se encuentran
- Brasil (65),
- Colombia (73),
- México (76),
- República Dominicana (87),
- Argentina (92),
- Perú (106) y
- Venezuela (107).
El pobre desempeño de Latinoamérica en el ranking se debe "a

- una débil base de capacitación de la población
- a causa de mediocres sistemas educativos que
- obstaculizan la capacidad de la sociedad para
- hacer un uso efectivo de las tecnologías",
así como a
- la poca inversión en infraestructura de internet de banda ancha, y
- climas empresariales desfavorables,
según el informe.
"Una de las principales debilidades de América Latina son
- sus sistemas educativos, que
- no producen la suficiente cantidad de jóvenes con
- habilidades mínimas para hacer uso efectivo de
- las tecnologías de la información",
me dijo el coautor del informe Benat Bilbao.
"En nuestra encuesta, los empresarios
- citaron ese problema mucho más que sus contrapartes de otras partes del mundo".
Un ranking
adjunto de las habilidades de la población en 142 países, incluido en el Informe del Foro Económico Mundial, revela que

- Costa Rica ocupa el puesto 46,
- Colombia el 58,
- Argentina el 80,
- Brasil el 86 y
- México el 91.
Casi todos los países de la región ocupan
- un lugar particularmente bajo en
- lo referido a la preparación de los jóvenes en
- matemática y ciencias.
Resulta interesante que otras encuestas revelan que

- los empresarios latinoamericanos no sólo se quejan de
- los estándares académicos de los jóvenes, sino también
- de su carencia de habilidades sociales básicas necesarias para
- funcionar en el mundo empresarial, tales como
- cortesía,
- compromiso,
- trabajo en equipo y
- puntualidad.
Un nuevo libro del Banco Interamericano de Desarrollo, titulado "Desconectados: Habilidades, educación y empleo en América Latina", trae una encuesta de 1.200 empresas de Brasil, Argentina y Chile según la cual
- el 80% de los empresarios dice que su mayor problema de recursos humanos es
- encontrar jóvenes que sepan
- redactar un currículo,
- comunicar de manera eficiente un problema a su jefe o
- llegar puntualmente a su trabajo.
Las escuelas secundarias latinoamericanas están

- totalmente desconectadas del mundo de los negocios,
dice el estudio. "Hay una urgente necesidad
- no sólo de enfrentar el problema de la calidad de la educación, sino
- también de la relevancia de la educación para
- facilitar la transición de los jóvenes al mundo empresarial", afirma.

Mi opinión
Hay muchas razones por las que
- los países latinoamericanos están quedándose atrás de los asiáticos en los rankings.
Entre ellas se cuenta
- la ausencia de una cultura familiar de la educación,
- años académicos más cortos -
- en Japón, el año lectivo tiene 243 días, mientras
- en casi todos los países latinoamericanos apenas llega a los 180 días-- y
- una enorme concentración de los estudios
- en historia y humanidades,
- en lugar de ciencias y matemática.
Pero los dos nuevos estudios hacen bien en subrayar la necesidad de
- una mayor conexión entre los sistemas educativos y el sector privado.
Es hora de que
- los gobiernos pregunten a las empresas qué tipo de capacidades están buscando, y
- de que hagan un lugar en su sistema educativo a esos requerimientos.
Y también es hora de que
- las empresas privadas sean más proactivas para
- mejorar los sistemas educativos de sus países,
- en vez de únicamente quejarse de ellos.
Deberían unirse para
- crear grupos cívicos pro-educación -
como ocurre en Brasil con el movimiento Todos Pela Educacao-- y
- ofrecer programas masivos de pasantías para estudiantes secundarios y universitarios.
- Hay que conectarse a la tecnología, y a la realidad laboral.
Andrés Oppenheimer - El País - Montevideo - 14-Abr-2012

lunes, 9 de abril de 2012

Desastres en el Mar: ¿Mujeres y niños primero?

El desastre del Titanic no ha perdido nada de su horrible atractivo , incluso cuando nos acercamos a su 100 aniversario el 15 de abril.

La televisión está llena de documentales, es inevitable, la retransmisión de la famosa película de James Cameron de 1997 (una nueva versión en 3D de IMAX que ya está en los cines), y las tiendas de regalos están ocupados subiendo con nuevos y macabros trucos de vez en cuando.
Los economistas están interesados, también.

- La supervivencia a bordo del Titanic es famosa por su sesgo de género:
- aproximadamente 3 de cada 4 mujeres sobrevivieron, y
- casi el 50% de los niños, pero
- sólo alrededor del 20% de los hombres y la tripulación.
Las normas sociales, un elemento importante de una economía,
- parecen sostenerse aún en las circunstancias más extremas.
- ¿O deberíamos decir las normas británicas?

El reciente desastre de Costa Concordia frente a las costas de Italia, en la que el capitán abandonó su barco que se hundía, está dirigido a los debates de "la caballerocidad británica en el mar".
Un nuevo y oportuno estudio de Suecia trata de arrojar algo de luz sobre la cuestión.

Mikael Elinder y Oscar Erixson la Universidad de Uppsala han analizado
- 18 naufragios en tiempo de paz, de los cuales pudieron encontrar datos detallados.
- Los resultados son sorprendentes.
- Las mujeres tenían una menor probabilidad de supervivencia en 11 de los 18 casos.
- Sólo en dos barcos era una ventaja ser mujer:

- en el Birkenhead en 1852 y
- en el Titanic.
Las mejores probabilidades de supervivencia eran por término medio, algo sorprendente,
- las de la tripulación,
- seguido por nada menos que el capitán.
- Los niños eran la peor parte.
- Es el Titanic por lo tanto, sólo una excepción a la regla?

- ¿O hay otros factores que pueden explicar la diferencia en los resultados de supervivencia?
Varias posibilidades vienen a la mente:
- si el barco se hundió rápidamente,
- si fue antes o después de la Primera Guerra Mundial,
- si el capitán dio la orden de que las mujeres y los niños van a ser evacuados de primera y
- si el barco era inglés.
Los investigadores probaron todas estas explicaciones diferentes.
- La cantidad de tiempo para la evacuación no parece tener importancia para

- la supervivencia de las mujeres,
al contrario de lo que la comparación entre el Titanic (lento) y Lusitania (rápido), sugiere.
En los naufragios de la post guerra mundial,
- las probabilidades de las mujeres son algo más altos.
- Lo que parece importar, sin embargo, es
- el comportamiento del capitán.
Si ordena que
- las mujeres y los niños van a ser evacuados en primer lugar,
- sus probabilidades de mejoran considerablemente.
Y como sabemos por los testigos oculares (y la película), dichas órdenes no se les dio, sino también un poco brutalmente forzada a bordo del Titanic. Finalmente,
- los resultados son malas noticias para
- las nociones de "la caballerocidad británica":
- es sorprendente que a las mujeres
- les fue peor en los buques bajo mando británico, no mejor.
Los autores son cuidadosos de no exagerar sus conclusiones.

Después de todo, (por suerte) teníansólo 18 casos de estudio. Sin embargo, como un análisis descriptivo nos recuerda que debemos ser cautelosos.
- Las normas sociales pueden sostenersen alto:
- si una combinación de otros factores, la apoya.
Sin embargo, dependiendo de las circunstancias, la dinámica de la situación podría ir en cualquier dirección. Un ejemplo, casi trivial en comparación, es basura y es la teoría de la ventana rota: si nos fijamos en otros abrían las normas y reglas sociales, que son más propensos a hacerlo que nosotros mismos.
Tal vez es el papel de un matón para dirigir la dinámica en una dirección favorable.
Un ejemplo de esto podría haber sido el capitán del Titanic.
The Economist - London - 8-Abril-2012

miércoles, 4 de abril de 2012

Por el mal camino

Cristina Fernández degrada la economía argentina con sus amenazas veladas de nacionalizaciones

Hay muchas razones para suponer que

- Cristina Fernández de Kirchner y su Gobierno están
- intentando esconder el fracaso de su gestión económica
- detrás de una fachada de nacionalismo.
- La economía argentina está al borde del colapso y,
en esta hora de frustración, la presidenta ha optado por
- escudarse en las viejas consignas patrióticas,
- “roban nuestras materias primas,
- se llevan nuestras riquezas”, que
- inflaman la retórica política del país desde la aparición del peronismo.
Un buen ejemplo de esta deriva política fue el discurso que ayer pronunció en la Tierra del Fuego, conmemorativo de la guerra de las Malvinas, en el que
- apeló al diálogo, pero también
- al sentimentalismo,
- en el conflicto diplomático con Reino Unido
- a cuenta de la guerra de 1982 y
- la esperanza de acceder
- al petróleo descubierto en las costas de las islas.
- Argentina corre el riesgo de una ruina a corto plazo.

- Y la exaltación patriótica es un mal camino.
Hoy,
- los inversores extranjeros en Argentina operan
- bajo una amenaza permanente de exacción o nacionalización.
Este es el caso de YPF, el grupo petrolero participado mayoritariamente por Repsol, al que
- se le están retirando arbitrariamente permisos de explotación en las provincias argentinas
- y sobre el que pende en los últimos meses un decreto de nacionalización.
- No hay ninguna razón para nacionalizar YPF.
Pero sucede que
- el Gobierno ha sido incapaz de aplicar una política de moderación del consumo y
- tampoco ha gestionado bien su producción nacional de productos energéticos.
El resultado es

- una demanda creciente,
- una producción cada vez menor y
- unos precios disparados que
- pesan sobre los consumidores.
Kirchner y sus ministros han intentado que
- las compañías extranjeras importen gas y
- lo vendan en Argentina con pérdidas.
Quienes se han negado
- serán castigados con la nacionalización.
El Gobierno de Buenos Aires está dispuesto a
- pasar por encima de contratos, concesiones y
- cualquier idea de seguridad jurídica que
- pueda atraer en el futuro a la inversión extranjera.

- El discurso populista,
- las amenazas de nacionalización, que deterioran la cotización de YPF, y
- el recurso constante a la presión sobre los capitales extranjeros
- son razones suficientes para que la comunidad internacional retire
- su confianza en la estabilidad regulatoria argentina.
- No es propio de un país del G-20 suprimir concesiones de explotación a

- una empresa extranjera sin ofrecer argumento alguno para ello o
- amagar con la nacionalización para
- satisfacer el chovinismo exaltado de los gobernadores de las provincias.
Obama ha anunciado que

- suspenderá las preferencias comerciales de que gozaba Argentina;
la Unión Europea, Estados Unidos, Japón, México y otros 10 países
- han denunciado ante la Organización Mundial de Comercio
- las políticas proteccionistas de Argentina.
La señora Kirchner tiene un problema
- con la economía de su país,
- con su política energética y
- con su balanza de pagos.
- Si quiere solucionarlos con patrioterismo económico,
- comete un grave error.
Editorial - El País - Madrid - 3-Abr-2012